debo informar que este es apenas mi segundo fanfic. el primero fue uno corto, y creo que mejor elaborado. este lo hice un dia en el que pensaba...¿y que pasaria si...? y se desarrollo en mi cabeza. aunque no todo, algunos capitulos me falta pensarlos, otros ya los tengo y me falta escribirlos, pero otros ya estan escritos y en lista de ser corregidos para publicarlos.
seguramente habran muchos errores de todo tipo, la razon sera que esto fue hecho para pasar el tiempo, lo de publicarlo surgio despues. y bueno, sobra decir que amo malec, y por lo tanto a la dueña de su creacion,Cassandra Clare, a quien le pertenece la idea de los personajes y la historia de forma basica. la trama de este fic es mia.
Alec estaba leyendo un libro de leyes cuando llamaron a su puerta.
-¿quien es?- pregunto levantando la mirada de las paginas
- soy yo señorito Alexander. - era Amatis, su mucama personal. Después de que Alec la dejara pasar, la mujer vestida de negro con un delantal blanco entro a la habitación con una bandeja en las manos. En ella había un sándwich y un vaso de jugo de naranja
- su madre pensó que querría comer algo mientras estudiaba para su examen- Maryse, la madre de Alec, se preocupaba mucho. Tanto por el hogar como por Alec y sus hermanos. Pero en especial por Alec. Él era el mayor, por lo tanto, quien heredaría el buffet de abogados de la familia Lightwood, un compromiso que aceptaba con honor y dedicación, ya que en sus estudios de derecho era uno de los alumnos más aplicados, aunque claro, esto se debe a su pasión por la lectura.
La mujer dejo la bandeja sobre una mesa en la entrada de la habitación y con una educada reverencia se marchó en silencio.
- graciasAmatis- termino Alec cuando Amatiscerró la puerta. Su madre se encargaba de los empleados de la mansión Lightwood, y Alec a ella la amaba, pero no estaba de acuerdo con las ideas que proclama por todo el lugar. Odiaba que los sirvientes lo trataran como un príncipe, era su amo millonario, pero eso no significaba que ellos tuvieran que besar el suelo por donde el caminaba. Esto último fue en sentido figurado. En especial Amatis, quien lo había cuidado cuando era un niño más que sus propios padres.
Con un suspiro miro la bandeja a pocos pasos de distancia, pero francamente no tenía hambre, así que volvió a abrir su libro y a continuar con el artículo que había dejado inconcluso.
Con el libro en las manos empezó a caminar por toda su amplia habitación, y después de 20 minutos de lectura, fue interrumpido de nuevo, pero esta vez la interrupción era de un sonoro pito de coche y música a todo volumen. Extrañado se aprendió el número de la página en la que iba y dejo el libro sobre su escritorio mientras caminaba al balcón de su habitación.
No salió, eso llamaría mucho la atención, solo corrió ligeramentela delgada y sedosa cortina blanca que cubría la puerta del balcón de madera blanca con amplios ventanales de vidrio.
Pudo observar los amplios jardines que tenía la mansión, con una reja muy en el fondo que tenía vigilancia las 24 horas, y la gran y preciosa fuente en medio del jardín.
Una carretera se extendía, desde la reja de entrada, hasta la puerta de la mansión donde terminaba la línea en una curva que mandaría al coche de regreso a la reja de salida.
Estacionado frente a la mansión había un convertible rojo. Alec rodo los ojos, ese había sido el regalo de cumpleaños de su hermana menor, Isabelle.
Ella estaba al volante riéndose como una loca mientras seguía tocando insistentemente el pito. En el asiento a su lado había un joven de piel blanca, anteojos, y cabello marrón. Ese era Simón, la nueva diversión de su hermana. Alec no entendía porque Isabelle variaba tanto en cuanto a gustos. Un día salía con un deportista, al otro con un músico, al otro con un actor, al otro con un modelo, y la lista se extendía bastante. Ahora le dio por salir con Simón menos había un punto a su favor, y era que Isabelle nunca había durado tanto en una relación. Además, él era agradable, varias veces Alechabía platicado con él y lo encontraba bastante inteligente. A diferencia de otros tantos predecesores.
En los asientos de atrás estaba Clarissa, una amiga de Isabelle, tomada de la mano con otro hermano de Alec. Su nombre era Jonathan, pero le gustaba que le dijeran Jace. Su hermano tenía su rubio cabello peinado hacia atrás, con unos lentes azules y una carísima chaqueta. Estaba riéndose del escándalo que provocaba Isabelle.
Alec espero pacientemente, pero con cada segundo su hermana aumentaba el escándalo. Casi podía imaginarse a los empleados encerrados en la cocina y apretujados por el miedo.
Decidido salió de su recamara y paso a grandes zancadas todo el corredor que estaba desde su habitación hasta las inmensas escaleras de mármol blanco
-¡mama! ¡Papa!- gritaba en el camino, pero al no obtener respuesta supuso que no estaban.
A paso rápido bajo las escaleras y paso balo la inmensa lámpara de cristal que colgaba del alto techo hasta llegar a la puerta de entrada. La abrió y bajo los escalones que lo separaban del camino donde estaba estacionado el convertible rojo
-¡hola Alec!- dijo alegre su hermana. Todos en el auto giraron y lo vieron. Simón lucia avergonzado, Clary le sonrió y Jace le hizo un extraño movimiento con una mano, como si fuera un soldado que recibía a su general acatando sus órdenes
-Isabelle ¿no podrías parar de hacer ese escándalo? Mama y papa no están-dijo su hermano mayor
-no es por mama o papa- respondió ella cortante- llamaba a los empleados, necesitamos que nos alcancen algunos bocadillos para llevar. Vamos a viajar a buscar diversión en alguna ciudad cercana-
-¿viajar por diversión? ¿Mama y papa saben de esto?- apenas lo hubo dicho sacudió su cabeza. A sus padres poco le importaban lo que ellos hicieran con sus vidas- de todos modos, hay maneras más amables de pedirlo-
-no necesito ser amable para que me atiendan, es su obligación- respondió ella indignada
-¿obligación? No, no lo es.-
-¡claro que sí!- contraataco- para eso se les paga. Ahora, si quieres que deje el ruido, llámame a alguien para pedirle nuestra comida- Alec hizo una fingida y elegante reverencia antes de marcharse dentro de la casa con paso aun mas decidido que el que había usado para salir.
Se dirigió directamente a la cocina, donde escucho como la cocinera Bridget le decía que pensaba que el alboroto era por una fiesta de Isabelle, y que nunca se le paso por la cabeza de que la estuvieran llamando. Alec se disculpó en nombre de su hermana y hermano y, después de indicarle que era lo que ella quería se marchóde regreso a su habitación.
Cerró la puerta plana a su espalda y avanzo hasta su escritorio, pero antes de siquiera tocar el libro sonó su celular en su mesilla de noche.
-¿hola?- pregunto cuando lo tomo
-Alec, hola. Soy yo, james-
-hola Jem ¿Cómo estás?- Alec se sentó en su cama mientras hablaba con su mejor amigo
-bien gracias. ¿Ytú? ¿Ya hablaste con tu padre?-
-aun no. No séqué va a decir, y francamente no quiero escuchar una negativa.-Alecsabía que debía esperar a la muerte de su padre para poder trabajar en el buffet. Pero se sentía inútil, le gustaría almenas ir y ayudar en algo. Una vez se lo había dicho a Maryse, pero ella se había escandalizado, justificándose en que Alec era muy joven para trabajar y que debía cuidar a sus hermanos menores.
-debes intentarlo- animo su amigo- y la verdad yo no entiendo porque no te lo ha propuesto el-
-me ve como un plan b en caso de que llegue a faltar- contesto Alec con amargura
-¡Alec!- riño su amigo
-perdónJem- respondió apretándose el puente de la nariz- pero es que mis hermanos me sacan de quicio. No sécómo mama pretende que los cuide-
-bueno, no puedo ayudarte mucho con eso- respondióJem- sabes que soy hijo único-
-si lo sé- respondió- y no sabes cómo te envidio. La tranquilidad en tu casa debe ser fabulosa-
-¿tranquilidad? Más bien de los empleados, estoy solo. Sabes que papa está en Europa en su concierto de violín, y mama en china en su concierto de quin. La mansión Carstairs es muy silenciosa, el único ruido lo produzco yo cuando toco violín, del resto es insoportable-
-pero vale la pena- dijo Alec levantándose y tomando su libro de leyes- tus padres son músicos muy famosos, y se espera que tú algún día tomes el lugar de tu padre. El silencio es vital para cualquier músico- Aleccamino hasta la biblioteca y empezó a buscar con la mirada el lugar donde debería guardar el libro en orden alfabético
-lo sé- respondióJem- pero la alegría también hace parte de un músico. La alegría y la inspiración, y con este silencio nadie podría inspirarse. Necesito algo de ruido. Necesito compañía-
-cómprate un gato- soltó de repente Alec mientras ubicaba el lugar correcto y dejaba el libro, dándole una mirada apreciativa al que estaba enseguida. Juicios internacionales.
-¿Por qué un gato?- pregunto curioso Jem
-es una propaganda- explico Alec- ¿no la has visto? Es sobre un refugio de animales "si necesitas ruido, si necesitas compañía, si tu alegría se ha ido, llama ahora a nuestra compañía. No te preocupes más, alégrate un buen rato, por que la solución ha llegado, y es que te debes comprar un gato"-
- suena tentador- dijo el músico entre carcajadas- ¿Cómo se llama la fundación?-
-el nombre me sonaba siniestro… ¡ya lo recordé! Se llama las hermanas oscuro-
-¿Quién le pone así a una fundación?- pregunto Jem aun riéndose
-no es su culpa de que la haya creado dos hermanas cuyo apellido es oscuro. Oye Jem, lo del gato era una broma-
-no, enserio me interesa- respondió el- Alec, debo dejarte, ya es hora de que practique con mi violín-
-suerte amigo- dijo Alec y colgó mientras pensaba en la posibilidad de que Jem haya tomado enserio su concejo y se comprara un gato.
Esa noche, toda la familia Lightwoodse sentó a cenar. Max había llegado de sus clases de karate en el instituto, Jace e Isabelle estaban eufóricos por su tarde, Maryse y Robert pensaban solo en el trabajo, y Alecmovía la comida en su plato sin ningún interés
-¿Por qué no tenemos una mascota, digamos un gato?- pregunto Alec, pero no sugiriéndolo, sino por curiosidad de saber porque nunca habían tenido una mascota
-las mascotas quitan mucho tiempo- respondió Robert cortando elegantemente la carne en su plato- nadie en esta casa tiene tiempo de sobra-la puerta que separaba al comedor de la cocina se abrió y entro Amatis con una botella de vino, sirviéndole a cada uno en su copa. Cuando termino de servirle a Alec, él se acercó a ella y susurro un "gracias" ella lo miro y sonrió tiernamente antes de salir de nuevo del comedor. Cuando Alec volvió a girarse para encarar su comida, levanto la vista y vio la mirada de desaprobación de su madre junto con el movimiento negativo de su rostro
-¿Por qué un gato?- pregunto Isabelle tomando su copa de vino- ¿Por qué no otro animal? Los perritos son tiernos-
-un gato es más silencioso que un perro- dijo Alec
-¿y porque no otra cosa?- continuo Jace mirando desafiante a Alec- digamos un pez
-un pez no sale de su pecera- contesto Alec ligeramente enojado.
-¿Por qué no?- continuoJace
-¡porque moriría!- soltó- necesitan agua-
-¿no se ahogan?- pregunto el rubio. Alec se le quedo mirando esperando la carcajada en la que admitiría que era una broma. Pero nunca llego. Ahora lo miro con los ojos en blanco
-no, para eso tienen agallas- respondió y decidió regresar a jugar con su comida
-que tal un hámster- comento Max varios minutos después
-¡claro que no! Parecen ratas- dijo Isabelle con asco
-¡no parecen ratas!- ataco Max- son pequeños, no hacen ruido y no viven en una pecera-
-¡ya basta!- soltóMaryse- no tendremos mascotas. Ni gatos que aruñan, o perros olorosos, o peces que se mueren en un día, o hámster que parecen ratas. ¡Ya es suficiente! Ahora a comer- Maryse se giró hacia Alec- en especial tu Alexander, no has probado ni un bocado-
-no tengo mucha hambre- respondió el mirando su plato- creo que haría más retirándome a mi habitación y terminando un libro que estaba leyendo en la tarde-Maryse asintió. Le alegraba que Alec fuera a reemplazar a su esposo, y que fuera el único de sus hijos que había puesto atención a sus normas de cortesía que les enseño cuando eran pequeños
-Alexander-dijo su padre limpiándose la boca con un pañuelo, justo cuando este empezaba a levantarse- me gustaría que fueras a mi despacho. Sobre mi escritorio tengo una carpeta, ahí está el caso del señor de Quincey. Me encantaría que lo leyeras y lo estudiaras. Mañana tenemos una cena de coctel con los abogados del buffet y me gustaría que comentaras sobre el caso que nos tiene más ocupados-Alec asintió y estaba a punto de encaminarse cuando Isabelle hablo
-vaya, mañana será un día aburrido para Alec- dijo riéndose con malicia- rodeado de aburridas leyes toda la noche-
-¿Quién dijo que llevaría solo a Alec?- le dijo Robert- la invitación es para todos. Así que como familia iremos- Maxsonrió, pero Jace e Isabelle estaban indignados
-pero Izzi y yo quedamos en ir mañana con…- empezó Jace pero Robert lo interrumpió
-sea lo que sea seguro que lo pueden cancelar o posponer. Este evento solo se hace una vez al año, y por primera vez será abierto para las familias de los empleados del buffet. Todas las personas importantes de la ciudad estarán allá, lo que significa que estarán Clarissa y Simón Lewis. -Jace e Isabelle se miraron, se encogieron de hombros y se resignarona las órdenes volviendo a su comida. Alec empezó a retirarse hasta llegar a la sala, donde abrió la puerta del despacho de su padre y sentándose frente al inmenso escritorio tomo la carpeta allí encima y empezó a empaparse del caso.
Era de un asesinato, el defendido de Robert, un hombre de apellido de Quincey era acusado de asesinar a otro hombre llamado Ralph Scott. Según esos papeles, el crimen había sido cometido hacia años, pero el demandante, un hombre llamado WoolsyScott, asegura haber sido amenazado para guardar silencio. Woolsy relata que cambio de opinión cuando conoció a su abogada, Camille Belcourt, gracias a un amigo en común. Ella lo aconsejo y el demando. Camille es quien está llevando la demanda de Woolsy, y mi padre la parte de defensa de Quincey.
Después de leer una y otra vez los testimonios, los nombres, los hechos, y las leyes implicadas, Alec empezó a sentir que sus parpados se cerraban, y saliendo del despacho se dirigió a su habitación donde se acostó sobre la cama sin siquiera empijamarse.
No estaba muy seguro sobre con que soñaba, la verdad ni siquierasabía si al menos lo hacía. Desde que era pequeño Alec a prendió a reconocer las cosas importantes de las que no lo son. Y para él, soñar no era importante.
Lo que si sabía era que un ruido en su mesilla de noche lo despertó. Alec no necesitaba un despertador, su cuerpo estaba acostumbrado a despertarse por sí solo a las seis de la mañana, y el hecho de que aún no se haya despertado indicaba que las seis aún no habían llegado.
Abrió lentamente los ojos y se giró para tomar su celular. Eran las dos de la mañana, y el ruido que lo había despertado era una llamada entrante de Jem a su celular
-entiendo que los músicos no tiene horario- dijo con amargura apenas hubo contestado- pero cualquier pieza musical de violín que acabas de alcanzar, seguro que podré escucharla un poco más tarde-
-¿te desperté?- pregunto Jem
-no, que va. Acostumbro estar despierto y activo a las dos de la mañana ¿no sabías eso de mí?-
-está bien, lo siento. Pero es que esto es importante- Alec se sentó en su cama y estiro su mano para encender su lámpara de noche
-¿Qué pasa?- pregunto preocupado
-acepte tu concejo y… bueno, aquí hay alguien que te quiere saludar… miau- Alec parpadeo un par de veces para asegurarse que eso no era un sueño, pero ahí estaba, los maullidos de un gato en la otra línea- saluda a Alec- decía Jem con una sonrisa- dile "hola Alec"-
-¿Jem?- pregunto Alec- ¿eso es un gato? ¿Te compraste un gato?-
-¡lo sé! Es fantástico. Las hermanas oscuro no pusieron problema en entregármelo hoy mismo. La demora fue convencer a mi padre, pero le prometí que en un mes tendría listo el concierto de violínnúmero 6 y acepto enseguida-
-¿y lo tendrás?- pregunto Alec intentando ignorar el maullido que se escuchaba en la otra línea
-no lo sé. Lo intentare. Pero iglesia hará que valga la pena-
-¿iglesia? ¿Así le has llamado? Bastante original. Me gusta cómo suena-
-lo sé, me encanto también el nombre que le puse. Ahora que ya conociste a mi nueva compañía te dejare, debo darle a iglesia un tour por la mansión Carstairs-
-¿a las dos de la mañana?-
- es algo que no puede esperar ¡será su nuevo hogar! Ahora que descanses Alec-
-que iglesia y tú se diviertan en su tour. Hasta luego- Alec colgó y volvió a dejar su celular en su mesilla apagando la lámpara y durmiéndose. Y aunque no le gustara, estaba casi seguro que había soñado con gatos violinistas.
bueno, ¿que tal? lo se... mezcle sagas... ¡pero es que las amo todas! amo todos los personajes, y queria ver a un jem y a un alec de asmigos, pues opino que tienen tantas cosas en comun, ademas ya todos vimos como seria si jem fuera amigo de will, aunque talvez a el lo incluya despues, de todos modos en mi cabeza todo puede pasar. ¿alguna sugerencia?
