Disclaimer: Ni Kiba ni Shino me pertenecen, ni ningún otro personaje, ni la serie de Naruto, ni el manga, ni el (ya, ya) todo pertenese a Kishimoto-sama.
Este es un fic shonen ai sobre Kiba y Shino (me gusta esta pareja), aparecerán más personajes, pero por ahora solo estos coomo importantes, el lugar es Konoha, aunquees una especie de AU, porque no especifico en qué época se encuentran. ojalá dejen reviews para ver si les gusta y lo continúo valeee, ok, aquí se los dejo, disfrútenlo!
"lo que dice alguien sin ser propiamente parte de un diálogo" o cuando citan lo dicho por alguien más.
"lo que piensan"
"Ya veremos"
Era verdad que Shino era un chico de pocas palabras, pero esto era el colmo ¿eso era un si o un no?. ¿era un me las pagarás?. ¿O un "déjame pensarlo"?. Lo único cierto era que Kiba estaba en dificultades emocionales, pensaba que decírselo sería un alivio para su pobre corazón. Después de pensarlo mucho y escoger las mejores palabras, ver películas románticas, examinar mangas Shojo y ver telenovelas hasta hostigarse, para declarársele a un amigo que estaba más que claro que no le gustaban los niños, y de pensar en las dolorosas formas en las que recibiría una respuesta (kiba imaginaba un tormento con palabras de arrepentimiento por su osadía y Kikais incluidos), nadie lo preparó para un "Ya veremos", eso era definitivamente el acabóse.
"Ya veremos"
Eso fue lo único que Kiba recibió por respuesta.
Pero la respuesta que le había dado no era del todo desalentadora ¿o si?.
-¿Ya veremos¿Ya veremos cuando? ... ¿Qué rayos significa "Ya veremos"!
Kiba andaba por la calle gritando sin fijarse en que todos lo miraban, lo único que le importaba en ese momento era tumbarse en la cama y descargar toda su frustración con su almohada… y luego tener que explicarle a su mamá por qué la recámara estaba hecha un completo desorden.
Shino lo miraba inexpresivamente, desde lejos.
Al llegar a su casa Kiba pudo notar que no había nadie, solo una nota en la mesa que tenía escritas algunas instrucciones, la letra estaba desordenada y temblorosa, aún así pudo reconocer que era de su hermana.
"en cuanto llegues alcánzanos en el veterinario, la revisión no fue
Del todo exitosa, Akamaru está enfermo. "
¿Akamaru enfermo?. ¡Pero si solo iban a ponerle su vacuna anual contra la rabia, además, en la mañana se había portado muy bien, incluso no insistió en irse con Kiba en lugar de acompañar a Kuromaru al veterinario…
- ¡Pero claro! Akamaru nunca se comporta así ¡qué tonto soy, debí darme cuenta antes!
Kiba salió apresuradamente de su casa sin fijarse que la puerta no había cerrado correctamente, no le importaba, su mejor amigo estaba enfermo y parecía no ser cualquier cosa. No se dio cuenta en qué momento las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, solo podía pensar en su amigo Akamaru, las personas que hacía unos momentos lo habían visto gritando enérgicamente ahora lo miraban extrañadas al verlo llorar mientras corría hacia la veterinaria"estos Inuzuka¡son tan raros!" se decían entre ellos y continuaban sus labores domésticas.
Al llegar al veterinario encontró a su mamá en la entrada, un poco más atrás estaba su hermana sentada en una silla y cubriendo su cara con sus manos entre sollozos.
- ¿qué está pasando?. ¿Mamá¿hermana¿en dónde está Akamaru?
- Kiba – su mamá se acercó a él y le tomó cariñosamente la barbilla – a Akamaru le detectaron una grave complicación en su sistema nervioso, está en peligro de morir…
De repente todo el mundo se desmoronó ante él, jamás había pensado en que Akamaru lo dejaría, y menos tan pronto.
…Cuando quieres a un amigo nunca piensas en la separación,
no importa si ese amigo es un animal,
si lo quieres
siempre esperarás a estar con él…
Kiba pasó a la parte del fondo de la veterinaria, al lugar de los animales enfermos, a donde le había prometido a Akamaru que nunca le dejaría entrar, y ahora estaba ahí, parecía un cachorro cualquiera, un perrito indefenso y desahuciado. Akamaru levantó la mirada al sentir la presencia de su amo, pero estaba muy deprimido como para levantarse. Kiba se acercó para mirarlo y le acarició la cabeza.
Intentó no llorar, pero cada vez que quería decirle algo sentía como sus fuerzas faltaban y le temblaba la voz, así que no dijo nada. Akamaru lo miraba con sus ojos cristalinos por las lágrimas, pero tampoco dejó escapar ninguna. Así permanecieron un rato hasta que la hermana de Kiba le separó de la mesa indicándole que se fuera a descansar.
- Yo me quedaré a cuidarlo esta noche, se que mañana tienes una misión con tu equipo…
- ¿Misión! – Kiba gritó enfadado - ¿cómo puedo pensar en ir a una misión cuando mi mejor amigo está en…en… - no podía decirlo, la simple idea le torturaba, Akamaru en peligro de muerte…
- No puedes dejar que esto te consuma Kiba, yo se que amas a Akamaru más que cualquier otro amigo – eso no era del todo cierto – pero debes de evitar sumirte en la tristeza, mamá también saldrá en una misión y ya sabes que ella también adora a Akamaru casi tanto como a Kuromaru… - Kiba había bajado la vista y unas lágrimas caían al suelo – Kiba… hermano… yo cuidaré de Akamaru, te lo prometo, y haré todo lo posible por que se recupere.
Kiba se marchó ya sin mirar a nadie y con paso lento, era verdad que el quedarse con su amigo no iba a mejorar las cosas, deseaba tanto que hubiera un medic nin especialista en animales.
Cuando llegó a su casa ya había oscurecido, necesitaba tanto hablar con alguien, desahogarse, llorar a lágrima tendida, pero en su casa no había nadie, nuevamente se sentía frustrado, como si nadie le pudiese entender.
Se metió al baño y se miró al espejo, su rostro parecía demacrado, a pesar de casi no haber llorado sus ojos estaban hinchados. Decidió tratar de dormir, pensar en algo más, pero no había nada agradable en qué pensar, ni siquiera el recuerdo de lo que había sucedido en la mañana le podía hacer feliz ya que no había recibido una respuesta positiva del todo.
La mañana siguiente estaba soleada, el día estaba hermoso, pero Kiba no lo vio de esa manera, se levantó y se encontró con el desayuno frío y una nota que indicaba que su mamá ya se había ido a una misión. Kiba se sentía solo.
No tomó el desayuno, no se bañó, salió de su casa sin ningún ánimo y se dirigió a donde usualmente se reunía el equipo, pero mientras lo hacía recordaba que Akamaru no estaría con elhasta después de un largo período, eso si no...
-Bu.. Buenos días… Kiba –kun…- Hinata estaba cerca de él y le saludaba con esa sonrisa tierna y tímida que le caracterizaba.
- ¿Buenos?. Supongo que para ti lo son Hinata…- Kiba trataba de no ser brusco con su amiga, ella nunca le había hecho nada malo y siempre lo escuchaba con atención, pero no era con ella con quien quería desahogarse.
- ¿Kiba- kun?... pa… ¿pasa algo? ... Yo...¿Puedo… hacer algo por ti?
- No Hinata, no pasa nada
- Pero … Kiba kun … ¿sabes?... te ves triste y… - Hinata dirigió al suelo la vista, buscando a Akamaru
- Akamaru se quedó en casa, no se siente bien, es todo – Kiba trató de cortar la conversación, y al darse la vuelta casi choca de frente con Shino, Kiba se echó para atrás algo asustado, Shino no se movió ni un milímetro.
Así se quedaron un rato, viéndose frente a frente. Hinata no sabía lo que había sucedido el día anterior emtre ellos,pero presintió que había peligro de una pelea, trató de decir algo perounas manos le taparon la boca.
Detrás de ella estaba Kurenai, la Jounin que los cuidaba.
- No digas nada Hinata, esto es entre ellos – Kurenai habló bajo y en la oreja de Hinata. Ella tampoco entendía que pasaba, pero su intuición le decía que era algo que ellos debían arreglar.
Hinata entristeció al ver que en efecto ella no podía hacer nada, se dio la vuelta y se marchó con Kurenai para dejarlos solos.
Bueno, este es el primer capítulo... no consigo que salgan bien los signos de interrogación ¿alguien puede explicarme qué pasa, o tal vez sea yo y mi mala fortuna T-T, bueno, espero sus reviews!
