CAPÍTULO I
Un encuentro esperado
Una tarde normal un poco nublada, el clima cálido y aunque un poco húmedo era agradable a la piel, el sol era tapado de vez en cuando por las nubes y el cielo amenazaba con dejar caer lluvia después de unas horas. El reloj daba las 5 con quince minutos cuando estas dos personas un poco ansiosas se reencontraron por primera vez después de no verse unos años. Un hombre alto y fornido, de músculos bien marcados y un peinado curioso con rapa a sus costados y una coleta alta de tez morena le daba una presencia dominante y un traje azul característico de las tribu agua. Pero sin duda era su inteligencia en la estrategia y su sarcasmo era lo que más lo caracterizaba. Sokka definitivamente había crecido bastante y se había vuelto todo un hombre. Para Toph reconocerlo con esa presencia había sido confuso en un principio incluso dudo si realmente era el pero cuando escuchó su voz diciendo:
"Tiempo sin vernos Toph" supo inmediatamente que se trataba de él y de sus malos chistes.
"Muy gracioso chico boomerang" le sonrió ella mientras se acercaba a darle un golpe en el brazo.
Ella también lucia como una mujer madura, no muy alta pero si con el cuerpo más definido, la maternidad le había asentado bastante bien, incluso su voz había engrosado un poco, sus ojos se veían igual de alvinos y hermosos y su negro cabello le hacía resaltar su pálida piel, se había hecho un peinado medio recogido y adornado con una flor metálica, aunque no se importaba por su apariencia quiso dejarlo arreglado según su definición de bonito ya que estaría saliendo con el chico que alguna vez dejó un camino de cariño y afecto en su corazón.
La vida de ella había sido no muy fácil hasta ese momento, desde que empezó su academia de metal control tuvo que separarse poco a poco del equipo Avatar, conoció personas muy interesantes incluso a quien se convertiría en el padre de su primer hija. Un chico bastante divertido y trabajador muy agradable para platicar, durante ese tiempo ella aprendió mucho estando con él, cocinar ya no le resultaba tan difícil a pesar de su ceguera, los deberes de la casa los compartía con él y salían a pasear cuando no se la pasan entrenando metal control, incluso aquella habilidad les había servido para los momentos en que para demostrar amor no se decían ninguna palabra.
Toph pensó que se trataba de la persona con la que pasaría el resto de su vida pero el amor se fue marchitando, el empezó a mentirle más seguido y no sabía que ella se daba cuenta, ella quiso hacer como si no pudiera saber que él no hablaba con la verdad cuando le decía que había salido solo, saber que no le mentía cuando le decía que era la única mujer en su vida, ella quiso creer que él solo estaba para ella a fin de cuentas tenían una hermosa niña que cuidar y criar, como madre, era ruda con ella y él como padre la consentía de más, le daba dulces le compraba juguetes y la sacaba a pasear en coche. Se hubiera convertido en una niña mimada de no ser que solo veía a su papá algunas veces a la semana. Se notaba que intentaba llenar el vacío que le dejaba a la pequeña con cosas materiales y visitas de ensueño. Él a veces no regresaba a casa y Toph solo seguía como si nada pasara como si no le doliera el corazón incluso como si no tuviera alguno. Entrenaba a la pequeña Lin y la enseñaba a ser fuerte cuando papá no volvía. Ella se cansó de esperar y el jamás volvió, al parecer para el las cosas no habían funcionado y para ella hubiera preferido que se lo dijera a la cara. Ella es fuerte y de corazón inquebrantable pero se ha de saber que por ese joven derramó algunas lágrimas mientras se escondía lejos para que su hija no la escuchara.
Se habían quedado solas en una casa amplia a las orillas de un pueblo en el reino tierra. Ella amaba a su pequeña hija Lin a quien al parecer solo le quedaban pocos recuerdos de su padre, era muy pequeña cuando él se marchó pero eso no las limitó para seguir creciendo, se mudaron de casa a la ciudad que Aang había ayudado a fundar, ella comenzó a enrolarse un poco en la policía entrenando y capacitando gente para que la ciudad en la que ahora vivían fuera más segura para su hija. A veces llegaba casa con heridas ocasionadas por el trabajo, y se las limpia y desinfectaba mientras acurrucaba a su hija y le cantaba canciones, jugaba un poco con ella y después dormían. La pequeña creció bajo regímenes duros de entrenamiento y también con un amor de madre inigualable. De vez en cuando también visitaba a su prima Kya ahí podía jugar como una verdadera niña y aprendía cosas de belleza de la tía Katara ya que los peinados que le hacía su propia madre no le agradaban del todo. En general gustaban las tardes con la Familia Avatar así que no sufría cuando mamá iba a tardar mucho en el trabajo.
Los días pasaban y Toph comenzó a sentirse cómoda y tranquila, ya no pensaba tanto en lo que aquél hombre había sido para ella, el trabajo con la policía la envolvía cada vez más, gritarle a la gente y decirle que hacer le estaba gustando, tal vez había nacido para hacer eso. Un día en su casa mientras bañaba a Lin le llegó un mensaje, una simple grabado en metal que decía "Chica de Roca hay que vernos a las 5 el día 16, te espero por donde comimos la última vez, atte.: Sokka" Esa última vez de la que hablaba había sido ya hace varios años, pero ella recordaba perfectamente bien dónde. Su corazón dio un brinco de alegría, hacía mucho que no se juntaba con el y tenían muchas cosas que contarse.
La pequeña Lin se quedó en casa de la familia Avatar para que Toph pudiera salir tranquilamente con su amigo de infancia-adolescencia, tenían mucho que contarse ya que no podían enviarse cartas, Sokka se movía bastante por todo el mundo por su deber de Líder Tribal y a ella bueno, no era muy fanática de papel con cosas escritas. Y el correo no quería mandar placas de metal impresas por paquetería sencilla.
Desde que se vieron la plática fluía bastante bien reían y bromeaban como en los viejos tiempos el sarcasmo se dejaba ver a flor de piel y al final entraron a un restaurante para poder comer.
Hasta ese momento Sokka no había estado en uno desde hacía mucho tiempo atrás, había entrado en una depresión desde hacía unos meses por su separación con la guerrera Kyoshi y aun que ahora ya se encontraba estable, había sido una cosa bastante dramática pero ¿Qué se podía esperar de una chica que fue entrenada para ser guerrera? Habían ocurrido varias matanzas por un grupo de maleantes que asesinaba familias completas con tal de saquear lo más valioso de sus casas, se escabullían como sombras y no dejaban rastro alguno. El deber de la guerrera era investigar el caso, ellos a veces trabajaban juntos en resolver algunos casos, pero este en especial le incomodaba de sobremanera al chico de piel morena. El insistía en que ella no fuera tras ellos, que era algo peligroso pero ella jamás quiso escuchar, hubo peleas y gritería para finalmente terminar en una relación rota. Él le pidió que se cuidara le dijo que la recordaría siempre pues la había amado, pero ella amaba más el deber de guerra que al guerrero mismo. Algo difícil y solo un beso de despedida, años de estar juntos al parecer no habían sido suficientes para perpetrar en el corazón de la Kyoshi, el quedó triste un poco decepcionado, pero siguió su camino, no era la primera vez que alguien a quien amaba se le iba de las manos.
Sokka se tomó el tiempo para platicarle a la Bei Fong lo ocurrido con lujo de detalle, ella le levantaba el ánimo diciéndole que era un llorón por haberse puesto de esa manera, lo escuchaba y bromeaban al respecto, ella fue breve contando lo ocurrido en su pasado pero aun en su brevedad el entendió lo mucho que debió haber sufrido, Toph al darse cuenta que llegaron a un taciturno instante, golpeo la mesa y gritó.
"¡Dos sidras con jugos de cactus a esta mesa por favor!"
Sokka no puedo evitar reír ante la acción de su amiga y le acompaño diciendo "¡Que sean del tamaño más grande que exista!"
Los dos rieron bastante y prefirieron contar de otros temas, como los hijos de Katara y Aang el trabajo que había obtenido en la policía y otros temas cotidianos.
Conforme iba pasando el rato y la marca de la bebida iba bajando Sokka se perdía más en la mirada fija de Toph, sonreía como idiota y de una manera casual comenzaron a rozarse las manos, aun contando chistes ambos sabían lo que pasaba por que a fin de cuentas siempre hubo algo pero nunca fueron nada.
Cuando pudieron acabar con aquella bebida "prohibida" ambos salieron del restaurante, habían dejado un poco mal el lugar ya que Toph hizo tierra control, bueno, sin control y Sokka quiso comprobarle que aun podía dominar su boomerang así que lo lanzó ahí mismo rompiendo algunas cosas, Toph solo escucho los vidrios quebrarse y los sintió caer al suelo, se rio bastante de Sokka al por que había olvidado que igual ella no vería su boomerang, pero pudo sentir perfectamente el desastre ocasionado, bromeo con sus maravillosas habilidades y terminaron pagando una grande cuenta que igual valió la pena.
Caminaban medio tropezando como unos buenos ebrios exaltados, para Toph ya era complicado sentir las vibraciones del piso así que empezó a toparse y a golpear con algunas cosas en su camino. Sokka disfrutó ver eso y por eso la dejo seguir avanzando mientras la sostenía medio cargada en su hombro. Ya se había hecho noche y las luces de las calles ya estaban encendidas, el suelo aún conservaba charcos de la lluvia previa y en ellos se reflejaban las luces de la ciudad.
"Estoy hecha una mierda" Le dijo Toph a Sokka mientras le intentó dar un golpe que termino al aire.
"Y vaya que si, ni siquiera puedes caminar sola" le dijo mientras seguían avanzando.
Él se detuvo a pensar un instante y de pronto la estaba cargando a dos brazos como si de una bebé se tratara.
"suéltame no soy una bebé" gritó ella.
"pues pareciera que si, no puedes caminar sola y además estás enana"
El siguió caminando a pesar de los reproches y amenazas que escuchaba y cuando finalmente se hartó la cambió de posición, ahora la sujetaba como un enamorado que llevaba victorioso a su nueva esposa a la cama. Ella sintió el repentino cambio se quedó quieta y atentamente puedo escuchar latir fuertemente en corazón de quien la cargaba, ella solo cerró los ojos y no dijo palabra alguna se sonrojó un poco y quiso hacer como si nada pasara.
A tan solo unos pasos después ella sintió como él se aproximaba a su rostro, ella sabía lo que pasaría y no lo detuvo, no dijo nada ni reprochó como le era costumbre, le permitió a paso libre que él le diera un beso y no uno corto, sino más bien uno de esos que esperas toda la vida. El sintió todo el cariño que jamás se dieron, la dejó de besar un instante solo para volverla a poner de pie en el suelo, ella uso un poco de tierra control para quedar un poco más alta, se besaron nuevamente, Toph podía sentir como el suelo vibraba por el temblor de las piernas de él, tal vez ocasionado por el nerviosismo o por la emoción, ella no lo sabía pero por lo que fuera igual le gustaba.
"Eres hermosa" le dijo mientras le tomaba delicadamente el rostro.
"Tu estás loco" le contestó ella.
"Pues me alegro de estarlo" le respondió el para finalmente abrazarla por la cintura mientras recargaba la cabeza en su pecho "Yo sé que tú también estas feliz de verme, tu corazón no me miente"
Toph solo giró la cabeza a otro lado e hizo como si no fuera cosa importante, él se limitó a sonreír pues sabía que eso significaba más que muchas palabras de amor que pudieron haber sido dichas para ese momento de sentimentalismos.
Prosiguieron caminando por la calle alumbrada por los faroles rumbo a casa de Toph, él quería asegurarse de que ella llegara bien ya que medio ciega y medio borracha no podía dejarla ir por su cuenta, Él no había sido afectado tanto por el sidra con jugo de cactus ya que tenía experiencias previas en consumirlo pero al parecer a Toph no le pasaba lo mismo la pobrecilla parecía una pequeña niña aprendiendo a caminar.
Una vez que llegaron a la casa ella abrió la puerta, jaló de la camisa a Sokka con todas sus fuerzas y le besó como si quisiera sacarle el alma, él se sorprendió pero se dejó llevar, la puerta fue cerrada a tientas por la chica y aun con apenas la iluminación de la calle fueron descubriéndose recorriendo con sus manos el contorno de sus cuerpos.
"¿Alguna vez has hecho el amor a ciegas?" Preguntó ella mientras le quitaba la camisa y palpaba su pecho, el chico con mirada sorprendida negó haberlo hecho de esa manera alguna vez "Cuando uno de tus sentidos es obstruido o nulo como lo es mi vista, los demás tienden a ser más sensibles y finos. Los olores, sonidos, sabores y sentires son más profundos cuando no puedes ver o al menos eso me han dicho, yo siempre he sido ciega" El chico la escuchaba con atención, entendió la sugerencia que ella le hacía así que tomó su camisa que ya estaba en el suelo y la puso en las manos de Toph.
"Quiero sentir aunque sea un poco como tu sientes" Cuidadosamente ella tomó la prenda, la envolvió para que quedara como una tira y la pasó sobre el rostro del chico, hizo un nudo un poco fuerte y así lo privó de toda visibilidad.
"Ahora comenzará la mejor parte, me alejaré un poco de ti y deberás de percibir y encontrarme si es que quieres estar conmigo" Dijo Toph dando apenas unos pasos cortos hacia atrás, Sokka comenzó a buscar tentando el aire y cuidando de no golpearse con nada "No me importa lo ridículo que me puedas percibir, te encontraré dalo por seguro, porque cuando de verdad quieres estar con una persona haces lo imposible por buscarla aun cuando no puedes ver"
Toph comenzó a respirar un poco más rápido, era evidente lo que las palabras de aquel chico le hicieron sentir. Así comenzó un juego que le dio el tiempo a la Bei Fong para meditar en lo que estaba a punto de hacer, aun podía arrepentirse, en realidad no estaba muy segura de sí su corazón ya había curado, sintió temor por primera vez en bastante tiempo, comenzó a dudar de si era lo correcto, definitivamente ella quiso estar con Sokka hace bastante tiempo atrás y ahora lo tenía ahí en su casa sin camisa e intentando buscarla, tragó saliva duramente y eso le dio a Sokka una pista hacia dónde dirigirse. Después de un profundo respiro se decidió a que no lo dejaría ir esta vez, esta sería la primer noche de muchas que les esperaban juntos, ella quería estar con él en esta ocasión y en muchas venideras. Podía percibirlo a tan solo 2 pasos solo fue cuestión de unos instantes para que el la sintiera nuevamente.
"Aquí estas" dijo cruzando torpemente los brazos por la cintura de ella "y aquí estaré" Dijo ella dirigiéndole las manos a su pecho. Pudiera haber parecido bastante directa con esa acción, pero quería hacerlo entender que estaba lista para ese momento y tal vez para muchos venideros, ella sabía lo que quería y no dejaría que nada se lo impidiera.
Pronto se hizo de día, fue una noche corta, el tiempo se les pasó muy rápido entre besos y caricias que hablaban por si solas, podían comunicarse lo mucho que se deseaban lo mucho que habían querido estar juntos, con cada roce de su piel aumentaban sus ganas de seguir con aquello, eran dos almas insaciables sedientas de ese cariño verdadero, se detenían por que se sentían desvanecer a falta de aire por tanto beso, pero solo un respiro y ya estaban prosiguiendo, él le dio un masaje en la cabeza cuando terminaron, ella le tomo las manos y las entrelazó con las suyas. Quedaron acurrucados de frente y aun jugueteaban con sus manos hasta que el sueño terminó por vencer a ambos.
El abrió sus ojos y la contempló ahí tumbada en la cama con la boca abierta y los labios un poco secos, deslizó el dedo gordo de su pie por la planta de el de ella haciendo que esta despertara súbitamente "buenos días chica de piedra" le dijo sonriendo, pero ella frunció el ceño y le dijo "No me despiertes así" para después darle la espalda al muchacho, el sabia de su mal humor pero no esperaba que después de la velada que habían tenido ella aún se comportara de esa manera. Aun así dejó a un lado esos sentimientos y se levantó de la cama.
"Vamos a desayuna algo rico" le dijo mientras estiraba los brazos dándole la bienvenida a un nuevo día.
"A menos que vengas y te acuestes de nuevo conmigo, no creo desayunar algo rico" le respondió la chica aun soñolienta. Aquella declaración sonrojó inevitablemente al muchacho.
"Solo bromeo" volvió a hablar ella mientras también se levantaba de la cama con la sabana enredada en la pierna. Su aspecto no era el más prometedor a fin de cuentas ni siquiera había dormido lo suficiente, el cabello como un estropajo viejo y la piel pegajosa por los rastros de saliva que le dejo el muchacho en el cuerpo.
Ambos buscaron su ropa por la casa, Sokka le ayudó a encontrar 2 de las prendas que le había arrebatado por el deseo de piel desnuda y se apresuraron a cambiarse pues Toph debía ir por su hija a casa de Katara, lo bueno es que ella sabía con quién iba a salir si no se hubiera preocupado por el hecho que no llegó por ella. Por las influencias del chico consiguieron transporte rápidamente para llegar a la isla donde Aang y Katara tenían su hogar. Ahora le debían una larga justificación a la maestra agua de porque no aparecieron desde el día de ayer a la hora que se suponía regresarían.
Ya en la embarcación y dirigiéndose a la isla Sokka centró su mirada en la chica con la que había pasado una de las mejores noches de su vida no solo por la pasión desenfrenada y haber hecho el amor a ciegas, sino porque de verdad amaba a la Bei Fong sintió su corazón latir con más fuerza como intentando salir de su pecho, ahora que ya la había tenido a su lado aunque fuera de una manera inesperada y precipitada, no pensaba dejarla irla jamás, iba a acompañarla a donde fuera necesario y pasaría sus próximos días con ella, ya solo podía pensar en ella, que pareciera la más frágil cuando se encontraba desnuda pero que en realidad era fuerte y de noble corazón "¿Y ahora?" Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz pensativa y ansiosa de respuesta.
"y ahora ¿Qué?" -Respondió el.
"Y ahora… ¿Me seguirás queriendo como lo hiciste ayer?" preguntó la chica aprovechando el momento en que los dos se encontraban pisando madera, lo que fuera a responderle le creería aunque fuera una mentira, ella solo quería escuchar lo que él dijera y lo tomaría como un tesoro como una verdad absoluta que no compartiría con nadie.
"Ahora solo quiero estar contigo siempre por el resto de mis días, quiero tenerte y que me tengas, quiero protegerte y amarte, quiero que juguemos con la pequeña Lin y la querré como mi hija porque lo será, claro, si me lo permites" Le respondió el muchacho mientras le tomaba la mano a la chica que se encontraba casi indefensa.
"Bien" dijo ella apretándole la mano como si quisiera arrancársela "Quédate siempre ¿Entendiste?" le dijo susurrando mientras recargaba la cabeza en el pecho del muchacho.
Sería un nuevo comienzo, un nuevo camino, algo que los dos querían y que nunca se dijeron, todo había sido confuso hasta ese momento, la oscuridad el miedo habían inundado sus caminos de vida pero a partir de ese momento un nuevo brillo de esperanza renació de sus corazones con tal fuerza que pronto tendría un brillo que hasta la misma luna envidiaría. El hacer feliz al otro y amarse eran sus nuevos propósitos de existencia y lo harían tanto como les fuese posible, podrían armar una familia que un que pareciera algo rota en un principio poco a poco se iría curando y llenando de alegría, ilusiones y nuevos sueños, ellos solo querían volver a sonreír como en los viejos tiempos y al parecer lo harían.
Nota de la autora:
¡Hola a todos! he de esperar que esto les agrade porque va para ser un poquito largo, en general Toph es mi personaje favorito de ATLA y por eso le tengo prepara una historia que le haré con mucho cariño. Cual quien cosa que me quieran decir o comentar es bienvenida y en general agradezco a todos los que se toman la molestia de leer las cosas que escribo muchas gracias y hasta pronto!
