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Nunca

Los días pasaban tan rápido en esa ciudad…. no se dio cuenta de cuando ella se había vuelto tan importante para él, sabía que esa niña era especial, pero no sabía qué tanto, que siempre estaría preocupado por ella, a fin de cuentas ella era la única persona que le levantaba el ánimo, siempre ahí, hacia que no se sintiera solo, era, como él le decía, su gran amiga, no se daba cuenta de cuánto ella lo quería, era de una manara diferente, linda, siempre lo seguía y ella no sabía por qué, quizá era porque a su lado se sentía segura, sin miedo, diferente, esa sensación no podría olvidarla, era tan cálido el estar a su lado y tan frio cuando se iba.

Pero aunque ella le dijera algo, no serviría de nada, sabía que no podría tenerlo, que era feliz con alguien más, no le molestaba que pasara su tiempo con alguien más, no tenía derecho a sentir celos de alguien más puesto que no eran nada, sin embargo le preocupaba que esa persona con la que compartiría sus momentos más felices al igual que tristes, fuera una la cual solo le serviría para divertirse, ella sabía perfectamente de eso, porque eso era de las únicas cosas que las personas hacían, jugar contigo, ser su títere, manipularlos de cualquier forma hasta conseguir lo que quieren, definitivamente no quería eso para él.

Sabía que estaba con alguna persona buena, que lo quería amaba y que sería así por siempre, que no importa lo que pudiese suceder nada los podría separar, tendría que rendirse no podía competir en este horrible pero a la vez dulce juego, aunque esperaba la mas mínima oportunidad para intentarlo, la más pequeña e insignificante pelea de la cual podría aprovecharse, aunque sabía que no pasaría no perdería las esperanzas.

Había algo en ese chico testarudo, grosero, idiota, cabeza de zanahoria, que hacía que su cabeza, no pensara bien, que su corazón perdiera el ritmo descontroladamente cada vez que se acercaba mucho, cada vez que decía su nombre en susurros apenas audibles, pero lindo para sus oídos, siempre que veía a sus hermosos ojos color ámbar, se perdía en un mundo del cual no se podía escapar fácilmente, al mirar a sus labios una enorme curiosidad de cómo podrían saber se apoderaba de ella, el escuchar su cálida voz era una de las cosas que más podría apreciar en este mundo.

Y lo mejor que sus pequeños ojos pudieran ver… esa hermosa sonrisa

Los tenues y brillantes rayos del sol entraban por la ventana haciendo que cierta chica despertara de un sueño el cual no quisiera que terminara. Se veía graciosa ese estilo despeinado, su camisa toda desordenada y su baba seca colgando de su cachete, se levanto lentamente mientras se limpiaba sus pequeños ojos con su mano, miro a la mesa de al lado y se dio cuenta de que iba tarde a clases.

-Rukia! Corre que ya es tarde- dijo una voz que en cierta parte era molesta

-si claro- dijo como si no le importarse, de hecho no le importa mucho.

Se paro, tomo una toalla, su ropa, y se dirigió al pequeño cuarto con una pequeña cubeta llena de agua, después de algunos jicarazos de agua para poder quitar el olor a sudor y a quien sabe que, se alisto para salir.

-¿Vas a comer?-dijo otra vez esa molesta y chillona voz insoportable

- No, no tengo hambre…-

-Comerás con Ichigo no? –Una mirada traviesa y perversa se poso en su cara

-¿Y tú que sabes?- le molestaba cada vez que hacia eso, como si le importara, era una vieja chismosa para sus ojos

-qué manera más grosera para hablarle a la persona que te dio la vida no crees?

-Tsk, ni siquiera querías ser madre así que no puedes decir ese tipo de cosas-

-…-

-Ya me voy.-

Salió lo más rápido que pudo del departamento, se quedo sentada en la puerta, pensado en todo lo que ella era, pensando que todo lo que decían era cierto, quizá.

-Vas a quedarte ahí todo el día?- dijo una voz grave pero linda, haciendo que sus pensamientos se fueran volando hacia cualquier otra parte para no regresar.

-Planeaba hacerlo, ¿tienes algo mejor que hacer?.- dijo alzando su cabeza hasta llegar a ver sus ojos.

-Mm? Quería invitarte a comer algo, pero si piensas que es mejor quedarte ahí como una inadaptada social con problemas de impotencia no me importa mucho- dijo soltando una risita burlona.

-Mira quién habla! La persona con menos amigos que he conocido! –le correspondió con el mismo tono sarcástico y la risita- aparte… quien eres para juzgarme?

-Una persona que tiene trabajo, vida y no siente que su vida es mierda…-

-Quien dijo que mi vida es una mierda?!

-Tú, siempre que tienes problemas…-

-Ah cállate y mejor dime qué hay de desayunar?- se levanto de el suelo estando aun más cerca de él.

-Quien dijo que te llevaría a comer?- cerro los ojos y se encojo de hombros dándole la espalda

-Tú, hace unos minutos, antes de decirme que mi vida es una mierda.-

-Jmp, vale. Pero iremos a donde yo quiera.-

-Siempre vamos a donde tú quieras, baka,-

-Supongo que tienes razón, tomando en cuenta que yo siempre pago.-

-No necesito que pagues por mi-

-A caso tienes dinero?.-

-..No...-

-Entonces, calladita.-

-Baka-

-Gracias- la tomo de la mano y se dirigieron a toda prisa a un restaurante vegetariano, el favorito de ichigo.

-Que quieres enana.-

-Una ensalada.- tomo el menú ojeándolo intentando encontrar algo que no fueran frutas o verduras o algo verde.

-jejeje por si no te das cuenta hay de muchos tipos, Baka.

-Pues que esperabas? Hay como 100 tipos diferentes de ensaladas, solo a ti se te ocurre venir a lugares como este….

-Yo pago no? Mejor agradece.-

-Puff.- se desplomo en la mesa, en verdad no quería escuchar al cabezota, era muy molesto algunas veces.

-Rukia….-

-Qué?.-

-Quiero hablar contigo de algo muy importante.-

-Que quieres?.-

-Aquí no, te lo diré en la casa.-

-Estábamos hace algunos minutos allá no pudiste habérmelo dicho antes?

-Quizá, la verdad apenas me acabo de acordar.-

-Baka.-

En eso llego una mesera con una charola, dejo un plato con algunos pimientos rellenos con arroz y en el otro plato una malteada y un helado.

-….Yo pedi una ensalada…-

-No lo quieres? ….. si no, puedes dármelo.-

-SI! SI LO QUIERO!- dijo tomando con mucha posesión su comida.

-itadakimasu-

-itadakimasu-

El día paso con tranquilidad, bueno normal, Rukia era molestada por todos los chicos de su curso como siempre, Ichigo se la paso de empalagoso con su novia como de costumbre, Ella evitaba lo mas que podía su casa, era más interesante las calles que "adentro del hueco como solía" decir, mientas que el intentaba salir lo menos posible, puesto que se la pasaba muy bien con su novia.

EN LA NOCHE-

-Que querrá decirme Ichigo?, espero que no sea nada malo, quizá va a visitar a sus hermanas, o se va de viaje con Orihime, mmm no se me ocurre nada más. En verdad no quiero llegar, no quisiera que me dijera algo triste.- absorta en sus pensamientos, no se dio cuenta de que tropezó con alguien.-

-Oh lo siento disculpe señor.-

-Tsk, que idiota, no sabes para que se usan los ojos?-

-Oye, ya te he pedido disculpas, que mas quieres?

-…Olvídalo tonta.-

-Cállate estúpido.-

-Como me has dicho?

-Que no escuchaste? ¿o acaso aparte de siego eres sordo?

-Yo no soy el que anda chocando con todos.-

-No es mi culpa que mastodontes como tu tapen el paso.-

-Tsk. Ya cállate maldita.-le soltó una bofetada, pero ella fue más rápida y tomo su mano, el chico intento soltarse del agarre pero eso fue imposible.

-Que me sueltes enana del demonio.-

-No me digas así nunca.- apretó mas su mano y la doblo haciendo que callera al suelo.

-Jefecito- dijeron al unisonó otros 3 tipos

-tsk. Maldita, ahora veras que pasa cuando te metes con nosotros.

Tomaron a Rukia por los brazos y por la cabeza haciendo que se inclinara para atrás, mientras que los tres ayudantes la tomaban por atrás el otro sujeto le pegaba en el estomago y en la cara, haciendo que su ojo se hinchara, su labio y su ceja se abrieran. Cuando acabaron de golpearla la dejaron tirada en el piso toda desangrada, cuando se iban, el Líder los detuvo.

-Hagan que se arrepienta de haber nacido.

-Jmp.- Asintieron con la cabeza.

Como si no hubiese sido suficiente con lo de antes los otros tipos la empezaron a patear cuando aún estaba en el suelo, haciendo que sangrase aun más. En cuanto pudo se levanto toda temblorosa, avanzo lentamente hacia donde estaba su casa, gateando, forcejando, como pudo subió las escaleras, como era tarde nadie se molesto en abrir la puerta para ver de donde provenían esos agudos y sonoros gemidos de dolor. Estaba a algunos pasos de su casa cuando de desplomo cerca de la puerta, sus ojos se llenaron de lágrimas que poco a apoco bajaban por sus mejillas mezclándose con su sangre y entando en alguna herida, el único sonido que pudo salir de su boca fue un triste y doloroso-Ayuda.-

Casa de Ichigo

-Esa niña, como se tarda, donde estará? Le dije que la quería ver para hablar con ella, jejeje seguro que se perdió camino a casa, ¿la buscare? ,neee así aprenderá a cuidarse sola, pero pensándolo mejor, y si le pasa algo?- sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho un sonido que lo dejo alado, -"ayuda, por favor"- se volvió a escuchar la voz de Rukia, un gran vacío se apodero de él, sentía que un escalofrió recorrer toda se espalda, desde su columna hasta donde terminaba su espalda. Sin pensarlo 2 veces abrió la puerta y se encontró con una horrible escena, ahí estaba ella, su cuerpo lleno de sangre y un rastro de la misma se encontraba desde la entrada y su puerta.

-RUKIA!- grito y la cargo intentando que no muriera, llamo a todas las puertas, pero al no encontrar respuesta la cargo en brazos y la llevo corriendo hacia donde vivía un amigo suyo que era doctor, había estando lloviendo toda la semana y ese día no era la excepción, estaba todo enlodado.

Ichigo cayó al suelo, sujeto a Rukia aun mas fuerte para que no se lastimara, no podía evitarlo, se preocupaba mucho por esa niña, era muy especial para él.