Después de dos largos años en el extranjero, Marie, vuelve a Estados Unidos para estudiar en el Sweet Amoris. Su forma de desenvolverse con una aparente seguridad pero contradecida con una gran desconfianza hacia aquellos que intentan abrirse paso a su corazón, su lengua mordaz, su actitud seria y su mano dura, esconden a una chica que en antaño fue cariñosa, confiada, amigable con todos, vergonzosa y de risa fácil que intenta no salir a la superficie ante los sentimientos encontrados tras la vuelta a lo que fue su antiguo hogar.

Su comportamiento dual despierta el interés de muchos, pero pocos pueden ver a través de la mascara física y psicológica que se ha puesto, volviéndose incapaces de descubrir a aquella chica que había entrado a sus vidas para luego marcharse sin avisar; excepto alguien, quien preferirá guárdale el secreto, antes que ceder su oportunidad de actuar.

Ella los recuerda a todos con dolorosa nostalgia, pero no se atreverá a sacarlos de su engaño; ellos la recuerdan a diario, deseando su regreso, pero son incapaces de verla cuando la tienen frente a sus narices. Aún así, todo vuelve a comenzar y dos jugadores se agregan al juego.

El destino es caprichoso, las vueltas de la vida son inesperadas; cuando creemos que hemos dejado atrás aquello que nos atormenta vuelve convertido en algo aún peor, por mas que creamos desligarnos de algo siempre lo volveremos a encontrar; los amores chocan y se producen los desencuentros, es imposible salir indemne de ellos.

Nuestros destinos están unidos, pero nuestras vidas separadas.