Las letras cursivas son flashbacks.
Las normales son tiempo presente.
La vista que le ofrecía el espejo situado frente a él solo era capaz de mostrarle una imagen: un chico de 16 años, con cabello blanco y unos ojos oscuros. Muchos dirían que su apariencia podría ser única, pero lo cierto es que no era así, no cuando contaba con una hermana gemela.
-Conseguí un lugar para estudiar el siguiente año en el Instituto Smash.
El chico, de entonces unos 15 años, volteó a ver a la chica que acababa de entrar a la habitación.
-Oh. Que bien.-Dijo sin interés, prestando nuevamente atención a su libro mientras se volvía a a acostar en su cama para seguir leyendo.
- ¿Así demuestras tu emoción?-Preguntó ella mientras dejaba caer su mochila en el suelo y se sentaba en una cama situada del otro lado del cuarto.
-Sabía que podías hacerlo, -levantó su pulgar con indiferencia, sin dirigirle la mirada -si eso quieres saber.
- ¿Ya decidiste en que preparatoria estudiarás?
-Planeó seguir mis estudios por internet. Ya sabes, tú estudias y yo trabajo.
La chica suspiró.
-Robin,-el chico ya sabía que dirección tomaría la charla-ya sé que es difícil mantenernos; no alcanza con lo que nos envían nuestros padres, trabajas mientras yo sigo estudiando, pero en serio, debes comenzar a estudiar en una escuela donde haya maestros,-el chico iba a hablar, pero ella le dio una mirada de "cállate y escúchame"- alumnos y, mínimo, hayan pupitres donde sentarse.
- ¿Te refieres a que busque una escuela de verdad?
-Si.
-Bueno, podría estudiar en el instituto que está en el centro de la ciudad.-El joven decía mientras mantenía cerrados los ojos cuando de pronto los abre recordando un detalle muy importante.- ¿Pero cómo pagaremos tus estudios? El Instituto Smash es de los más caros.
-Pediré la beca de excelencia. Solo debo presentar un examen antes de que inicie el curso y si lo apruebo y demuestro un buen empeño al inicio del año me darán el dinero que se gasta todo el año allá y otro extra para mí.
La chica se paró y recorrió la cortina que usaban para dividir la habitación y darse privacidad. Lo más probable es que se quería quitar el uniforme de su secundaria y dormirse.
-Buenas noches, Robin.
-Buenas noches, Rufure.
Ambos hermanos apagaron las luces y se durmieron.
-Debo estar loco como para aceptar hacer esto.
Abrió una bolsa y comenzó a sacar todo lo que había adentro.
Comenzó a acomodar cada objeto en el tocador en el cual había estado viéndose todo ese tiempo. Cualquiera que lo viera le preguntaría como sabía acomodar cada cosa en su lugar, o si tan siquiera podía distinguir que era qué . Pero lo que nadie sabía es que no era su primera vez haciendo esto.
- ¿Qué haga qué?
-Presenta el examen para la beca por mí.
Ambos se quedaron en silencio. Robin no dejaba de ver a su hermana mientras ella se limpiaba la sopa que su gemelo le había escupido en la cara. Hace tan solo unos momentos estaban charlando mientras comían de manera tranquila y de repente su hermana, en medio de su charla, soltó de golpe aquellas palabras, que no sabía que provocarían muchas situaciones a futuro.
- ¿Porque quieres que haga eso? ¿No se supone que debes ir tú ?
-Se me presentó un compromiso de último momento, además, eres igual de inteligente que yo, y fácilmente podrás engañarlos haciéndote pasar por mí.
- ¿No puedes presentarlo otro día?
Rufure, una vez terminó de limpiarse la cara, negó con la cabeza.
-Ese es el único día para presentarlo. Y si no es ese día tendré que esperar hasta el siguiente año, no creo que pueda pagar ni siquiera los materiales.
El albino parecía pensarlo. Ella sabía muy bien que él no era capaz de dejarla en una situación como esa, pero parecía que incluso había límites para los favores que le pedía.
-Supongamos que acepto disfrazarme para presentar por ti, pero ¿y si sospechan que soy hombre?-dijo nervioso- Nos parecemos pero no como para que en verdad crean que soy tú.
La fémina estiró sus brazos para alcanzar las manos del chico.
-Descuida Robin,-dijo su hermana mientras entrelazaba los dedos de sus manos con los suyos-ya lo tengo resuelto.-Terminó la frase con una sonrisa algo macabra en ese momento comenzó a sudar frío el joven, empezaba a tener un mal presentimiento.
No había notado hasta hace un tiempo lo largo que estaba su cabello. ¿En serio estaba tan ocupado que ni siquiera se dio cuenta de lo mucho que creció? Como sea, eso ya no importaba. Lo necesitaba de esa forma, durante un tiempo.
La joven entró al edificio, caminaba mirando los números de las aulas para encontrar en la que se presentar a el examen. Cuando la vio caminó rápidamente e ingresó en ella, había un profesor sentado frente a un escritorio con las pruebas que se aplicarían.
- ¿Cuál es su nombre?-le preguntó.
-Rufure Daraen-dijo la peliblanca con un tono algo bajo.
-Daraen, Daraen -el señor buscaba su nombre para marcar su asistencia y con una mano le extendió un examen.-Solo puedes usar lápiz del 2 , no hables y nada de celulares.-Decía lo último mostrándole una caja que contenía varios de estos aparatos.
Ella sacó del bolsillo de su pantalón un celular algo viejo y lo metió en la caja.
-Se te devolverá al terminar tu prueba.-Terminó de darle las indicaciones a la vez que le daba una hoja de respuestas.
La joven asintió y se dirigió al fondo del salón donde estaban los únicos lugares vacíos. Dos horas después entregó el examen, le devolvieron su celular y se fue.
Cuando la peliblanca llegó a su casa y abrió la puerta se topó con una chica que la miraba satisfecha.
- ¿Cómo te fue, Robin?
-Bien, supongo. Estuvo fácil.-Decía el muchacho quitándose las extensiones del cabello y dejándolas en una mesa cercana.
-Rufure
- ¿Si?
-No me vuelvas a pedir algo así.
-De acuerdo. Ahora vete a cambiar.
El chico se fue a la habitación de ambos para poder hacer lo que su gemela le ordenó. Estaba harto de usar la ropa de su hermana.
Se quedó mirando su reflejo por un rato. Quería memorizar su imagen de ahora, porque de seguro pasaría un largo tiempo para volver a verse así.
-Oye Robin-le habló un chico de cabello y ojos azules.
- ¿Qué sucede Marth?-volteó a verlo el albino, despegando su mirada de su libro.
El peli azul, que estaba algo nervioso, giró su cabeza para observar a otro peli azul de ojos azules y a un rubio, también, de ojos azules. Ellos le hacían señas que indicaban que continuará. Los miró enojado.
-Ocurrió algo con Rufure.
El peliblanco miró sorprendido a los compañeros de su familiar.
Cepilló su cabello, después dejó el cepillo en el tocador y agarró la mitad de su cabello con una mano y con la otra comenzó a sujetarlo con una liga. Se haría dos coletas, como su hermana.
- ¿Que haga que?-sentía que se estaba repitiendo la misma escena de hace un año, hasta había contestado igual.
-Ella quiere que finjas ser ella por un mes.-Terminó de decir por Marth el joven rubio, Link.
Hubo un silencio incómodo.
-Ya le había dicho que no me lo pidiera otra vez.-Robin resopló molesto.-Y quiere que lo haga por más tiempo.
El otro peli azul presente en la sala, Ike, dio un paso hacia adelante.
-Su beca peligra, Robin.
El susodicho se sobresaltó debido a su comentario.
-Si no va las primeras semanas, corre el riesgo de que se la quiten.
-Igual que la última vez.
Se puso un poco de rubor rosa pálido, por la blancura de su piel.
-Ella nos dijo que no es la primera vez que lo haces.
Robin miró molesto al rubio.
-No lo es, ¡pero quiere que finja ser una chica por un mes!-se llevó las manos a la cabeza.
-Descuida, nosotros te ayudaremos.-Dijo Marth para intentar calmarlo.
-Por supuesto, para eso están los amigos.-Respondió Link colocando su mano derecha en el hombro izquierdo de Robin en señal de apoyo.
-Mas que nada Marth, para fingir ser una chica no necesita ni disfrazarse.-Se burló Ike, recibiendo un golpe en la espalda por parte de Marth, quien se encontraba rojo del coraje, que no le dolió.
Eso provocó una pequeña sonrisa en el albino.
Todo resultaría bien con ayuda de sus amigos, ¿cierto?
Agarró el rímel y dio dos pasadas en sus pestañas.
-De acuerdo.-habló el peli azul con apariencia poco masculina-Supongo que todos sabemos de que manera ayudarlo.
El otro peli azul y el blondo asintieron.
-Por cierto,-recordó Link-le conté del problema a una amiga experta en el tema. Dice que contamos totalmente con su apoyo.
-Entonces, eso nos convierte en un criminal usurpador travesti con cuatro cómplices.-Bromeó Ike.
-Hay que tener mucho cuidado. No podemos permitir que se descubra lo que vamos a hacer.- Dijo de manera seria Marth.
Se puso el brillo para labios, teniendo cuidado de no salirse del borde.
Se acomodó el fleco y se miró en el espejo prestando atención a su nueva apariencia. Era la copia perfecta de su hermana.
Carraspeó un poco e intentó poner un tono que le permitiera sonar casi igual a su hermana.
-Soy Rufure Daraen, es un gusto conocerlos.
Hola, es un gusto ver que te hayas tomado la molestia de pasar por este fandom y hayas elegido leer mi primer fic en este sitio. La idea surgió después de que mi hermana viera un dorama de una chica haciéndose pasar por un hombre en una escuela de hombres, obviamente. Yo le pregunté "¿te imaginas una historia así en la que Robin se haga pasar por una chica?" y ella me dijo que la escribiera, por eso estoy aquí. Es mi primera historia así que perdóname ante cualquier error ortográfico y no temas en decirme en que puedo mejorar, me ayudará mucho.
Bueno, es todo. Pasen buenos días, ¿tardes?, ¿noche? Lo que sea en donde vives.
Hasta luego.
