Este fic participa en el minijuego de diciembre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

Disclaimer: Todo el potterverso es de JK, yo solo juego con sus personajes.

Esa noche había luna llena, y ellos sabían muy bien lo que eso significaba. Llevaban todo el día pensando en alguna solución, pero ¿Qué podían hacer unos chicos de 12 años contra la licantropía? Nada. Desde que habían descubierto el secreto de Remus, no podían evitar sentir gran impotencia al no poder ayudarlo.

De pronto, Sirius levantó la vista del ajedrez mágico que jugaba con Peter, y James pudo ver en sus ojos como una pequeña idea se hacía más y más grande.

—¡Lo tengo!— gritó el Gryffindor, haciendo que Peter pegara un brinco—. Sé cómo podemos ayudar a Remus— les dijo en voz baja, para que nadie oyera.

No dio muchas explicaciones, pero en cuanto le pidió a James que tomara la capa de invisibilidad y se encontraran en el retrato de la Dama Gorda, éste no dudo ni un segundo.

Una hora después, los tres amigos salían corriendo de la sección prohibida de la biblioteca, esquivando a los demás estudiantes que pasaban con tranquilidad por los pasillos. Subieron los escalones de dos en dos, y al entrar al dormitorio cerraron la puerta con llave.

—Remus, despierta— le gritó Peter.

—¿Qué pasa?

—Tenemos la solución a tu problema peludo— le dijo James.

—Bueno, no solución. Pero sí te podremos ayudar— corrigió Sirius

—¿Cómo?— preguntó Remus con la curiosidad grabada en el rostro.

—¡Seremos animagos!— gritaron los tres al mismo tiempo.

Remus se talló los ojos, pensando que talvez aún estaba soñando, pero al volver a abrir los ojos los vio ahí, alrededor de su cama, cargando un montón de libros con una enorme sonrisa en los labios.

—Están locos. ¿Cómo van hacer tal cosa?

—Estamos estudiando para eso— dijo Peter corriendo a su cama, abriendo uno de los libros que llevaba.

—Así no tendrás que pasar por todo esto solo— le explicó James.

—¿Están seguros de esto?— les preguntó ya sentado en la cama, con el ceño fruncido—. Podría doler la transformación.

—No te preocupes por eso— le dijo James—. Ahora vete, ya está anocheciendo.

Remus tomó su abrigo y caminó hacia la puerta y le quitó el seguro, pero antes de salir, volteó a ver a sus amigos, cada uno concentrado en sus lecturas.

—Gracias— dijo tímidamente.

—Agradécenos cuando seamos una manada de lobos— le contestó Sirius con una sonrisa.

Bueno, en cuanto me dieron la frase que debía utilizar, esto fue lo primero que se me ocurrió. Espero que les guste.

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