TrustWorthy

Cap.1 Quidditch (Capítulo de prueba)

N/A: Bueno, hola a todos. Esta historia tiene lugar en el sexto año. Habrá angustia, pero intentaré que no sea pesado (habrá también un poco de varios géneros, para que no os aburráis). Aunque no me agrada mucho este género (angustia, drama) he comprobado que estos fics suelen ser los mejores (junto con algunos de humor). No estaba muy convencida, pero después de haber leído un par en inglés y otro en español sobre esta pareja muy buenos, me decidí. La verdad es que los recomiendo. (Si estáis interesados preguntadme en un review). Espero que os guste este primer capítulo, no es que sea mucho, pero mejorará a medida que avance la historia. Gracias, I-Wonderland.

'Tiempos oscuros se acercan' Esta ha sido la declaración del ministro de magia…

Hermione Granger cerró el periódico y lo dejó a un lado de la mesa de Gryffindor.

'' ¿Algo nuevo Hermione?''.

''Nada Harry''.

''Eh, mirad chicos''.

Ambos, Harry y Hermione, dirigieron la vista hacia donde su amigo les había dicho, la mesa de profesores.

''Snape vuelve a estar ausente'' Harry estrechó los ojos.

''Es extraño''.

''No, no es extraño 'Mione. Todos sabemos con quien debe estar reunido''.

''Esa es una acusación muy grave Ronald. No tenemos pruebas de que el profesor Snape sea un mortífago'' La chica dijo esto último en un susurro mientras fruncía el ceño.

'' ¿Qué pruebas quieres Hermione?'' Harry la miraba extrañado. ''Sabemos que lo fue''.

''No se por qué lo defiendes 'Mione, nunca se ha portado bien con nosotros''

''No hables con la boca llena Ronald, es terriblemente asqueroso… Y que no se haya portado bien con nosotros es una cosa y que sea seguidor de Voldemort, otra muy distinta'' No estaba enfadada, pero habían tenido esta charla miles de veces.

''Pero Hermione…''

''Hola chicos, ¿qué hacéis?'' Luna Lovegood había interrumpido la conversación de forma espontánea. Miraba al trío sonriente moviendo su cabeza de león.

''Nada'' Contestaron apresuradamente los tres a la vez. ''Entonces supongo que estaríais hablando de todo'' Luna ladeó la cabeza un poco.

''Vaya, eso tiene que pesar'' Comentó Harry un poco sorprendido. ''No creas Harry. Es para que sepáis que estoy con vosotros en el partido de hoy''.

''Eso está claro'' Ron tenía los ojos muy abiertos y aguantaba la risa. Hermione le dio una suave patada por debajo de la mesa.

''Bueno, hasta la tarde chicos. Buena suerte Ron'' Dijo con su vocecilla musical para regresar a su asiento en la mesa de Ravenclaw segundos después.

''Que chica tan extraña''.

Severus Snape se colocó delante de la gárgola del despacho del director y dijo la contraseña. ''Caramelos de limón''.

Albus Dumbledore se encontraba de pie delante del gran ventanal, observando la lluvia caer. ''Buenos días Severus''

''Albus''

'' ¿Qué noticias me traes hijo?''

''Nada nuevo me temo Albus''

El director se volvió y le miró a los ojos por primera vez desde que había entrado en el despacho. '' ¿Qué hay sobre Draco?''

''El señor oscuro no tiene muchas esperanzas puestas en él, Albus. Solo es un modo de torturar a Lucius por su incompetencia''. Apretó sus finos labios antes de seguir hablando. ''Confía en que yo realice su cometido si Draco falla''

''Y así lo harás Severus, no podemos arriesgar el alma del muchacho''

''Me pides demasiado Albus'' Lo taladró con la mirada, pero parecía que al mago de barba blanca no le afectaba en absoluto.

''Ya hemos hablado de esto Severus. No hay nada que objetar''. El profesor de DCLAO volvió a apretar los labios.

''Deberías irte a descansar Severus''

Snape apresuró sus pasos hasta la puerta y se marchó del lugar tan rápido como había entrado.

Caminaba por los pasillos a paso ligero, con los puños apretados y deseando llegar a su oficina, la cual se encontraba ahora en el segundo piso. Maldito Dumbledore. Pareció no ver a la chica que caminaba en la dirección contraria. Alumna y profesor chocaron y cayeron al suelo. Esto solo aumentó la ira de Snape. '' ¡Granger!''

Hermione miró hacia arriba mientras se llevaba una mano a la cabeza solo para asegurarse de quién era esa voz. Por desgracia, su teoría se confirmó.

''Profesor Snape…lo siento mucho. ¿Se ha hecho daño?''

''Cállese Granger, cinco puntos menos para Gryffindor''

''Pero profesor eso es injusto''

''Detención Granger, por cuestionar a un profesor'' La Gryffindor abrió la boca levemente.

''Señor si me lo permite…''

''No, no se lo permito Granger. Esta tarde a las siete en mi despacho''

''Pero hay Quidditch señor''. Hermione se arrepintió de haber dicho eso.

''Cierre la boca de una vez Granger, si no quiere que su situación empeore''

El hombre se levantó ágilmente y desapareció del lugar como alma que lleva el diablo.

La leona recogió sus libros del suelo y se incorporó aun un poco confundida. Genial, Hermione, genial.

El día de clases trascurrió normal por lo general. Los tres amigos salían contentos de herbología.

'' ¿Has progresado en algo más con Dumbledore?''

''Supongo que sí''

'' ¿Qué quiere decir eso Harry?''

''Significa que sigue empeñado en que consiga esa memoria de Slughorn. Y sinceramente, no se si podré hacerlo''.

''Si tú no puedes Harry, ¿entonces quién?'' Los tres se sonrieron.

''Bueno, será mejor que vayamos a prepararnos para el Quidditch. Te veremos en el campo 'Mione''.

''No-no puedo ir chicos'' Titubeó.

'' ¿Qué? ¿Por qué?'' Ron la miraba entre molesto y sorprendido.

''Snape, me ha castigado…''

'' ¿Por qué?''

''Choqué con él en el pasillo''

'' ¡Lo ves Hermione!''

''No tengo ganas de hablar sobre esto ahora chicos. Os veo a la hora de la cena ¿si?''

''Está bien''

''Buena suerte a los dos''

La joven bruja suspiró. Quería estar ahí para ti, Ron.

Llamó unas cuantas veces a la puerta del despacho de Snape, pero nadie le contestaba. Giró el pomo y se sorprendió al saber que la cerradura no estaba echada. Entreabrió un poco la puerta y miró el interior.

'' ¿Profesor Snape?''

No había nadie, entró. Cerró la puerta y cuando se volvió de nuevo Dumbledore y Snape salieron de una habitación.

''Oh señorita Granger, una visita muy oportuna'' El director le dedicó una sonrisa.

''No está de visita Albus, la señorita Granger tiene detención'' Ante esto Hermione clavó su mirada en el suelo.

''Ya veo'' Dijo con un tono amable. ''De todos modos aprovecharé esta ocasión para comunicarle que quiero verla a usted, a Harry y al señor Weasley mañana en mi despacho. Cuando terminen las clases''.

''Si profesor Dumbledore''

''Bien, que pase una buena tarde señorita Granger''. Una vez se hubo ido el director la voz grave de Snape resonó en la sala.

''Sígame Granger, no se quede ahí parada como una imbécil''

Snape entró en una habitación que estaba al lado de la que él mismo había salido hacía unos minutos. Siguió al hombre tal y como le había pedido. El cuarto en sí era una especie de estudio-laboratorio, muy espacioso y ordenado. Todo parecía tener un lugar concreto. Había varias estanterías con libros y algún que otro objeto extraño. Era un lugar frío, pero no húmedo. El ventanal que dejaba ver los terrenos ahora blancos de Hogwarts estaba abierto, y la brisa helada hacia ondear un poco las cortinas de color beige. La castaña se frotó los brazos para conseguir un poco de calor, teniendo cuidado de que sus pertenencias no cayeran al suelo.

''Siéntese ahí Granger'' Le ordenó el mago indicándole un escritorio de tamaño mediano. Esta obedeció de inmediato, esperando poder realizar su tarea de una vez y salir de aquel lugar lo antes posible. ''Quiero que ordene esos ensayos por orden alfabético y teniendo en cuenta la casa a la que pertenece cada alumno''. Acto seguido hizo una floritura con la varita e hizo aparecer tres pilas de ensayos. Hermione abrió un poco más de lo normal sus ojos color miel al percatarse de que las montañas de papel la tapaban. Se echó para un lado y miró a Snape sorprendida.

'' ¿Quiere que termine esto hoy señor?''

''No se preocupe Granger'' El profesor de DCLAO le hablaba sin mirarla, enfrascado en la preparación de una poción. ''Puede volver mañana si no termina hoy''

A Hermione le pareció una broma de mal gusto, resopló y volvió a esconderse tras el montón de hojas. Agarró su varita lista para empezar a trabajar. ''Ah y Granger, no puede usar la magia''.

''Pero señor''

''Será mejor que ahorre energía y no proteste Granger'' La chica rodó los ojos y finalmente se puso a ordenar. Era el segundo castigo desde que entró en Hogwarts y era totalmente injusto. Totalmente injusto, se dijo a sí misma.

El tiempo pasaba lentamente y aunque la sala estaba en un punto frío del castillo, cada vez hacía más calor debido a los vapores de los calderos. La joven bruja había realizado gran parte del trabajo pasadas dos horas, pero la cabeza comenzaba a dolerle. La apoyó en su mano derecha y le echó un vistazo a Snape. El hombre estaba sumido completamente en lo que estaba haciendo. El humo de las pociones le daba un aspecto más misterioso que de costumbre y su pelo negro, el cual caía suavemente, tapaba sus facciones. Lo cierto es que rara vez había visto a Snape preparar una poción, en clase normalmente les daba las instrucciones y supervisaba. Sus movimientos eran suaves y adecuados. Añadía los ingredientes con maestría y removía el contenido con elegancia. No se parecía en nada a Slughorn. Snape tenía algo especial, un don.

''Mirándome no acabará el trabajo Granger, parece ser que quiere importunarme mañana también''

Hermione enrojeció levemente y se concentró nuevamente en su cometido.

Realmente estaba agotada, cuando le pareció que llevaba una eternidad en ese despacho miró su reloj de pulsera. La hora de la cena. Les había dicho a Harry y a Ron que los vería allí. Pero Snape no daba señas de saber la hora qué era.

''Profesor''

'' ¿Si Granger?'' No se giró ni descuidó su trabajo, podía apreciarse una pizca de irritación en su voz. '' ¿Ha terminado?''

''No señor, solo que es la hora de la cena y me gustaría…''

''No hace falta que me diga la hora que es Granger'' Volvió a cortarla. ''No se irá de aquí hasta que no acabe, así que deje de molestarme de una vez, no tengo intención de escuchar su irritante voz más de lo necesario''.

La oscuridad llenaba cada recoveco del castillo, la luz era muy escasa, el frío invernal se filtraba por debajo de la ropa. Esos muros de piedra eran mucho más imponentes por la noche. Hermione estaba claramente agotada y trataba de llegar a la torre de Gryffindor sin tropezarse con ningún prefecto o profesor de guardia. Snape tendría que haberla acompañado, solo por el riesgo de no perder más puntos, pero no lo hizo, y por un lado la castaña se sentía aliviada. No le gustaba el hombre, su presencia tampoco le agradaba a ella. Por fin llegó a la dama gorda. La sala común estaba totalmente iluminada, sus ojos tardaron un poco en acostumbrarse a tanta luz. Sus compañeros chillaban, gritaban y cantaban vestidos y pintados con los colores de Gryffindor.

'' ¡Hermione! ¿Dónde has estado? No apareciste por el gran comedor''

''Ya te imaginas por qué, Harry'' El chico torció los labios preparado para decir algo, pero la joven bruja se adelantó.

'' ¡Veo que el partido de Quidditch ha sido todo un éxito!'' Harry miró a su alrededor y después le sonrió a su amiga. ''Enhorabuena Harry'' Hermione le devolvió la sonrisa. '' ¿Qué tal le ha ido a Ron? Se que estaba un poco nervioso y… ¡diablos Harry, querría haber ido! Lo siento mucho.

''No te preocupes Hermione, tampoco te has perdido mucho''

''Veo que eso es una afirmación sin fundamentos Harry'' La chica volvió a sonreir junto al niño que vivió mientras los dos veían como Ron era manteado por sus compañeros de casa. ''Weasley es nuestro rey''. El pelirrojo levantó la copa de Quidditch una vez estuvo en el suelo y para sorpresa de todos una impulsiva Lavender Brown se echó a sus brazos platándole un beso difícil de olvidar.

Todos gritaron indicando su aprobación, todos menos Hermione Granger, que se había quedado petrificada, como si a su cerebro le costara procesar aquella imagen. Movió un poco la cabeza y miró al suelo, sintiendo que miles de lágrimas se agolpaban en sus ojos.

Hermione se escabulló entre la multitud y volvió a salir de su sala común, sin pensar en lo que estaba haciendo. Casi corría por los pasillos sin ver nada, pues su vista se había nublado. Bajó unas escaleras para encontrarse en un punto de esa construcción mágica que le gustaba visitar. Nunca había nadie, era un sitio pequeño, pero la vista que proporcionaba el ventanal era única. Sin embargo, esa noche la visión de la luna llena no la calmaba. Se sentó en el penúltimo escalón y se tapó la cara con las manos mientras sollozaba lo más silenciosamente que podía.

''Eres estúpido Ronald Weasley'' Había sido un susurro, un susurro lleno de impotencia. En esos momentos lo odiaba, a él y a la dichosa Lavender.

¿Qué esperabas Hermione? ¿De verdad pensabas que iba a elegirte a ti pudiendo tener a una chica como ella?

''Fui una tonta por pensarlo''

''Hermione…'' La chica se secó las lágrimas rápidamente con la manga de su jersey y trató de parecer lo más serena posible.

'' ¿Qué haces aquí?'' La voz del chico sonaba preocupada.

''Creo que ya lo sabes Harry'' Le sonrió amargamente y volvió a mirar a algún punto en la oscuridad.

''Lo siento Hermione…sabes que Ron…''

El chico de pelo revuelto se sentó al lado de su amiga y le echó un brazo por encima, atrayéndola hacia él. Estuvieron así un buen rato, sin decir nada, mientras Harry escuchaba los leves sollozos de la Gryffindor y trataba de calmar su respiración agitada.

''Gracias Harry…'' Se secó de nuevo las lágrimas. ''Me gustaría quedarme aquí un poco más''.

''Lo entiendo, y como sabía que dirías eso te he traído esto'' El elegido sacó de su bolsillo la capa de invisibilidad y el mapa del merodeador. ''No quiero que Snape tenga motivos para darte otra detención''

''Gracias'' Le dedicó una media sonrisa y se despidió de él.

''No vuelvas muy tarde 'Mione''

''Descuida''

De nuevo sola, se echó la capa por encima y observó el mapa del merodeador. ''Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas''. Este descubrió sus secretos delante de ella. Miró las gotas de tinta con nombre más sobresalientes, las que le causarían más problemas. ¿Y Snape? Pensó extrañada al no verlo. Le echó una ojeada más profunda al mapa arrugando la nariz. De pronto y para su sorpresa lo encontró, cerca del sauce boxeador. ¿Qué hace ahí? Su sorpresa aumentó cuando la mota de tinta que mostraba al hombre desapareció…y entonces la respuesta vino a la cabeza de Hermione: ¡La casa de los gritos! ¿Por qué iba a ese lugar? Sintió una extraña sensación de averiguarlo, algo en su interior le decía que fuera al lugar y acabara con su curiosidad. Sin embargo no sabía qué hacer, se mordió el labio inferior y se puso en pie. Tengo que saberlo. Después de todo, esas acusaciones no del todo reprochables de sus amigos hacia el profesor la tenían inquieta, ¿y si era un mortífago? Harry estaría en peligro, y eso no podía permitirlo. ''Travesura realizada'' dijo en un hilo de voz. ''Lumos'' Necesitaría un poco de luz para no chocarse por el camino.

Severus Snape caminaba por el pasadizo que llevaba a la casa de los gritos un tanto encorvado y con aire molesto. En una mano llevaba la varita que le proveía un poco de luz, mientras que con la otra buscaba algo en la pared. Hacía mucho tiempo que no iba por allí y el pasaje le parecía más largo de lo que realmente era. Quizás porque estuviera cansado, quizás porque realmente no quisiera que llegar a su final. Encontró una especie de pomo clavado en la pared de tierra, lo giró. Entonces tuvo acceso a la abandonada vivienda. Subió a la habitación de arriba y se encontró con una mujer rubia que le daba la espalda.

''Narcisa''

''Severus, por fin''

''Bien, ¿qué quieres?''

''Severus yo…estoy muy preocupada por Draco'' Su expresión, de acuerdo con sus palabras, era pura angustia. A pesar de ser una mujer hermosa presentaba un semblante blanco y ojeroso. Tenía las manos entrelazadas y las movía constantemente en señal de nerviosismo. Severus nunca la había visto así, tan agobiada.

''Te escucho Narcisa, pero creía que con el juramento sería suficiente''

''Y lo es Severus…pero, tenía que asegurarme. Draco…Draco es muy joven. Se que está muy asustado, aunque no quiera admitirlo. Soy su madre y se que no podrá matar a Dumbledore, por eso te pido que lo hagas tú, Severus''.

'' ¿Me pides que cuestione las órdenes del señor tenebroso, Narcisa?''

''Sabes que nuestro señor no confía en mi hijo. Solo espera que nos ayude a…''

Snape la interrumpió haciendo un leve gesto con la mano, dejando levemente ofendida a la señora Malfoy. ''Hay alguien más aquí…'' Estrechó los ojos.

Hermione se encontraba en una esquina de la sala, escuchándolo todo, bajo la protección de la capa de invisibilidad. O al menos eso creía. Sintió que su cuerpo se congeló al escuchar a su profesor de DCLAO. Dio un paso hacia atrás como acto reflejo y agarró con fuerza su varita.

''Será mejor que te vayas Narcisa''

''Pero Severus…''

''Hablaremos en otra ocasión''. La mujer bajó las escaleras extrañada y avisó de su marcha con un portazo más bien provocado por el viento.

La leona sentía que el miedo recorría sus venas a cada paso que Snape daba hacia ella. No comprendía cómo podía saber que estaba allí y su mente estaba bloqueada. El mago agarró la túnica invisible por fin. Ella cerró los ojos, preparada para lo peor y aterrada por todo lo que había escuchado.

''Granger…'' Esta se alejó de él y apuntó con su varita al pocionista.

'' ¡A-aléjese de mi!''

''Baje esa varita Granger, no sabe lo que hace'' La ira y la irritación emanaban de sus poros y el encontrar allí a su alumna, a sabelotodo Granger, lo había desconcertado absolutamente. Apretó los dientes previendo lo complicado que iba a volverse todo. ¡Cómo si las cosas fueran fáciles!

''Granger cálmese'' Era una orden más que una sugerencia, y el tono que había utilizado era totalmente imperativo. Hizo un movimiento con la varita y la desarmó.

La chica emitió un pequeño gritito y miró como su varita rodaba por el suelo. Más tarde volvió a clavar la mirada en los ojos oscuros que examinaban sus movimientos. Dio otro paso hacia atrás y chocó con la pared.

''Tendrá que venir conmigo Granger'' De nuevo ese tono imperativo y firme. La agarró por el brazo.

'' ¿Qué? NO, ¡suélteme!'' Snape bufó y la agarró con más fuerza, obviando la mirada enfadada de su alumna.

''Desmaius'' Hermione perdió el conocimiento y cayó en los brazos del mago.

Cuando la chica volvió a abrir los ojos sintió un fuerte dolor de cabeza. No sabía donde se encontraba. Cerró los ojos molestamente y miles de imágenes de lo que había sucedido anteriormente vinieron veloces a su mente, aumentando su dolor de cabeza. Se incorporó rápidamente, a pesar de todo, lo que le provocó un leve mareo. Observó su alrededor. ¿El despacho del profesor Dumbledore?

''Veo que ya está despierta señorita Granger'' La voz del director no sonaba tan tranquila y mable como siempre, había preocupación en ella. ''Me temo que debemos hablar seriamente''

Hermione vislumbró una sombra negra pasar por su lado, y se paralizó al ver a Snape. Algo le decía que había cometido un error, un grave error.

N/A: Bien, hasta aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado. Bueno, por ahora es un error, veremos en qué se convierte después ;)

Poniendo esto a parte, decir que quiero mantenerme fiel a los personajes y eso significará que tendrán que tener paciencia con estos dos. Es mi primera historia, a ver qué les parece.