Estaba en la casa de mis suegros ya que mi amado esposo llegaría más tarde para celebrar la navidad ya que tenía una operación de emergencia que realizar en el hospital. Soy Isabella Swan, pero prefiero que me llamen Bella, y hace un año y siete meses soy la feliz mujer de Edward Cullen, el mejor esposo del planeta. Nos conocimos en la Universidad, cuando íbamos en el segundo año yo de Literatura y el de Medicina gracias a su hermana Alice a la que conocí ya que con su novio Jasper Whitlock que estudia filosofía compartíamos un par de ramos comunes del área de ciencias humanistas de la universidad y nos tocó ser compañeros en varios trabajos y terminamos haciéndonos amigos y Alice se convirtió en mi mejor amiga.
Con solo ver a Edward un día que Alice secretamente organizo una cena para cuatro, ya que según ella nosotros éramos almas gemelas a pesar de nunca habernos visto, me enamore de él. Parecía un ángel caído del cielo, tiene cuerpo y rostro de dios griego, una voz aterciopelada y cautivante y una mirada que me atrapaba. Resulto que teníamos muchas cosas en común, ambos parecíamos almas viejas a pesar de que recien teníamos 20 años, y a los pocos días me llamo para invitarme a un concierto de piano que se realizaría en la ciudad. Así comenzamos con nuestras citas y al mes ya éramos novios. Cuando fueron vacaciones de verano estuvimos un mes en su casa, prácticamente mansión, en Forks, donde conocí a sus padres Carlisle, medico y Director del Hospital de Forks y su madre Esme, decoradora y arquitecta. Y también a su hermano Emmet y su novia Rosalie, que estudiaban en Washington. Congeniamos excelentes, y el mes siguiente lo pasamos junto a mis padres Renee y Charlie en Phoenix, y mi madre adoro absolutamente a Edward.
Cuando volvimos a la Universidad, decidimos vivir juntos ya que prácticamente no podíamos estar separados. Tres años después, un mes antes de nuestra graduación de la universidad Edward me pidió matrimonio, y obviamente acepte, además ya parecíamos una pareja de casados. Nos casaríamos cuando el terminara su residencia en el hospital, la que duraba seis meses.
El día tan esperado llego, y tuvimos una ceremonia hermosa y llena de emotivos momentos. Ahora, después de un año y siete meses de casados, me encontraba con una enorme panza de siete meses, ya que pronto seriamos padres, por lo que Edward con su exagerada forma de ser no me dejaba sola, así que me trajo antes a Forks para que su madre me cuidara mientras él trabajaba.
- Bella cariño, quiero mostrarte algo.- grito Esme desde el segundo piso-estoy en mi habitación.
Subí con la mayor rapidez que mi prominente barriga me permitía y cuando llegue a su habitación la vi sentada en el piso con un hermoso baúl de caoba en el piso y que tenía un poco de polvo
- estaba buscando los adornos para decorar el árbol y encontré esto, creo que te encantaría verlo-dijo sin mirarme y con un deje de emoción en la voz.
Me acerque y ella se levanto, con fuerza (que no sé de donde saco ya que es pequeña y delgada tal como Alice) levanto el gran baúl y lo subió a la cama para que me sentara junto a ella.
- Son los recuerdos de cuando Edward nació- me dijo con los ojos llenos de emoción.
Admire el baúl y pude observar que en la tapa tenia talladas finamente las palabras Edward Cullen. Con sumo cuidado la levante y vi muchas coas que me llamaron la atención.
- Estos fueron los primeros zapatitos de Edward, los compre cuando le iba a contar a Carlisle que tendríamos nuestro tercer hijo, eran los más pequeños que habían, pero a Edward no le quedaron bien hasta cuando tuvo dos meses- dijo Esme con lágrimas en los ojos. Me entrego los zapatitos para que yo los admirara, eran muy pequeños y de color azul, tenían nimios bordados y se veían muy elegantes. Aun olían a bebe, a mi Edward cuando recién era un retoño.
- esta fue la ropa con la que salió del hospital, luego de estar tres semanas internado- dijo Esme entregándome un enterito verde, el que probablemente hizo juego con sus ojos y el que tenía un gato lamiendo un helado al costado izquierdo.
Seguimos observando la ropita que Esme guardó de él, la que tenía un significado especial, como el pequeño traje que uso para su bautizo, la que uso para su primer cumpleaños, la que tenía el día que dio sus primeros pasos, y la que uso cuando dijo sus primeras palabras ''mami, papi'' cuando los trataba de llamar porque Emmet le había quitado su sonaja.
Llegamos al fondo del Baúl y había un gran libro empastado que tenia escrito con letras doradas ''Edward''. Esme lo miro con emoción y lagrimas cayeron por su rostro.
- ¿Esme qué ocurre?- le preguntaba por ver a mi suegra, prácticamente madre así.
- es que no te imaginas lo difícil que fue el embarazo de Edward, casi lo pierdo dos veces, estuve los últimos meses en una cama sin poder levantarme ni hacer nada, después que nació estuvo tres semanas en el hospital, la primera estuvo conectado a muchas maquinas, y era tan pequeñito- Las lagrimas de Esme corrían veloces por su rostro y yo solo pude tomarle la mano, en mi estado ya no podía abrazar a nadie, las lagrimas también empezaron a correr por mis mejillas de tan solo pensar en no poder tener al amor de mi existencia aquí, de todas las veces que estuvo cerca de no nacer, y pensé en mi bebe, en que yo moriría con el si lo perdiera.
- ¿sabes? La primera palabra de Alice fue ''hermano'' pero no se refería a Emmet, si no que a Edward. Alice ya tenía un año dos meses cuando yo quedé embarazada y se había negado a hablar, solo daba saltitos y chillaba, pero no quería hablar. Cuando supe que estaba embarazada juntamos a Emmet y Alice para contarles. Carlisle les dijo ''niños, tendrán un hermanito y tendrán que cuidar a su mamá porque él ahora está en su pancita tal como estuvieron ustedes'' Emmet se levanto y me abrazo fuerte y aunque tenía solo tres años entendió todo completamente y estaba feliz porque tendría con quien jugar porque de inmediato apostó que sería hombre. Alice solo nos miraba muy atenta con sus ojos azules bien abiertos. De repente sonrió y grito fuerte ''hermano'' y se puso a saltar. Yo me emocioné tanto, que estuve llorando toda la tarde.
Comenzamos a reír, era una típica actitud de Alice.
- Todo marchaba excelente, hasta que en el cuarto mes estuve a punto de abortar. Se volvió en un embarazo de alto riesgo por lo que podía hacer muy pocas cosas y Carlisle convirtió a los niños en perros guardianes. A esas alturas Alice hablaba demasiado, lo difícil ahora era hacerla callar- dijo Esme notablemente orgullosa- estaba obsesionada con su hermano y le encantaba comprarle ropa, aunque solo tenía un año y seis meses ¡imagina! No podía pronunciar bien pero si comprar. Emmet ya había sido apodado como osito por Alice y estaba convencido que su hermano sería hombre. Ese año entro en el preescolar y estaba aprendiendo mucho. Antes de irse a dormir tenía como costumbre besar mi estomago y prometerle a su hermano enseñarle a luchar- nos estuvimos carcajeando un buen rato más, no podía entender como Emmet a los tres años ya pensaba en las luchas.
- a los seis meses, mientras vestía a Emmet me comenzaron fuertes dolores abdominales y comenzó a sangrar. Me desmaye- dijo Esme claramente conmocionada mientras las lagrimas inundaban sus ojos otra vez- cuando desperté estaba en el hospital. Emmet al verme así corrió al teléfono y llamo al 911, ya que hace unos días le habían enseñado en el preescolar que esos eran los números que hay que marcar en caso de emergencia. Cuando hablo con la paramédico aviso que su papá era Carlisle Cullen así que le permitieron subir conmigo. Emmet llevo a Alice con él para no dejarla sola ya que no había llegado la chica que me ayudaba en casa con los niños y el aseo. Cuando desperté ya estaba fuera de peligro, pero Edward no, se había desprendido parte de la placenta y eso era peligroso para el ya que aun no estaba con sus pulmones maduros y poder inducir el parto era muy riesgoso para él. Carlisle me conto que Emmet había sido nuestro salvador- Esme sonreía llena de orgullo- y que cuando me llevaban en la ambulancia se había acercado a mi estomago y lo había abrazado y había dicho ''no te preocupes hermanito, estarás bien'' y que Alice se había acercado también a acariciar mi panzota. Los paramédicos estaban totalmente asombrados con la madurez de los pequeños, y que no hubieran entrado en pánico al verme así.
Estuve un mes y medio en el hospital, cumplí los ocho meses de embarazo ahí y los doctores recomendaron hacer un parto de emergencia, el bebe estaría mejor afuera, sus pulmones aun eran inmaduros pero tenía muchas probabilidades de sobrevivir, y no podían mantenerlo mucho tiempo en mi, ya que estaba presentando anemia y grandes cambios de presión. Así que me ingresaron al quirófano y me sedaron. No supe como fue el parto, por suerte mi amiga Heidi entro a grabar el parto y mi madre Elizabeth saco fotografías. – tomo el gran álbum en sus manos y lo abrió. En la primera hoja había una foto de un muy pequeño bebe, con una espesa mata de pelo manchada con sangre al igual que su cuerpo y que parecía dormido- cuando Edward nació no lloro, y creyeron que esta…estaba muerto- mis ojos se llenaron de lagrimas al pensar en lo terrible que tiene que haber sido para Esme ese momento- por suerte, al parecer Edward solo era tranquilo, ya que cuando iban a empezar técnicas de resucitación el abrió sus hermosos ojos. Lo colocaron en una incubadora- Esme me mostro una foto donde salía el bebe ahora limpio, con sus ojos cerrados y lleno de tubos y mangueras por todas partes dentro de una incubadora- como era muy pequeño y no podía respirar bien, se le hacía muy complicado succionar, por lo que no le podía dar pecho y lo alimentaban por sonda.
Esme siguió mostrándome fotos del día de nacimiento de mi esposo, donde salía con su abuela, con su padre y con sus hermanos, pero siempre dentro de la incubadora.
- yo lo pude ver solo cuando ya fui capáz de levantarme, ya que la incubadora no podía ser trasladada de la sala de neonatología. Cuando llegue y lo vi… fue como ver un angelito. ¿Sabes? el apenas lloraba, y eso que todos esos tubos le deben haber molestado enormemente, al parecer siempre fue considerado y no quería dar problemas.
- lo más gracioso fue como escogieron el nombre…al parecer Emmet lo había escuchado en una pelea de la lucha libre y Alice en una película de monitos donde el príncipe se llamaba así, por lo que ellos empezaron a llamarle Edward sin preguntarle a nadie y así, quedo con ese nombre.- me mostro una foto donde Carlisle tenía en brazos a Alice y esta besaba el vidrio de la incubadora.
- cuando al fin pudimos traerlo a casa, los niños hicieron un gran alboroto. Nadie podía hacer ningún ruido porque o si no te querían echar de la casa porque podías despertar a su hermano.- comenzamos a reír furiosamente con mi suegra, lo exagerado venia de familia.
Seguimos viendo las fotos, donde Edward ya se veía más sano, era muy pálido al igual que toda su familia, y fue el único que heredo los verdes e intensos ojos de su abuela Elizabeth y el pelo color cobre, una mezcla entre el rubio de Carlisle y el color caramelo de Esme.
- Esta foto, es de la primera vez que sonrió, gracias a dios tenia la cámara a mano. Emmet le estaba conversando algo del Rey León, contándole que había que vivir la vida como Timón y Pumba que ahora eran sus ídolos. Edward lo miraba atento y de repente se puso a reír a carcajada limpia. Después cada vez que veía a Emmet se reía.- en la foto aparecía Emmet con cuatro años y con una gran sonrisa y en sus brazos Edward de bebe vestido con una polera blanca y unos pantaloncitos verdes con una inmensa sonrisa plasmada en su cara.
Seguimos con las fotos, donde por lo general Edward estaba con alguno de sus hermanos. Eran realmente unidos desde pequeños.
- ¡Bella, mira esta!- Esme me indico una foto donde salía Edward, con alrededor de un año y meses dentro de un vestido que al parecer era de Esme, arriba de unos tacones que eran de Esme y maquillado exageradamente. Salía con cara de enojo y atrás de él estaba Alice con cara de completa felicidad.- a Alice se le ocurrió que Edward era más entretenido que sus muñecas.
Nos reímos por largo rato de lo que Emmet y Alice hacían con Edward, para ellos un hermano había sido lo mejor, porque este ''juguete se movía y era más entretenido''.
Continuamos viendo fotos, del primer cumpleaños de mi esposo, su primera navidad, sus primeros pasos, sus primeros dientes, sus primeros juegos.
- esta es de su primer día en el preescolar- me mostro una foto donde salía Edward con sus orbes verdes llena de lagrimas y una expresión de tristeza- Emmet ya iba al colegio y Alice estaba un par de años arribas de él, en su ultimo curso antes del colegio y a Edward le daba miedo estar solito y aunque no lloro, su expresión me daba más pena a que si hubiera hecho un escándalo y hubiera gritado que no quería entrar. Alice lo fue a ver en el receso y se quedo con él para acompañarlo. Pero cuando lo fuimos a buscar ya se había hecho amigo de Benjamin y Garret – y me mostro una foto donde salían los amiguitos de Edward, que conserva hasta el día de hoy pero ya que viven en el extranjero y los he visto una sola vez, para mi boda.
- Esta es la ultima foto, fue del día que cumplió cinco años- me mostro una foto donde salía Edward riendo, le faltaba un diente delantero y se veía completamente adorable, salía abrazando a Emmet y Alice en la espalda de él y muchos niños jugando tras ellos. Era una foto increíblemente adorable.
- son realmente muy unidos- dije recordando como Emmet lo llama prácticamente todos los días para saber como esta y como va mi embarazo. Como Alice lo cuida, como lo va a ver todos los días a la casa ya que ella también vive en Chicago con Jasper.
- ¿Mamá?, ¿Amor?- escuchamos los gritos de mi esposo desde la planta baja, probablemente recién acababa de llegar.
- estamos arriba cariño- le grito Esme
Escuche como subía apresuradamente la escalera y en segundos estaba en el umbral de la puerta.
-¿Qué hacen dos de mis mujeres aquí?- dijo mientras nos miraba sonriente.
- ¿Cómo que dos de tus mujeres?- le pregunte entre un poco molesta (debo admitirlo, me dieron celos) e intrigada realmente mientras él se dirigía a nosotras, besaba a su madre y me miraba sonriente.
- Mamá, tú, Alice…y aun no sabemos que será nuestro bebe porque no se ha dejado ver para saber su sexo.
Se acercó y me beso dulcemente en los labios, se acerco a mi barriga y la besa por sobre la tela. Esme se levanto con la excusa de ir a preparar la cena pero era para dejarnos solos.
- ¿Cómo estuvo tu vuelo? Le dije acariciando cabello, mientras él le daba tenues besitos a mi pansa.
- larguísimo, esta semana sin ti ni nuestro bebe ha sido increíblemente larga, aunque te haya llamado todos los días y a cada rato. Además Alice también se vieno y me dejaron solo- dijo mirándome a través de sus espesas pestañas haciendo un mohín.
- Vi tus fotos de bebe, ojala el nuestro se parezca mucho a ti, eras realmente adorable y precioso
- ¿Era?
- Eres Edward, te amo
- Yo te amo y a ti también bebe.
Se levanto y nos fundimos en un beso.
Estaba iba a ser una magnifica navidad, la segunda con mi esposo y la primera con nuestro hijo.
Si quieren otro capitulo más de esta historia, ya saben, dejen un review pidiéndolo Xd!
¿Será verdad que Rob esta con Kristen? Y ke serán padres?
