Injusticia
/PVD Edward/
1917
Estaba sentado en aquella biblioteca en la casa de mis padres en New York , mis ojos estaban tan concentrados en la lectura que no me di cuenta cuando mi hermano menor Jasper entro con sus nuevos juguetes a interrumpir mi lectura, detrás de ellos venían nuestros padres tomados de la mano con esa sonrisa tonta de enamorados, y se sentaron en los sillones que estaba justo al frente mío y se me quedaron viendo con una mirada que podía atravesar almas, cuando hacían eso era porque venía una noticia importante, siempre lo hacían, igual cuando se sentaron hace cuatro años atrás y me informaron del nuevo miembro de la familia que ahora estaba en mis pies jalando de mi pantalón con sus carritos de madera hechos por mi padre. Baje el libro y los quede viendo con la misma mirada que ellos a mí.
-Suéltenlo de una- dije sin previo aviso lo que hizo fue que ambos se miraran preocupados y suspiraban.
-Nos mudaremos- dijo mi madre apenas audible aunque fue como si me hubieras caído un balde de agua fría, me levante con mi ceño fruncido casi pegando ambas cejas, esto era imposible, en ese mismo instante se levantó mi padre también y me puso su mano en mi hombro intentando calmarme algo que hizo entrar en razón.
-Es una injusticia para mí, yo ya tengo mi vida hecha acá; mis estudios mi entrada a la Universidad, mis amistades, todo… no pueden quitármelo así –dije mirando a los ojos de mi padre con bastante furia, pero el tan solo negó.
-Es por el bien de la familia, New York es la ciudad que primero atacaran en la guerra y no pienso poner en riesgo a nuestra familia, ya es suficiente con esa preocupación de que en cualquier momento ataquen la ciudad. No puedo vivir con ese peso hijo –me dijo con su mirada triste y llena de preocupación por todos nosotros en esta sala, hay caí a la cuenta que tenía razón mi padre, primero la seguridad de nuestra familia.
Semanas después.
Estaba entrando a ese instituto era de aspecto deprimente ante mis ojos, nada como mi antiguo colegio donde podías observar la cuidad desde la azotea y todos impecables con su uniforme, claro solo hombres, pero aquí las mujeres estaban también en la educación era mixta por el bajo presupuesto de este pequeño pueblo. Todos se me quedaban viendo como el raro, era insoportable, aunque algunas chicas me quedaban viendo de más, gracias al cielo que estábamos al mitad del ultimo semestres y dentro de dos meses terminaba mi secundaria porque estas miradas no las soportaba, entre a la clase de química, me había tomado mi tiempo en entrar así que iba retraso varios minutos, todos estaban en sus puestos y el profesor me quedo mirando con intriga, le entregue la boleta de la dirección explicando mi presencia ahí.
-Bueno alumnos, este es su nuevo compañero de clases Edward Hale.
Tan solo pude hacer un gesto cordial para dirigirme al último asiento de la clase, estaba informando el profesor que estaba programado para el día viernes de esta semana una excursión hacia la ciudad de Chicago para que pudieran abrir sus puertas a la Universidad, que regresaríamos el lunes siguiente, esto a todos les emocionaba y por lo visto casi toda la clase iba, tenía que converse a mis padres que me dejaran ir, iba a ser interesante ir a esa ciudad recordar cómo era un ciudad. Aunque en el aula entro un nuevo compañero, parecía enorme a la par del profesor y sin decir ni un saludo pude ver que el único espacio despejado era el que estaba la par mía, antes de que se sentara el profesor le llamo la atención.
- Emmett McCarly, última vez que llega a mis clases a estas horas, próxima no respondo.
