Mejor no digo ni como se me ocurrió esta idea pero, el problema es que la idea me estaba molestando hace tiempo y no quise bajarlo por temor a que fuera una bobada y un desastre como mis dos primeras historias pero, no pude evitar más el impulso así que aquí esta espero que sea de su agrado y encuentren la trama interesante.

Hetalia no me pertenece

Advertencias: Nada por ahora pero, habrá mucho romance…también como no conozco como actúan los países latinos necesitaré ayuda, porque he visto que utilizan dos México y en otros usan uno, así que me cofundo. Por eso me referiré a México como México hasta que aclare mis dudas…o me las aclaren.


Prologo


Era un día normal en las ocupadas calles de Nueva York. Todo se movía sin detenerse, los taxis esperando mientras otros arrancaban, se oían celulares sonando, música en cada esquina, habladurías y los altos rascacielos que hacían especial a la ciudad. Y dentro de ese rio de personas estaba Alfred F. Jones, la representación de Estados Unidos pero, solo él lo sabe, por motivos que no vienen ni al caso.

-Nueva York está viva hoy, como siempre- dijo con una sonrisa vibrante en su cara mientras acomodaba sus lentes listo para cruzar la calle para seguir con su día.

Su día, el cual tenía que hacerlo lo más humanamente posible, empezó temprano en la mañana como a las siete, gracias a que su agenda está libre…eso es si tiene alguna. No tenía papeleos que hacer ni formularios que llenar. No había ningún Alemania gritando a cada interrupción que oye. En fin es perfecto.

Viendo los autos detenerse decidió cruzar hacia la otra calle, cuando llego al otro lado se detuvo en un puesto de periódicos para observar algunas noticias, especialmente las mundiales, así que lo hizo.

-¡MARTA!-

Alfred volteo su mirada a la calle cuando escucho el grito desesperado de una mujer. Y era un grito justificado, su pequeña niña, que tenía como tres añitos de edad se tiro a la calle cuando la luz le daba pase a los carros; solo porque su conejito de peluche se le había caído mientras cruzaba.

En ese preciso momento un taxi venia a toda velocidad hacia la niña y le fue imposible frenar a tiempo. Alfred sentía el llamado como héroe venírsele encima, el, siendo Estados Unidos no puede dejar que una de sus personas muera de esa manera, mucho menos una inocente niña que ni apenas ha abierto bien sus pequeños ojos a la vida.

-Vamos Alfred tu puedes-

Apretando los puños hizo lo que su corazón de héroe le dictaba. Salió corriendo a toda prisa hacia la calle y agarro a la pequeña pero, el tiempo no era el suficiente como para salir, solo le quedaba una sola opción.

Alfred trago sintiendo su garganta seca, apretó sus ojos y sus labios, para luego respirar profundo, y lo primero que hizo fue abrazar a la niña con un brazo, al lado contrario, para protegerla del golpe y extendió su otro brazo hacia el frente en el momento que el taxi vino encima.

Se escucharon gritos por todos lados al igual que otros choques en cadena, gracias al frenazo repentino del taxi. Después de eso pareció que la ciudad entera de Nueva York se detuvo por completo solo por un instante para regresar al movimiento.

-Aquí tienes tu peluche pequeña, no hagas eso de nuevo- Alfred murmuro sonriente a la pequeña que lo vio con unos ojos llenos de asombro para luego cogerla en los brazos y devolvérsela a la preocupada madre que estaba al otro lado de la calle con la boca abierta y una cara atónita.

Después de eso Alfred se dirigió molesto, lleno de rabia hacia el conductor del Taxi que estaba afuera viendo lo que le paso a su taxi, el bonete del carro había sido empujado hacia adentro por completo, con todo y motor; suerte que el conductor salió, mejor dicho brinco, porque hubiera muerto.

-¿Qué se cree que estaba haciendo? ¿No vio a la niña? ¿Está ciego?- El confundido conductor se volteo solo para ver a un rubio enfurecido dirigiéndose hacia el rojo de rabia. El señor comenzó a temblar, era uno de esos momentos de 'trágame tierra'. Alfred levanto la mano pero, se detuvo cuando vio un 'flash' de cámara seguido por aplausos.

-¿Qué?- Alfred miro confundido a su alrededor. Había personas tomando fotos con celulares, otras con cámaras al igual que habían otras que parecía que todavía no se habían despertado del asombro. -¿Qué pasa?-

-¿S-s-señor?- Alfred volteo su mirada confundida hacia el conductor que señalaba con el rabillo del ojo al bonete del auto, si tenía alguno eso es. Alfred abrió sus ojos azules en asombro, no podía creer lo que estaba viendo.

-¿Choco con algo señor?- Alfred pregunto con un tono de curiosidad evidente en su voz. El señor lo miro más confundido de lo que estaba. Al parecer estaba hablando con un retardado mental.

-Choque con usted- Alfred se quedo con la boca abierta antes de salir corriendo calle abajo tratando de ocultarse del ojo público pero, ya las noticias habían recorrido cada rincón de Manhattan y quien sabe donde mas.


Eran como las doce del mediodía, Ludwig estaba preparando almuerzo tranquilamente en la cocina mientras escuchaba las noticas por su computadora portátil, siendo la representación de Alemania tenía que estar más que informado de los sucesos que ocurren alrededor del mundo.

Mientras acomodaba los ingredientes vio por el rabillo de ojo a un albino medio sonámbulo sentándose en la mesa para seguir con su sueño. (Porque él es un grandioso ser y la hora puede esperar por él)

[1]-Guten Morgen bruder- Susurro Ludwig sin dejar de hacer lo que estaba haciendo para mirar a su hermano, que murmuro unas palabras las cuales no vienen ni al caso.

-¿Qué haces West?- El albino se asomo por el hombro del menor para tener mejor vista de lo que se estaba cocinando y sonrió.

[2] Du wirst nicht glauben was heute passiert ist an der New York...

Escuchando la noticia, y también acordándose de los eventos ocurridos en Septiembre, tanto Gilbert como Ludwig voltearon para ver la noticia un poco preocupados pero, sabiendo disimular. Fueron hacia la computadora para ver la noticia.

esto es increíble, estoy sin palabras. Un hombre salva a una niña de tres años de un choque y salió caminando, y…el carro quedo…bueno solo miren…si preguntan por el chico el salió corriendo…era rubio, alto con ojos azules. Llevaba lentes y también tenía puesto un 'bomber Jacket' con el numero 50 en las espalda…esto es algo…sin palabras…hay que investigar esto a fondo…si alguien sabe algo, por favor no se queden callados...

-Kesekese… ¿Quién sería?- Gilbert se paso la mano por la barbilla y arqueo la ceja mirando a Ludwig que tenia la boca abierta mirando hacia el monitor sin decir ni una palabra. –Se parece a alguien… ¿no crees West?-

-Deja de disimular y dame el teléfono-


El 'Big Ben' marco la una, Arthur Kirkland, conocido también por las otras naciones como la representación de Inglaterra caminaba por las calles de Londres solo pasándola bien un rato antes de volver a su casa para seguir con su ajetreado trabajo, que le toma mucho tiempo pero, tiempo, eso es lo que tiene demás.

Miro hacia los lados antes de cruzar hacia la otra calle pero, su celular comenzó a sonar. Lo saco del bolsillo para ver quién era, viendo que era Alemania lo contesto, porque si era alguien más seriamente no lo haría.

-Buenos días- dijo educadamente y espero que el alemán contestara.

-No, no he visto las noticias, ¿Por qué?- Arthur pregunto, por más que trato de esconder el tono de curiosidad pero, no pudo, era evidente. Obvio quería saber que era esa noticia que Alemania hablaba, porque debía ser algo importante, sino de otra manera no hubiera llamado.

-¿QUE? ¿QUE ESE BASTARDO HIZO QUE COSA?- Arthur grito sin importar las miradas confundidas de las personas que pasaban por donde estaba el. Que se detenían para mirar y después seguían con su marcha. –Por supuesto que habrá una reunión de emergencia, voy enseguida-

El británico aceleró sus pasos hacia su casa, tenía que avisar a un par de naciones más para la junta de emergencia, no podía creer que esto estaba sucediendo, lo que había sucedido pondría en riesgo la identidad de ellos, así que este asunto no podía ser ignorado.

Arthur sintió que su celular volvió a sonar, murmurando ciertas palabras contesto sin detener su paso.

-Si me llamas por la idiotez que hizo Alfred, ya me entere Noruega- Arthur dijo, la rabia evidente en cada palabra que decía, todavía no podía creer la gran estupidez que su ex colonia hizo.

-¿No? ¿No sabes de qué estoy hablando? ¿Y para que llamas entonces?- Arthur se detuvo con la boca media abierta mientras el Noruego explicaba algunas cosas, que por la expresión de la cara de Arthur eran serias.

-¿Qué el tiempo que…? ¿Qué se rompió qué cosa? Escucha Noruega, lo que dices es serio, habrá una junta de emergencia para discutir este asunto y darle un escarmiento al idiota este, avísale al resto de los nórdicos, gracias. En una hora o dos-


Al cabo de dos a tres horas todas las naciones estaban reunidas. Pidieron permiso a las Naciones Unidas para utilizar la una sala de juntas equipada con micrófonos porque esta vez habían mas naciones de lo normal.

Alemania se levanto de su silla para pararse al frente del podio colocado en el centro de la sala mientras al frente del estaba literalmente el mundo entero. El alemán tomo un sorbo de agua para aclarar la garganta mientras ponía sus pensamientos en orden.

-Buenas Tardes. Creo que saben porque están todos reunidos aquí- El alemán miro a cada lado mirando la expresión facial de todas las naciones. Algunas todavía estaban en asombros mientras otras parecían que si veían a Alfred se lo comían vivo.

-Sabemos perfectamente porque estamos aquí Alemania. El gringo acaba de decirle al mundo nuestra identidad. ¿Dónde está?-

-No sabemos aun su paradero México pero, esperamos encontrarlo pronto- Alemania dijo para luego señalar a la nación que estaba al lado del la representación de México que tenia la mano levantada hacia ya un rato.

-Es mejor que huya porque si por su culpa se llevan a mi hermano le corto su orgullo. ¿Me entendiste?- Natalya, o mejor conocida como la representación de Bielorrusia se levanto amenazando a todos con un cuchillo que saco de su bolsillo. Las dos naciones que estaban a su lado se echaron para un lado hasta que la mujer volvió a sentarse y tranquilizarse.

-Al menos no saben el nombre de Alfred, eso es un punto a nuestro favor- dijo Alemania pasándose una servilleta en la frente.

-Alemania-san, me acaban de informar que otra identidad fue revelada, y esta vez tienen nombre- La sala de juntas perdió el orden, todos hablaban entre sí cuando Kiku Honda, o la representación de Japón informo lo que le habían dicho. Japón trato de decir algo más pero, le fue imposible dado a que las otras naciones estaban preocupadas por la situación.

-¡Silencio!- El alemán grito para calmar a las preocupadas histéricas naciones que al escuchar el familiar grito se sentaron y volvieron a su antigua compostura. –Puedes seguir Japón-

-En vez de seguir Alemania-san porque no lo ven, salió en la noticias- El pelinegro hizo reverencia para volver a sentarse mientras el monitor que estaba a las espaldas de Alemania fue encendido. Alemania se retiro a un lado para ver la noticia que estaba pasando en estos momentos.

[3] Ciao a tutti là fuori...

Señoras y señores después del acontecimiento ocurrido en Nueva York recibimos llamadas de todas las partes del mundo informando de acontecimientos extraños, uno de ellos fue aquí en Italia, el señor Lombardi Garibaldi no vas a explicar lo que él vio hace 70 años. Digamos señor Garibaldi.

-Cuando era niño me fui a jugar a las orillas del rio Alcantara, aquí en Sicilia y en un descuido caí dentro el rio y al no saber nadar pedí ayuda-

-¿Y qué pasó luego señor Garibaldi?-

-Un joven que pasaba por ahí cerca murmurando entre diente me vio y me saco del rio-

-¿Y cuál fue su asombro?-

-No le pude dar ni las gracias porque se fue tan rápido que vino, mi asombro fue que eso ocurrió hace 70 años atrás y cuando fui a Roma lo vi. Nada ha cambiado en el, sigue igual. La misma cara, el mismo color de pelo y ojos, sigue joven. Es como si fuera inmortal o algo así, porque dudo que para mi época existieran las cirugías plásticas y con todo y eso es imposible le digo-

-¿Dice que consiguió el nombre del joven?-

-Eso es así, me di la tarea de investigar, resulta que es vecino de un familiar mío y dice que su nombre es Romano Vargas-

Un gran silencio inundo la sala mientras todas las naciones se voltearon para ver a Romano, mejor conocido como Italia del Sur que se había metido debajo de la mesa.

-Ve~ Esta debajo de la mesa- dijo felizmente Feliciano o conocido como Italia del Norte, ajeno a la importancia del asunto y la gravedad de las cosas. Solo se dedico a jugar con la pequeña bandera Italiana que estaba en el lado de su hermano.

-Idiota, fue que se me cayó el micrófono. Esta porquería maldita sea. ¡Póngalos bien!- murmuro Romano entre dientes mientras se acomodaba el pequeño micrófono en el cuello de la camisa. –Feliciano deja la bandera Italiana quieta-

-Es que se parece a la mía- protesto Feliciano mientras Romano trataba de quitarle la bandera a su hermano.

-¿Terminaron con su juego?- pregunto medio molesto Alemania mientras con los dedos daba golpes encima del podio en donde estaba.

Ambos Feliciano como Romano se percataron que todas las naciones los estaba observando.

-¿Qué? ¿No han visto dos italianos pelar antes? ¿Sí? Pues entonces… ¿Para qué carajo miran?- Romano dijo haciendo que algunas naciones viraran su caras hacia donde estaba Alemania parado, evidentemente molesto por la 'gran' atención que le estaban brindado al asunto los dos italianos.

-Romano sabes la gravedad de este asunto ¿Verdad?- Roderich Eldestein o Austria, se levanto para ayudar a amortiguar los posibles insultos sí el que hubiera hecho la pregunta fuera Alemania y no el.

-Escucharon al maldito viejo metiche ese, eso fue hace 70 años, pensé que para esa fecha el viejo estuviera seis metros bajo tierra o en una esquina de un cuarto en cenizas- Romano comento pero, su mirada está dirigida a Alemania en vez de Austria.

-Esto se está complicando más de la cuenta- Alemania suspiro sentándose en una silla que estaba al lado del podio. No tenía ideas ni mucho menos consejos que decir. Es evidente que estuviera en esa manera, la última vez que sus identidades fueron reveladas fue…bueno…nunca.

-¿Y a quien debemos darles la gracias por esto?- al fondo se escucho una voz, Alemania la reconoció rápidamente como la voz de la representación de Escocia que era evidente que estaba molesto ante la situación.

-¿Pues a quien? Nada más y nada menos que al 'héroe' Alfred F. Jones. Tremendo héroe que resulto ser- una voz de mujer se escucho de lado en donde estaban los asiáticos, esa voz fue reconocida como la representación de Vietnam, que evidentemente como las demás naciones estaba molesta.

-Primero que todo el maldito de que estamos hablando no está aquí, así que debemos encontrarlo. Segundo cada uno de nosotros haremos lo mejor posible de borrar cualquier evidencia que exista…lo de Italia del Sur se puede solucionar-

-Bueno, levanten la mano aquellos que estén de acuerdo con Cuba- Alemania escribió la votación en un papel para luego decir los resultados, obviamente claros, la gran mayoría a favor de Cuba, otras indecisas y otras no estaban de acuerdos.

-Debo darles las gracias a todos por haber venido, seguiremos con esto cuando se sepa el paradero de Alfred. Están excusados-

Todas las naciones se levantaron y se retiraron de la sala. Alemania recogió los papeles restantes para salir junto a los que faltaban. Solo dos personas se quedaron en la sala.

-No lo defendiste…- Inglaterra se volteo sorprendido solo para ver a un joven rubio, cuyos ojos tienen un tono nublado difícil de definir lo que siente, va decir y piensa.

-Me hubieran comido vivo- murmuro Inglaterra descansando su barbilla en las manos, sus ojos verdes fijados en los movimientos del joven que se sentó encima de la mesa mirando hacia el piso sin ninguna expresión en la cara.

-No solo nuestras identidades están en riesgo… ¿Lo sabes verdad?- murmuro el Noruego en voz baja pero, por el silencio de la sala, ya sin personas hizo que se oyera lo que dijo. Inglaterra solo suspiro cerrando los ojos. Ya todo era bastante, y no quería saber más problemas…todo parecía un efecto en cadena.

-Hablamos después de esto Noruega…ahora solo queda saber en donde esta Alfred-

-Creo que si-


Veo, en mi perspectiva, que es el capítulo más largo que he escrito en mi corta carrera aquí como autora. También si les gusto esto pueden dejar criticas, arreglos, me pueden decir si hice un error o que cosas tengo que arreglar, si les gusto o ven interesante el trama. Review.

[1] Gueten Morgen Bruder: Buenos días hermano

[2]Du wirst nicht glauben was heute passiert ist an der New York: No van a creer lo que sucedió hoy en Nueva York

[3]Ciao a tutti là fuori: Hola a todos por ahi

Hasta el otro capitulo.