Uno u One
Disclaimer: George Martin poseedor de todo. Lo mío no son más que insulsas palabras.
Nota: Creo que mi Cersei es un tanto OoC. Lo cierto es que me cuesta un poco manejarla.
Cersei. Eso es lo primero que Jaime recuerda de su vida, y no tiene nada que ver con que estuvo enamorado de ella durante mucho tiempo, ni que fueran amantes o mucho menos hermanos. Tiene que ver con que fueran uno desde siempre, de que no necesitara más espejo que sus ojos, ni más sonrisa que la propia, tiene que ver con que nunca le importó llamarse a si mismo narcisista cuando se deleitaba en la belleza de ella, que era la propia, la de los dos.
Porque Jaime siempre pensó que eran dos caras de la misma moneda, que vinieron a éste mundo juntos y que juntos partirían de él, porque estaba seguro de que nada ni nadie podría deshacer el vinculo que los unía; Y era bonito pensarlo de esa manera cuando el verano era joven y nadaban desnudos en el mar por las noches, porque las primaveras de sus primeros recuerdos están colmados de ella, de su nombre, sus sonrisas y los secretos compartidos en pasillos oscuros.
Porque es su hermana la protagonista de sus mejores vivencias (y también de las peores), recuerda aquella vez, la primera vez que se tocaron con ese tacto secreto y prohibido mientras Jaime se cambiaba la ropa sudorosa luego del entrenamiento, podría decir que recuerda a la perfección aquel maravilloso día en que Cersei le convenció de que tocar al otro no era muy diferente de hacérselo a sí mismo. ''Al fin y al cabo somos gemelos—dijo—estamos destinados a estar juntos ¿No lo entiendes? Los Targaryen se han casado entre ellos por generaciones…''
Y con aquella revelación vendrían las caricias prohibidas y los besos húmedos detrás de las puertas, los gemidos bajos contra la almohada, con aquel paraíso prohibido que su hermana guarda entre las piernas y que será su deleite y perdición por muchos años. Y que ahora le duele saber que no le pertenece, que tal vez nunca fuera suyo como siempre imaginó, y es irónico pensar que la persona que amas no te corresponde como tú lo haces y no te des cuenta de que te usan hasta que es demasiado tarde, y las ansias de poder son mayores que cualquier cosa.
Jaime la observa desde la distancia que no son más que unos centímetros, preguntándose en qué momento se separaron, dejaron de ser uno para convertirse en lo que son: un matarreyes tullido y una arpía.
Trata de imaginar en aquel rostro adusto a la niña, al reflejo del que estuvo enamorado toda su vida, sintiéndose profundamente asqueado al no reconocerla, al no reconocerse porque ¿Qué queda? ¿Qué cambia o se pierde con el paso de los años entre dos seres que nacieron para estar unidos?
No puede explicarlo. No puede entenderlo. Es como si ya no supiera donde empieza él y donde termina Cersei, es como si su reflejo se hubiese difuminado y ya no quedara nada de todo aquello que los unía.
Nada que no sea el friccionar del cuerpo y los recuerdos de otros tiempos que se niega abandonar, de los que se aferra con un patetismo insultante que le hace arremeter con fuerza dentro de su hermana. Una última vez mientras se convence de que su vinculo está roto y que lo roto rara vez vuelve a componerse.
