A/N: Esta es una historia que escribí hace 10 años y ahora que tengo tiempo decidí corregir y mejorarla.

DBZ no me pertenece.

El Inicio.

Era un hermoso día en la Montaña Paozu, la luz del sol iluminaba la pequeña casa en donde la pequeña familia Son residía. Había pasado un año desde los juegos de Cell, un año desde que Goku había elegido quedarse atrás en el otro mundo para proteger el planeta que tanto amaba de las fuerzas malignas que parecían siempre estar atraídas a el. Y aunque en ese año muchas cosas habían cambiado, la familia Son estaba lejos de esa paz que Goku había deseado para ellos.

Gohan cruzo la puerta de la pequeña casa nervioso, sabia que lo que iba a pedirle a su madre podría desatar la furia en ella, después de todo, ahora que Goku no estaba, Gohan había prometido ponerle mas atención a sus estudios.

"¿Mamá?" pregunto en voz baja, cuando se dio cuenta que su madre no le había escuchado respiró profundo y lo intento otra vez, ahora un poco mas fuerte "¿Mamá?"

Milk escucho el tono nervioso de su primogénito y suspiro profundo, sabia perfectamente que cuando su hijo utilizaba ese tono era porque iba a pedirle algo que no le gustaría "¿Qué sucede Gohan?" pretendió no saber que era lo que le pediría y le sonrió, aunque no le gustara le había prometido a Goku que seria más tolerante con el pequeño.

"¿Puedo ir a la Corporación Cápsula a visitar a Bulma y los demás?" Se apresuro a decir, sabia que los amigos de su padre no eran del grato agrado de su madre, pero había pasado encerrado estudiando toda la semana y de verdad quería salir un rato.

Milk suspiro nuevamente y bajo la mirada, los amigos de su esposo siempre se estaban reuniendo y nunca le habían preguntado si quería ir con ellos, y no era que ella tuviera tiempo de salir, no con una casa que mantener y dos hijos que alimentar, pero a veces le deprimía estar en la casa sin su amado esposo. Resignada, levanto la mirada y le sonrió a su hijo "Puedes ir, pero regresa a tiempo para la cena ¿entendido?"

La sonrisa de Gohan era un reflejo de la misma sonrisa de Goku, el corazón de Milk casi se rompe de nuevo al verla ¿Cómo negarle algo a su hijo? Aunque no quería quedarse sola, no se arrepentía de dejarle ir a ver a sus amigos.

"¡Gracias Mamá!" le abrazo con fuerza, aunque también con cuidado para no lastimarla. "¡Estaré de regreso antes de la cena!" y después de besar con cariño la mejilla de su madre, alzó el vuelo para llegar cuanto antes a casa de Bulma.

Una vez Gohan estaba lo sufrientemente lejos de la pequeña casa en las montañas Milk volvió a suspirar, aunque esta vez fijo su mirada en el pequeño bebe que dormía aplaciblemente en su pequeña cesta "Creo que seremos solo nosotros este día, Goten" se inclino para darle un pequeño beso en su frente, acariciando con su delicada mano la melena salvaje que el pequeño había heredado de su padre "Cuando despiertes daremos un paseo por las montañas, tu padre y yo solíamos hacerlo con Gohan cuando tenia tu edad."

Sonrió con nostalgia ante aquellas memorias, pero rápidamente sacudió su cabeza para deshacerse de esos sentimientos. No valía la pena deprimirse cuando tenia que encargarse de su pequeño bebe.

Paso su mano delicadamente por el cabello del bebe una vez para después disponerse a hacer la limpieza, aunque Gohan no estuviera, ella aún tenia mucho trabajo que hacer antes de comenzar a preparar la cena.

Mientras tanto, afuera de la pequeña casa un grupo de forajidos vigilaba los movimientos de la familia. Habían estado esperando el momento adecuado para llevar acabo su plan, y no fue hasta que Gohan salió que el líder sonrió y señalo a sus hombres que era hora de avanzar.

Milk limpio el sudor de su frente con la manga de su blusa, ahora que Gohan no estaba era el momento indicado para limpiar su habitación, había comenzado con barrer bajo su cama y eso había terminado siendo mas trabajo de lo que imaginó "¡Cuando regrese ese niño lo pondré a estudiar de castigo por dejar tanta basura bajo su cama!"

Antes que la mujer se pusiera a gritar más, la puerta principal de su casa fue hecha pedazos por una fuerte patada. Milk apenas tuvo tiempo de reaccionar, su primer pensamiento fue por el pequeño bebe que ahora se encontraba llorando a todo pulmón mientras era sostenido sin ningún cuidado por un hombre desconocido.

"¡Suéltalo!" gritó la pelinegra, su miedo fue totalmente opacado por el enojo que sentía al ver a esa bestia agarrar así a su pequeño bebe "¡suéltalo si sabes lo que te conviene!"

El hombre que sostenía a Goten se rió de ella y dejo caer al suelo al bebe, Milk no espero ni un solo segundo y se tiró al suelo, tratando de al menos suavizar su caída "¡Goten!" lo abrazó contra su pecho y rápidamente se arrastro lejos del hombre que aun se reía a carcajadas de ella.

"¡¿Quién eres tu?! ¡¿Que quieres?!" no fue hasta ese momento que Milk al fin puso atención a su atacante, su corazón se detuvo por un instante al ver como ese hombre desenrollaba su cola de su cintura y la movía tras el como un gato a punto de atacar "No puede ser..." murmuro mientras abraza a Goten más fuerte hacia ella, sabia muy bien que si este hombre era Saiyajin no tendría oportunidad de ganar.

El hombre sonrió de lado al ver como la mujer reconocía su raza "¿Qué paso mujer? ¿Al fin te has dado cuenta que esta pelea ya esta perdida?"

Milk respiró profundo y se levanto del suelo, Goten continuaba llorando contra el pecho de su madre, no le había gustado para nada la manera en como ese desconocido lo había agarrado.

"Deberías quedarte en el suelo si sabes lo que te conviene mujer" Le amenazó, pero Milk no le hizo caso, ella estaba lista para defender a su pequeño de ese maldito delincuente.

"Si así lo quieres, veamos de que eres capaz." Milk no intento atacarle, pero cambio su posición a una mas defensiva. Goten seguía llorando, pero Milk no hizo mas que abrazarle mas fuerte, si ese hombre intentaba atacarle, ella estaría lista.

En un movimiento más rápido de lo que ella pudo ver, el hombre le había golpeado fuertemente haciendo que de el impacto soltara a Goten, antes que el bebe cayera al suelo, el hombre lo agarro de una pierna y lo dejo colgando mientras Milk caía al suelo.

"¿Es lo mejor que puedes hacer, mujer?" Sonrió con maldad y escupió al suelo cerca de donde se encontraba Milk tratando de recuperar el aliento, el golpe había sido tan fuerte que casi perdía el conocimiento "Ya no tienes al mocoso para que te distraiga, dame lo mejor que tengas."

Si se tratase de un humano normal, Milk tendría oportunidad de vencerle, pero ese hombre era demasiado fuerte para ella "Si tan solo mi Goku estuviera aquí..." Pensó con tristeza, sabia muy bien que perdería, pero eso no evitaba que aún tratara de pelear. Moriría si era necesario, todo para mantener a Goten a salvo.

Se levantó con dificultad, manteniendo la mirada en su pequeño bebe que aún colgaba como si fuese un trapo en las manos de ese animal, esta vez no espero a que él atacara primero y se abalanzó a el, propiciándole golpes y patadas tratando de distraerlo lo suficiente para arrebatarle a su hijo y poder huir.

El hombre se rio a carcajadas, aunque para su sorpresa, Milk logro darle uno que otro golpe, aunque no fueron lo suficientemente fuerte para dañarle "¡Ya me hartaste!" Cuando Milk le propinó un puñetazo en el rostro, este tomo su mano y la torció detrás de su espalda "¡Toimo!" Volteo a ver a la puerta destrozada, esperando ver a alguien más "¡Entra de una vez y llévate al mocoso de Kakarotto! Ésta mujer vera de lo que soy capaz."

"Sabia que eres un inútil Maimo." Un segundo hombre entró a la casita, este era mas bajo y regordete que el otro, pero Milk pudo ver perfectamente la cola que este usaba como si fuera un cinturón "Esto lo sabrán todos cuando regresemos"

"¡Cállate y llévate al mocoso!" Gritó Maimo, Milk comenzó a entrar en pánico, ¡estaba atrapada en las garras de ese animal y el otro se quería llevar a su bebe! "Por favor..." Rogó la pelinegra con lagrimas rodando por sus mejillas "No lastimen a mi hijo"

Los dos hombres no hicieron mas que reírse de ella, el segundo hombre, Toimo, agarró a Goten con menos gracia que el otro y salió de la casa, Milk quiso seguirlo, pero el agarre de Maimo era demasiado fuerte "¡GOTEN!"

"Quizás no seas buena peleando" Maimo acercó sus labios al rostro de Milk, ignorando por completo los gritos de esta por su hijo "Pero apuesto a que eres buena para otras cosas"

Milk tomó aire para volver a gritar, pero el Saiyajin fue mas rápido y cubrió su boca con una mano mientras la otra aferraba con fuerza las delicadas manos de la mujer a su espalda, Milk quiso morderlo para que le quitara sus sucias garras de encima, pero el hombre tenia demasiada fuerza y cada vez que Milk lo intentaba sentía como si su mandíbula fuera a quebrarse.

"Hace mucho que no veía una hembra tan delicada como tu; las de nuestra raza son luchadoras, pero a ti..." Pasó su lengua por la mejilla de Milk, saboreando las lagrimas saladas de la pelinegra "...a ti te puedo poseer sin ningún problema"

Al sentir como ese maldito rompía su vestido, Milk comenzó a tratar de patearle, conjuró toda la fuerza que pudo para poder zafarse de su agarre pero era inútil. Lagrimas frescas rodaban por sus mejillas, las cuales Maimo lamió con gusto "Mientras más luches, más me gustas"

Derrotada, cerró sus ojos y dejó de luchar. Quizás si lo hacia la dejarían ir y podría escapar para poder rescatar a su bebe. No era algo que ella hiciera con facilidad, rendirse, pero era por su hijo, y por él estaba dispuesta a cualquier cosa.

"¿Qué pasa? ¿Te aburriste?" Dijo con un tono burlón, esa mujer parecía que tenia fuego en las venas y ahora simplemente ¿se había rendido? Eso no le gustó para nada, pero tampoco tenia tiempo para estar jugando. Su misión era llevarse al pequeño medio Saiyajin y ya lo tenían.

"Debó irme, pero antes de eso te dejare un obsequio." Al decir eso tiró a Milk al suelo, tomando ambos brazos con una mano, Milk trató de patearlo de nuevo pero el utilizo su otra mano para pegarle una bofetada tan fuerte que hizo que la mujer casi perdiera el conocimiento de nuevo "Abre los ojos, esto te gustara a ti también"

Milk lo ignoro y cerro los ojos con fuerza, no quería verle; quería pretender que nada de esto estaba pasando; quiso recordar los buenos tiempos con Goku y con Gohan, prefirió imaginar que Goku entraba por la puerta diciendo que estaba vivo, quería imaginar cualquier cosa que no fuera ese maldito tocando su cuerpo, quería pretender que estaba cocinando una deliciosa cena para su hijo y no que estaban corrompiendo su cuerpo.

Maimo no se tomó su tiempo, no fue gentil con ella, lo único que quería era sentir placer y eso era exactamente lo que estaba haciendo. La mujer no decía nada, tampoco luchaba por escapar, al Saiyajin no le gustó eso, quería escucharla gritar y rogar por su vida; Así que con la mano que tenia libre la agarro por el cuello, apretándole fuertemente y disfrutando como ella abría sus ojos y luchaba otra vez para poder conseguir un poco de aire y poder respirar.

"Así me gusta" Gruñó, sintiendo que pronto acabaría, la mujer debajo de el se estaba poniendo morada, la falta de aire poco a poco estaba clamando su vida. Claro, a Maimo no le importaba eso, el solo quería acabar pronto para regresar a su nave y largarse de ese planeta.

Milk lucho hasta que no pudo mas, poco a poco su mirada se volvió borrosa, las esquinas comenzaban a oscurecerse, sabia que este seria su fin y lo único que le preocupaba en ese momento eran sus hijos, aún tenia la esperanza que Goku regresaría, que el salvaría a Goten y a Gohan de esos delincuentes, que algún día serian una familia otra vez.

Maimo al fin terminó de corromper su cuerpo, el éxtasis del momento le hizo olvidar controlar su fuerza y rompió el cuello de Milk, matándola enseguida "Si serviste para algo después de todo"

Se levantó del suelo dejando el cuerpo de la mujer descubierto, con sus fluidos manchando su una vez prístino vestido. Se encogió de hombros y se arreglo su uniforme. Era hora de regresar a su planeta, la mujer no le servía de nada, viva o muerta.

Sin siquiera mirar atrás se alejo volando de la pequeña casa en la Montaña Paozu, el sol seguía brillando como si nada hubiese pasado, nadie podía imaginarse la tragedia que una vez más caía sobre la familia Son.

A/N: Para seguir con la tradición(?) los nombres de los Saiyajines son una versión algo alterada de vegetales en japonés. Reviews son bienvenidas pero no necesarias.