Antes que nada, pido mil perdones por lo que fué la primera vez que este fic vió la luz del sol! En verdad fué un desastre... Pero bien... ahora hay cosas nuevas... nuevas ideas y será más interesante... Lo hecho, hecho está XD. Otra cosa es pedir disculpas por no seguir la linea real de Sukisyo...

Dedicado a Ari-chan

NOTA: Ni Sukisyo ni sus personajes me pertenecen!

Capítulo 1

Gaku Ichikawa

Entré a mi casa corriendo... queriendo dejar todo atrás. Me recosté sobre la pared y me dejé caer. Ya no tenía fuerzas. Estaba agitado, después de todo, vine corriendo desde la escuela hasta mi casa. Intenté despejar mi mente, pero no pude y entonces, me eché a llorar. lloré, sólo, como estaba y como me sentía. Desolado. Solo. Y despreciado.
Aquel día yo... yo fui un tonto... pensé que... por algo tan simple... él podría llegar a... quererme? Qué tonto fui!
Sólo recuerdo que llegué a la escuela e hice un día normal... y entonces, el profesor me envió a buscar algo a la sala de química... y yo pensé que éso era un señal... Entré y ahí estaba él.
Kai estaba sentado en una de las mesas, revisando unos apuntes. Ajustó sus anteojos. Aquel acto... me llamó la atención, fué algo tan normal en alguien tan... extraño. Parecía un nerd XD... sí, me reí por éso, me recordaba a los nerd de biblioteca que siempre leían cosas raras sobre Biología para expertos o matemática avanzada. De seguro, en su adolescencia, él fué uno de ellos... le faltaba el aparatito para el asma XD.
Al escuchar mi apagada risa, paró de leer sus anotaciones y me miró. Sus penetrantes ojos se clavaron en los míos, haciendo que mi corazón se exaltase. Por unos segundos las palabras desaparecieron de mi boca, de mi mente. Mi cuerpo fué recorrido por todas esas cosas que el amor nos hace sentir. Y entonces, con su usual amabilidad y carisma, me preguntó:
-Qué hace acá?- su mirada se volvió asesina, creí que me saltaría encima (bienvenido sea.
Pero aquello desmoronó mi mundo de bellas emociones. Mi sonrisa se esfumó.
-Sólo... venía a buscar unas anotaciones- le dije, serio, pero triste.
-¿Del profesor?
-Kiwa- respondí.
-Las tengo en mi oficina. Tengo que ir a buscarlas.
-Pero las necesita ahora.
-Entonces vamos a buscarlas- me dijo con naturalidad y se puso de pié.
Una fuerte alegría golpeó mi pecho... Solos!... En su oficina!
De seguro debes estar pensando que soy un cualquiera. Pero cuando te enfrentas con alguien como Kai, no se puede penetrar en su corazón, sin antes ablandarlo y la "relajación" es algo muy útil. Tu sabes... el hombre por la cabeza no piensa... es una buena táctica... pero si nos encontraran... tendríamos un grave problema! Ay! No sabía que hacer en ese momento!
Kai pasó a mi lado sin que lo notase. Yo estaba en una gran duda existencial... Debía o no?
-Ichikawa... Ichikawa...- me repetía una y otra vez- Mocoso!- me dió un pequeño golpe en la nuca- Estás ahí o en tu mundo de Power Rancher!- me pregunta molesto.
Y mi pregunta mental era... Conocía Kai a los Power Rancher!
-Eh... sí... sí, vamos!
Kai me guió hasta su oficina. Al entrar, tragué con dificultad... iba a ser una decisión grande, un paso tremendo... además... yo nunca había hecho... tu sabes... sería mi primera vez.
Kai me lanzó una mirada de disgusto... otra vez me encontraba en mi mundo.
-Ey!- otro golpe.
-Ay! Ay! Qué? Qué?
-Espérame afuera... tengo que buscarlo.
Crak! Y el hombre seguía derrumbándome las cosas... era como un remolque o una de esas cosas que rompen paredes.
Sin decir nada, salí.
Afuera, estuve un buen tiempo, esperando. La mejor excusa sería decir que lo ayudaría... pero quizás habían cosas que no quisiese que viera. Igual, me armé de valor y entré.
-Kai...- lo llamé.
Mi voz se esfumó. Al principio me preocupe. Él estaba parado detrás de su escritorio, frotándose los ojos, como si estuviese llorando. Mi corazón se estrujó.
-Kai.
-Nagase- me corrigió, cortante.
Dejó de frotarse los ojos y noté que no tenía sus anteojos. Entonces, los ví sobre el escritorio. De seguro, sin ellos, Kai es como un topo... era tentador. Unos segundos después, Kai me dió la espalda, por un repentino estornudo. Yo aproveché, tomé los anteojos y se los oculté bajo el escritorio. Kai los buscó unos momentos, hasta que se rindió.
-Demonios...- se quejó.
-Qué pasa?
-Mis anteojos... No los vió?
-No.
-Demonios- maldijo una vez más, con frustración.
-Quiere que busque los apuntes yo?
-No, no...- hizo el intento de encontrarlos, esta vez bajo el escritorio... pero aún que estuvo cerca, el topo... eh, digo, Kai-chan, no los encontró.
-No tiene otro par?
-Sí... pero no recuerdo donde.
-Yo se los busco- me acerqué a él y le toqué el hombro.
Oh! Qué maravilloso fué éso!
Jejeje... él estaba casi ciego... indefenso... pero con un carácter.. que Ay! Dios! A ver si me mordía .
Kai no es de buen carácter. Él es profesor en uno de los años, yo fuí su alumno y lo que me enamoró de él, fué con la pasión que enseñaba. Cuantas veces me quedé después de hora para estudiar con él? Pero luego pasé de año y ya no tuve excusas para verlo.
Una vez más mi corazón saltó. Kai pestañeó un par de veces, como intentando enfocar y entonces, un mareo lo obligó a sostenerse de mí.
-Está bien?- era raro, me sentía culpable y satisfecho a la vez.
-Un mareo... necesito mis anteojos.
-Tanto? Si hace tan sólo segundos que se los quitó.
-Minutos...- me corrigió una vez más...- Es que vengo con la vista cansada desde hace días.
-No duerme bien?
-No, me quedo estudiando.
-Qué estudia?
-Los...- de repente, pareció darse cuenta de que estaba hablándome sobre él... Nuca le gustó éso...- No es tema tuyo- gruñó y se sentó sobre su silla.
-A mí me importa.
Kai levantó su mirada hacia mí.
Luego me arrepentí tanto de haber dicho éso... tanto... pero tanto.
Luego de lo que pasó, corrí hasta mi casa, corrí, sin cansarme y sin pensar en lo sucedido. Llegué a mi casa, me eché a llorar. Deseaba quitarme su olor, quitármelo de encima! Comencé a arrancarme la ropa, mientras corría al baño. Me sentía sucio... Me metí en la ducha y me bañe... pero no sacaba su olor... Por qué... por qué... Por qué... por qué...?

Continuará...