Capítulo I: Verdad. Excusa. Cobardía

- Estoy bien, Yashiro-san.

Sonrío otra vez. Yashiro-san me mira frustrado. No tolera esta sonrisa falsa.

- Adios, Ren, hasta mañana.

Cierro la puerta.

Mis pensamientos vuelven a concentrarse en el mundo fuera de la habitación del hotel.

La ciudad luce silenciosa, como mi mundo sin ella.

El reflejo de la ventana me devuelve mi sonrisa al pensar en ella.

Ahhh…Ella.

¿Qué estarás haciendo ahora Kyoko-chan?

Desde lejos, Ren observaba la charla.

La mirada de Kyoko cambió de un solo golpe. Una tristeza infinita los reflejan.

- Esto no puede ser cierto o si?...Estás diciendo mentiras, maldito Shotaro!

- Yo no digo mentiras…Sólo una tonta como tú, podría no darse cuenta!...Esto es prueba con-tun-den-te!

- No, no…Esto algún truco, alguna artimaña tuya en su contra…- el cuerpo de Kyoko temblaba de miedo ante aquella posibilidad- Él no sería capaz que mentirme así!...Además, ya te dije que él es el príncipe de las hadas!

- Kyoko-chan!...Por favor, te escuchas?...Eso es imposible…-respondió sarcástico Fuwa, dándole la espalda. Cuando de pronto, escuchó un sollozo. Se giró intempestivamente, y vio cómo de los ojos de la muchacha comenzaron a desprenderse lágrimas.

Nunca había sido capaz de soportar su dolor, sus lágrimas significaban el dolor que esa posibilidad representaba. "Qué es lo que te pone tan triste?...Saber la verdad o saber que él te ha mentido todo este tiempo?", pensó Fuwa.

Se acercó a ella, veloz, vacilante intentó contenerla. Ella lo alejó de un golpe que le contuvo la mano que se acercaba a su hombro.

- No me toques, estúpido!

Ren deseó con todas sus fuerzas intervenir, ella estaba luchando sola con él y sus celos lo estaban volviendo loco.

Caminó hacia ellos. Observó el intento rápido y certero de Fuwa al abrazar a Kyoko por la fuerza. Su propio paso se aceleró.

Mientras Kyoko, luchaba inútilmente por zafarse de aquellos brazos.

- Por qué no lo aceptas ya?

- Vete al diablo, Shotaro!

- Oye! Déjala!- gritó furioso Ren, sin miedo a aparentar, por primera vez.

Fuwa desistió de su intento.

- Tsuruga Ren!...Llegas en buen momento…- el sarcasmo de Fuwa resultó tan molesto para Ren, que abonó su furia.- Por qué…no se lo dices tú?

- De qué demonios hablas?- Ren sintió una presión en el pecho, experimentó una pesada sensación de incertidumbre, el palpitar de un mal presagio.

Kyoko examinaba cada gesto de Ren, como buscando una respuesta.

- Vamos…Puedes hacerle entender a esta tonta mujer que tú eres el dichoso Corn?- el gesto soberbio de victoria se dibujó como una sonrisa en la cara de Fuwa. El cuerpo de Ren pareció tensarse, su rostro parecía desencajado por primera vez.

Ren se sintió fatalmente descubierto. No era capaz de articular alguna palabra para explicarse, por lo que su silencio habló por él y resultó una respuesta tan obvia para ella. Era la primera vez para Kyoko que Tsuruga-san no respondiera a una pregunta sin vacilar.

Los ojos de Ren buscaron los de Kyoko, pero esta vez, ella no le sostenía esa mirada feliz y resplandeciente que siempre le brindaba; sus ojos se mantenían fijos en el mármol blanco del suelo.

Lo contempló por unos segundos. Sus miradas se cruzaron.

Ren se sintió tan miserable. Pudo descubrir los ojos de ella nublados de llanto. Sintió la mirada de triste y adolorida de Kyoko podía atravesarle.

Ella volvió su vista al piso.

Soltó una risita burlona: - Cómo pude ser tan tonta?

Le dirigió una última mirada a Ren. Y se echó a correr sin mirar atrás.

Ren sintió cómo en esa huída podía perderla.

Otra noche sin respuestas.

Dos años sin respuestas.

Dos años examinando cada gesto tuyo en las revistas, en las películas, en las series de tv.

Dos años contemplándote desde lejos.

Dos años...


Consiguió alcanzarla a duras penas, tomándola del brazo.

- Por favor, por favor…- Ella no lo miraba- Todo esto…Yo…

- Me mentiste…Todo el tiempo…Supiste esto todo el tiempo y sólo te burlaste de mí!- sus orbes color caramelo lo inquirían furiosos- Te odio, Ren!- y emprendió veloz una nueva carrera, alejándose del lugar.

Ren la escuchó inerte, incapaz de moverse. La última frase lo había golpeado. Sus últimas palabras certeras, le indicaban al muchacho el comienzo y el fin de su mayor miedo: había agrandado la brecha de la distancia que los separaba; la había alejado de su lado.

Fue mi culpa después de todo…

Con mi egoísmo, con mi mentira logré que todo se consumiera…

Sólo logré alejarte de mi lado…

Después de todo, supongo que ha resultado bueno para ti…Y si es bueno para Kyoko-chan debería serlo para mí también, verdad?

- Sólo aléjate de ella…- Ren le dirigió su mirada asesina a Fuwa nuevamente- Te lo dije desde un principio…Sólo yo ocuparé su corazón…Quizá en este momento sea por odio, mañana se dará cuenta de que fui lo único real, por qué tú no lo eres o si?...Y bueno, mañana será por la gratitud…y la gratitud…

- Sólo espero que no vuelvas a esperar la posibilidad de que alguien la aleje de ti para valorarla…

Ren sostuvo la frase mientras se alejaba. Pero Fuwa pudo escucharlo claro…

¿Qué significaba eso?...¿Tsuruga Ren, su eterno rival, se estaba rindiendo?...¿Estaba dejando a Kyoko en sus manos así como así?

Ja!...Ni si quiera te merezco…

Dos años de mi vida lejos de ti, y aún así sigo siendo el mismo egoísta…A pesar de tu felicidad – por qué eres feliz, cierto?- no puedo sentirme feliz por eso…

Mis sentimientos por ti son tan dulces y dolorosos…

Todo estaba decidido ya.

Yashiro-san se había negado a tal absurdo. Eso significaba huir como el más cobarde, pero también sabía que la voluntad de Ren era determinante. Lo sabía pero, aún así, no había podido evitar decirle lo que pensaba:

"Sólo dilo de una vez, sólo admite tu falta, sólo di tus razones…Si no lo haces, mañana vas a despertarte con la horrible sensación de no haber echo nada…"

Al día siguiente todo estaba dispuesto para partir.

Ren dio una última vuelta por los lugares habituales. Sonrío al mirar la gran entrada vidriada de LME. Sonrió al recordar aquel primer encuentro fatal.

A veces, no entiendo cómo sigo conteniéndome…

Quizá Yashiro-san haya tenido razón.

Pero no tengo derecho ahora, no lo tengo…

Y el amor...no es para cobardes...

Bueno gente, acá les dejo la nueva historia en la que estoy tratando de incursionar...Si les gusta, las sigo. Asique estaré a la espera de sus bienvenidos y agradecidos comentarios!

Nos vemos!

Brisalunar

28/7/2010

"el tiempo todas las batallas vence"