Rosa

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Valor

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Comenzó como una travesura, como un coqueteo infantil e inmaduro. Había creído que él sería como todo varón que caía a sus pies sin siquiera proponérselo, pero como esta vez era ella la interesada pensó que un poco de esfuerzo de su parte sería suficiente.

Qué equivocada estaba.

Su error había sido ver tan solo un cascarón, mas con el tiempo se dio cuenta que había más que eso.

El proceso de comprensión hacia aquel sayajín fue arduo, agotador, exasperante. ¿Y entonces por qué se esforzaba tanto en un hombre tan mentecato? ¡Patético! Se sintió indignada del esfuerzo que él le demandaba. —¡No lo vale! —se repitió varias veces, intentando convencerse.

Qué cosa más inútil.

Pero sus entrañas no le hicieron caso a su mente. ¡Maldita sea! ¿Por qué seguía intentando acercarse a él? Era claro que no estaba interesado. Peor aún, ni siquiera lograba darse cuenta de sus sentimientos.

¿Acaso era su orgullo el que la perseguía? Si así era, ¿desde cuándo le interesaba hacer caer a todos a sus pies? Sabía que el efecto que ella producía en el sexo opuesto era inexorable, pero siempre le había dado igual si lo tenía o no. ¡Qué estupidez! Ni que fuera aquellas que competían contra ella para ver cuántos hombres lograban conquistar. No, Bura Brief era mucho mejor que eso. No necesitaba probar nada a nadie. Solo a ella misma. Pero éste no era el caso.

¿Qué buscaba exactamente?

¡Qué sorpresa tan desagradable se llevó! Oh, sí. Eso mismo. Ese sentimiento la arroyó con una brutalidad abrumadora. Le causó un extraño e inusual pudor en ella, la invadió sin piedad y llegó para jamás dejarla. ¡Diablos! Ya era un caso irremediable. Se sentía tan molesta. ¿Ella? ¿Sentir algo así por un clase baja? Y para colmo, por él...

¡Qué remedio!

—Usted me gusta. —declaró imponente y decidida ante el sayajín, pero por dentro temblaba.

Él parpadeó y finalmente le mostró una sonrisa radiante y cristalina.

—Tú también me gustas. —dijo con afabilidad.

Y los ojos de la sayajín se abrieron incrédulos. El corazón latiendo desenfrenado.

Luego lo entendió.

—¡Maldito insecto! —exclamó totalmente molesta.

Había fracasado.

Fin.

N/A: Comienzo esta antología con mi OTP. Muchas gracias por leer. :D

A Chocolatmint, my almost twin, gracias por apoyarme siempre :3

¡Saludos!

Atte: Anna Bradbury