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A veces la vida nos puede sorprender realmente, nosotros mismos de pronto no comprendemos del porque en ocasiones es increíble como el amor toca nuestra puerta, como es posible que sea tan… ¿extraño? Realmente ni siquiera se debe pensar en el amor, pues no hay explicación solo se siente o no se siente, realmente como dicen polos opuestos se atraen, polos idénticos se rechazan y entonces de pronto nos sorprende al ver como algunos si pueden ser parecidos pero no idénticos, similitudes puedes encontrarles pero son como dos gotas de aceite y agua, nunca iguales, nunca los mismos pero en el fondo ambos son completamente diferentes a como pensaste y sobretodo nunca imaginarias que estuvieran juntos….
La vida es maravillosa y siempre está llena de sorpresas, siempre nos sorprenderá…con lo que menos imaginaste, la vida es una ruleta donde a veces es arriba y otras veces abajo…
C.M.M
Llego una joven pelinegra a una cafetería "Slaussen's" donde se quedó de ver con su mejor amiga Nadine, realmente era increíble lo mucho que su vida había cambiado, cuando era niña, siempre al pendiente de la moda y la glamur pero ahora…últimamente se sentía vacía, observaba como sus compañeras habían formado ya una linda pareja, hasta Helga parecía tener a alguien ya…ella estaba más sola que un perro pese a ser la más popular de la preparatoria pero los jóvenes eran unos idiotas y siempre se acercaban de la misma manera forma, aburrida y rutinaria para declararle su "amor".
Suspiro frustrada, cuando se acercó a la mesa donde su amiga se encontraba –Hola Nadine
-Rhonda hola, ¿Qué tal tu primera semana de vacaciones? ¿Cómo estuvo la playa?
-Igual que siempre Nadine, nefasta –Comento la pelinegra molesta –Mis padres ni siquiera un día pudieron estar conmigo, tenían cenas muy importantes y…y…no me llevaron –Soltó unas cuantas lágrimas antes de sonreír hipócritamente –Pero te he traído un obsequio amiga
Nadine conocía muy bien a Rhonda y sabía que odiaba hablar de lo invisible que era para sus padres y no tanto porque no la quisieran si no porque entre sus negocios y reuniones con personas importantes e interesadas en sus negocios, pues dejaban de lado a Rhonda, sabía que siempre le afecto pero aun así prefería que cuando ella no quisiera hablar no obligarla, cuando quisiera le contaría mas.
-¿Qué es?
-Mira –Dijo sacando una pequeña caja con una tortuga, sabía que le encantaría.
-Gracias Rhonda –Dijo feliz la joven rubia –Realmente es hermosa y…creo que la llamare July
Rhonda sonrió dulcemente –Por nada cariño, sabía que te encantaría –Se sentó observándose las uñas –Oh, esto está mal, creo que necesitare ir a la estética de nuevo, Nadine tráeme algo de beber, por favor
-Claro
La rubia se puso de pie para ir por la bebida de su amiga, en ese momento Rhonda miro alrededor y entonces…"No puede ser" Arnold se encontraba frente a una rubia de ojos azules, quien le miraba dulcemente y…él tomaba….él tomaba. -¡¿Cómo diablos…?! –Se puso de pie sin darse cuenta de que pasaba cerca de ahí un joven rubio, alto, de ojos azules, tirándole la bebida que llevaba encima.
-¡¿Qué demonios te pasa Lloyd?! –Exclamo molesto, la pareja de rubios que estaban en aquella mesa desde el grito de Rhonda se exaltaron y habían puesto atención a la escena, aunque la rubia nerviosa decidió que era hora de salir.
-Lo lamento mucho –Exclamo la joven tratando de que Wolfang no se molestara mas, pues siempre desde que eran niños tuvo fama de ser un matón y ahora en la preparatoria no había cambiado pero ella…ella era Rhonda Wellington Lloyd –Pero para la otra deberías tener más cuidado, además la culpa fue tuya por obstruir el camino de esta belleza –Dijo arrogantemente
-¡Espero que sigas con tu "belleza" después de esto! –Le echo encima lo que quedaba de su bebida en el cabello
-¡Aaaah! ¡¿Qué demonios te pasa Carmton?! –Grito enloquecida la joven al sentir la poca malteada que llevaba ese joven
-Eso es para que aprendas a no estorbarme
-¡¿Quién es el estorbo?! ¡No sabes con quien estas tratando! –Grito la joven aventándole la bebida que en ese momento Nadine llevaba
-¡Esto sí que…! –Se iba a abalanzar sobre ella, cuando un joven más entro en la pelea
-¡Basta los dos! –Si…como siempre el que intervino fue Arnold, quien dejo ir a la joven con la que estaba pero el decidió ayudar. –Wolfang lo que paso fue un accidente y antes que cualquier cosa, Rhonda es una mujer
-¿Y? –Dijo aburrido y molesto –Por más mujer eso no le da derecho a tratarnos como quiera
-Es por esto que tú no eres un caballero, ni requerido en mis fiestas privadas –Dijo la joven mirándolo con superioridad lo que molesto aún más al rubio que gruño por lo bajo
-Tu…te crees demasiado pero no eres nadie y estas más que vacía por dentro, hueca, superficial y sin cerebro…por eso nadie está contigo –Dijo el rubio molesto dando media vuelta y saliendo a zancadas del lugar lleno de malteada
Rhonda lo miro irse, afectada por lo que dijo de eso estaba segura Nadine, lentamente se dirigió hacia la puerta con su amiga pero antes de salir volteó a ver a Arnold quien estaba también caminando hacia la puerta pues su cita estaba arruinada.
-Por cierto Arnold, gracias por tu ayuda –Dijo sonriéndole a lo que el rubio le regreso la sonrisa en señal de apoyo –Pero necesito un favor ¿Puedes decirle a Helga que iré a su casa en un rato?
Ante esto el rubio se sorprendió, creyó que no había alcanzado a ver con quien estaba y que solo era la paranoia de Helga pero… -Por…por supuesto pero ¿Porque…?
-No soy ciega –Dijo la pelinegra antes de abrir la puerta y desaparecer ante esta.
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Un joven rubio de 17 años caminaba hacia su casa hecho furia, realmente estaba muy molesto por lo sucedió en Slaussen's, pero más que otra cosa…estaba decepcionado.
Suspiro mientras pensaba en como su reputación había ido decayendo, si ya no era el chico matón que todos pensaban, era solo que en ocasiones cuando era más pequeño era su manera de mantener todos al margen y que no le llegasen a conocer realmente porque entonces su realidad seria su debilidad, llego a su casa.
-Ya llegue abuela –Dijo a la anciana de unos 80 años que estaba sentada frente a la televisión
-Hola hijo ¿Cómo te fue?
-Mal…creo que ya no tengo trabajo –Comento pues por su enojo había salido sin avisar y además no creía que le dejaran seguir después de la discusión con esa joven –Pero no te apures aún tengo el del bar –Dijo sin darle importancia -¿Ya comiste?
-Si no te preocupes hijo
Wolfang subió a su habitación, realmente la vida había sido muy dura para él y su abuela, tomo aquella fotografía que llevaba consigo durante todos esos años, pero molesto la volvió a arrugar como siempre, dejando escapar una pequeña lagrima –No más –Susurro –Ya no pensare en ti.
Ahora las cosas debían cambiar en la secundaria dejo de intimidar a todos, trato de enfocarse más en sus estudios como lo hacía ahora, además de que se controlaba más al explotar por todo lo que traía en su interior, también no era que del todo había dejado de ser un peleonero con los demás, solo que ahora solo peleaba si le daban algún motivo, como hoy, pero jamás pensó que sería en el trabajo.
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Arnold le dijo el recado de Rhonda cuando hablo con ella, la rubia comenzó a hiperventilar y sin proponérselo dejo a su novio en la línea, aquello era una gran catástrofe pues Rhonda era la reina de la popularidad en la preparatoria pero también era la primera en difundir alguna novedad jugosa y esta tal vez para ella era la más jugosa de todas desde los últimos años, debió hacerle caso a Arnold y no esconderse pero ahora…ahora no había escapatoria.
-Mama ¿Qué posibilidades hay de que me cambies de escuela? –Dijo asustada y desesperada
Miriam la miro sorprendida por su pregunta tan fuera de lugar en ese momento pero…tocaron el timbre –Creo que ninguna, linda, ¿Puedes abrir la puerta?
Helga sabía quién era –Miriam por favor has algo por mí y di que acabo de morirme
-¡Helga! –Exclamo su madre preocupada y molesta por lo que decía su hija
-Mama
-Basta hija, no sé qué te pico el día de hoy, pero no diré tal cosa, además se supone que estas mejor y además ¿Qué hay de Arnold?
-Es por el que estoy en este problema –Murmuro molesta la rubia
Volvieron a tocar –Iré a abrir –Dijo la rubia mayor al ver que su hija no abriría
-¡No!
-Helga basta –Dijo soltándose del agarre de la rubia quien parecía realmente temer por su vida
-Buenas tardes señora Pataki ¿esta Helga?
-Claro, pasa linda
Rhonda ingreso al lugar, Miriam le indico que fuera a la habitación de la rubia, quien seguramente se había ido rápidamente, Rhonda sonrió y subió.
Helga estaba tratando de encontrar algo para ahuyentar a la pelinegra cuando su puerta se abrió de par en par y dejo ver a la joven por la que estaba así -¡Rhonda, dios…me vas a matar de un susto!
-Al igual que tu Helga –Dijo sonriendo maliciosamente –Dime ¿Quién ha estado jugando a las escondidas con Arnold?
-Rhonda…no…no es lo que crees, yo…nosotros –Se sonrojo mientras balbuceaba palabras sin sentido
-Basta querida Helga, está más claro que el agua –Sonrió mientras tomaba asiento frente a la cama de la rubia –Lo que realmente me lleva a una conclusión de mi desagrado –Dijo molesta ahora –Tú tienes novio y no cualquier novio, Arnold es el chico más popular de la preparatoria al igual que Gerald, todas las chicas quieren atrapar a Arnold, por obvias razones no saben que ya es tu novio, lo cual no sé porque… ¿Porque ocultarlo?
-Esa fue mi decisión y es privada –Comento la rubia ya vencida
-Bien tampoco es como me interese, pero realmente lo que me sorprende es como alguien como tú tiene un novio como Arnold y yo…yo sigo solterona –Comento avergonzada y molesta
Helga se sorprendió ante esto pero no se burló de ella ni nada por el estilo, al final de cuentas sabía lo que era estar sola –Rhonda… realmente no creo que estés sola, tienes a tus padres y…
-¿Puedo confiar en ti?
-¿En mí? –Repito la rubia -¿Porque querrías confiar en mí? –Sin entender la rubia la miro con desconfianza
-Porque realmente necesito…necesito a alguien que se parezca a mí, aunque no sea así, porque obviamente tú y yo somos muy diferentes
Ante esta respuesta la rubia rodo los ojos –Típico –Murmuro pero la pelinegra no la escucho
-Bueno ¿Entonces?
-¿Dirás algo de Arnold y de mí? –Dijo viendo una oportunidad para seguir como hasta ahora
-No pero…no debes de traicionarme si tu hables la boca con respecto a mis cosas, yo también lo hare –Dijo sonriendo triunfante
-Bien es un trato –Dijo extendiendo la mano y la joven la tomo sonriéndole
-Bueno Helga, para empezar yo no cuento con mis padres y es por eso que siempre estoy sola –Dijo Rhonda sin mostrar sentimiento alguno aun cuando le dolía –Veo que tus padres cambiaron un poco y quiero saber ¿Cómo le has hecho?
Helga le miro seriamente –Realmente ¿Crees que hemos cambiado?
-Si al menos eso parece…
-Bueno Rhonda pues te equivocas si crees que todo ha cambiado –Helga tomo asiento en su cama –Mama ha tenido que ir a terapias para superar la separación de Bob, mi padre sigue ateniendo sus negocios y ahora está por casarse con una mujer que odio más que a nadie en el mundo, ahora solo veo a mi papa en la comida semanal que tenemos el y yo, Olga sigue en su mundo color rosa y triunfando en Broadway como actriz principal y además tiene el novio perfecto –Dijo imitando la voz de su hermana –Miriam hace un esfuerzo por estar conmigo como ya lo has notado, está más al pendiente de mí y me hace mis tres comidas diarias –Dijo con ironía –Pero eso no quiere decir que el cambio haya sido lo mejor o que haya mejorado mi vida para ser de color rosa –Dijo cruzándose de brazos –Ninguna vida es perfecta, los padres no lo son tampoco pero nosotros podemos hacerles ver sus errores, cuando yo lo hice con ayuda de Arnold y de la Dr. Bliss mi vida cambio a partir de ahí pero…Bob no pudo soportar más las depresiones y demás de Miriam, así que decidieron que lo mejor era separarse
-¿Y Arnold estuvo ahí, cierto? –Dijo la joven pelinegra
-¿Estas poniendo atención a todo lo que dije? –Pregunto molesta y enarcando una ceja sin entender
-Solo necesito enamorarme y que ese amor sea mi sustento y motivación ¿No?
La rubia se golpeó en la frente –Rhonda el amor…el amor no soluciona tu vida, quien debe hacerlo eres tú misma –Respiro profundamente –Arnold y yo somos un caso extraño, pero más yo, pero él me ha enseñado a valorarme y también a hacer las cosas por mí, aunque debo admitir que él es importante y especial –Dijo con una mirada llena de ternura pero reacciono –Pero una persona no puede ser tu ancla, debes de ser tu misma, yo misma logre que las cosas cambiaran si tuve el apoyo de él y de la doctora, pero quien tuvo que enfrentar al final su realidad y a su familia fui yo, ellos solo estuvieron dándome ánimos pero no fueron mi ancla ¿Entiendes?
-Pero si me enamoro…
-Rhonda escucha esto es algo desesperante y realmente extraño, tener que hablarte de esto cuando… -Pensó lo mejor lo que iba a decir –Quiero decir que el amor no se piensa, no puedes decidir enamorarte, porque el amor llegara, cuando menos lo esperes, de quien menos lo esperes y en el momento que menos lo creas te habrás enamorado de alguien especial.
-Solo quiero un novio –Murmuro la joven cabizbaja –Alguien en quien confiar, con quien platicar y poder sentirme amada al fin, no se…ser…no ser… -Unas lágrimas traicioneras cayeron
-Invisible –Completo la rubia entendiendo –Sabes nos parecemos –Comento –No del modo que crees pero…lo que sentimos es parecido, yo sé cómo se siente y no te preocupes –Se acercó a Rhonda –Si te hace sentir mejor puedes contar conmigo, como amiga –Sonrió de lado
Rhonda devolvió la sonrisa –Pero ¿Qué hay del novio?
-Eso deberás hacerlo sola –Dijo la rubia –No voy a ser cupido y además como te dije, el amor no se elige llega cuando tenga que llegar
-Bien –Dijo levantándose –Nos vemos entonces querida amiga
Salió de su habitación, dejando a la rubia más confundida que antes pero aliviada, así que marco a su novio –Hola cabeza de balón ¿Qué hay de nuevo por allá?
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Rhonda iba caminando pensando en todo lo platicado con la rubia, realmente la vida no era fácil para nadie al parecer, pensaba en Arnold, después de mucho tiempo pudo estar con sus padres y él ahora tenía una hermanita que todo el tiempo acaparaba la atención de todos, pensaba en Helga que todo el tiempo era obvio que era desplazada por su familia por Olga o por otras cosas más importantes, pero quien estuvo ahí con ella en días de festivales había sido el rey de los localizadores y ahora debía compartirlo todo porque no rescato el matrimonio de ellos, su madre hacia un esfuerzo pero Helga no parecía para nada feliz, su propia vida, tampoco era diferente como pensó de ellos.
-Pobres…ricos todos sufrimos –Dijo mientras miraba hacia el cielo tratando de no estar más triste cuando…
-¡Fíjate por donde camin…! ¡Otra vez tu Lloyd!
Rhonda quien habia caído encima de Wolfang se puso de pie rápidamente y molesta comenzó a reclamar también -¡El que debería fijarse y no estorbarme en mi camino eres tu Carmton!
El rubio molesto la hizo a un lado y se dispuso a seguir caminando cuando… -¡Hey no he dicho que puedes irte! –Exclamo molesta
-¡No necesito pedirte permiso!
-¡Soy en muchos aspectos superior a ti y me debes respeto!
-¡No creo que alguien que deba pasar toda las semanas siguientes en la escuela porque reprobó física merezca mis respetos! –Dijo el rubio explotando por fin y enfrentándose a la joven quien le miro sorprendida -¿Qué?
-Nadie…ni siquiera Nadine lo sabe ¿Cómo es que…?
-No importa solo fue una pequeña charla que escuche –Sonrió maliciosamente y vio ese brillo triunfante en la mirada azulada que le miraba –Solo no pensé que fueras realmente una mujer superficial y con cerebro de mosca como todas las de tu clase
-¡Cállate! –Exclamo molesta la joven apretando los puños
-Y si casualmente se me ocurre comentar esto por accidente ¿Qué harás?
-¡Dije que te calles!
-¿Qué me darás por mi silencio?
-¿Acaso estas sobornándome por tu silencio?
-Claro –Dijo sonriendo y acercándose a ella
Rhonda saco un par de billetes y se los dio –Toma es todo lo que tengo así que no me molestes más y para la otra no te cruces por mi camino
-Por ahora acepto los 150 dólares pero después tal vez necesite más –Dijo riendo mientras se alejaba de la joven que molesta se fue de ahí.
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Esa misma noche en la mansión Lloyd, Rhonda descansaba mientras pintaba sus uñas, trataba de estar ya lo más relajada posible pues había sido un día agotador cuando…
-¡Prima!
-¡Annie!
-¡¿Qué demonios haces aquí?! –Exclamo molesta mirando a su prima sin poder creerlo
-Vine a visitarte prima, mis tíos dijeron que estarías aquí el resto de las vacaciones solita y yo vine a hacerte compañía
-¿Ellos donde…?
-Fueron a New York, me encargaron que te cuidara –Sonrió burlonamente, su prima Annie, era una joven de 17 años, alta morena pero de cabello castaño claro, ojos color grises y era la más popular de su escuela, siempre competían entre ellas para ver quien era la mejor en todo y si se enteraba de lo de física. Su prima era realmente fastidiosa no la toleraba, siempre competían por todo como ya había mencionado, pero realmente eso había sido desde muy pequeñas y tal vez se debía a que ambas eran abandonadas por sus respectivas familias y por diferentes razones pero a diferencia de Rhonda, Annie era una joven inteligente e interesada, si era superficial pero aparentaba lo contrario, la palabra que mejor la describía era hipócrita.
-¿Porque? –Dijo indignada
-Me dijeron que estas castigada y no tienes muchos permisos, solo para ir a tus clases de regularización para pasar la materia antes de ingresar a tu segundo año de preparatoria
"Típico" –Es inaudito –Exclamo molesta, ¿Sus padres no pudieron acaso guardar el secreto?
-Bueno mira a mi novio –Dijo la joven mostrándole a nuevo novio, pues era diferente al otro que le había dicho hace apenas unos meses por el chat -¿No es guapo? Es el capitán del equipo de basquetbol de la escuela y dime ¿Ya tienes novio? ¿Has dejado de ser esa niña extraña primita? –Pregunto hipócritamente
-De hecho –La empujo –Ya tengo a alguien que está comiendo de mi mano –Dijo al pelinegra molesta
-¿Enserio?
-Por supuesto ¿No me crees?
-La verdad es que no
Rhonda la miro molesta pero sonrió -¿Cuánto quieres perder?
-¿Perder? ¿Porque me demuestres que tienes a alguien? –Sonrió también –No prima, será quien yo diga –Miro alrededor de la habitación de la joven –Alguien que no sean tus amigos por supuesto –Dijo señalando la fotografía que tenía en su tocador –Te diré quien es cuando lo encuentre y entonces comenzaremos la apuesta, en una semana deberá estar totalmente enamorado de ti y así sabré que lo que dices es verdad y dejaste de ser tan santurrona, fresa, exigente y sobretodo tan superficial y hueca –La segunda vez en el día pensó la joven molesta
-Bien –Cerraron la apuesta –Quien pierda será el esclavo del otro por un año –Dijo la pelinegra
-Desde lejos no creo que se pueda, ¿Qué te parece mejor si me das algo que yo quiera?
-¿Y tú me darás algo que yo quiera?
-No lo creo porque perderás –Dijo dando media vuelta –Te diré que quiero después –sonrió y dejo sola a su prima quien molesta se echó en la cama pensando en el problema en que se había metido.
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A la mañana siguiente Annie salió con su prima a dar una vuelta cuando parecía que para suerte de Rhonda muchos de sus compañeros y amigos de la escuela decidieron también salir y se toparon a más de uno pero cuando llegaron al parque cerca del lago, se llevó una enorme sorpresa cuando su prima hablo. –Mira ¿Qué te parece ese joven rubio?
Rhonda miro hacia donde señalaba y entonces -¿Qué te parece mejor el otro de por allá? –Dijo al ver a otro rubio cerca caminando por la acera de enfrente
Annie miro en su dirección y sonrió –No tienes mal gusto ¿Puedes con ambos no? –Dijo mirándola con burla –Realmente la gran Rhonda Lloyd puede con todo, tu siempre lo dices y yo creo que si puedes primita
Rhonda comenzó a sentirse mal, pues la primera persona que ella había señalado era nada más y nada menos que…Arnold, quien abrazo de pronto a una joven rubia que sonreía dulcemente al verse atrapada -¡Oh! Es una gran lastima creo que ya tiene pareja –sonrió maliciosamente
-¡Oh no claro que no! No lo hare
-Pero que aburrida –Murmuro sonriendo para sí misma al mirar a Arnold nuevamente, Rhonda sabía lo que estaba pensando
-Ni se te ocurra
-No tengo que pedirte permiso –Dijo y sonrió al ver a otro rubio cerca de donde platicaban –Ve por tu conquista y si se enamora realmente de ti antes del sábado ganas –Dijo empujándola contra un joven que pasaba por ahí.
-¡Annie! –Grito colérica la joven pero ya era tarde, la castaña ya iba hacia donde estaba la pareja
-¡¿Qué rayos he hecho dios?! –Exclamo el rubio levantándose –Mira Lloyd estoy ya me está cansando…
-Necesito que me ayudes –Dijo logrando que el joven rubio la mirara sorprendido e incrédulo
-¿Qué?
-¡Finge amarme por favor toda la semana que entra!
Wolfang se quedó totalmente sorprendido ante la declaración de Rhonda, no podía creer que esto estuviera pasando…pero tampoco podía perder sus vacaciones y valioso tiempo de hacer dinero con una mocosa de 15 años pero por otro lado…esos hermosos ojos que desde que vio por primera vez le ocasionaban que un sentimiento puro y dulce naciera dentro de él, pero jamás le tomo importancia pero ahora al verla….sacudió sus pensamientos y trato de pensar en lo que acaba de suceder -¿Co…cómo?
-¡Que seas mi novio una semana Wolfang! –Exclamo tomándolo del brazo exaltada, había tenido que aguantar las ganas de gritar y expulsar todo lo que en ese momento sentía, pero realmente estaba desesperada ¿pero tanto como para llegar a esto? Era increíble Rhonda Wellington Lloyd suplicando al joven más idiota de la preparatoria y matón que fuera su novio durante una semana…esto debía ser una pesadilla…nadie en sus más locos sueños podría imaginarse tal escena y sin embargo alguien vio todo.
Hola queridos lectores
este es un mini fic, solo tendra a lo mucho 3 capitulos jejeej espero que les gsute es uno nuevo para el concurso de facebook ;D :3
espero que les guste y mil gracias por leerme no olviden dejar sus reviews hermosso ;D
saludos
