Un camino sin retorno.

Hinata suspiro agotada, en un restaurant que había en la aldea para sacarse los dolores de cabeza que estaba teniendo y superar el dolor en su corazón, que se endureció después de que ese incidente ocurriese.

Han pasado 2 años después de la finalización de la 4 guerra y la situación estaba, aunque no grave cómo se pudiese sentirse antes, si era bastante tensa.

¿Su Hokage estaba haciendo algo? Si, pero no era para bien pero tampoco era para mal.

Sasuke Uchiha era el Nanadaime Hokage.

Pero las razones de su nombramiento no eran las correctas.

Durante la pelea en el valle del fin, en el enfrentamiento final entre los dos mejores amigos, salieron empatados.

O todos lo creían así.

En un golpe bajo, ante la mirada de Sakura y Kakashi, cuando Naruto estaba de espaldas de Sasuke, este con un kunai apuñalo a sangre fría a su mejor amigo.

- Este es el camino para llegar a la paz – esas fueron las palabras de Sasuke que los dos únicos testigos pudieron escuchar.

Para la sorpresa de todos, como su Naruto tuviese el pensamiento que iba a pasar algo cómo eso, hizo un último jutsu con toda su energía antes de su muerte. Todo el chakra que tenían los Biju fue sellado al morir en la nación natal de Uzushiogakure. Aunque los Bijus podían salir de forma natural, pero en sus formas "Normales"-en forma de animales pero pequeños-, con eso ya nadie podía utilizar el chakra de los Biju, y haciendo enojar un poco a Sasuke.

Después de eso, y gracias al consejo civil que no tenía mucha estima a Naruto, hicieron que Sasuke Uchiha fuese dado el titulo para ser el Nanadaime Hokage, mucho para el enojo de muchas personas, sobre todo a los Kages de las distintas aldeas escondidas.

Pero solo era una amenaza disfrazada de advertencia que diesen el titulo de Hokage al joven héroe del mundo: Naruto Uzumaki.

Pero al descubrir la verdad de su muerte…

Si las demás aldeas no iniciaron una guerra para vengar a su camarada y amigo fallecido ante la mano de Sasuke, era solamente por respeto y la memoria de Naruto. No iban a iniciar una guerra para poner su sacrificio en vano.

Pero eso era antes, pero ahora se respiraba una tensión TAN grande que era un milagro que aún se respirase.

Cuando la noticia se supo por todo el mundo. Las alianzas y los contratos que hizo Konoha gracias por Naruto estaban siendo colgados por un hijo MUY delgado. Pero lo peor de eso era que Sasuke no hacia nada, solo decía "Solo son estúpidos por seguir a Naruto", a pesar de qué él diga que se sentía mal por matarlo, ella sabía que no estaba ni un poco resentido ante su acción ¿Por qué lo hizo? ¿era para ser poner punto del verdadero significado de la paz o simplemente ya estaba bastante loco?

En realidad, no podía responder esa pregunta de forma objetiva.

Suspiro nuevamente. Solamente el consejo civil lo seguía ciegamente por alguna extraña razón ¿quizás aun lo vean cómo ese niño prodigio que siempre seguían sus demandas ciegamente?

Cuando supo de eso, simplemente no lo creía, pero al escucharlos de los labios viejos de su Too-san, simplemente no lo podía creer eso.

¿Aún lo seguían después de todo eso o simplemente lo hicieron para vengarse de Naruto?

- Ni siquiera muerto te dejan en paz – susurro tristemente Hinata, al pensar en su amor jamás correspondido.

- Y por parte fue mi culpa – Hinata levantó la mirada para ver a la única amiga que podía confiar ciegamente.

Kurama.

Para fue una gran sorpresa de que el Kyubi, el ser más poderoso de la tierra fuese mujer.

Aunque fuese en parte.

Los Bijus no tienen género y pueden cambiar cunado quieran. Un día pueden ser macho y el otro hembra.

Aunque Hinata no sabía del por qué Kurama quiso ser hembra en vez de un varón ¿quizás por los sentimientos encontrados por respecto a Naruto? Quizás, pero no preguntaría por ser una pregunta personal y bastante fuese para la Kitsune.

Esas palabras que ella menciono era que, aún tenía los efectos del Genjutsu que Madara, o Tobi, atacó a Konoha cuando extrajo Kurama de Kushina. Durante años aún tenía el Genjutsu que lo volvía bastante violento ¿si no fuese así actuaría distinta? Quizás, pero ella sabía que la culpa que su amiga sentía era verdadera y no fingida para caer bien a la Hyuga.

Y todo por la psicopatía de un hombre.

Antes de tomar otro té en este sentimiento lúgubre, una voz le llamó la atención - ¿Si podrías viajar al pasado, cambiarías algo o simplemente no harías nada y simplemente dejaría que todo pasase de forma normal?

Hinata no se volteó al ver a la voz masculina, pero no se quedaría callada - ¿Qué sabes tú, estúpido? – escupió Hinata.

Cuando supo que Naruto murió…algo de ella se rompió. Actuaba más frías, más violenta y hablar de Naruto, sobre todo hablar de él de forma mala. Por eso que no hablaba, si no fuese en circunstancias profesionales, con Sakura, que seguía como perro callejero a Sasuke aún sabiendo-y cómo testigo-la muerte de su compañero y amigo.

- Je, está lobita tiene dientes y no tiene miedo en morder – ella pudo escuchar cómo el hombre se levantaba, pensando que se iba.

Pero para la sorpresa de las dos, el hombre se sentó al frente de ellas.

Era un hombre alto, midiendo 1.90, cabello negro y ojos azules, piel clara pero oscurecida demostrando que era una persona que caminaba bastante y se quedaba poco tiempo en algún lugar fijo, camisa y pantalón negro que utilizaban los Anbus, poseía un collar con forma de reloj de arena y tenía una sonrisa carismática.

- Me llamó Steven. Y por lo que se nota, no soy de aquí, Hinata-san – dijo el hombre aun manteniendo esa mirada carismática mientras que Hinata lo miraba con un señor pronunciado y Kurama lo miraba de manera carnívora.

- ¿Qué fue esas tonterías que dijiste? – pregunto Hinata.

- Viajar el pasado es imposible. Y si fuese así, me encargaría personalmente de ir y matar a ese inepto Uchiha.

El hombre comenzó a reírse de manera payasa – En circunstancias normales, diría que sería muy cierto – el hombre agarro de su bolsillo un pequeño rollo y lo puso en la mesa – Aquí está tú respuesta, Hinata-san.

Hinata agarró el pergamino aún manteniendo la mirada encima del hombre. Lo abrió y comenzó a leerlo junto con Kurama.

- ¡¿Qué dem… - Kurama quitó su mirada al frente, pero el hombre se fue, cómo si jamás estuviese ahí.

- ¿Acaso uso un Shunshin especial? – pregunto Hinata con un poco de sorpresa.

- …No – Hinata miro a su amiga - Literalmente, desapareció en el aire – Hinata volvió a mirar donde estaba el hombre, para después ver el pergamino - ¿Estás segura?

Hinata miró a su compañera – Sasuke iniciara una guerra por alguna locura en su mente y…quiero verlo y salvarlo, cómo lo hizo conmigo.

- Un deber en sangre… - Kurama se posiciono delante de la Hyuga – Si vas a hacer está locura, pues déjame acompañarte a hacerlo.

- ¿Por qué?

- Estoy aburrida – Hinata rio bajo y simplemente la acarició en su cabeza.

Simplemente quería hacer las paces con él.

- Andando.


Era media noche y las dos chicas estaban caminando lo más silenciosamente y vigilando a su alrededor para que nadie les descubriese de su plan.

Vale, jugar con las líneas de tiempo era malo, pero sería peor que Sasuke iniciase una nueva guerra por alguna razón, haciendo que el verdadero héroe se sacrificase en vano.

Eso y no sabían cómo iba a reaccionar Sasuke con está posibilidad de viajes en el tiempo, hasta inclusive podría hacer que los Uchihas fuesen los dueños del mundo si matase a Hashirama durante las guerras de los clanes o durante el último enfrentamiento entre Madara y el Shodai Hokage.

Eran unas posibles consecuencias que nadie quisiera imaginar.

- Aquí – Hinata y Kurama, que estaba alrededor de su cuello cómo su fuese una bufanda, estaban en un callejón de la zona roja y que no era muy utilizable con la excepción del negocio de las prostitutas. Era una zona excelente para no ser vistos.

Hinata estaba dibujando un diagrama según lo que decía el pergamino que le entrego el extraño señor, que era una forma de un reloj de arena con cuernos encima y patas de araña debajo, y un circulo parecido cómo a un ojo en medio.

- Y ahora/¿Qué haces? – Hinata se volteó, escuchando cómo Kurama gruñía ante su visitante no deseado.

Sasuke Uchiha.

Con su vestimenta de Hokage, con la excepción de tener la palabra Kage en su sombrero, tenía el símbolo Uchiha en él. Uno de sus ojos-él derecho-tenía el Rinnegan y el otro el Mangekyō Sharingan Eterno, mirándola fijamente, por lo menos Hinata sabías los contras del Sharingan y uno de ellos era no mirar a sus ojos para no caer el Genjutsu. Tenía el Byakugan y además de ser la líder actual de los Hyugas, pero eso no significaba que Sasuke hiciese alguna tontería, más si se suma el posible viaje en el tiempo.

- Nada de tú inconveniencia, Uchiha – gruño Hinata mientras que Sasuke gruñía.

- ¿Entonces esa tontería del viaje del tiempo es una tontería también? – Hinata abrió los ojos ante las palabras del Uchiha ¿cómo lo supo? – Ese poder…es fascinante.

- Para ser de las tuyas, infeliz – gruño Kurama – Solo quieres este poder para hacer alguna bobería tuya para que el mundo vaya a peor.

- No…mejor – Sasuke se acercaba lentamente hacia las chicas, pero se detuvo al ver cómo Hinata se ponía en posición del Juken, haciendo que Sasuke niegue con la cabeza ante lo que veía – El mundo estaría mejor si los Uchihas lo dominasen, justo cómo lo quería Madara.

- ¡Madara no quería nada de eso! – grito enfurecida. Ella tenía muchos sentimientos encontrado-la mayoría nada buenos-acerca de esa persona que la controlo desde el principió antes de que la sellasen; pero ella, aunque jamás la admitiría, era que Madara quería un mundo mejor, un mundo sin guerras, un mundo donde las próximas generaciones podían respirar en paz. Quizás mantener el mundo entero en un Genjutsu era…extremo, pero aún así ella lo respetaba.

Pero esto era llevarlo a un nivel muy bajo. Lo que haría Sasuke sería un genocidio total.

- No me importa si Madara quería esto o no – se posiciono en posición de combate – Yo hare mi propio camino hacia la paz y – Sasuke fue envuelto de golpe por un ejercito de insectos, haciendo que este gritase de la sorpresa. Antes de que hiciese algún jutsu suyo, los insectos explotaron. Lo malo era que Sasuke tenía su Susanoo activado.

Las dos miraron hacia la reja de la derecha, y vieron que ahí estaba Shino – Suerte…traigan un futuro menor – Shino le dio una última sonrisa, mientras desaparecía entre las sombras del callejón, sabiendo que era su tumba al atacar al Kage de su aldea, posiblemente su clan entero también.

Pero si eso significaría que el mundo vaya un buen camino, se arriesgaría.

"Arigatou, Shino-kun"

No haría que su sacrificio fuese en vano, no ahora.

Posiciono su mano en frente del símbolo y brillo de un color azul, para después-y su gran sorpresa-uno de color morado oscuro. No le presto mucha atención y el símbolo comenzó a brillar y, para su sorpresa, el símbolo se partió en la mitad, mostrando un portal sin fondo, con círculos entre el blanco y el negro en un hoyo sin fin.

- ¡Hinata! – Grito Sasuke, saltando hacia las dos.

Pero antes de llegar, Hinata entro, se cerró el símbolo con fuerza y todo comenzó a iluminarse.

Lo que pudo sentir, era un ardor extremo.

Después se convirtió en nada.


Steven estaba silbando alegremente, caminando en una especie de oficina, con mesas con bebidas y ver a otras personas charlando entre sí.

Fue a una máquina de gaseosas y después metió algunos centavos para sacar un refresco.

Al agarrar la bebida, fue a un tablero y toco varias veces la pantalla para después ver una línea que estaba retrocediendo y retrocediendo.

Se detuvo en un punto especifico de la LARGA línea - ¡Bien! – se felicito a sí mismo ante lo que pasaba y solamente él y sus compañeros entendía.

Él vio, en ese mismo tablero, cientos de miles de líneas, y podía ver que algunas se desaparecían cómo si fuese un espectro para después aparecer menos de un segundo.

Otro, aparentemente, ocurrió una MUY pequeña explosión y, cómo la primera, reaparecía.

- Hay idiotas y luego estos tarados.

- Y hablando del rey – Steven se volteó para ver a uno de sus compañeros. A diferencia del hombre, este tenía 8 ojos y una mandíbula tipo arácnida – El jefe quiere hablar contigo.

- Pero ¿Qué hice?

- Mejor dicho, qué NO hiciste – el hombre se marchaba y Steven suspiraba.

Camino por varios pasillos, idénticos entre si pero de persona y sujetos distintos.

Llegó hacia unas puertas doble de roble. La abrió y lo que recibió era la mirada de un humano bastante enojado, en una posición casi igual cómo la de un dictador planeando su plan.

O en su caso, su regaño anual.

- ¿Sabes que hiciste?

- Sólo le di la llave para abrir los caminos del tiempo.

- ¡Y casi haces que la línea del tiempo se destruye! – le grito aún más enfadado que antes, levantándose de la silla - ¡Saben que harían los señores del tiempo al ocurrir eso!

- ¿Qué? – pregunto curioso.

- Me llevarían a una habitación TAN aburrida y sin nada que hacer y ellos me darán una explicación de más de 5 horas de nuestro deber, nuestras obligaciones y esas mierdas – se sentó en la silla, masajeándose las sienes – Sería la quinta vez en este siglo humano.

- Quizás, pero mi línea de tiempo está completa y no le ocurrió nada malo.

Su jefe comenzó a gruñir. Jamás lo diría, pero él tiene la razón eso, ya que no se rompió, desapareció o…algo parecido.

- ¿Por qué lo hiciste?

- Por aburrimiento – el jefe comenzó a gruñir.

- S-Solo vuelve al trabajo. Y si me entero que hiciste esto otra vez por aburrimiento ¡Te meteré de una patada en el primer agujero negro que encuentre, entendido!

- Si, si, papá – habló sarcásticamente mientras se iba.

El jefe suspiro, masajeándose las sienes – Ahora sé el por qué el jefe anterior se fue con todo y maletas al subirme a este tren de locos.

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