Disclaimer: SPN no me pertenece ;D
Regalo de Navidad para Coreeeeeeeee :D
Basado en el 2x06
Recomendación musical:
Ocean Wide-The afters.
Tiene mucho sueño, cabecea cada cierto tiempo mientras trata de prestar atención a los planos del edificio. Ergo, no puede dormirse, no cuando algo tan grande pende en sus manos, no cuando vidas dependen de ella. Se muerde el labio pensativa, bamboleando aquel cuchillo de plata y pensando qué rayos haría su padre en una situación como esa. Cuando se entra en la boca del lobo con un miedo de puta madre pero se quiere hacer lo correcto, cuando hay que hacer el trabajo.
Suspira y se tira contra el respaldo de la silla, frota sus ojos con frustración y bosteza. Esboza una sonrisa de lado al ver a Dean despatarrado en el sofá, el tío está tan dormido que una guerra podría pasar frente a él y ni siquiera se despertaría. Vale, así, con la boca ligeramente abierta y el rostro sereno, hasta parece un poquitín menos gilipollas.
Jo ríe para sus adentros y rodea la mesada para llegar a su objetivo. Se pone de cuclillas hasta quedar a la altura de su rostro, la respiración del chico le hace cosquillas sobre los labios y siente un pequeño escalofrío recorrerle la espina dorsal. Genial Joanna Beth Harvelle, lo único que te faltaba era comportarte como una nenaza enamorada. Frunce los labios y decide alejarse de allí antes de hacer una tontería (No es que sea una abusadora, por favor. No es como si pensara amarrar a Dean y hacerle cosas a las que probablemente él esté demasiado acostumbrado. Pero, querer besar al tío cuando este está dormido…, pues sí, eso también es una estupidez.)
No llega ni a mitad del camino hacia la mesada cuando le escucha susurrar una palabra, papá. Puede sonar bastante tonto y algo ilógico, pero Jo en cierta forma se lo esperaba. Quizá fue por la imagen de cachorrillo apaleado que el mayor de los Winchester tenía cuando llegó al Roadhouse, mordiendo fuerte en el instante en que alguien quería mostrarle compasión. O, tal vez, es porque ella sabe de qué forma es Dean, esa clase de personas que se guardan todo el dolor adentro, hasta que la bomba explota y sólo quedan pedacitos de ellas.
Se sienta una vez más en la silla colocándose frente a los planos y su mano derecha acaricia el cuchillo de su padre. Piensa que las familias de ambos (los Harvelle y los Winchester) están malditas, que el dolor en eso es inevitable, pero que la recompensa es inmensa. Es el negocio familiar: ponerte un peso que no te pertenece sobre los hombros, lidiar con eso y salvar vidas, fin del asunto. Sin embargo, eso no implica que tengan que lidiar con las heridas solos, y Jo, bajita, rubia y cabezona, piensa que puede ayudar a desinfectar un poco la herida de Dean. Porque no es fácil caminar como si nada cuando por dentro te desangras, ni mucho menos poner la mejilla derecha cuando te han abofeteado la izquierda. Eso, Joanna Beth Harvelle, lo sabe muy bien.
