Cansado.
Era el adjetivo que me calificaba en ese momento.
Había estado trabajando en el negocio que había abierto recientemente desde las ocho de la mañana y en ese momento eran casi las diez de la noche.
Mientras despedía al que había decidido que sería el último cliente del día y bajaba la persiana del local, mi novia que había estado ayudándome sin ningún tipo de interés durante todo el día, llamó mi atención.
Ohhhhhhhh Shaoran! Escucha la canción que encontré en mi teléfono! – Dijo ella con sus ojos verdes brillando de ilusión.
Se empezaron a escuchar los primeros acordes y reconocí la canción de The Magnetic Fields que tanto le gustaba…
Dance with me my old friend
once before we go
Let's pretend this song won't end
and we never have to go home
and we'll dance among thechandeliers
Su voz mientras entonaba esa estrofa me trasladó a otro mundo y todo el hastío y molestia que podía haber sentido hasta ese momento se esfumó por completo y únicamente atiné a tomar su mano derecha con mi mano izquierda y pasar mi mano derecha por su estrecha cintura para comenzar a moverme junto con ella al compas de la música.
Sí, la diferencia de estatura quizá no era la adecuada. Ella bajita y yo alto… Pero cuando bailábamos no importaba. Ella tenía su oído apoyado en mi pecho y estoy seguro que podía sentir mis latidos calmos así como yo podía sentir su suave respiración mientras me cantaba bajito la canción.
And nothing matters when we're dancing
In tat or tatters you're entrancing
Be we in Paris or in Lansing
nothing matters when we're dancing
Estábamos en un local de mala muerte, en pleno verano, muertos de calor, y sin un maldito aire acondicionado. Pero no importaba porque estábamos juntos.
Contadas eran las veces en las que nos comportábamos románticamente, nuestra relación era muy… pasional, por así decirlo. No somos muy románticos, disfrutamos tomar cerveza, escuchar rock, ver fútbol y hacer el amor constantemente, sin embargo no podíamos evitar amarnos y demostrarnos cada tanto nuestro amor como en momentos como el que estábamos viviendo entonces.
Tenerla allí, contra mi cuerpo, cantándome suavemente con esa voz de ángel que ella insistía en no tener… me llenaba el pecho de amor, de mariposas, cielo, nubes, lluvia… No sé, todas las cosas que amo se juntan en Sakura.
You've never been more beautiful
your eyes like two full moons
As here in this poor old dancehall
among the dreadful tunes
the awful songs we don't even hear...
La canción se detuvo, Sakura levantó su mirada mirándome a los ojos, se puso de puntitas de pie y me dio un beso tierno y lleno de amor.
Es la mujer de mi vida. Es la única persona en el mundo que me hace sentir en París en un invierno nevado cuando estoy en un diminuto local muriendo de calor.
Cantas hermoso, Sakura… - le susurré al oído. – AUCH! OYE… ¿Por qué me pellizcaste la nalga, enana? – Exlamé.
Tontito! – contestó y me sonrió tiernamente mientras sus mejillas se ruborizaban casi imperceptiblemente. – Te amo.
Yo también te amo, mi amor. - Le dije mientras comenzamos a bailar nuevamente sin importarnos la falta de música.
