Bleach

Rukia/Ichigo

Advertencia: universo alternativo y OoC


Prólogo

Ella no midió las consecuencias de sus actos, claramente. Se había dejado llevar y hasta el final de sus días se recordaría aquella tarde y a ese hombre que le había llamado la atención al punto de acostarse con él cuando ya tenía novio, cuando recién lo había conocido hacía tres horas. Tan pronto lo vio le gustó, y por lo que le dijo él, le había pasado lo mismo. Sus ojos la atraparon y su cuerpo la invitó a ceder a lo que nunca había llamado su atención antes. Había sentido pasión y deseo y había sido muy parecido a lo que había leído descrito en esa cantidad de libros que había devorado noche tras noche y lo lamentable era que aun no estando él ya más, su cuerpo reaccionaba involuntariamente ante el recuerdo de lo que había compartido con ese hombre del que sólo supo su nombre: Ichigo.

Justificó aquel deseo como algo que estaba más allá de ella, y mientras veía a su hijo que inexplicablemente había nacido con un llamativo cabello naranja; como si necesitara todavía llamar más la atención, siendo ya el hijo de una madre soltera que había engañado a su prometido, lo descalificaban a él por el actuar de su madre y Rukia no sabía cómo hacer para que él no fuera el que cargara con sus culpas, pero la gente era absurda y básica. Habían pasado dos años desde lo acontecido y todavía podía oír murmullos cuando paseaba con el niño o sólo hacía las compras. Mientras su vientre se expandía ella lo oyó infinidad de veces, pero aun así no se arrepentía y quiso creer que había sido el destino que ese día de todos hubiese conocido a Ichigo y no a otro, que ese día el ser humano más importante de su vida se originara. Había deseado llegar virgen al matrimonio, pero ya no era virgen y tampoco se había casado, pero si era madre, hecho que enfurecía a los vecinos, y es que en un pueblo pequeño donde todos se conocían y se sabían la vida de sus habitantes con lujo de detalles, aquello era una abominación.

Durante el día mientras cuidaba a su hijo era fuerte, pero en las noches, mientras escuchaba su acompasada respiración, se sentía vulnerable e incapaz de seguir viviendo así, y todavía peor, se sentía una ilusa porque una parte de ella seguía creyendo en la promesa que él le había hecho: "voy a volver por ti". Esas palabras nadie se las exigió, esa promesa ella no se la pidió; pero la guardó en su memoria y cada noche que pasaba se preguntaba qué pasaría si él volviera en realidad, porque ya había pasado demasiado tiempo y todavía peor, ¿le creería si le decía que era su hijo? Sólo habían estado juntos una vez, se habían conocido por un par de horas y ella había terminado acostándose con él; no era de extrañar que él imaginara que ella terminara haciendo eso con cualquiera que conociera y además él tenía el pelo negro, como el de ella y toda su familia y el del hijo que compartían era de un llamativo naranja. Se reía de sí misma al estar considerando la mínima posibilidad de que él regresara: él no iba a volver, ni esa noche, ni pasado, ni nunca, por lo que estaba considerando irse donde no la conocieran y rehacer su vida en otro lugar con su hijo, uno donde él tuviera más oportunidades y una mochila menos pesada sólo por ser su hijo. Él no había pedido nacer.

La idea de marcharse se materializó en decisión finalmente cuando se hartó de ese lugar tan pequeño con gente de mente estrecha, ella no merecía eso y mucho menos el niño, y resolvió que no pasaría más por eso, ya no seguiría esperando por un hombre que la había hecho desearlo al punto de renunciar a todo lo que creía y pensaba y que se había marchado sin mirar atrás, finalmente entendió que quizás el lazo que ella había creído se había formado tan pronto se miraron tal vez sólo había sido por parte de ella; no era la primera mujer que le pasaba y completamente segura estaba de que no iba a ser la última. No iba a permitir ni por un segundo más que se llenaran la boca hablando de su hijo y no tenía nada que la atara a ese lugar, todo lo que le importaba llevar con ella era a su gata, Yoruichi y al niño. Lo demás se podía ir al averno; Ichigo incluido.


Este es un testeo, a ver si interesa. De hacerlo es una historia de capítulos cortos.

¿Debo seguir?

¡Saludos!