Disclaimer: Hey Arnold! y sus personajes no me pertenecen.

Capítulo 1:
Una alegre mañana primaveral de domingo regalaba una sonrisa a todos los habitantes de Hillwood. La brisa cálida, el aroma de las flores y el canto de las aves generaban un ambiente idílico y mágico, el cual los enamorados parecían disfrutar mejor dando un romántico paseo a orillas del mar. Una pareja de rubios muchachitos disfrutaban de tal escenario, sentados uno junto al otro en el muelle, observando como los rayos de sol cada vez se hacían más fuertes e iluminaban cada rincón de su ciudad.

Pese a que ambos conocían sus mutuos sentimientos, era difícil dejar de lado el nerviosismo propio de estar juntos. Los silencios incomodos, las sonrisas nerviosas y las miradas tímidas eran comunes entre ellos aunque, debido a la complicidad que ya estaban desarrollando, se iban mitigando con el tiempo. Mientras ella columpiaba sus pies a la orilla del muelle, con ambas manos apoyadas al suelo, el muchachito se acercó lentamente hacia ella, aun sentado. Su mano encontró la de ella, y la acaricio. Ella se sonrojo, y nerviosamente quito la mano.

- Mira! Que extraño bote ese! - dijo señalando con la misma mano que el chico había intentado sostener.

Arnold la miro tiernamente

- Helga, parece que me tuvieses miedo - dijo mientras le sonreía

- Lo lamento, cabeza de bal… digo, Arnold, es que… aun… todo esto es nuevo para mí. Yo… No me malinterpretes… Tú me gustas… y mucho… Dios, me gustas muchísimo. Es solo que… - a lo que fue interrumpida.

- Que no estas acostumbrada a este tipo de expresiones de cariño, y menos en público - pareció completar la oración el muchacho.

- Wow… eres bueno. Pues si Arnold - dijo Helga, algo avergonzada - Debes pensar que estoy loca o algo por el estilo.

- Claro que no Helga, pienso que es completamente normal. Llevamos muy poco tiempo saliendo juntos y esto es algo nuevo para ambos. No te preocupes. Lo haremos todo a su debido tiempo y momento - dijo el muchachito mientras la miraba a los ojos y acariciaba nuevamente su mano.

- Gracias Arnold, por ser tan comprensivo - atino a expresar Helga, con una mano en su cabello, mientras se sonrojaba.

- Me imagino entonces que aun deseas mantener en secreto que estamos saliendo no? - pregunto riéndose Arnold.

- No te burles, Arnold! No es que me avergüence de ti ni nada por el estilo pero... No me siento preparada aun para que al menos los muchachos de nuestra clase se enteren de nuestra relación. Ya recuerdas lo que sucedió cuando mis padres lo supieron…

* Flashback *

- Adiós Arnold, buenas noches - se despidió sonriente Helga, mientras Arnold besaba su mano.

- Helga, cariño, que sucede que aún no entras. Te sentí llegar hace un buen rato y aun… - Se detuvo Miriam al encontrarse con la escena del muchacho tomando la mano de su hija.

- OH! Pero Helga, querida! Quien es este galán! Debes presentárnoslo!

- Mama! Que haces! - dijo nerviosa y algo avergonzada la rubia.

- Bob! Querido! Mira! Tu pequeña hija ya tiene novio! - volteo a gritar Miriam hacia dentro, mientras aun sostenía la puerta.

Mientras tanto Helga cubría su rostro avergonzado con la palma de su mano, mientras Arnold se encontraba algo paralizado ante tal situación.

- Miriam! Que estás haciendo! - decía Helga

- QUE DIJISTE MIRIAM! - bramo Bob

- Oh, pero que descortés soy! Pasa querido, tienes que quedarte a cenar con nosotros. Cualquier "amiguito" de Helga es bienvenido en casa - dijo Miriam, mientras le guiñaba un ojo a Arnold, a lo que él solo atino a asentir.

- Lo lamento mucho Arnold - decía Helga, quien aún estaba sonrojada por tal situación.

- QUE OLGA TIENE NOVIO? - vociferaba Bob - QUIEN ES EL MUCHACHITO QUE SE HA ATREVIDO A TOMAR A MI HIJA?

- Soy Helga, papa - dijo con desgano Helga

- Claro, claro, eso, Helga, pero… QUIEN ES ESE MUCHAC… - se interrumpió al ver y reconocer al chico - Ahhh! Pero si no es el famoso muchachito este con extraña cabeza de balón! - dijo Bob, mientras arqueaba una sola ceja.

- Muy bien jovencito, entonces tenemos que hablar de hombre a hombre! - dijo seria y solemnemente mientras miraba a Arnold, quien pese al nerviosismo y a lo difícil de la situación, más aun considerando su corta de edad, se mantenía estoicamente de pie ante el padre de Helga.

- Como usted lo desee, señor Pataki - contesto Arnold

* Fin del Flashback *

- Jajaja, pero ya superamos esa prueba.

- A todo esto, aun no me dices que fue lo que conversaron - dijo Helga

- Jejeje, no te preocupes, solo fueron cosas de hombres…. aunque no fue sencillo conversar con tu padre.

- Conversar con tus abuelos no fue sencillo tampoco, Arnold - espeto la rubia muchachita, con una ceja arqueada y con una mirada de reproche.

* Flashback *

- Abuelos… Ella es la chica que me gusta… - dijo Arnold, mientras les presentaba a Helga.

- Jejeje, lo sabía hombre pequeño, lo sabía, jejeje - reía el abuelo mientras se disponía a salir de la habitación - Un gusto conocerte señorita! - dijo sin dejar de reírse.

- Señorita Eleonor Roosevelt, es un gusto volver a verla - dijo la abuela mientras le hacía un ademan propio de alguien que pertenece a las fuerzas armadas - Es muy linda - dijo casi susurrando a Arnold, mientras le daba un guiño a su nieto.

- Esto ha sido desastroso Arnold - decía avergonzada Helga, mientras caminaban hacia la puerta principal de la casa de huéspedes.

- Podría haber sido peor Helga - rio el muchachito, al abrir la puerta.

- No te rías Arnold - dijo con congoja la rubia.

- Helga, no te preocupes, todo estará bien. Créeme, le agradaste a mis abuelos - dijo esto mientras tomaba de la mano de la pequeña y cerraba la puerta.

- Eso espero Arnold.

- Ay Gerty! Creo que nuestro querido nieto repetirá nuestra dulce historia - decía el abuelo, mientras abrazaba a Pookie al mirar alejarse a la pareja de muchachitos que caminaban por la calle.

- Sera una historia muy bella y romántica entonces - dijo la abuela en un momento de sobriedad mental, besando en la mejilla a Phil.

* Fin del Flashback *

- Bueno Helga, esperaremos el momento adecuado para que el resto se entere. Por lo pronto, no te aflijas. Estoy muy feliz de compartir estos momentos contigo y… quiero verte así de feliz - sonrió Arnold.

- No me malinterpretes Arnold - dijo dulcemente la rubia - Insisto, no es que me avergüence de ti, pero… tu sabes… tengo una reputación y…

- Helga, no tienes que explicarlo. Lo comprendo. Además… creo que me agrada ser el único que sabe y disfruta de tu lado dulce - sonrió coquetamente el rubio, acercándose a la muchacha y dándole un beso en su mejilla, a lo que ella abrió grandemente sus ojos y se sonrojo.

- Ay Arnold! Que cosas dices! - dijo Helga - Aunque no te creas mucho eh? Seguiré siendo la misma Helga de siempre, ruda y fuerte - dijo esto último empuñando su mano derecha y con una expresión de determinación en su rostro.

- Eso me agrada

- Pero también puedo ser tierna y romántica cuando estemos juntos - dijo con coquetería, mientras le regalaba una mirada al muchacho.

- Eso me agrada más aun - dijo Arnold, quien puso dulcemente su brazo derecho alrededor de la niña.

- Quieres que te vaya a dejar a casa? - pregunto el rubio.

- Esta bien, vamos - sonrió Helga, quien se puso de pie con la ayuda de Arnold, quien la tomaba de la mano.


- Que es esto que acabo de ver y escuchar!? - se decía, mientras observaba la romántica escena tras un pilar de madera.


*** Hola a todos! Me anime a hacer una continuacion del fanfic Hey Hilda! Es un poco mas dramatico que el anterior, pero espero que les guste. Les agradeceria sus reviews para seguir publicando mas capitulos. Saludos! ***