Disclaimer: La mayoría de los personajes como el mundo mágico de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling.
Advertencia: Esta historia no siempre tendrá finales felices, si no quieres leer a tus personajes favoritos sufriendo mejor pasa de largo porque aquí los héroes no siempre van a ganar ni el bien triunfará en todo momento.
Narrador
En una cabaña existente en la zona boscosa más recóndita del pueblo de Hogsmeade una pareja había decidido refugiarse para poder pasar un tiempo a solas, o al menos eso creía él.
-Fue un funeral hermoso, las palabras de Amos, el lugar, sin duda era un chico amado. Apenas si lo conocí durante las clases pero recuerdo lo perseverante y gentil que era.-
Mientras él permanecía meditabundo y perdido en sus recuerdos sobre el recientemente muerto Cedric Diggory la chica que estaba acostada sobre sus piernas se incorporó hasta quedar sentada a horcajadas sobre él.
-Es cierto, era un buen chico, ha sido una pérdida terrible para toda la comunidad mágica. Además era hijo único, no logro imaginar todo el sufrimiento por el que debe estar atravesando su padre, perder a alguien que amas debe ser… ni siquiera logro encontrar una palabra que lo describa. Si yo perdiera a Draco o a mis padres o a ti.-
La rubia se llevó una mano hasta el pecho y propinó un leve sonido de angustia que inmediatamente fue callado por un tierno beso de su novio.
-Tranquila, no debes de preocuparte por eso, tú no vas a perderme nunca.-
Los ojos verdes de la chica que él tanto amaba comenzaron a llenarse de lágrimas y su voz se convirtió en casi un quejido terror.
-No puedes prometer eso, nadie puede hacerlo, ya no. El-que-no-debe-ser-nombrado volvió, no hay una sola persona a salvo.-
Los brazos del hombre la envolvieron tratando de imprimirle seguridad.
-Lo sé pero volveremos a estarlo, te lo juro. Ya una vez fue derrotado…-
-Y volvió.-
-Esta vez será diferente.-
Ella se alejó un poco y lo miró directo a los ojos.
-¿Cómo? ¿Cómo puedes matar a alguien que parece que no puede morir?-
-Harry lo hará, es su destino, él lo vencerá y nosotros lo ayudaremos.-
-¿En serio? ¿Cómo ayudaron a Cedric ó cómo evitaron que Barty usurpara a Ojoloco?-
El semblante del hombre perdió la esperanza por un momento, las manos de la chica fueron a parar hasta su rostro.
-Lo lamento, no quise ser cruel pero estoy aterrada, mis padres, toda mi familia apoya a ese lunático y yo estoy justo en medio. Se supone que no debería estar contigo porque eso significa traicionarlos y no quiero hacerlo pero tampoco quiero estar con ellos si eso significa estar con quienes podrían llegar a lastimarte. Remus, te amo demasiado pero no sé qué debo hacer. No soy tan valiente.-
-¿Cómo dices? Te he visto enfrentarte a tu peor miedo, literalmente, y ni siquiera parpadear al vencerlo, ayudaste a vencer al troll que casi acaba con Harry, Ron y Hermione, luchaste contra cientos de dementores y me noqueaste cuando me salí de control en mi estado lobuno el año pasado. Eres la chica más inteligente, poderosa y valiente que jamás he conocido. No puedo decirte lo que debes hacer, eso es algo que debes decidir por ti misma pero sí te diré que sin importar lo que elijas yo siempre estaré contigo.-
-¿Aún si eso significa darle la espalda a lo que crees?-
La voz de Lupin se resquebrajó.
-Aún si eso significa tomar tu mano mientras el mundo a nuestro alrededor se cae a pedazos.-
-Te amo, Remus.-
-Te amo, Madison.-
La rubia unió sus labios a los del castaño, se fundieron en un largo y profundo torbellino de lenguas y caricias, primero suaves y luego cada vez más intensas. Las manos de Madison bajaron hasta el pecho de su chico y comenzaron a desabotonar su camisa. Él trató de parar pero ella no lo permitió, hasta ese momento su relación había consistido en besos y caricias furtivas pero él se dio cuenta que en esa ocasión las cosas tomarían un rumbo mucho más íntimo y no es que no lo deseara, al contrario, pero no quería que ella se arrepintiera, la amaba tanto que tan sólo pensar en la posibilidad de decepcionarla lo mataba.
-¿Estás segura?-
La chica le dio una enorme sonrisa tranquilizadora, lo enrolló con sus brazos y piernas y realizó una aparición conjunta, ahora ambos estaban en la habitación principal, colocados en la cama con ella aún a horcajadas sobre él.
-Te lo diría pero prefiero que lo sientas.-
Con un movimiento de su varita la ropa de ambos quedó en el olvido y lo siguiente de lo que fue consciente el castaño fue de lo ciego que había estado, la belleza de su amada era un millón de veces más grande, ante sus ojos, de lo que jamás lo había sido.
Mientras Madison y Remus se unían en uno y se dejaban llevar por la pasión, Bellarix Lestrange aparecía ante su amo para darle las últimas noticias.
-Mi Señor, está hecho, no tendremos problemas, el lobito está loco por ella.-
La risa psicótica de Voldemort retumbó en las paredes de la Mansión Malfoy.
-Magnífico, sabía que Madison no me decepcionaría, ella es única.-
La mujer se unió a la risa de gozo y asintió con un brillo de orgullo y admiración en los ojos.
-Por supuesto que sí, amo, ella tiene la grandeza en las venas.-
