Disclaimer: Pucca le pertenece a Vooz, no a mí. ¿Felices?

N/A: Los personajes en mis historias son más grandes, a no ser que se indique lo contrario. Aquí Garu tiene 16, y Pucca 14.

Ching comía animadamente en el Goh Rong, el restaurante de fideos más popular de la Aldea de Sooga. Era uno de sus lugares favoritos, ¡y la comida era deliciosa!

Suspiro. Como le gustaría que Abyo y ella tuvieran una cita romántica ahí mismo. ¡Oh, Abyo! En su mente, se imaginó una escena al estilo "La dama y el vagabundo", protagonizada por los dos. Abyo siendo atento y caballeroso con ella, tratándola como una princesa. ¡Que romántico!

Pero esa fantasía no se cumpliría en un futuro cercano, todo por la torpeza e ingenuidad de su "novio". Si tan solo Abyo fuera menos… bueno, Abyo. Pero de todos modos, ella así lo quería.

Tan perdida estaba en su ensoñación, que no se percató de una presencia a su lado. Escucho a alguien aclararse la garganta, y volteo para encontrarse con un molesto Garu, quien la fulminaba con una mirada acusadora.

Pero lo que más llamaba la atención, eran las marcas de beso que tenía por toda su cara, de un llamativo color rojo oscuro que contrastaba bastante con su piel clara. Estaban en sus mejillas, en su frente, en su barbilla y hasta en su nariz y sus parpados.

Miraras por donde miraras, el rostro de Garu estaba cubierto de besos.

Ching comenzó a reír nerviosamente, comprendiendo la situación y la molestia de su amigo.

—Veo que te gusto el labial de larga duración que te regale, ¿cierto, Pucca?

La aludida se asomó detrás de Garu, soltando su típica risilla traviesa y asintiendo animadamente, con sus labios pintados de un profundo color rojizo idéntico al de las marcas del ninja. Garu gruño, mostrando su disgusto e inconformidad con la situación.

—Descuida Garu, podrás quitarlo después de 24 horas—trato de animarlo.

Garu, nada contento, dio media vuelta y se alejó de ellas, haciendo lo mejor que podía de ignorar las divertidas miradas que le dirigían los comensales al ver su besuqueado rostro. Pucca sonrió, y despidiéndose de su amiga, fue tras él, como siempre.

Ching los siguió con la mirada, observando como Pucca juguetonamente lo sujetaba y trataba de dejarle otro beso pintado, sumando uno más a su obra de arte, mientras Garu hacia lo posible por detenerla y tallárselos, inútilmente claro está.

No pudo evitar reír divertida ante tan graciosa y tierna escena. Pobre Garu. Pero estaba feliz de que a su querida amiga le hubiera gustado su regalo. Dispuesta a terminar con su plato de fideos, continuo almorzando, mientras Abyo ocupaba toda su mente, de nuevo.

Volvió a suspirar. ¡Oh, Abyo!

Hey! Un pequeño drabble para reírse un ratito y soltar un: "Aww" XD

Por favor no olviden dejar sus review! Yo los leo todos y trato de contestarlos todos.

¡Muchas gracias a todos por leer! Me hace feliz que les gusten mis historias :')

¡Nos leemos después! n_n