—¿Cuál es tu color favorito? —pregunta Marinette mientras recorre con su mirada los objetos que tiene Luka en su habitación.
Ella no lo mira.
—¿Por qué la pregunta Marinette?—dice tocando un acorde y viendo por fin como sus ojos se posan en los de él.
Ella lo mira.
—¿Debe haber una razón?
Él niega levemente con la cabeza.
—No—musita y cuando sus ojos de tan bello color miran los de él. Sin dudar responde: Azul.
Siempre le gusto esa tonalidad y ahora más que nunca.
—El azul del cielo...
La chica sonríe y sin poder evitar se asoma a la ventana del camarote. La abre y ve el cielo azul.
—Debí haberme imaginado que el azul es tu color favorito —Luka la mira atentamente— Te produce tanta calma, es tranquilizador... justo como tu.
El viento sopla sus mejillas. Esta tan embelesada con el ambiente que no se percata que Luka se coloca detrás de ella. Hasta que acaricia su cabello, gesto, que le obliga a darse la vuelta y verlo de frente. Tan cerca...
Siente su respiración aumentar con más ritmo, los latidos de su corazón. La sangre viaja a sus mejillas y se instala allí.
—El azul de tus ojos...
Deja de respirar. Su corazón deja de latir y la sangre se le sube al cerebro.
—¿Y el tuyo? —Ella luce confundida—Tu color favorito, ¿Cual es?
Luka sonreía. Decir el de ella, en ese momento se sentía tan tonto. No quería romper lo que se había formado entre ellos dos, no quería romper la distancia. Tan cerca...
Así que fascinada por el color de sus ojos. También responde: Azul.
