Algo valioso para mí
Ese tonto de Ranma, ni siquiera fue capaz de reconocer lo que me dijo en Yusenkyo -TE ODIO RANMA SAOTOME BAAAKAAA-, gritó con tal alcance la menor de las Tendo que hizo volar lejos algunas aves, la gente en la calle la miraban con preocupación.
-pobre chica seguro la dejó el novio- susurraba una señora
-yo creo que le fue infiel, en los hombres ya no se puede confiar- agregaba otra
-pero si está muy linda, yo sería feliz si ella fuera mi novia- decía un joven que pasaba en bicicleta y se había detenido por el grito de la joven.
Muy avergonzada, Akane aclaro su garganta, alisó su falda y se abrió paso entre la gente, apurando el paso hacia el instituto. Tan solo el fin de semana había sido una locura con el intento de matrimonio, el lunes se había ido con Ranma a clase solo por no dar más de que hablar en su casa, pero no le había dirigido más de tres frases por cortesía y además habían salido temprano de estudiar por una reunión de los profesores, así que no tuvo mucho tiempo para hablar con sus compañeros, pero ahora tendría que aguantar los rumores por todas partes. Suspiro tratando de tranquilizarse, no sabía muy bien que era lo que sentía esta vez no era tanto enojo, si no algo un poco diferente, tal vez era su imaginación pero le ardía el pecho, le costaba respirar. Indignación, tristeza, dolor, o podría ser una combinación de las tres, de todas formas no la estaba pasando bien, por esto, esa mañana decidió levantarse temprano y dejar al dormilón de su prometido atrás.
-ya está demasiado crecidito como para que yo lo tenga que despertar- refunfuño mientras pasaba por el portón.
-Akane, por aquí -, agitaban la mano desde el rincón de un pasillo, tres de sus amigas; Akane las saludo con la mano y se acercó caminando.
Apenas la tuvieron cerca la rodearon, haciéndola sentir muy pequeña, sus expresiones denotaban una gran tristeza, Akane se sorprendió, pensó que había sucedido algo realmente malo, pero no tuvo tiempo de preguntarles.
-¿cómo te encuentras? — la interrogaron al unísono
-se puede saber ¿de qué hablan? - levantó una ceja.
Las chicas se miraron entre ellas, como si hubiera sido muy obvia su pregunta.
-pues obvio de la boda, o mejor dicho de la "no boda" – aclaró Sayuri
-Ahhh esoo,... No tiene importancia, solo fue otra de las locuras de mi padre y los padres de Ranma, lo raro hubiera sido que no pasara nada, en fin, vamos a clase-, se encogió de hombros tratando de parecer convincente.
-¿estás segura Akane?, Ranma te dejó plantada por ir a conseguir el agua del hombre ahogado-,
Primera daga de Yuka directo en el punto.
-además todas esas personas que dañaron el dojo- segunda daga de Asami. Si que sabían reconfórtala, pensó la pobre Akane.
-es más, apuesto que ni siquiera te ha pedido una disculpa o ha hablado del asunto contigo-, Tercera y última daga directo al corazón. La joven de cabello azulado quiso soltar a llorar, pero su gran terquedad no se lo permitía.
-chicas, déjense de bobadas, ya saben que lo de nosotros es solo un arreglo de nuestros padres- se abrió paso entre sus compañeras y apretando los dientes para contenerse, se dirigió al salón; las chicas se quedaron un rato más hablando de lo sucedido y luego se retiraron también, en el camino al salón pudieron ver un gran agujero en una de las paredes.
-creo que después de todo s i le afectó un poco-
-¿de qué hablas Asami?-
-¿Pues quién crees que hizo esto?
-Pobre de Akane- suspiraron las tres
Algunos de sus compañeros se encontraban sentados hablando, otros se encontraban cerca a la ventana mirando hacia el patio; en una búsqueda rápida no vio al motivo de su disgusto
- cómo imaginé va a llegar tarde-, Akane se sentó en su puesto mirando a un lado el lugar vacío de su prometido.
Llegó la hora del almuerzo y en la terraza del instituto Furinkan, la joven Tendo se encontraba devorando sus alimentos con movimientos tan rápidos que hacían casi invisibles sus brazos, por poco se atora con un tomate cherry, el cual salió expulsado a unos cuantos metros con la tos que le provocó.
- cof cof, cof... Ranma, donde estarás? –
En ese momento sonó el timbre de regreso a clases, sacando Akane de sus pensamientos. Ella no había dejado de pensar en él durante toda la jornada, si bien no lo había despertado, ya era hora de que apareciera, que se supone que estaba haciendo. Estaba segura que con Ukyo no andaba porque se la encontró en la mañana y le preguntó por él, entonces sería acaso Shampoo, Kodachi, alguna nueva prometida o tal vez un nuevo reto de algún artista marcial que lo entretuvo. No iba a darle más vueltas al asunto, regreso a su rutina y todo transcurrió con tranquilidad el resto del día.
- ya llegué familia- anunció Akane al quitarse los zapatos, en la entrada del dojo Tendo
-bienvenida hija- la recibió con su habitual sonrisa la señora Nodoka.
-hola tía-, le devolvió la sonrisa. Tenía un enorme deseo de preguntar por su prometido, pero simplemente se dirigió a su cuarto, en el camino tampoco se lo topó, se tumbó en su cama con un profundo suspiro, pero al poco tiempo se levanto para cambiarse de ropa e ir al dojo.
-tal vez con un poco de ejercicio mejore mi ánimo-. dijo ajustándose el cinturón
Aquel lugar era un refugio para ella, aún antes de sus alocadas vivencias con Ranma, cada que se sentía nerviosa por los exámenes, enfadada con alguien o simplemente para despejar la mente acudía allí. Algunas cosas en el dojo indicaban que Ranma también había estado practicando, La joven caminó directo al saco, dándole unos buenos golpes, su mente le jugaba una mala pasada, se imaginaba a Ranma con cada una de sus prometidas, Kodachi dándole comida en la boca, Ukyo abrazándolo y por último Shampoo sentada en su regazo, esta última imagen desencadeno una serie de golpes que hicieron que el saco se saliera de su lugar y fuera a dar a un rincón. Akane fue por él para ponerlo en su lugar pero al sujetarlo sintió algo más con su mano, le dio la vuelta y vio que era una de las guirnaldas de la boda, que había se quedado pegada, la cogió suavemente y estuvo unos minutos en silencio,
-tal vez fue lo mejor, somos muy jóvenes y Ranma... Bueno es un inmaduro-. sus ojos brillaban amenazando con dejar salir algunas lagrimas.
-no estés triste hermanita…por 5000 yenes te digo donde está tu amado prometido o si quieres te ayudo a reorganizar la boda- se asomo su querida hermana por la puerta, vestida para salir en alguna de sus citas con sus victimas habituales a los cuales les pedía toda clase de regalos y caprichos, para luego dejarlos hablando solos.
-NABIKI¡…Y QUIEN TE DIJO QUE QUIERO SABER DONDE ESTÁ ESE ENGREÍDO —, estrujó la guirnalda
-Tranquila hermanita, de seguro lo está pasando muy bien pero regresará pronto a casa- le guiñó un ojo en son de burla
-hmp, NO ME INTERESA— giró la cabeza y se dirigió a la basura para tirar la dichosa guirnalda, sin embargo no pudo evitar recordar cómo se sentía aquel día que regresaron a casa después de la batalla con Safroon.
Durante el viaje, no se habló de todo lo sucedido en China, debido a que tuvieron que amontonarse en un pequeño y apestoso barco pesquero cuyo capitán era un viejo barbado algo canoso, de corta estatura, vestido con un impermeable amarillo que le cubría su abultada barriga ,quién había accedido a llevarlos, "conmovido" por los dotes de Ranko.
Mientras Ranma intentaba zafarse del coqueteo del viejo capitán, Mousse y Ryoga cocinaban algo para todos y Shampoo al parecer no toleraba muy bien el viaje, estaba mareada su piel pálida por el malestar, de seguro vomitaría en cualquier momento por lo cual no tuvo tiempo de estar pendiente de su amado Ranma.
Akane alejada de todos, repetía en su cabeza lo que había escuchado mientras estaba inmóvil "tu diste la vida por mí, siempre hacías cosas como esta, eres tan tonta... Eso no es lo que quería decir, solo quiero decirte gracias Akane... Lo siento, soy muy malo para estas cosas... Nunca te dije lo que en realidad sentía, solo te hacía enojar y te lastimaba, Akane, ¿puedes oírme?, quiero decirte algo, por favor escúchame, TE AMO Akane", solo pensar en esas palabras la hacía sentir una descarga de electricidad, sus mejillas se sonrojaron y no se dio cuenta que Ranma se había aproximado, de pronto sintió la mano de la pelirroja en su frente y de inmediato dio unos pasos hacia atrás.
-ra.. Ranma- tartamudeo
-lo sabía tienes fiebre-
_ahhh? No, yo solo... Estoy bien- atinó a decir, comprobando con sus manos que la cara le quemaba.
-segura? -
-si, no te preocupes- posó la mirada en el inmenso mar que se extendía delante de ellos.
Ranma quiso decir algo más pero se vio interrumpido por el viejo pescador
-linda pelirroja, ven aquí conmigo, te enseñaré a navegar- le guiñó un ojo, provocando le arcadas a Ranma
-lo lamento señor pero voy a acompañar a mi hermosa novia un rato- puso voz de niña mimada al decir esto
El viejo no supo que decir, por su mente pasaron todo tipo de imágenes de Ranko y Akane como novias y fue peor porque de ahí en adelante no dejó de molestarlas
-OHE, AKANE, Akane- le pasaba una mano frente al rostro Nabiki a su hermana.
-ummm? -
-Vaya que estás mal hermanita... Bueno te lo diré y lo anoto a tú cuenta,….tú amado prometido estaba esta tarde paseando por el parque con Shampoo, luego entraron al Neko Haten y los perdí de vista-
-Nabiki, él puede hacer lo que le plazca, nosotros, no tenemos nada- giro la cabeza y se cruzó de brazos fingiendo desentenderse.
-No te engañes hermana o lo podrías perder, ese carácter tuyo va a terminar alejándolo-
-cállate... Mejor me voy a bañar, permiso- se marchó.
Akane abrió la llave del agua caliente , mientras caía el agua, caían también sus lagrimas –qué es lo que me pasa, ni que me importara lo que haga ese bobo- Refugiada en el agua tibia, decidió sacar todo aquello que la afligía y lloró hasta que pudo sentirse mejor.
-no es tan sencillo, no soy la única que debo cambiar mi carácter, además ni que fuera tan violenta, tampoco puedo hacer magia-
La joven decidió ir a dormir, sin averiguar nada más de la suerte del chico de la trenza.
Con su pijama amarilla se fue a la habitación y cansada de tanto llorar se quedó profundamente dormida.
Eran las 5 de la mañana, todavía muy temprano para que Kasumi estuviera en la cocina, unos ruidos extraños provenían de aquel lugar. La menor de la casa tomo su bate y bajó sigilosamente las escaleras, asomó la cabeza y pudo ver una trenza que sobresalía del refrigerador
-Ranma? -
-A.. Akane... Qué haces despierta a esta hora de la madrugada? -
-lo mismo te pregunto a ti-
Ranma se acercó al rostro de Akane, casi hasta tocar su nariz, ocasionando el sonrojo de Akane
-etto,¿ has estado llorando? -
-¿qué dices? - le quitó la mirada fingiendo no saber de que hablaba
-Bueno es que tienes los ojos rojos e hinchados-, hacia un gesto con las manos indicando que estaban muy hinchados,
-¿qué sucedió, te pasó algo, quién te hizo esto? Responde Akane- la sujetó por los hombros y la movía hacia un lado y otro. Ranma pensaba que tal vez había tenido alguna pelea con Kodachi o Ukyo, le enfermaba pensar que esas locas siempre buscaran enfrentarse a ella o hacerle daño.
-Ay!, sueltame Ranma que me mareas, se zafó del agarre, apartándose un poco.
-¿No me digas que Kodachi te volvió a ganar?, a ver …¿estás lastimada? - la miraba de arriba a abajo buscando heridas
- hmp, no me creas tan debilucha-, sacó su habitual mazo y le dio un buen golpe en la cabeza a su testarudo prometido.
-niña fea marimacho, de seguro que serías derrotada en un segundo - se sobaba la cabeza
-pues si soy tan fea vete de nuevo con Sham_poo- golpeo las palabras y se quedó mirándolo fijamente para ver si había una reacción.
-cómo sabes que yo.. Bueno, no estaba haciendo nada.. Es solo que.., ejmm yo necesitaba.. -
- ahh, entonces es cierto, largo de aquí! - le dio una patada que lo sacó volando de la casa.
Después de chocar de cabeza contra un tejado, Ranma regreso dando ágiles saltos hasta la residencia Tendo, aunque quiso buscarla, prefirió darle su espacio, algo conocido por todo el mundo era que a la menor le costaba calmarse -niña boba, nunca me deja explicar nada, hmp... Y yo que quería despedirme de ella... Ni modo... -. Sacó algunas cosas de la nevera y las guardó en su mochila de viaje, caminó por el pasillo y deslizó una carta bajo la habitación de sus padres, tenía otra en sus manos, pero esta, estaba arrugada, la había estado apretando en sus manos por un rato, recorría el pasillo como un animal enjaulado
-ya no seas ridículo Saotome, es solo un papel, déjaselo por debajo de la puerta y ya- intentaba darse ánimo, pero finalmente ganó su cobardía y se marchó.
Al encontrarse en las afueras de la casa, dio un último vistazo a la ventana de Akane, esperando que tal vez ella asomara su cabezota por ahí, pero nada... Dando un largo suspiro acomodó su mochila y emprendió la marcha.
El sol comenzaba a calentar Nereima, Ranma tenía su esperanza puesta en esta aventura...
"Madre, estaré por fuera un tiempo, no te preocupes por mí, haré un entrenamiento muy importante"
La familia se encontraba desayunando, Akane con su uniforme azul se encontraba sentada en su puesto comiendo un poco de arroz fingiendo desinterés, pero en realidad había analizado cada una de las palabras.
- y eso es todo lo que dice, tía Nodoka? -, preguntó intrigada Kasumi.
-si eso es todo-
-y tú ¿qué dices Akane?, ¿no te dijo nada? -
-¿y a mi porqué?. -, se levantó de la mesa sin terminar su comida, con un gesto de molestia - me voy al colegio, ADIOS-
-pero como puede ser tan odioso, que tanto le costaba decirme anoche… me voy a entrenar nos vemos Akane. Ushhhh eres detestable Ranma Saotome- Mientras pensaba esto Akane se dirigía hacia el Mao Fandian, en busca de una respuesta o tal vez del mismo Ranma, al llegar al lugar encontró a Mousse barriendo la entrada, quien se ajusto las gafas para enfocar mejor
-¿Akane, vienes a desayunar?-
-Eee, hola Mouse, solo pasaba a hablar algo con Shampoo- dijo mirando el suelo, apenada por la incómoda situación
-Ni hao chica violenta, que hacer aquí tan temprano,¿ no tener que ir a estudiar?-
Salió Shampoo de la cocina con un traje chino Fucsia bastante ceñido, que no dejaba mucho a la imaginación, Akane no pudo evitar mirarla y pensar que la verdad si era bastante linda y tal vez a Ranma le interesara, recordó aquel beso que tuvo que presenciar entre esos dos, como le molestaba saber que si bien Ranma no dio el primer paso, tampoco se negó o quito, suspiró como queriendo volver al presente y aclaró su garganta decidida a averiguar del tan misterioso viaje de su prometido.
-Bueno, Shampoo ,¿ tú sabes dónde se encuentra Ranma?- contuvo la respiración esperando la noticia.
-Umm?, de que hablar chica violenta, Shampoo no saber de Ranma desde hace mucho tiempo. Un destello se vio en los ojos de Shampoo, imperceptible para los ojos de Akane pero no para Mousse quien la conocía muy bien.
-¿pero..que ustedes no se vieron hace poco?- frunció el ceño Akane
-Vernos?, no, tu estar equivocada, ahora si me disculpas, tener mucho que hacer. Entró al café dejando al chico pato y a Akane de una pieza.
-esa Shampoo, algo trama, no le creo ni una palabra- -Bueno Mousse, me alegró verte, nos vemos pronto- se despidió cruzando la esquina
-Adiós Akane-
Pasados unos minutos, Shampoo llamó al chico pato a la cocina,
-Ven aquí Mousee, cierra los ojos, voy a darte un beso-
Mousee pensó que estaba soñando- Sha Shampoo ¿esto es verdad? , ¿Al fin correspondes mis sentimientos?, no lo puedo creer- corrió a abrazar a la abuela Cologne que se encontraba ocupada cocinando
-Bueno si quieres dame un besito- estiró su arrugada boca la anciana
Al escucharla Mousse retrocedió rápidamente hasta caer sentado, sacó de inmediato del bolsillo y se puso enormes gafas.
-A usted no, momia, a mi adorada Shampoo- caminó hasta la joven amazona y la tomó por la cintura.
-espera Mousse- sin querer aquel acercamiento le había causado cierta descarga eléctrica, viéndolo así de cerca era un joven atractivo no lo podía negar, por un momento vaciló en lo que tenía planeado, pero su capricho por Ranma era más grande.
-cierra los ojos Mouse-
La abuela Cologne suspiró y movió la cabeza, ya sabía de sobra las intensiones de su nieta
Mousse cerró los ojos, pero no soltó a Shampoo , podía sentir su corazón a mil como si se le fuera a salir del pecho, como era posible que después de tantos años, al fin sus deseos se volvieran realidad, ya se estaba imaginando una grandiosa boda, unos cuantos hijos con la amazona, cuando de repente sintió el líquido frío recorrer desde su cabeza hasta los pies y lo que con ello venía…transformarse en pato.
–De nuevo he caído en su trampa, porque juegas con mi sentimientos- pensó el pobre mientras solo se escuchaba –cuak cuak-
-Lo siento Mousse tú te quedas aquí-, dijo Shampoo mientras metía al pato en una jaula y se lo pasaba a Cologne
-Cuídalo bien abuelita, nos vemos pronto-
La joven de cabellos lila se apresuro a buscar una maleta enorme, en donde guardó algunos alimentos y ollas
-lo que más le gusta a Ranma es la comida- aseguró
-cuídate mucho, espero que tú y el yerno se diviertan mucho-
-no te preocupes así será-
Shampoo asomó la cabeza, miró a la derecha e izquierda cerciorándose que nadie interfiriera en sus planes
-muy bien ahora Ranma será todo mio-
...
Al salir del Mao Fandian Akane sabía muy bien que Shampoo le mentía, ella no perdía oportunidad para alardear y exagerar cualquier encuentro con Ranma, entonces porqué afirmaba que no se habían visto, La joven Tendo no era cobarde pero sabía que con la amazona había que tener mucho cuidado, así que doblo la esquina, espero unos prudenciales minutos y regreso al café, asomándose por una de las ventanas pudo observar todo, dejó que Shampoo se adelantara para poderla seguir, ¿que tanto tramaba?, será que ya era tarde y Ranma estaba bajo algún hechizo, poción o encantamiento, será posible que por su propia voluntad Ranma quisiera escaparse con ella?. Ese pensamiento la hizo poner furiosa, la cara le quemaba y una vena empezó a brotarle en la sien – ya verán, ese Ranma es un …..- lanzó un golpe a una de las paredes provocando que uno de los carteles del café se vinieran abajo., lo cual alertó a la vieja Cologne, quien dando saltos en su bastón pudo alcanzar a Akane ,a pesar que esta había echado a correr tras Shampoo.
-lo siento Akane, no te dejaré ir tan fácil-
Akane frunció el ceño, sabía que la señora le ganaba en fuerza y habilidades pero no estaba dispuesta a rendirse, su terquedad podía más, tomó posición de defensa y esperó, una ráfaga de viento comenzó a mover las hojas que había barrido Mousse, la falda de Akane danzaba con ellas, comenzó a sentir pesada la cabeza – pero en qué momento….- - ¿qué me hizo vieja bruja?- antes de caer al suelo pudo ver que algunas partículas brillaban en el aire y su origen era un frasco que sostenía Cologne.
-duerme tranquila chiquilla y no te entrometas- regresó Cologne a sus labores dejando a Akane inconsciente en el pasadizo detrás del negocio
-Akane… Akane.. Estás bien, reacciona-
Hola a todos, feliz año, felices pascuas, no sé cuánto tiempo pasé sin escribir pero por aquí me tienen, esta va a ser una historia corta, eso creo, bueno es que la verdad no me queda mucho tiempo y la estoy escribiendo desde el celular y así no rinde. Los quiero a todos besos abrazos, si me dejan algún mensaje o sugerencia no tardaré en responderles.
