Este fic participa en el reto "¡Feliz cumpleaños, Merodeadores!" del foro Amor de Tercera Generación.
Rowling es la dueña indiscutible del Potterverso, y esto obviamente no lo escribió ella.
—Por favor, solo cinco minutos más. Es lo único que pido.
— ¡Tío! —Harry hundió el rostro en la almohada con un gemido lastimero. Había tenido que hacer un turno en la noche y había llegado en la tarde a casa. Ginny cuidaría de Teddy mientras él dormía, pero daba igual, el huracán azul no lo dejaría dormir, no señor.
Al tercer llamado sintió un peso de más en su espalda que lo hundió un poco en el colchón de la cama.
—Me vas a perforar un pulmón, Teddy —gruño con voz rasposa.
Teddy Lupin alias el huracán azul saltó de su espalda y en un segundo estuvo frente a él poniéndole los anteojos a la fuerza, para que así Harry pudiera enfocar bien a su ahijado. El niño en ese momento lucía más como un huracán blanco, ya que por alguna razón estaba lleno de un fino polvillo blanco.
—Ven tío. Tienes que ver lo que hice—. A sus espaldas un ejem hizo que el niño se corrigiera —Hicimos con la tía Ginny.
Harry se encogió de hombros mentalmente mientras acomodaba sus lentes. Ya estuvo, lo habían despertado y tardaría en conciliar el sueño nuevamente, tal vez cuando Andrómeda pasara a recoger al niño podría dormir un rato.
Ginny por su parte lo observaba de una forma extraña, como si lo estuviera evaluando. Fue entonces cuando Harry se dio cuenta de lo que sucedía.
Ella al notar su cambio de expresión asintió con la cabeza en un gesto bastante elocuente. ¿Cómo pudo olvidarlo? Puede que recordar las fechas no fuera su fuerte; pero eso era importante para su ahijado y él más que nadie sabía las razones de ello.
Se encaminó junto a Ginny a la cocina, no podían ir muy rápido por la enorme barriga de ella. En ese momento Teddy pasó por su lado como un ventarrón para adelantarse, se tropezó, y al parecer no había tiempo para llorar, pues se levantó para correr nuevamente. Una vez llegó a la cocina le mostró con orgullo una cosa marrón cubierta de glaseado marrón y unas velitas justo encima que parecían ser un 43.
— ¿Crees que le gustará? —Preguntó con brillo en sus ojos.
—Puedes estar seguro, Teddy. De hecho quiero darle una probada ahora mismo.
Teddy frunció el ceño y alejó el pastel de cumpleaños de las garras de su padrino.
—No, tío. Esto es para papá—. Se lo pensó nuevamente antes de añadir conciliador —Te dejare probarlo después.
…
Ese día como todos los años iban a visitar las tumbas de los Lupin. No recuerda cuándo exactamente sucedió, pero un día Teddy en un arrebato de lucidez propia de un niño de casi cinco años, decidió que no quería visitar a sus padres y abuelo el día que murieron, sino el día de sus respectivos cumpleaños para así celebrarlo con ellos.
—Feliz cumpleaños, papá.
Porque los que nos aman nunca nos dejan.
APARTADO DE LOS DESCUIDOS: Lo sé me puse melodramática, quizá sea culpa del Ibuprofeno ¿Quién sabe?
1. Creo que Teddy le dice a Harry "tío" porque la palabra Padrino es demasiado larga y compleja para él
2. Remus Lupin daba tela para muuuchas escenas de cumpleaños, desde lo más dramático hasta lo más cómico. Pero decidí que definitivamente no usaría el recurso del hombre lobo.
3. No sé si técnicamente se puede cumplir años después de morir. Creo que no, porque contradice lo que implica el concepto de "cumplir años" pero no pude resistirme a escribir esto.
4. Sí, el pastel es de chocolate *¬*
