CapÃtulo 1 .- Moscas y nubes azuladas
- ¿Qué te pasa Kit? Ya hace diez minutos que ha sonado el despertador. Venga, levántate!
- ¿Por qué?
Mi madre frunció el ceño
- Que pregunta más tonta â€" se quejó â€" Venga! Levántate ya!
- ¿Por qué? â€" repetà con tono desafiante
Mi madre me lanzó una mirada furiosa y salió de la habitación
- ¿Por qué? â€" repetà aún
La respuesta de mi madre consistió en cerrar la puerta de golpe.
Con los labios apretados miré el calendario que tengo colgado al lado del espejo. Era 7 de agosto, y este era precisamente el motivo de mi mal humor.
Miré el calendario fijamente. No podÃa quitarme a Josh de la cabeza. Apreté los puños y respiré hondo. No llores, me repetà una y otra vez. No habÃa nada que hacer. Es increÃble, pero casi nunca gano una lucha contra mis lágrimas. Esa vez tampoco pude impedir que los ojos se me conviertan en dos grifos....
Escondà la cabeza debajo de la almohada. Que idiota que soy! ¿Por qué lloraba por un chico al que odio y que además no volverÃa a ver?
Pasó una eternidad antes de que conseguà controlarme. Me limpié los ojos con la manga, gasté tres pañuelos y me levanté de la cama.
Mi madre se dio unos golpecitos en el reloj al verme entrar en la cocina.
- Katherine hoy ya no tienes tiempo de desayunar
- Me da igual â€" dije indiferente â€" Además, hoy empiezo un régimen que me he inventado mientras me duchaba.
- ¿Ah si?
- SÃ. Por la mañana dos naranjas, al mediodÃa tres y para cenar cuatro. Y entre las comidas tantos dulces como quiera.
- ¿Y te parece que te irá bien?
- SÃ. Para coger alergia a las naranjas y para ganar un par de toneladas.
Mi madre se pasó una mano por sus cabellos
- Te he oÃdo chistes más buenos, Kit â€" cogió su taza y dio un sorbo - ¿Y que significaban esos porqués de antes?
- QuerÃan decir por qué me tengo que levantar para ir a clases de refuerzo de matemáticas durante el verano
- ¿Y por eso has llorado?
- SÃ
Reconozco que mi respuesta no se pareció mucho a la verdad, pero me dio igual. Como mÃnimo una vez al dÃa tengo que decir alguna mentira a mis padres; si no hiciera eso su curiosidad me habrÃa matado hace tiempo.
No les decÃa mentidas sólo porque habÃa un par de secretos que preferÃa guardarme, sino porque la verdad se habÃa complicado mucho. Por ejemplo, eso de Josh... ¿Cómo puedo explicar a mamá que el número siete del calendario me hace llorar? Si ni yo misma lo comprendo!
- Llegarás tarde Katherine
- No soporto que me llames Katherine â€" le dije de mala manera â€" Sólo me llamas asà cuando estás enfadada y ahora no tienes motivo
Mi madre empezó a preparar el desayuno para papá que aún dormÃa
- Adiós! â€" dije abriendo la puerta
- Adiós. Y no pienses más en Josh. El siete es un número como cualquier otro.
Me dejó de piedra y me giré para mirar a mi madre
- Anda vete! ¿Hoy no tienes un examen?
Aunque odiaba reconocerlo, mi madre tenÃa razón, llegaba tarde. Empecé a correr por la calle sin mirar ni a derecha ni a izquierda. No tenÃa tiempo.
Al girar una esquina choqué contra un chico que iba tan rápido como yo. Los dos caÃmos al suelo.
- Lo siento.. â€" dije levantando la vista
Era un chico rubio de ojos azules con el que me habÃa chocado.
- Estúpida muggle... â€" dijo levantándose del suelo
- Oye! â€" realmente me enfadé â€" No ha sido sólo mi culpa! Tu ibas tan deprisa como yo! No tengo ni idea de lo que significa muggle, pero debe de ser un insulto. El estúpido muggle serás tu!
- ¿Yo muggle? â€" el chico se echó a reÃr â€" Ja! No tienes ni idea... â€" y se marchó riendo
- Que chico más desagradable â€" pensé con rabia.
Por alguna curiosa casualidad, en el examen de matemáticas que tenÃa ese dÃa no paró de salir el siete. De echo no podÃa perder tiempo pensando en Josh, pero no pude hacer nada al respecto. Desde que aquella mañana vi que éramos siete no pude dejar de pensar en él.
El resto del dÃa no fue mucho diferente de lo que tenÃa planeado. Sólo que al salir me topé con Julie, la chica más repelente que puede haber. Es una chica a la que siempre odié, mi rival...
- Vaya... Aquà tenemos a Kit saliendo de clase de matemáticas... Claro... Cuando se es estúpido no se llega ni a las sumas ¿verdad?
Cerré los puños con rabia... No... Otra cosa desagradable el dÃa siete no...
Intenté ignorar por completo a Julie
- ¿Ahora ya ni hablar sabes? Que bajo hemos caÃdo...
Volteé con furia a ver a Julie, notaba una extraña sensación dentro de mÃ. Nunca en mi vida habÃa estado tan enfadada. Ahora se me habÃa juntado todo: lo de Josh, el chico rubio desagradable y la imbecil de Julie.
Cuando me quise dar cuenta Julie ya no se veÃa por ningún lado. La muy cobarde habÃa huido. No habÃa otra explicación: donde estaba ella habÃa una nube de humo azulada y una mosca revoloteando alrededor.
Asà que no entendiendo nada me fui caminando hasta mi casa.
En la puerta habÃa un hombre anciano de cabellos y barba plateados, y gafas en montura de media luna
- ¿Eres Katherine Halliday verdad? â€" me preguntó
Yo asentà con la cabeza
- Espero que no te importa que suba a hablar contigo un momento. Tengo algo importante que decirte â€" dijo el hombre
Entramos en mi pequeño piso, y el hombre se acomodó en el sofá
- ¿Desea tomar algo? - pregunté
- No, muchas gracias. Anda siéntate aquà â€" dijo dando unas palmaditas al lugar vacÃo a su lado en el sofá.
Cuando me hube sentado allà empezó a hablar.
- Primero de todo creo que me presentaré: me llamo Albus Dumbledore, y soy el director del colegio Hogwarts de magia y hechicerÃa.
Me lo quedé mirando considerando la posibilidad de haber dejado entrar a un loco en mi casa.
- Normalmente nuestros alumnos entran en nuestra escuela a los 11 años, puesto que a esa edad ya han mostrado su potencial mágico â€" continuó él â€" Pero algunas veces hay excepciones
- ¿Excepciones? â€" la situación me parecÃa tan irreal....
- Por supuesto... Como en tu caso. Ya debes saber que tienes poderes mágicos ¿verdad?
- ¿Yo? Venga ya! â€" dije esbozando una sonrisa
- Eres una bruja Katherine, y de las buenas... Hemos tenido trabajo a volver a transformar en chica a Julie
- ¿Cómo que volver a transformar a Julie en chica? Julie se ha ido porque es una cobarde! - exclamé
- Oh no! â€" dijo Dumbledore con una amable sonrisa â€" Tu la has transformado en mosca
Entonces el humo azulado y la mosca que revoloteaba alrededor me vinieron a la cabeza... Y si fuera verdad... Todo este tiempo pensando que yo era rara... Diferente a la demás gente...
- Apuesto a que a veces te han pasado cosas que no te has podido explicar â€" dijo Dumbledore
Recordé ese dÃa... Cuando en el colegio se me cayó todo el jarro del agua encima. Me dio una vergüenza tremenda volver a entrar a la clase mojada, pero por sorpresa encontré que no estaba mojada en absoluto.
Asentà con la cabeza
- Lo que yo dije. Pero ahora tenemos un pequeño problema... A la edad de quince años deberÃas estar en quinto... Pero no sé si en verdad podrás seguir las clases...
- Puedo intentarlo â€" dije rápidamente
- Y creo que la profesora McGonagall se ofrecerá a darte unas clases extra para enseñarte más o menos lo que deberÃas de haber aprendido en los cuatro cursos anteriores. Creo que teniendo en cuenta que transformaste a una chica en mosca, cosa que se aprende en cuarto curso, no tendrás demasiados problemas para seguir las clases. Mañana te llegará una carta con el material y todo lo que necesitas. â€" Dumbledore se levantó â€" Nos veremos en septiembre Katherine
- Un momento! â€" le llamé â€" ¿Pero como se lo cuento yo a mis padres?
- Yo me encargaré de eso. â€" dijo él guiñando un ojo - Tu sólo muéstrales la carta mañana. No pondrán ninguna objeción.
Dicho esto se fue. Me quedé sumergida en mis propios pensamientos. Mi mente era un torrente de preguntas. Al mismo tiempo no creÃa que todo eso fuera real... Ese dÃa habÃa empezado como un dÃa entre tantos otros... Un dÃa normal... Y habÃa acabado... De un modo un tanto extraño... Lo mejor era que ahora tenÃa otro motivo para recordar el dÃa 7... Y ese mucho más bueno que el pasado...
La mañana siguiente unos golpecitos repetidos en el cristal de la ventana me despertaron. Me levanté y aparté la cortina de delante. Entonces vi una bonita lechuza gris. Abrà la ventana y la lechuza se posó tranquilamente sobre mi escritorio. Me percaté entonces de que tenÃa una carta atada a la pata.
La cogÃ. Era un sobre en el que ponÃa : SRTA. K. Halliday
Abrà el sobre con manos temblorosas
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHIZERÃ
- ¿Qué te pasa Kit? Ya hace diez minutos que ha sonado el despertador. Venga, levántate!
- ¿Por qué?
Mi madre frunció el ceño
- Que pregunta más tonta â€" se quejó â€" Venga! Levántate ya!
- ¿Por qué? â€" repetà con tono desafiante
Mi madre me lanzó una mirada furiosa y salió de la habitación
- ¿Por qué? â€" repetà aún
La respuesta de mi madre consistió en cerrar la puerta de golpe.
Con los labios apretados miré el calendario que tengo colgado al lado del espejo. Era 7 de agosto, y este era precisamente el motivo de mi mal humor.
Miré el calendario fijamente. No podÃa quitarme a Josh de la cabeza. Apreté los puños y respiré hondo. No llores, me repetà una y otra vez. No habÃa nada que hacer. Es increÃble, pero casi nunca gano una lucha contra mis lágrimas. Esa vez tampoco pude impedir que los ojos se me conviertan en dos grifos....
Escondà la cabeza debajo de la almohada. Que idiota que soy! ¿Por qué lloraba por un chico al que odio y que además no volverÃa a ver?
Pasó una eternidad antes de que conseguà controlarme. Me limpié los ojos con la manga, gasté tres pañuelos y me levanté de la cama.
Mi madre se dio unos golpecitos en el reloj al verme entrar en la cocina.
- Katherine hoy ya no tienes tiempo de desayunar
- Me da igual â€" dije indiferente â€" Además, hoy empiezo un régimen que me he inventado mientras me duchaba.
- ¿Ah si?
- SÃ. Por la mañana dos naranjas, al mediodÃa tres y para cenar cuatro. Y entre las comidas tantos dulces como quiera.
- ¿Y te parece que te irá bien?
- SÃ. Para coger alergia a las naranjas y para ganar un par de toneladas.
Mi madre se pasó una mano por sus cabellos
- Te he oÃdo chistes más buenos, Kit â€" cogió su taza y dio un sorbo - ¿Y que significaban esos porqués de antes?
- QuerÃan decir por qué me tengo que levantar para ir a clases de refuerzo de matemáticas durante el verano
- ¿Y por eso has llorado?
- SÃ
Reconozco que mi respuesta no se pareció mucho a la verdad, pero me dio igual. Como mÃnimo una vez al dÃa tengo que decir alguna mentira a mis padres; si no hiciera eso su curiosidad me habrÃa matado hace tiempo.
No les decÃa mentidas sólo porque habÃa un par de secretos que preferÃa guardarme, sino porque la verdad se habÃa complicado mucho. Por ejemplo, eso de Josh... ¿Cómo puedo explicar a mamá que el número siete del calendario me hace llorar? Si ni yo misma lo comprendo!
- Llegarás tarde Katherine
- No soporto que me llames Katherine â€" le dije de mala manera â€" Sólo me llamas asà cuando estás enfadada y ahora no tienes motivo
Mi madre empezó a preparar el desayuno para papá que aún dormÃa
- Adiós! â€" dije abriendo la puerta
- Adiós. Y no pienses más en Josh. El siete es un número como cualquier otro.
Me dejó de piedra y me giré para mirar a mi madre
- Anda vete! ¿Hoy no tienes un examen?
Aunque odiaba reconocerlo, mi madre tenÃa razón, llegaba tarde. Empecé a correr por la calle sin mirar ni a derecha ni a izquierda. No tenÃa tiempo.
Al girar una esquina choqué contra un chico que iba tan rápido como yo. Los dos caÃmos al suelo.
- Lo siento.. â€" dije levantando la vista
Era un chico rubio de ojos azules con el que me habÃa chocado.
- Estúpida muggle... â€" dijo levantándose del suelo
- Oye! â€" realmente me enfadé â€" No ha sido sólo mi culpa! Tu ibas tan deprisa como yo! No tengo ni idea de lo que significa muggle, pero debe de ser un insulto. El estúpido muggle serás tu!
- ¿Yo muggle? â€" el chico se echó a reÃr â€" Ja! No tienes ni idea... â€" y se marchó riendo
- Que chico más desagradable â€" pensé con rabia.
Por alguna curiosa casualidad, en el examen de matemáticas que tenÃa ese dÃa no paró de salir el siete. De echo no podÃa perder tiempo pensando en Josh, pero no pude hacer nada al respecto. Desde que aquella mañana vi que éramos siete no pude dejar de pensar en él.
El resto del dÃa no fue mucho diferente de lo que tenÃa planeado. Sólo que al salir me topé con Julie, la chica más repelente que puede haber. Es una chica a la que siempre odié, mi rival...
- Vaya... Aquà tenemos a Kit saliendo de clase de matemáticas... Claro... Cuando se es estúpido no se llega ni a las sumas ¿verdad?
Cerré los puños con rabia... No... Otra cosa desagradable el dÃa siete no...
Intenté ignorar por completo a Julie
- ¿Ahora ya ni hablar sabes? Que bajo hemos caÃdo...
Volteé con furia a ver a Julie, notaba una extraña sensación dentro de mÃ. Nunca en mi vida habÃa estado tan enfadada. Ahora se me habÃa juntado todo: lo de Josh, el chico rubio desagradable y la imbecil de Julie.
Cuando me quise dar cuenta Julie ya no se veÃa por ningún lado. La muy cobarde habÃa huido. No habÃa otra explicación: donde estaba ella habÃa una nube de humo azulada y una mosca revoloteando alrededor.
Asà que no entendiendo nada me fui caminando hasta mi casa.
En la puerta habÃa un hombre anciano de cabellos y barba plateados, y gafas en montura de media luna
- ¿Eres Katherine Halliday verdad? â€" me preguntó
Yo asentà con la cabeza
- Espero que no te importa que suba a hablar contigo un momento. Tengo algo importante que decirte â€" dijo el hombre
Entramos en mi pequeño piso, y el hombre se acomodó en el sofá
- ¿Desea tomar algo? - pregunté
- No, muchas gracias. Anda siéntate aquà â€" dijo dando unas palmaditas al lugar vacÃo a su lado en el sofá.
Cuando me hube sentado allà empezó a hablar.
- Primero de todo creo que me presentaré: me llamo Albus Dumbledore, y soy el director del colegio Hogwarts de magia y hechicerÃa.
Me lo quedé mirando considerando la posibilidad de haber dejado entrar a un loco en mi casa.
- Normalmente nuestros alumnos entran en nuestra escuela a los 11 años, puesto que a esa edad ya han mostrado su potencial mágico â€" continuó él â€" Pero algunas veces hay excepciones
- ¿Excepciones? â€" la situación me parecÃa tan irreal....
- Por supuesto... Como en tu caso. Ya debes saber que tienes poderes mágicos ¿verdad?
- ¿Yo? Venga ya! â€" dije esbozando una sonrisa
- Eres una bruja Katherine, y de las buenas... Hemos tenido trabajo a volver a transformar en chica a Julie
- ¿Cómo que volver a transformar a Julie en chica? Julie se ha ido porque es una cobarde! - exclamé
- Oh no! â€" dijo Dumbledore con una amable sonrisa â€" Tu la has transformado en mosca
Entonces el humo azulado y la mosca que revoloteaba alrededor me vinieron a la cabeza... Y si fuera verdad... Todo este tiempo pensando que yo era rara... Diferente a la demás gente...
- Apuesto a que a veces te han pasado cosas que no te has podido explicar â€" dijo Dumbledore
Recordé ese dÃa... Cuando en el colegio se me cayó todo el jarro del agua encima. Me dio una vergüenza tremenda volver a entrar a la clase mojada, pero por sorpresa encontré que no estaba mojada en absoluto.
Asentà con la cabeza
- Lo que yo dije. Pero ahora tenemos un pequeño problema... A la edad de quince años deberÃas estar en quinto... Pero no sé si en verdad podrás seguir las clases...
- Puedo intentarlo â€" dije rápidamente
- Y creo que la profesora McGonagall se ofrecerá a darte unas clases extra para enseñarte más o menos lo que deberÃas de haber aprendido en los cuatro cursos anteriores. Creo que teniendo en cuenta que transformaste a una chica en mosca, cosa que se aprende en cuarto curso, no tendrás demasiados problemas para seguir las clases. Mañana te llegará una carta con el material y todo lo que necesitas. â€" Dumbledore se levantó â€" Nos veremos en septiembre Katherine
- Un momento! â€" le llamé â€" ¿Pero como se lo cuento yo a mis padres?
- Yo me encargaré de eso. â€" dijo él guiñando un ojo - Tu sólo muéstrales la carta mañana. No pondrán ninguna objeción.
Dicho esto se fue. Me quedé sumergida en mis propios pensamientos. Mi mente era un torrente de preguntas. Al mismo tiempo no creÃa que todo eso fuera real... Ese dÃa habÃa empezado como un dÃa entre tantos otros... Un dÃa normal... Y habÃa acabado... De un modo un tanto extraño... Lo mejor era que ahora tenÃa otro motivo para recordar el dÃa 7... Y ese mucho más bueno que el pasado...
La mañana siguiente unos golpecitos repetidos en el cristal de la ventana me despertaron. Me levanté y aparté la cortina de delante. Entonces vi una bonita lechuza gris. Abrà la ventana y la lechuza se posó tranquilamente sobre mi escritorio. Me percaté entonces de que tenÃa una carta atada a la pata.
La cogÃ. Era un sobre en el que ponÃa : SRTA. K. Halliday
Abrà el sobre con manos temblorosas
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHIZERÃ
