soy una persona horrible... juro que es el ultimo fic que comienzo antes de terminar lo demas, pero la idea estaba en mi cabeza...


Era una mala época del año, el caluroso verano había llegado sin avisar y la desacomodada oficina no era el sitio ideal para pasar la estación.

Kristoff miro sobre el escritorio, los papeles encimados y el sonido del viejo ventilador lo distraían, no había mucho trabajo, solo la desaparición de una muchacha a las afueras de la ciudad, no le veía el caso a seguir investigando, era una camarera común que había desaparecido a la mitad de la noche, sin familia, sin amigos, sin nadie que pagara por información… probablemente ahora estaría cruzando la frontera con su novio.

Las cuentas no saldrían este mes, tendría que pedir prestado o empeñar alguna de sus cosas tan solo para comprar comida para Sven, era ridículo el precio de la comida para perro se lamento, aunque siendo honesto consigo mismo quizás era mas ridículo que se preocupara mas por la alimentación de su compañero canino que por la suya propia.

Sven lo miro recostado sobre sus pies, con la lengua de fuera y una expresión de cansancio

-si, ya lo se amigo…- dijo acariciando su cabeza

Exhausto se acomodo el sombrero sobre la rubia melena y tomo su abrigo para volver a casa cuando la puerta del despacho se abrío subitamente, una hermosa mujer asomo la cabeza.

-disculpe.. – pregunto con voz angustiosa- ¿esta abierto todavía?-

-si- contesto el- pase por favor- le ofrecio una silla y la mujer se sento con elegancia.

Tenia una piel blanca y un vestido negro ajustado que marcaba sus caderas, le cubria todo el cuerpo, era delgada y pequeña, guantes y botas negras, sobre su cabeza un oscuro velo hacía notar su estado de duelo.

-vengo a solicitar sus servicios detective- dijo con voz firme, sus ojos se posaron sobre los recortes de periódico en la pared – Bjorman… detective Bjorman cierto?-

Kristoff hizo un movimiento con la cabeza

-Mi hermana… mi hermana fallecio hace dos días – su voz se quebró ligeramente, temerosa, indudablemente inquieta

-¿su nombre cual es?- pregunto sirviéndose café de la vieja tetera, ofreciéndole un poco

-soy Anna, Anna de Arendelle-

-¿Arendelle?- se sorprendió, conocía el lugar, una de las tantas mansiones en las laderas, esa mujer era sin duda de abolengo

-si, ese Arendelle- le concedió- mi hermana Elsa fue esesinada-

Kristoff estaba al tanto de las noticias, había oído que la hermosa heredera había muerto cayendo de las escaleras de su casa, seguramente borracha después de todo el día de celebrar su cumpleaños, una fiesta enorme que juntaba tanto a gente de la alta sociedad como a socios comerciales de la familia.

-Pense que había tenido un accidente-

-¡Elsa fue asesinada¡- salto – por favor- suplico sacando un pañuelo de su rostro y limpiandose unos cuantas lagrimas- los invitados aun no abandona la mansión, rondan el cuerpo de mi hermana como buitres, todos quieren un pedazo de la herencia…- recapacito un poco- de mi herencia-

-A si que quiere que vaya y descubra al asesino antes de que le robe su dinero-

-¡quiero justicia por la muerte de mi hermana¡- exclamo indignada -le aseguro que puedo pagarle bien- dijo ladeando su cabeza, recobrando la compostura, mostrándole unos inmensos ojos azules y una enigmática sonrisa – si acepta lo espero en la mansión- le entrego un mapa, junto con un sobre con dinero- por las molestias-

Conto el dinero intentando no mostrar su entusiasmo… parecía que el y Sven tendrían una cena decente después de todo

-¿aceptara el caso?-

-Cuénteme sobre su hermana- dijo regresando su sombrero al perchero y sentándose frente a ella, se quito el viejo abrigo y lo puso sobre la silla, sus corpulento cuerpo se notaba bajo la camisa blanca y los tirantes del pantalón.

-Elsa… Elsa era un mujer difícil- tartamudeo un poco- no tenía muchos amigos, era lo que se dice una mujer fría –

-¿Por qué cree que la matarían?-

-mi hermana.. mi hermana tenía una condición que hacia su vida, complicada- Kristoff la miro intrigado- nunca fue muy alegre, no le gustaba la gente- el detective solto un bufido, el tampoco era afecto a las multitudes – solía deprimirse con facilidad, tenía mucha ansiedad, - ella se tapo la cara con el pañuelo -intento quitarse la vida un par de veces –

El detective la miro con cierta lastima, tal vez el "accidente" de Elsa no había sido un accidente después de todo.

-Despues de la ultima vez me prometio que no volvería a intentarlo- se apresuro antes de que el pudiera decir nada- llevaba bien un par de años, por lo regular antes de alguna de sus crisis había señales de alarma, gritos, encierros, pero esta vez…- tocio un poco intentado aclararse la garganta – Elsa estaba feliz, jamás se hubiera arrojado por las escaleras, ella no lo volvería a hacer, me lo prometió-

-¿Por qué cree que la mataron? –

La respiración de Anna fallo un poco

-hay personas en la mansión, invitados a la fiesta que se han quedado todavía, con la excusa de confortarme- el desprecio en su voz se hizo notorio – algunas de las bóvedas han sido saqueadas, escucho murmullos en las paredes, ¡usted no lo entiende¡ - sus hombros se sacudían – Elsa era una mujer elegante, grácil, ella jamás se caería por las escaleras por accidente, y llevaba demasiado tiempo limpia, se que no se quitaría la vida-

-¿ limpia?- Anna se tapo nuevamente la cara con el pañuelo – su hermana consumia- no era ni siquiera una pregunta

-durante mucho tiempo tomo antidepresivos- rectifico sin mucho entuiasmo- pero desde hace unos años los dejo, llevaba una vida mas sana, era afecta a montar a caballo y practicar arco, el deporte la ayudaba-

Se miraron a los ojos, había algo indudablemente misterioso alrededor de la señorita

-por favor- suplico

-muy bien, llegare a la mansión mañana temprano para revisar las cosas, si de verdad alguien asesino a su hermana debe aun rondar por la casa-

-prometame que no abandonara el caso-

Kristoff se sorprendio del requerimiento

-cuando tomo un caso es porque planeo resolverlo- exclamo ligeramente indignado

-¿aunque yo le pidiera que lo dejara?- el la miró sin entender – estas últimos días han sido una locura… la verdad.. todo.. solo quiero estar segura-

-¿de que?-

-Solo quiero estar segura de que el no es capaz de algo asi-

-¿el?-

Anna se levanto de la silla con cierto dramatismo juntando sus manos con preocupación, casi con ira

-Hans- dijo con un hilo de voz – mi prometido- parecía a punto de desmayase

-¿cree que su prometido asesino a su hermana?-

Desvio la mirada hacia el piso

-he venido hasta usted porque el se niega a que lo trate la policía, temo que este implicado, por favor- temblo un poco- el es un hombre que sabe como conseguir las cosas ,y no tengo forma de negarme cuando pide algo, el puede convencerme fácilmente de correrlo de la mansión, prométame que seguirá incluso entonces-

Sus demandas eran una locura, pero en cierta manera Kristoff entendía su dolor, una mujer perdida en un mundo que no podía controlar, temerosa de casarce con un monstruo, en parte esa era la razón por la que había abandonado la fuerza policial y se había hecho detective privado, para ayudar, para tomar sus propias desiciones y no detenerse cuando el sistema lo obligaba a hacerlo.

-bien, lo prometo- dijo con la mejor voz firme que era capaz de realizar- pero le aseguro que le cobrare el doble-

Ella sonrio y se movio hacia la puerta

-Lo espero entonces mañana temprano detective Bjorman-

- ha sido un placer Señorita Arendelle –

Su fragancia a flores quedo impregnada en la habitación aun después de que se marcho y el se quedo mirando su pequeña figura caminar a travez de la puerta, en cierta forma impaciente con reencontrarse con ella.

Mala suerte pensó para si mismo, los casos con hermosas mujeres involucradas por lo regular eran los mas difíciles.