Todos los personajes son de J.K. Rowling menos los que me invente
Capítulo uno.
Bien esta es mi historia en el gran castillo de Hogwarts, yo soy una chica normal hija de muggles, es decir una sangre sucia como me dicen algunas personas de otras casas, sobre todo de Slytherin. No es que me importe, la verdad me da igual. Tengo dos mejores amigos que son chicos y por lo tanto no me entienden en ocasiones. Soy de la casa Ravenclaw y estoy en mi quinto año, Jack y Leo mis amigos también están en mi misma casa y curso. Somos como el trío dorado, Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger que están en sexto, excepto que no somos famosos y que somos completamente diferentes a ellos. Bueno mi aventura comenzó un mañana de octubre…. No sabía lo que me esperaba, después en ocasiones quise que no ocurriera pero mi curiosidad me llevo a ella, como suelen decir la curiosidad mató al gato y gracias a dios que a mí no me pasó nada…. Bueno... nada, nada….
Noté como alguien me hablaba y me quitaba la manta, al abrir los ojos vi en el pie de mi cama a Jack y a Leo riéndose de mi. Molesta me incorporé y les regalé un bonito gesto. Me levanté y les pegué una colleja a los dos en la nuca.
- Ay Amanda eso duele - dijo Jack sobándose la parte dolorida.
- No exageres - dije yo malhumorada.
- Uff vaya humos princesa - dijo Leo sonriendo.
- ¿Qué hacéis aquí? - pregunté acostándome otra vez en la cama - hoy no hay clase así déjenme en paz - volví a taparme con la manta escondiendo la cabeza.
- Venga dormilona - dijo Jack quitándome otra vez mi preciada, bonita y suave mantita - Es una hermosa mañana para salir a los terrenos. Además ¿No piensas desayunar? – como respuesta recibió un pequeño rugido de Amanda.
- ¿Me acabas de gruñir? - preguntó Jack riéndose - Lo ves Leo tuvimos que amaestrarla cuando aún podíamos. Eres una perrita mala, Amanda mala.
- ¡Está bien! - grité yo ya harta y levantándome de la cama - Ya estoy despierta ¿Contentos?
- Si - dijo Leo - Pero por mucho que hagas ya no te daremos el hueso que teníamos para ti.
- Estáis completamente locos no sé por que me junto con ustedes
- Tal vez por que somos guapos - dijo Leo
- Inteligentes
- Divertidos
- No yo no diría exactamente eso de ustedes - dije yo harta de su enorme ego, aunque fueran exactamente lo que dijeron – Además ¿Cómo habéis llegado hasta aquí? En las habitaciones de las chicas no pueden entrar.
- Ya sabes como, cogiendo una escoba - dijo Leo simplemente como si fuera normal.
- Ves eso hace que mi teoría de que estáis locos sea cierta - dije yo - Ahora marchaos ya, quiero cambiarme.
- Vale te esperamos abajo - dijo Jack saliendo por la puerta acompañado de Leo.
Suspiré y comencé a cambiarme.
