Primera historia o mejor dicho ONE-SHOT, para esta sección de , es muy cortísimo ya me di cuenta, pero fue el momento que nos hizo la profesora de lenguaje, para escribir un ensayo o una historia de lo que mas nos gusta, y como anteriormente deseaba escribir sobre esta saga, tomé mi lápiz y cuaderno y me puse a componer, en mi cuaderno era un ensayo de una plana (, ojalá les guste, y digan si desean que lo siga escribiendo
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Cómo incomoda de vez en cuando tener un novio que no sea de tu especie, peligroso y a la vez interesante, aunque nadie de mi parte sabe su otro lado. Pero el día que Charlie preguntó el porqué Edward nunca cenaba con nosotros, comenzó a dudar de mi novio.
-¿no será de otra especie, Bella? – dijo en tono de broma, traté de sonreír, miré a la ventana y allí estaba mi vampiro favorito entre todos; el también sonrió mostrándome sus relucientes colmillos y leyendo intrusamente la mente de Charlie, al no poder leer la mía.
-No es que Edward sea de otra especie – claro que es de otra especie, Bella, es un vampiro – él es especial – muy especial
-¿Tan especial que no se puede sentar con nosotros?, y me eh fijado que se inquieta cuando huele o ve sangre – mis pupilas se dilataron más al escuchar la última parte, el servicio que tenía en mis manos se refalaron y cayeron al piso, causando un ruido al más estilo película de terror, Charlie me miró extrañado - ¿acaso no es humano?
-¡Papá!, las ideas locas que se te ocurren – tartamudee, nunca he sido muy buena para mentir – Edward es tan humano como: tú, yo, Billy, Mike y muchos más – no me sentí demasiadamente bien, al no poder pronunciar a mí mejor amigo licántropo.
Charlie quedó meditando un momento, mirando hacia la nada, con su mano derecha, con el tenedor, en el aire; le hice señas para que volviera es sí, reaccionó a los pocos minutos – Terminé de comer – le dijo un poco confusa, hice el ademán de lavar los platos que utilicé, al acabar le desee a Charlie las buenas noches, como siempre, subí a mi dormitorio encontrándome con mi ángel con colmillos - ¿me das cinco minutos humanos? – le pregunté, me sonrió en forma de respuesta. Me apresuré en bañarme y poner el pijama. Al volver a mi habitación encontré a Edward sentado sobre mi cama, extendió sus brazos y me acerqué para acurrucarme.
-Gran problema tienes al tener un novio como yo – me dijo fríamente
-No me importa cómo seas, Edward – le dije memorizando su aroma. Su semblante cambió a uno más adorable.
-Bueno Bella, se nota que esta batalla la perdí – me respondió vencido, con su velocidad vampírica me acomodó en la cama y se acostó a mi lado. Comenzó a cantar mi nana y a los pocos minutos después caí en un profundo sueño, sabiendo que Edward, al nunca poder dormir, siempre me cuidaría toda la noche.
Fin
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MelyBlack.-