Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, Ghost hunt es propiedad de Fuyumi Ono.
Advertencias: Fic en edición: discontinuidad en la escritura (temporalmente). Posible OOC.
Notas de la autora: Este fue mi segundo fic publicado, también el más largo de todos y uno que finalmente tendrá continuación, por ello y más, lo estoy editando. Lo necesitaba para refrescar mis ideas y para mejorarlo estéticamente. Estoy muy feliz por ello y espero sus seguidores sigan por allí para verlo. La primera persona no es habitual en mi, pero era necesaria para recrear el estilo del anime.
Transiciones.
—Ghost hunt—
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Espero que me recuerden, mi nombre es Mai Taniyama, actualmente una estudiante de preparatoria y una caza fantasmas de medio tiempo. Podrá sonar exagerado, pero así me veo a mí misma luego de estos dos años trabajando junto a SPR.
Actualmente, estamos trabajando en un caso no muy lejos de la ciudad. Hace un par de días, Reiko Okazaki, nuestra cliente, concurrió a la oficina solicitando nuestros servicios.
Parecía un caso bastante sencillo, ruidos intensos a media noche, cristales rotos, objetos fuera de lugar, a simple vista un posible poltergeist creyó Madoka, quien aceptó de inmediato para consuelo de la aterrorizada mujer.
Todo comenzó el 9 de Septiembre, cuando llegamos a la mansión Okazaki con nuestro equipo. Jhon estaba de viaje por asuntos de familia y Masako no llegaría hasta el día próximo, así que nos limitamos a colocar el equipo y realizar un primer recorrido de reconocimiento. No me considero una médium en absoluto, pero por alguna razón sentí algo extraño al ingresar a esa casa, no se describirlo con exactitud pero de haber stado el narcisista ahí, seguro lo habría atribuído a mi "instinto animal."
9 de Septiembre, mañana.
—Bienvenidos. Lamento no poder auxiliarlos en su recorrido pero su llegada se demoró más de lo que imaginé y debo marcharme de inmediato con Sakura al colegio —nos informo Okazaki–san mientras se apresuraba a abrir la puerta de su auto—. Saluda Sakura.
Tras ella, la pequeña niña de los enormes ojos azules solo se limitó a dedicarnos una tierna pero tímida sonrisa.
—Volveré tarde en la noche, luego de solucionar algunos asuntos, pero mi hija mayor Mitsuki se encuentra indispuesta por lo que permanecerá en casa junto al mayordomo y las criadas, ellos les enseñaran el lugar y sus respectivos cuartos. Adiós —se despidió, antes de brincar a toda prisa dentro del asiento del conductor.
—Tenga un buen día —alcanzó a gritar Madoka antes de ver desaparecer el auto entre el espeso bosque.
—Bueno, supongo que debemos entrar.
Tomé una de las cámaras y me dirigí hacia la imponente entrada. una vez que puse un pie en la entrada, sentí un intenso descenso de la temperatura a lo largo de mi columna vertebral pero lo ignore por completo a partir del momento que dirigí mis ojos a los pies de la escalera situada frente a mi.
Allí, nos esperaba un señor de apariencia cansada pero con una sonrisa amplia en sus labios, y a su lado una joven que amablemente tomó la cámara de entre mis manos. Intenté evitarlo, pero ella solo sonrió y respondió que era su trabajo.
—Es un placer tenerlos aquí —dijo el señor —mi nombre es Ryu Ayugai, y ella es Akira Gengi. Estamos aquí para servirles, vengan con nosotros y los guiaremos hasta su habitación de trabajo y a sus respectivos dormitorios.
Tras dedicarnos una reverencia, se dirigió al interior de la casa.
Era una casa digna de la realeza, cuadros realmente hermosos colgaban en las paredes, infinidad de bibliotecas y esculturas cubrían cada rincón. La habitación que nos brindaron para la instalación de la base era notoriamente más amplia que mi departamento entero ¡y los dormitorios eran aún mejores!
Esa noche dormí en la habitación con Ayako, tras haberme asegurado de comprobar los medidores de temperatura, Madoka no tendría compañía en su dormitorio hasta la noche siguiente con la llegada de Masako, por lo que decidió acompañar a Yasuhara en la base, mientras que Bou-san disfrutaba su soledad temporal a tres puertas de nosotras.
A la mañana siguiente, desperté tras oír un gran escándalo desde bajo de las escaleras. Corrí pensando que podía tratarse de Masako, quizá había llegado antes de lo prometido y quizá había detectado alguna presencia, pero al llegar comprobé que no era ese el caso. La señora Okazaki lloraba desconsolada junto a Ayako, quien se encontraba atendiendo a una chica en el suelo.
La chica de cabello rubio y complexión delgada, se parecía mucho a la señora Okazaki y a la pequeña Sakura, por lo que aunque no había tenido la oportunidad de conocerla el día anterior, deduje inmediatamente que se trataría de Mitsuki-chan.
La joven estaba en el suelo, inconsciente frente a las escaleras, respirando de manera muy extraña sobre lo que parecía ser sangre. Me estremecí ante lo que estaba viendo, corrí hacía Bou-san quien se encontraba a unos metros de distancia junto a la pequeña Sakura.
—Mai cuida de ella —pidió con firmeza, mientras se dirigía a ayudar a las criadas y los otros dos miembros del equipo que corrían desesperadas de un lado a otro como si buscaran algo, solo entonces pude notar que los muebles estaban fuera de su lugar.
—Él lo hizo de nuevo —dijo la pequeña niña, y entendiendo mi desconcierto volvió a hablar—. Él sabe que onee-chan necesita su inhalador, pero él cambia las cosas de lugar todo el tiempo. Él la asustó y ella dejó de respirar, por eso se cayó.
Aunque era una niña de máximo 8 años, no se percibía temor en su voz, más bien costumbre o resignación. Me apresuré a preguntar quién era "él", a lo que simplemente respondió:
—Él, el chico junto a la puerta de la cocina. Él siempre está molestando a onee-chan.
Seguí la dirección de su brazo, para encontrarme con nada más que una puerta.
Me distraje al oír el sonido de una ambulancia, Ayako informó de la situación de Mitsuki-chan a los paramédicos: un evidente ataque de asma y un par de cortes en su brazos debido a que al caer rompió la jarra que sostenía. No parecía ser verdaderamente grave, pero tanto la señora Okazaki como la niña se marcharon junto a la semiconsciente muchacha.
Al llegar Masako más tarde aquella mañana, sintió inmediatamente una presencia, la de un niño, aunque no supo revelar mucho más que eso en un principio. De este modo, sin lograr muchas respuestas se pasaron los días, tres para ser exacta.
12 de Septiembre, noche.
—¡Mai! Estás bien?
—Si Bou-san. No te preocupes, ve con la señora Okazaki y Sakura, se escuchan bastante aterradas.
A decir verdad, solo podía escuchar a la señora, pero con los muebles siendo arrojados de una lado a otro por la casa y los vidrios partiéndose en pedazos, podría asegurar que todos estaban aterrados.
—¡Terminé! ¿Dónde está Yasuhara? —escuché a Ayako una vez entró por la puerta de la base.
—Aún no…
—Aquí estoy. Coloqué los amuletos en todas las puertas y ventanas del segundo piso, y Madoka se dirige hacía aquí por lo que probablemente finalizó con el tercer piso —interrumpió al llegar, seguido de Masako.
—¿Dónde está Houshou? Debemos iniciar —inquirió Ayako.
—Está en la habitación de la pequeña Sakura.
—Iré tras él. Debemos finalizar esto antes de que ese niño destruya el lugar —tras decir eso, Ayako se marchó.
Observé a Masako, quien lucía muy angustiada, desde luego, ella había intentado dialogar con el pequeño, lo había percibido finalmente como una buena entidad pero extremadamente traviesa e inestable mentalmente; logramos contactar con él, pero aunque intentamos convencerlo a marcharse por cuenta propia no logramos obtener los mejores resultados, sobretodo desde la noche del día diez, cuando tras haber vuelto del hospital, Mitsuki-chan decidió marcharse a casa de sus tíos.
Por esa razón, habíamos acordado que por el bien de esa familia, de no lograr hacerlo cambiar de parecer, lo mejor sería realizar un exorcismo.
—¿Están todos bien? —preguntó Madoka a medida que entraba por la puerta de la base, esquivando con los muebles en constante movimiento.
Asentí de inmediato al notar que Masako no respondería al continuar sumida en sus pensamientos, y que Yasuhara concentrado en lo que restaba de los monitores siquiera la había escuchado.
—Lo lamento ampliamente Masako, pero llevamos tres días intentando lidiar con ese niño y no parece desear cooperar, la joven Mitsuki-chan ha tenido que marcharse temporalmente de su casa debido que a él le parece divertido provocarle constantes desmejoras a su salud, fui bastante paciente, deseo al igual que todos poder simplemente purificar su espíritu pero ahora está destruyendo la casa debemos expulsarlo, un espíritu confundido e inestable puede resultar verdaderamente peligroso.
—Lo entiendo —susurró.
Dicho esto la temperatura de la habitación comenzó a descender. Recuerdo escuchar un "Rayos" proviniendo desde donde se situaba Yasuhara, seguido de un risa divertida y un "Ustedes si que son aburridos", luego sentí un ligero crujido y súbitamente todo se oscureció.
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—1.399—
—Gracias por leer—
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