Prólogo
Dolor, es lo que siento en estos instantes, todo lo que alguna vez quise ya no está, no vendrá a mi de nuevo.
Muerto, desearía estarlo ahora que no estoy con ese alguien que ahora más no podré ver.
Tristeza, amargura, odio, esas palabras rondan por mi cabeza ahora que no podré contemplar su dulce semblante lleno de cariño.
Mi cabeza da vueltas, ya no soporto más, quiero terminar con este horrible dolor de una vez por todas. Sí tan solo hubiese llegado a tiempo...
Las voces susurran, vociferan cosas inentendibles, grito con todas mis fuerzas para que paren, pero todo esto es en vano, no logro callarlas; estoy sumergido dentro de un mar inmenso de horrible desesperación, no sé qué hacer, poco a poco pierdo la noción de lo que alguna vez llegué a ser.
Una porquería...
Eso es lo que ahora soy, una completa mierda que no supo cómo proteger a ese ser querido que tanto anhelaba de las garras de la oscuridad; es curioso, como puedo proteger a alguien más, cuando siquiera puedo protegerme a mí mismo, realmente soy una porquería...
Mi mente no está clara, ahora vociferan más fuerte, como si intentasen reclamar algo de mi que les pertenece En un intento de apaciguar aunque sea un poco las voces, grito con todas mis fuerzas y comienzo a dar golpes contra la pared.
Lentamente caigo al piso, puedo ver como caen gotas de sangre en el suelo. Sí tan solo hubiese estado ahí, nada de esto hubiera ocurrido.
Ahora las voces gritan, y no las puedo hacer callar...
