Disclaimer: La trama es lo único que pertenece a Alendarkstar. Todo es obra de Jhonen Vásquez.
Capítulo 1: La noticia
A pesar de ser un día soleado, ideal para salir de casa, Gaz permanecía en la sala de su casa, jugando con su Game Slave 3 y con las ventanas bloqueadas impidiendo el paso de la luz. A pesar de tener dieciséis años no había dejado de lado su fanatismo por los videojuegos.
Aquel día había faltado a clases, no era la primera vez que lo hacía y ciertamente tampoco le interesaba. Nadie le reclamaría por ello, dudaba que alguien tuviera el valor de hacerlo, quienes lo habían intentado nunca volvieron a ser los mismos.
Cuando escuchó que tocaban la puerta lo primero que hizo fue gritarle a su hermano, no deseaba dejar de lado su videojuego por algo como abrir la puerta, en especial cuando alguien más lo podía hacer. Después de gritarle por varios minutos notó que no abriría por lo que decidió hacerlo ella misma. Durante todo el camino no dejó de maldecir a su hermano e ideando varias formas de tortura, cada una más dolorosa que la anterior.
No se sorprendió al encontrar a dos policías en la puerta, pudo identificarlos rápidamente gracias a la identificación que estos llevaban en el bolsillo de la camisa: Connor y Sanders. Dos hombres de alta estatura, de estructura muscular robusta, mentón cuadrado, mismo peinado y mismo corte de barba, parecían gemelos, su hermano en una ocasión había dicho que eran clones. Solía verlos más de lo que le gustaría, Dib tenía una facilidad mayor a cualquiera que hubiera conocido para, su afición por lo paranormal le había dado fama de insano y varios arrestos. En una ocasión había escuchado que de no estar loco podría haber sido el más popular de su clase, algo que ella consideraba ridículo.
Podía parecer absurdo el que con tan solo trece años ya hubiera estado en la cárcel, aparecido en los diarios y etiquetado por el gobierno como insano, pero aquello era una realidad para el mayor de los hijos de Membrana. Gaz sabía que en muchas ocasiones su hermano decía la verdad pero nunca intentó defenderlo, hacerlo sería privarse de verlo golpeado y humillado.
_ ¿Familiares del joven Dib…?_ le había preguntado el oficial a la vez que trataba de leer una ficha en su mano, por su ceño fruncido era evidente que no lo entendía_ nunca entenderé la letra del capitán.
_ No importa, es suficiente con decir que es un niño cabezón_ agregó su compañero_ muy cabezón.
_ Es el idiota de mi hermano ¿qué hizo esta vez?
_ Necesitamos hablar con su padre.
_ Él está ocupado, si Dib hizo algo solo déjenlo encerrado algunos días, en la celda más oscura que tengan y si tiene ratas mejor, con eso aprendera.
_ Eso no se podrá niña, esta vez es algo más grave. Necesitamos localizar a su padre cuanto antes.
_ Intentaré llamarlo_ respondió notablemente molesta, odiaba que la trataran como a una niña, porque aunque todavía no era una mujer adulta, era evidente que había dejado la infancia atrás, su cuerpo era prueba de ello.
Comunicarse con un científico con un prestigio como lo era el profesor Membrana no era sencillo, incluso para sus hijos. Aunque esto nunca fue un impedimento para Gaz quien contaba con un dispositivo para emergencias. Ella era la única que lo tenía ya que su padre tenía algunas dudas sobre Dib, más precisamente sobre su estado mental, algo que nunca se había esforzado en ocultar.
La imagen del científico no tardó en hacerse visible en aquella pantalla. El oficial estaba sorprendido al ver al científico frente a él, antes de ir aquella casa no tenía idea de quién era el padre del niño.
_ Espero que sea una emergencia, la ciencia REAL no puedo esperar.
_ Es más que una emergencia y quisiéramos hablar con usted personalmente.
_ Es sobre su hijo, él…
_ Mi pobre e insano hijo volvió a hacer de las suyas, si tan solo se interesara más en la ciencia real y dejara esa idea absurda de ser un investigador paranormal.
_ Solo repórtese en la estación de policía lo más pronto posible.
_ Con una familia así no me extraña que se haya suicidado.
Los ojos de Gaz se abrieron de pronto. Aquello fue tan sorpresivo ¿Acaso Dib…? Debería sentirse feliz por la noticia pero no lo estaba y odiaba eso. Quiso pensar que era por lo sorpresivo de la situación pero sabía que no era así.
_ Connor_ le reprendió su compañero policía_ esto es un asunto serio, no puedes soltar algo así, de esa forma tan insensible.
_ ¿Por? _ tarde o temprano deberían enterarse. Además eso sucedió hace más de tres días, no es como si no lo sospecharan.
_ Gaz ¿tú lo sabías? _ preguntó incrédulo el profesor Membrana.
_ No, creí que estaba investigando algo paranormal o acosando a Zim como es su costumbre.
_ ¿Cómo puedo saber que es mi hijo del que hablan?_ preguntó incrédulo el profesor Membrana.
Los oficiales le mostraron una fotografía del mencionado, esta mostraba a un adolescente de diecisiete años, excesivamente pálido y con varias heridas, no se veían de gravedad pero se notaba que les faltaba cicatrizar, tenía los labios morados y los ojos cerrados. El profesor Membrana supuso que los habían cerrado antes de tomar la fotografía que tenía en sus manos. Hubo algo en la misma que atrapó toda su atención.
_ Mi hijo no tiene ningún tipo de perforaciones, esto sin duda debe tratarse de un engaño.
Ambos agentes lo miraban incrédulos, no sabían si se encontraba en fase de negación o simplemente ignoraba un detalle como ese sobre su hijo. Como era un hombre de ciencia no tardaron en llegar a la conclusión de que el joven Dib pudo haber ocultado ese detalle.
_ De hecho, papá, Dib tiene perforaciones desde los quince años, fue el día en que lo arrestaron en el centro comercial*.
_ Fue un vergonzoso incidente, nunca creí que tu hermano fuera esa clase de pervertido. Suerte que los abogados pudieron resolver la situación rápidamente y no tuve que abandonar el laboratorio.
_ Con eso debería quedar claro la identidad del difunto ¿O acaso quiere que se los confirme el muerto?
_ Los dos deberán presentarse en la delegación cuanto antes, hemos perdido mucho tiempo localizándolos.
_ Dijeron que fue un suicidio_ respondió Gaz con un tono amenazante_ no hay nada que deba ser investigado.
_ Todavía quedan asuntos por resolver, algo que debieron hacer hace mucho.
_ Es mejor obedecer a los oficiales.
_ Estúpido Dib_ murmuró Gaz por lo bajo antes de seguir a los oficiales, no sin antes pasar un dedo sobre sus ojos _ estúpidos rayos solares que irritan mis ojos.
….
Aquel era un día normal, no apartaba la mirada de su consola tal y algo habitual en ella. A pesar de que tenía poco tiempo con esa consola le faltaba poco para finalizar el último nivel de su GameSlave 3 cuando escuchó la campana sonar, sin darle la mayor importancia pausó su consola y guardo sus pertenencias, nadie le llamaba la atención por jugar en clases, incluso los profesores le temían, además solían usar sus notas como excusa. Mientras no reprobara lo demás poco les importaba y aún así sospechaba que de reprobar no harían nada, los tenía entrenados.
Dib había pasado a buscarla al salón, era una costumbre que tenían desde hace muchos años, había pasado más tiempo con su hermano mayor que con su padre y eso le molestaba. Todos en la escuela evitaban a Dib, con excepción de las veces que se burlaban de él, y ella quería evitarlos a todos, tenerlo cerca era como tener una especie de escudo. Actuaba extrañó, ella lo notó pero decidió ignorarlo. Mientras que no hablara sin cesar sobre sus cosas paranormales no era algo que debiera preocuparle.
Por un momento el que estuviera callado fue agradable, pero aquello duró poco. Podía sentirlo, algo estaba alterando la realidad tal y como la conocía. Ya había pasado una vez, fue extraño. No haría nada al respeto, si no la afectaba no le interesaba.
Zim seguía haciendo de las suyas. A Gaz no le preocupaba, no dejaba de considerarlo un idiota incapaz de conquistar el planeta Tierra. Lo que si le sorprendió fue la reacción de su hermano, o la falta de esta ¿no debería estar gritando que Zim es un alíen?
_ Idiota.
Dib mantuvo ese extraño comportamiento durante todo el día, según había escuchado tuvo problemas con sus compañeros. Pudo investigar más sobre lo sucedido pero no era algo que le interesara. Si no era un videojuego o pizza no le interesaba. Su padre era la única excepción a la lista.
_ ¡DIIIIIIIB! _ gritó al descubrir la caja de pizza vacía_ te comiste la última porción de pizza.
_ Papá dijo que traería más cuando viniera a la casa_ fue la respuesta de su hermano que no apartaba la mirada de la televisión, no lucía tan emocionado como cada vez que veía Misterios Misteriosos pero actuaba más "normal" que en la mañana.
_ ¡SEGURIDAD!
Sus muñecos inmediatamente corrieron a su llamado. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro al ver salir corriendo a su hermano y creció al escucharlo gritar pero no se comparaba al sentimiento de encontrar la última porción de pizza en la mesa frente a ella.
Sabía que estos eran peligrosos, que le harían mucho daño a su hermano de atraparlo, ese era el motivo por el que los había creado por lo que no le interesaba en lo más mínimo. Al contrario, lo último en que pensaba era en la seguridad de su hermano. De las cicatrices de su hermano ella era responsable de la mayoría y probablemente de las más profundas también.
…
Los policías que la llevaron a la estación no habían dicho nada y aun así se encontraba nerviosa. La forma en que presionaba los botones de su consola era la única evidencia de su estado. Le habían dicho que fue un suicidio pero no dejaba de sospechar, su instinto le decía que ocultaban algo.
Ver que no estaba sola aumentó esa sensación. Pudo ver a varios compañeros de su hermano, incluyendo a Zim. Ninguno parecía afectado por la noticia, quizás sorprendidos pero nada más. Probablemente era algo que muchos esperaban o mínimo lo habían intuido.
Continuó jugando a pesar de que se lo prohibieron. Pudo continuar desde donde el último punto de control y sabía que le faltaba poco para enfrentarse al gran y sangriento conde Pigcula. Un policía intentó acercarse a ella, pero rápidamente decidió alejarse, a pesar de lo poco que había hablado con ella, Sanders ya le temía.
_ Escalofriante hermana del Dib bestia _ le llamó Zim quien estaba sentado a un lado de ella_ dile a Zim que sucede.
Decidió ignorarlo, el conde Pigcula no iba a matarse solo y ella no podía dejar que sus pixeles continuaran haciendo de la suya. Si tuviera a sus muñecos cerca ya los hubiera enviado al ataque, tenía un nombre y sin embargo parecía que a Zim no le importaba recordarlo.
_ NO IGNORES A ZIM, SUCIA LARVA HUMANA.
_ Si no te calles haré de tu vida un mundo de pesadillas.
Aquello bastó para que Zim callara, durante unos pocos minutos. Esta vez Gaz no lo amenazó. Se acercó a él y lo tomó fuertemente del cuello. Ya había tenido suficientes problemas ese día, lo último que deseaba era tener que tratar con alguien como Zim.
_ No debería estar aquí _comentó Zita de pronto _ hoy tengo cita en el Spa, una mujer hermosa debe preocuparse por conservar su belleza.
_ Es una lástima que en el Spa no hagan milagros, tendrás que vivir toda tu vida con esa cara de moco.
_ Estás igual de loca que tu hermano, o tienes celos de mi belleza natural.
_ Si no te callas te daré una golpiza que la única forma de reconocerte será por tus huellas digitales y tu rostro quedara tan deformado que hasta a una pila de estiércol será más atractiva.
La mirada de Gaz era tétrica, aterradora. Zita no quiso discutir con ella, no tenía el valor para hacerlo, sabía de lo que era capaz la pelimorada. Esa situación era demasiado tensa, no quería más problemas de los que ya tenía, menos cuando su vida peligraba.
_ Llevamos horas aquí, solo quiero saber para qué nos llamaron.
_ Zim exige saberlo, Zim debe ser liberado.
_ Zim debe callarse _ murmuró Gaz abriendo por primera vez sus ojos desde que había llegado a ese lugar.
_ Todos ustedes son sospechosos _ les dijo uno de los oficiales que acababa de llegar.
_ No deberías ser tan directo, Connors.
_ Quiero terminar pronto, mi anime favorito empieza en unas horas.
_ ¿Sospechosos? ¿De qué?
_ De la muerte del joven conocido como Dib.
_ ¡MIENTES! El Dib gusano es enemigo de Zim y no puede morir hasta que Zim lo decida.
_ Asunto resuelto, fue el niño extraño de la extraña piel verde.
_ Es una enfermedad de la piel y Zim es normal como cualquier sucia larva terrícola y Zim no ha asesinado a nadie porque es normal.
_ Usted dijo que fue un suicidio ¿Acaso nos está ocultando información?
_ Detalles sin importancia _ agregó el agente Connors sin darle la mayor importancia al asunto causando un gesto de molestia en su compañero _ lo importante es que todos deben dar sus declaraciones antes de que sea oficial lo del suicidio.
_ Cuestión de protocolo, debemos descartar todas las posibilidades.
_ Son unos idiotas.
_ Hasta que tengamos algo oficial todos son sospechosos, todos tenían motivos para cometer dicho crimen.
…
Había tanto de su hermano que la hacía enojar, en especial cuando era algo relacionado con lo paranormal. Así había sido desde que tenía memoria y dudaba que en algún momento llegara a cambiar. Nadie lograba molestarla con tanta facilidad como Dib.
_ Vas a pagar Dib_ murmuró cuando su hermano le hizo perder una de sus vidas_ no descansaré hasta hacer de tu vida un infierno. Tú pagaras.
Lo había escuchado gritar y eso la había desconcentrado ¿Por qué lo había hecho? No le interesaba. Pudo haber sido que lo torturaran, hubiera quedado en ridículo o cualquier idiotez que a ella le daba igual, provocó que perdiera y se vengaría por ello.
Continuó jugando, le daría algo de tiempo a su hermano, unos minutos, días quizás de tranquilidad antes de hacer de su vida un infierno. Su juego era prioridad. En su mente se creaban diferentes formas de tortura, cada una peor que la anterior. Estaba decidida a vengar todos los pixeles que habían muerto.
Poco después lo vio llegar. Tenía un ojo morado y algunas cortadas. Decidió dejarlo pasar, darle tiempo a su venganza. Aunque solo con el hecho de estar presente su carácter se veía afectado, debía hacer uso del autocontrol que le quedaba.
_ Ese Zim_ lo escuchó decir, no supo si se lo dijo a ella o solo hablaba solo como acostumbraba hacer_ la próxima vez lo venceré y lo expondré como el alíen que es.
_ Deberías dejar eso_ le dijo Gaz_ ese alíen de cuarta no tenía oportunidad de apoderarse de este planeta, con lo obsesionado que estás cualquiera diría que estás enamorado de él.
_ Eso es absurdo Gaz, somos enemigos, yo soy el único que puedo detenerlo.
_ Si eso te deja dormir por las noches puedes seguir repitiéndotelo pero a mí no me importa, márchate antes de que convierta tu mundo en un sitio de pesadillas y perdición.
_ Zim no me gusta_ respondió Dib en un susurro casi inaudible.
_ ¿Dijiste algo?
_ Nada, ya me retiro, Misterios Misteriosos está por comenzar.
…
"Estúpido Dib, aún muerto causas problemas" pensaba Gaz, aparte de Dib, solo Iggins la había hecho enojar de ese modo. Seguía molesta por lo sucedido con su videojuego y por la vida perdida pero más por el hecho de encontrarse en ese lugar y no poder irse. Escaneó el lugar con la mirada y encontró algo sospechoso, todos lucían nerviosos ¿Acaso era cierto lo que dijo el oficial y todos tenían motivos para estar allí? Aquello cada vez se ponía más extraño.
_ Quiero verlo_ había dicho de pronto el profesor Membrana llamando la atención de todos los presentes_ es mi hijo y exijo verlo.
_ Me temo que eso no será posible_ respondió el agente Sanders con dificultad_ hace tres días fue declarado muerto y su cuerpo no se encuentra presentable.
_ No me interesa, exijo verlo.
_ Todo a su tiempo. Como hombre de ciencia entenderá que debemos continuar con nuestro trabajo.
_ Resuelva ecuaciones, calcule límites, haga lo que sea pero no nos estorbe.
_ Connors.
_ Estoy rodeado de incompetentes.
_ Soy el padre, tengo derecho a verlo. Lo que están haciendo es un atropello.
_ Hace tres días encontramos el cuerpo y hasta el día de hoy nadie reclamó por él, además tomando en cuenta que tenemos grandes motivos para asegurar que fue un suicidio le recomiendo callarse, no venga exigiendo derechos de padre cuando evidentemente no ha cumplido con los deberes.
_ Soy un hombre de ciencia, el mundo necesita de mí, no tengo tiempo para…
_ Algo tan ridículo como preocuparse por su hijo, supongo que pasar semanas sin verlo debe ser algo normal.
_ Suficiente Connors_ le reclamó el oficial Sanders_ no es el momento, no estamos debatiendo quién es el padre del año, nuestro objetivo es aclarar los hechos relacionados con la muerte del joven Dib.
_ Esto es una pérdida de tiempo.
_ Paciencia Calabacita, pronto se aclarara todo este mal entendido y ambos deberán tragarse sus palabras.
Aunque su padre le pidiera paciencia ella no podía tenerla, nunca había sido paciente en su vida y menos en una situación como en la que se encontraba. De no ser porque tenía su videojuego cerca probablemente todos estarían muertos, en especial el agente Connors, sus comentarios no solo eran inapropiados, también los consideraba desafiantes.
_ Eso solo podemos decidirlo nosotros_ aseguró el agente Connors desafiante.
¿Cuántas veces había deseado matarlo? Muchas, demasiadas quizás. Desde pequeña había disfrutado torturarlo, no podía esperar que no sospecharan de ella. Dudaba que alguien más le hubiera causado tantas cicatrices como las que ella le había causado, incluso sin tener una razón de peso.
Sería extraño el no volver a ver a Dib pero no le resultaba difícil aceptar la idea, al menos no como debería al tratarse de su hermano mayor… eso se decía mentalmente, ciertamente aunque no quisiera admitirlo, Dib podía ser la persona más cercana a ella, en varias ocasiones había acudido a su ayuda y aunque lo odiara la incluía en muchos de sus intentos de probar lo paranormal, probablemente, después de su padre, era la única persona a la que le permitía acercarse. Aunque eso cambió en los últimos días, Dib solía desaparecer con demasiada frecuencia.
…
Había bajado a la cocina en busca de una soda cuando vio el reloj, era las dos de la madrugada y aún no se había ido a dormir. Realmente había perdido la noción del tiempo con su nuevo videojuego, el Werewolf Piggy Hunter.
Tomó las últimas cuatro que quedaban y unas donas antes de regresar a su habitación. Quizás debió dejarle una soda a Dib pero no es como si le importara, si él quería una podía salir a comprarla. La última soda siempre era suya y eso no se discutía.
Cuando vio una pequeña lucecita roja en la parte superior de su consola supo que era el momento del cambio de baterías. Guardó la partida y apagó el videojuego. Se dirigió al cuarto de su hermano, hace dos días había agotado las últimas. Más le valía a su hermano tener baterías del doble A porque de lo contrario lo lamentaría.
La puerta estaba abierta y no había rastro de Dib en ninguna parte. La cama se encontraba en perfectas condiciones, como si nadie hubiera dormido en ella. No le tomó importancia, en los últimos días solía desaparecer gran parte del día.
Se dirigió al armario y buscó las baterías que necesitaba. Buscar en el cajón de arriba fue una mala idea ya que allí guardaba sus calcetines y algo más. Cerró el cajón con fuerza, no tenía deseos, no quería ganar un trauma.
Las baterías las encontró en el segundó cajón, en el que guardaba sus revistas paranormales. El que su hermano no tuviera ninguna revista porno era un alivio, lo último que hubiera querido era encontrarse con yuri aunque eso fuera considerado normal en un adolescente.
Se dirigió a su cuarto y continuó con su juego. Cuando bajó a desayunar su hermano no estaba. No supo si fue porque si salió temprano o si por el contrario ni siquiera había llegado a la casa pero no era como si le interesara.
_ Hola, nena_ saludó un emocionado Gir.
El pequeño robot había entrado por la ventana de la cocina pero no lo vio al estar concentrada con su videojuego. Con lo ruidosos que era no cualquiera podía ignorarlo. Sin pausar el juego se agachó, justo a tiempo para evitar el beso de Gir.
_ ¿Qué haces aquí?
_ El amo me dijo que buscara al humano cabezón y viera si planea algo en su contra, o era que comprara unos tacos.
_ Dile que vigile a su noviecito, anda desaparecido.
_ Mary no está_ comentó Gir con sus ojos llorosos.
_ Vete ahora mismo.
_ Quiero que bailes_ respondió el pequeño robot más animado.
_ Sal ahora mismo o hare de tu mundo una pesadilla.
_ Quiero que bailes.
Al ver que el robot no planeaba retirarse comenzó a bailar. Odiaba hacerlo pero no tenía otra alternativa. No sabía si el robot era inteligente o simplemente tonto, conociéndolo como lo hacía debía ser lo último.
Notas autora:
*Esta es una referencia de uno de mis fic sobre Invasor Zim "Cosas de hermanos" en el capítulo 1 el cual se encuentra en mi perfil. No es necesario leerlo para entender esta historia.
A pesar de los comentarios de Gaz, este fic no contiene Zadr, es solo Gaz siendo Gaz. Se recomienda leer cuidadosamente ya que no todo es lo que parece y las pistas se encuentran ocultas. Crimen o no, se descubrirá en los próximos capítulos.
