El día del Padre, puede que se celebre un día diferente en sus países, pero en mi país se celebra el 15 de Junio, así que espero que lo disfruten.
No soy dueño de Pokémon, solo de estos fanfics, es 1 oneshots con 2 finales diferentes, que escribí hace un par de años, aunque el ultimo final lo escribi hace muy poco, para conmemorar el día del Padre.
Descansando
En Cuidad Eterna, Sinnoh, cierto chico de cabello azabache, de edad cercana a los 14 años, con unas extrañas marcas en forma de "Z" en sus mejillas debajo de sus ojos color marrón claro, se encontraba parado frente a una tienda muy especial, la gente no dejaba de mirarlo y susurrar un sinfín de cosas que para el muchacho no tenían ningún valor ni importancia, ya que desde un comienzo en su aventura pokémon las miradas de otros se posaban en él, después de todo es bastante raro que alguien lleve a su pokémon fuera de su pokeball, como era el caso del fiel acompañante del entrenador, Pikachu, su primer pokémon y mejor amigo. Después de un tiempo de estar reflexionando sobre entrar o no a la tienda el muchacho fue sacado de sus pensamientos por la llamada de uno de sus amigos.
- Ash! - gritó a lo lejos una muchacha de cabello azul.
- Hola Dawn - responde Ash sin el ánimo usual que acompaña al entrenador.
- ¿Te ocurre algo? No te ves igual que siempre- preguntó la oriunda de Sinnoh.
Ash negó con la cabeza y dijo – No nada, solo estoy pensando en mi siguiente batalla de gimnasio eso es todo- poniendo una pequeña sonrisa que no dejo muy convencida a su amiga.
- Okay, pero sabes que queda mucho camino para ciudad Snowpoint, además Brock nos espera en el centro pokémon, vamos!-
El chico de Kanto solo asintió y siguió a su amiga en dirección hacia el edificio, pero su mente todavía divagaba con los pensamientos del que hacer con respecto a la tienda que ya dejaba atrás. Al ingresar al centro pokemon su amigo de ciudad Pewter los recibió tendido en el suelo retorciéndose de dolor al lado de una rana azul en una extraña posición de sentarse, como haciendo sentadillas.
- Déjame adivinar Croagunk – rompió el silencio la coordinadora- ¿Enfermera Joy? – preguntó ganando una afirmación con la cabeza de parte del pokemon veneno/lucha.
- No…pude…ni siquiera…pedir…una habitación – soltó entre quejidos el criador.
- No importa, ya lo hare yo – dijo Ash yendo en dirección donde estaba la enfermera pokemon, Dawn continuaba mirando de forma preocupada a su amigo de cabello azabache.
- emm, Brock- comenzó la chica de Sinnoh ganando un "uh" de parte del chico mayor- no sé si lo has notado, pero Ash ha estado un poco deprimido últimamente.-
El oriundo de Ciudad Pewter soltó un suspiro y dijo – así que te diste cuenta, eh? Ash siempre esta asi en estas fechas.-
-¿Estas fechas? ¿Por qué?-
- En un par de días será el "Día del Padre", a pesar de todos los años que eh viajado con Ash, él nunca me ha dicho mucho sobre su padre con la excepción de que era un gran entrenador y que se encuentra muy lejos.-
- Así que es eso – comento con semblante triste Dawn, ya que chico de Kanto a través de todo su viaje por Sinnoh se convirtió para ella en un gran amigo y en alguien en quien realmente confiar – y, ¿nunca le has preguntado nada más?-
- Si, pero siempre es lo mismo, nunca llego a nada concreto, además siempre se pone triste cuando se trata de ese tema así que es mejor dejarlo tranquilo, ya se le pasara en cualquier momento – respondió tranquilamente Brock, ya que no quería poner aún más triste al chico del Pikachu, quien se aproximó a sus amigos con la llave para el cuarto en el que iban a quedarse.
Al rato de dejar sus cosas en la habitación se dispusieron a ir al comedor donde sus amigos pudieron apreciar la capacidad de tragar alimentos de parte del chico de pueblo Paleta, Brock decidió "descansar en el centro" aunque sus intenciones de coquetearle a la enfermera Joy eran más que obvias, Dawn había decidido practicar un par de movimientos para su siguiente concurso y finalmente Ash decidió salir a dar un paseo por la ciudad acompañado de Pikachu.
En el trayecto Ash seguía pensando sobre la tienda en por la que paso antes de que su amiga lo interrumpiera; luego unos 10 minutos de su caminata se dirigió a aquella tienda y se armó de valor para entrar, comprar lo que por tanto había pensado y se fue lo más rápido que pudo.
Después de 20 minutos Ash regreso al centro pokemon, el azabache volvió a ver a Brock tirado en el suelo con una gran mueca de dolor y a su Croagunk al lado, dándole un pequeño y acostumbrado deja vú, y cuando el joven de ojos rasgados se recuperó y vio a su amigo pregunto: - ¿Qué tal tu caminata?
A lo que el chico solo levanto sus hombros y tranquilamente dijo – Bastante relajante – con una pequeña mueca de sonrisa.
- Ya veo… ¿y ahora que harás? – pregunto el oriundo de Pewter
- No lo sé – dijo Ash, pero al segundo después una sonrisa llego al rostro de chico de la gorra - ¿Qué tal una pequeña batalla de calentamiento para de mi próxima batalla de gimnasio? -
- ¿No es demasiado pronto para preocuparse por eso? – pregunto su amigo
- Nunca es demasiado pronto para prepararse para una batalla, ¡VAMOS! – grito Ash con un gran entusiasmo, a lo que Brock solo sonrió y para sus adentros se alivió de que su amigo volviera a la normalidad.
3 días después. Kanto, Pueblo Paleta
A lo lejos se observa la figura de una mujer de cabello castaño bastante conocida en el pueblo por ser la madre de uno de los orgullos de aquel lugar, Delia se encontraba de pie frente a un gran árbol.
- Hola cariño, espero que estés bien… aquí todos hemos estado bien, el pueblo sigue tan tranquilo como siempre, Mimey me ayuda muchísimo en el hogar, el profesor Oak sigue igual de obsesionado con su trabajo como lo recuerdas, y Ash ahora está en la región de Sinnoh, el otro día me dijo que iba por su séptima medalla por allá, nuestro muchacho se esfuerza mucho para ser un Maestro Pokemon, y sin importar donde siempre se presenta como Ash Ketchum, siempre orgulloso de llevar tu apellido….Sabes el día de ayer recibí esto de parte de él, sabe que son tus favoritas – dijo la mujer poniendo un ramo de hortensias en una piedra lisa al pie de aquel árbol, comenzando a brotar lágrimas de sus ojos llenos de tristeza - sabes que te extraño muchísimo…. Ash te extraña tanto…. Pero ambos sabemos que no te gustaría vernos tristes…. Pero aun así…. Siempre te amaremos no importa que… - fue lo último que pudo soltar la señora Ketchum antes de caer de rodillas llorando unas lágrimas de dolor frente a aquella piedra con un grabado muy especial:
AQUÍ DESCANSA ADAM KETCHUM
AMADO ESPOSO Y PADRE,
UN GRAN ENTRENADOR POKEMON QUE VIVIRA
EN LAS MEMORIAS DE QUIENES LO CONOCIERON Y AMARON.
"NUNCA TE RINDAS HASTA EL FINAL"
Y bien? si alguien se lo pregunta, si la última frase en la tumba es un cambio reciente que realice en esta historia, inspirado por la nueva serie de Pokémon XY.
