Con mi corazón.

¿Qué pasaría si la única razón de que Topher haya aceptado trabajar en Dollhouse sea ella?

Adelle DeWitt sabía que él era perfectamente capaz de reemplazar personalidades. Él era el técnico.

¿Qué podía ofrecerle para que abandonara toda su vida y la dedicara a Dollhouse, a sus activos a sus tratamientos y misiones, y a nada más?

No tuvo que insistir mucho más. Él aceptó rápidamente.

Muchos pensaron que fue la gran cantidad de dinero.

Otros que era una gran oportunidad para desarrollarse ampliamente en lo que estudió. Ser una especie de "genio"

Pero él sabía que todos estaban equivocados. No lo iba a admitir, por supuesto, pero tenía una razón más profunda dentro de su corazón.

Dollhouse no solo significaba el sueño hecho realidad de un técnico-neuro-científico, también significaba dejar toda su vida. Estar en plena soledad. Bueno… no estaría solo, pero no tendía esa clase de personas a las que llamar "amigos". De hecho, ya eran pocas personas las que no eran activas. Hasta la doctora Saunders lo era.

Los gestores, Adelle, Dominic e Ivy eran los únicos que tomaban decisiones por sus propios medios allí.

Quizás Ivy podría ser una amiga para él. Pero su trabajo era demandante. No tenía tiempo de amistades. Solo los tratamientos para los activos, las computadoras, las personalidades, el cerebro, etc, etc. De todos modos se puso muy feliz internamente cuando le comentaron que tendría una ayudante. Aunque nunca reconociera la inteligencia de Ivy, él sabía que ella tenía mucho para dar. Y de algún modo, la apreciaba.

Pero tampoco es que fueran amigos. No había tiempo para eso. Lo único de lo que se pasaban hablando todo el día, era sobre los neurotransmisores del cerebro y sus reacciones a diferentes personalidades.

Luego, quizás podría decirse que tenía a Boyd. Él era como un…amigo. Un tipo de los buenos que le caía bien. A pesar de que desaprobara cada cosa que él hiciera para los activos. Aunque bueno… Boyd estaba ocupado en proteger a Echo. No había tiempo para la amistad.

Después a todos los activos no se los podía considerar amigos ni nada de eso. Simplemente porque te puede caer bien una personalidad, pero luego la quitas, pones otra y ¡Ya está! Es otra persona con el mismo cuerpo.

Ninguna de esas personalidades eran la persona en si. Y nadie puede ser amigo de alguien a quien no conoce.

Pero él si la conocía. De mucho antes.

Conocía a Caroline. La conocía.

Topher vivía en un barrio de los suburbios cuando era adolescente. Allí se crió soñando un trabajo como el que tenía.

Pero no había nada más que Topher deseara que no fuese ella.

Cuando vio a Caroline saliendo con Leo, su novio con el cual terminó en Rossum, perdió toda esperanza. Pero luego se enteró de Dollhouse. Y supo que él también tenía que ser parte de eso. No solo porque era el trabajo perfecto. Si no, porque la seguiría hasta el final del mundo. Y cuidaría de ella. Aunque Boyd lo hiciera por él.

Había crecido en el mismo lugar que ella por obra del destino. Y que la conociera quizás fuera una casualidad, quizás no.

Pero el la conoció. Y eso marcaba una pagina importante de su vida.

.

- Hola Echo, ¿Cómo te sientes?

- ¿Me he quedado dormida?

- Solo por ratito.

- ¿Puedo irme ya?

- Si quieres. – Contestó. – Pero… solo quiero preguntarte algo.

- Dime. – Contestó sonriendo. Boyd no estaba hoy.

- ¿Confías en él? – Preguntó mostrándole una imagen en la computadora de Boyd.

- Con mi vida. – Contestó automáticamente.

- ¿Y… en mí? – Preguntó ladeando la cabeza. - ¿Confías en mí? - Ella pareció dudarlo. Pero luego sonrió.

- Con mi corazón.