El mensaje
Capítulo 1
Atención
Yachi odiaba las confesiones.
De esas en las que su corazón parecía explotar, y los nervios volvían gelatina a sus delgadas piernas. No entendía como algunas personas podían decirlo tan fácilmente, así como tampoco entendía a las que las recibían; ella prefería mil veces no decir nada, ¿Qué tal si aquella persona pensaba que era extraña? O ¿y si algún asesino venía a buscarla un día antes de confesarse?
Pero era el hecho de recibir una era mucho peor.
Sus manos temblaban mientras sostenía el celular con un pequeño colgante de cuervo en la punta. Había buscado la manera de controlar su respiración agitada, pero las mariposas rebotaban en su estómago queriendo salir. El mensaje le había llegado justo cuando quitaba su uniforme para ponerse la playera y chaqueta del equipo de Voleibol; lo abrió como cualquier otro, imaginado que tal vez sería su madre o algún programa local mandando anuncios, pero al leer su contenido casi lo dejó caer.
De: Desconocido.
Para: Yachi Hitoka.
Me he enamorado de ti
El corazón comenzó a latirle muy rápido y su estómago se revolvió, ¿Quién sería lo suficientemente loco para mandarle algo como eso? Mucho más sin dejar nombre, ¿cómo suponía que le podría responder si no sabía quién era?
—¿Pasa algo, Hitoka-san? —le preguntó Shimizu, Yachi escondió su pantalla rápidamente y balbuceó un inentendible "¡Nada!" que Kyoko tomó como una señal de continuar con su trabajo.
Posiblemente, solo era una broma de alguien o tal vez, lo mandaron al número equivocado. Sentía pena por aquella persona, seguramente quería recibir la respuesta de su enamorado.
¿Debería responder?
Vigilando que la Manager no estuviera cerca, tecleo rápidamente, esperando que nadie notase su pequeño retraso en la cancha.
De: Yachi Hitoka
Para: Desconocido.
Lo lamento mucho, creo que te has equivocado de número.
Lo dejó dentro de su bolsa y corrió hasta su lugar, satisfecha de al menos, haberse hecho cargo de ese pequeño malentendido.
Su celular no volvió a brillar aquella noche.
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Yachi nunca perdía sus libros.
Eran como pequeños diarios en las que escribía y practicaba sus dibujos, manteniéndolos en orden y procurando ser lo más explícita posible por si Hinata y Kageyama necesitaban ayuda. Desde que los tenía, jamás había perdido uno, hasta que en la clase de matemáticas, su pobre libro de cálculo no estaba en su mochila. ¿Se habría caído en algún lugar? ¿lo habría prestado y no recordaba?
El maestro ordenó que los sacaran y Yachi palideció, ¡estaba segura que los tenía todos escorados en su maleta! Pero al rebuscar una y otra vez simplemente no aparecía.
Sus nervios estaban a punto de explotar, ¿Cómo iba a pasar la clase sin saber qué hacer? Escondió las manos dentro de su mesa y palpó desesperadamente hasta que sus dedos tocaron algo. ¡Bingo! Pensó ella, seguramente lo había dejado ahí el día anterior, pero al menos existía.
Lo abrió con tranquilidad y se dirigió a la página nueva. Una pequeña esquina estaba doblada hacia adentro, decidida a cuidar sus cosas, la devolvió a su lugar.
Sus rodillas golpearon la mesa casi al instante.
Me gustas
Las palabras venían encerradas en un enorme corazón con su nombre, con las letras mecanizadas y de un rojo abrumador. Yachi revisó las demás hojas en busca de otros iguales, pero solo estaba aquel intruso en su hoja que brillaba latente.
Un escalofrío recorrió su espalda.
El viento sopló y las cortinas levantaron vuelo. Yachi observó a sus compañeros, quienes resolvían los problemas ajenos a lo que pasaba, ¿Sería alguno de ellos el responsable? Porque estaba segura que aquel libro estaba en su mochila.
Si, lo recordaba. ¿Cómo había acabado ahí?
Tratando de ignorar las palabras, comenzó con su tarea. Seguro y era una mala broma de alguien que disfrutaba escribir cosas absurdas en libros, además, un asesino no podía escribir esas palabras ¿verdad? Ellos no amaban a nadie, solo mataban.
Las manos no dejaron de temblarle en todo el día.
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Yachi tenía la mala costumbre de observar a Kyoko en vez de escucharla.
Tenía el vago recuerdo de que le había mencionado algo sobre los peligros y desventajas de ser Manager en un equipo masculino. Además de las Pelotas perdidas y los posibles accidentes que solían ocurrirles a los chicos, le había hablado sobre la atención que recibían.
Al ser las únicas chicas, se volvían un blanco increíblemente más vulnerable a la atención del género opuesto. No entendía la razón, pero estar a cargo de un grupo de chicos volvía más atractiva a la chica en cuestión, incluso para otros equipos y otros deportes, por lo que debían tener mucho cuidado.
Kyoko le explicó la única vez que un chico, antes de que Tanaka y Nishinoya se unieran al equipo y se volvieran sus guardaespaldas personales, intentó obtener su atención de forma insistente. Tuvieron que hacer pasar a Asahi como el novio Yakuza de la chica.
Pero nunca, jamás en su corta vida, creyó que ella pudiese recibir tal atención.
Shimizu era atractiva, seria y directa. Ella simplemente era Yachi, y muy difícilmente podía hablar con los chicos.
Pero al llegar a los vestidores entendió que las cosas habían llegado a otro nivel.
Y Gritó.
—¡Hitoka-san! ¡¿Estás bien?!—Preguntó Kyoko, llegando hacia ella como un relámpago y tomándola de los hombros—
—El…t-trag…f-fl…
Su garganta le quemaba, el estómago lo tenía lleno y quería salir corriendo, pero su amiga no dejaba de preguntarle una y otra vez lo que estaba pasando. Con la camiseta apretada en su pecho, apuntó hacia la dirección de su casillero, sin siquiera voltear a ver.
Shimizu siguió la trayectoria de su mano y ahogó una exclamación. Obligó a Hitoka para que la mirara, aunque la chica estuviera a punto de las lágrimas y le explicara de una vez por todas.
No tuvo que decir nada.
—Chicos—dijo ella, llamando la atención de cada uno de los integrantes del equipo. Con Yachi entre sus brazos y la cabeza oculta, decidió anunciarlo de una vez por todas—Tenemos un problema.
Deshonor a mi familia. Deshonor.
Me van a odiar, mucha gente, PERO NO PODÍA IGNORAR EL LLAMADO.
No me volví una irresponsable llenándome de proyectos, NO.
Bueno, en realidad, si estoy pensando en varios proyectos y quiero publicarlos todos al mismo tiempo pero ni siquiera tengo tiempo de leer...
Estoy muy molesta por que el tag de la yachi casi no tiene historias, ¡La chica es adorable, jesús! denle una oportunidad y no se arrepentirán, se los prometo.
Quería escribir algo sobre ella, y luego leí unas cuantas cosas y ¡Bum! ya estaba escribiendo el tercer capitulo.
Espero que les guste y seguiré, seguiré mi camino.
¡muchas gracias!
Kura
