Bueno, vengo con una nueva historia que no se ni de donde me vino, pero que me ha dado para pensarle un rato, es todo un reto para mí... nunca he escrito algo tan largo...no creo que sean muchos capítulos pero ya veré que sale de mi cabecita... gracias por leer

Dislcaimer: ninugún personaje reconocible me pertenece, todos son de J.K.


Capítulo 1.

Era una tarde nublada y ventosa que amenazaba con tormenta, el crujir de las ramas y las hojas de los árboles azotándose unas con las otras eran la música de fondo del escenario tétrico y desolado que se iba construyendo. Las hojas desprendidas de los árboles eran arrastradas salvajemente por el viento húmedo y terminaban su turbulento viaje en cualquier superficie que se interpusiera en su camino.

Pasos, pasos lejanos que de a poco se tornaban más nítidos interrumpían la sonata de la naturaleza; un par de botas eran las causantes del crujir entre el silbido que nacía en las copiosas copas elevadas. Botas negras con tacón de aguja, adornadas con agujetas al mismo tono que eran acariciadas por el borde de un abrigo granate, dejaban a su paso hojas machacadas en la tierra; vestían los pies de una mujer de piel tostada, nariz larga y ojos cafés redondos, tan grandes que parecían desencajar con su barbilla afilada y pómulos escurridos. Una espesa mata color caoba que llevaba sostenida en un moño relajado dejaban escapar unos mechones a los costados de su rostro que bailan con el viento. Su expresión era impasible, levantó la mirada y se detuvo, ya podía contemplar aquel castillo legendario que la había albergado hace tantos años, cruzó las rejas adornadas con sendos cerdos alados y las imágenes que se iban levantando ante sus ojos eran sobrecogedoras.

El imponente castillo de Hogwarts estaba gravemente derruido, se podían ver escombros a lo largo y ancho de los jardines, las puertas de entrada colgaban de sus goznes y una ligera y casi imperceptible nube de fino polvillo estaba suspendido en el aire dificultando un poco la respiración. El epítome del desastre y la desgracia se evidenciaba con los cuerpos que aun permanecían regados por ahí, los cuales poco a poco eran levantados por unos cuantos que no parecían estar más vivos que aquellos que llevaban en brazos. La mirada de la mujer se llenó de tristeza e impotencia ¿y dónde demonios me encontraba yo mientras esto pasaba? Pensó. Siguió su camino a la entrada del castillo. Dentro el panorama no cambiaba demasiado, todo tenía un aspecto espantoso; caminó hasta llegar al gran comedor, habían removido las mesas y en el piso se encontraban heridos de un lado, y del otro dolientes llorando sobre aquellos que habían dejado antes este mundo. Metió las manos cubiertas por guantes negros de piel en los bolsillos de su abrigo, como demostrando vergüenza por no haber estado ahí mientras otros tantos daban sus vidas para salvar la suya, bajó la mirada y caminó entre las personas, podía reconocer muy pocos rostros, entre ellos pudo distinguir a una familia de encendidas cabelleras rojizas ¡oh no, no los Weasleys! Pero no se detuvo a averiguar, cerró los ojos con fuerza y siguió, solo buscaba a una persona, pero no conseguía dar con ella, no debería ser difícil encontrarlo, ese viejo chocho saltaba a la vista aun sin ser esa su intención. Entre las personas pudo distinguir a la profesora McGonagall y hacia ella se dirigió.

"Profesora, quizá no me recuerde soy…"

"Como no recordarte muchacha, me alegro de verte y saber que estás bien" le contestó la mujer.

"oh bien, yo… yo lamento no haber estado aquí, justo hoy regresé de América… yo no sabía… he estado incomunicada desde hace meses… si hubiera sabido… yo … en verdad lo lamento…yo…"

"Basta" la interrumpió la profesora "aquí nadie puede culparte por no estar presente, no es como si hubieras huido a propósito… pero ya que estás aquí, podrías ser de ayuda para nosotros"

La mujer la miró con ternura y asintió "lo que sea necesario" . La profesora la guió por entre los heridos y la condujo hasta la profesora Sprout. "Pomona, espero que recuerdes a la Srta. Bloom, ella estudió aquí hace 15 años, ella nos ayudara con los heridos… la dejo contigo" dijo la profesora y se retiro, poniendo antes una mano sobre el hombro de la Srta. Bloom a modo de despedida y agradecimiento.

"Profesora…" saludó, la mujer en respuesta inclinó la cabeza "dígame, como están organizados…" prosiguió, la profesora le dio los pormenores y ella se dispuso a la faena. Suturó heridas, controlo hemorragias y reparó huesos rotos, cuando el trabajo disminuyó se acercó de nuevo a la profesora McGonagall. "Profesora, me parece que ya están las cosas bajo control,¿ hay algo más en lo que pueda ayudar?"

"De hecho sí, justo ahora platicaba con el Sr. Potter, hay algo más que falta por hacer, es algo un poco incomodo para la mayoría de las personas aquí, pero supongo que por ser usted Medimaga puede manejarlo…mejor."

Bloom, volteó a ver al chico parado junto a la profesora con mirada inquisidora, así que este es el niño que vivió…dos veces al parecer, pensó, "Bien, díganme…de que se trata"

El chico tomó la palabra, y solemnemente dijo: "Se trata de recoger el cuerpo de Severus Snape".


Bueno hasta aquí lo dejo por ahora, espero actualizar pronto. Ya iremos viendo poco a poco quien es esta señorita Bloom y de que va en esta historia.

Gracias por leer y cualquier comentario y crítica es bienvenida.