La guerra de los dioses

Hola fans este es mi segundo fanfic. Advertencia los personajes les pertenece SNK playmore, el fic le pertenece a mi loquita mente y yo hago lo que quiera con los personajes.

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Era un paraíso que era gobernado por un dios que era muy bueno, lo llamaban Zeus él era un hombre muy feliz tenía dos hijos que estaban preparados para la batalla, una esposa que le era fiel y tenía su gente que lo amaba. Sus hijos eran jóvenes muy valientes: Perseo un joven muy valiente que siempre luchara para mantener el olimpo en paz y Athenea su hija apreciada, también peleaba en las guerra. Ella era una joven muy hermosa y muy linda de sentimientos, ambos también eran adorados por la gente. Pero todo lugar feliz tiene que terminar y así comienza esta gran historia.

Es un día precioso en el olimpo, nuestra hermosa diosa caminaba por el olimpo pero es detenida por una joven.

-Athenea…athenea…athenea – decía la joven corriendo hacia ella

-Librea, me da gusto de volver a verte – decía la diosa abrazando a su amiga

-Te extrañe athenea. Cuéntame cómo es el mundo de haya bajo – le preguntaba la joven emocionada

-Es hermoso Librea, ahí la gente canta y baila – le respondía muy alegre de lo que veía

-Pues como tú lo dices, me ha de hacer maravilloso. Me encantaría ir contigo alguna vez – le decía librea muy emocionada

-Y ¿Cómo han estado mientras que andaba en la tierra? – preguntaba Athenea viendo a su alrededor

-Pues desapareció Orochi – se les escapaba a la joven de cabello rubio y rápido se tapa la boca con las manos

-¿Orochi se fue? – se preocupaba la diosa

-Se supone que no supieras nada – le comentaba librea

Llega el hermano de Athenea, Perseo un chico de cabello rubio

-¡Hermana! – llegaba el joven y abrazaba a su hermana pequeña

-¡Perseo! - le contestaba también devolviéndole el abrazo

-Me da gusto que hayas regresado al olimpo - le decía Perseo agradablemente

-Nuestro padre me hará una gran fiesta por mi regreso – contestaba felizmente

-Athenea, yo y librea tenemos algo que decirte – decía Perseo agarrando la mano de librea

-¿A…..así? y ¿Qué es lo que me deben de decir? – decía su hermana viendo como Perseo agarraba la mano de su mejor amiga.

-Athenea desde hace 8 meses en que te fuiste a la tierra yo y Perseo nos enamoramos – comentaba librea abrazando a su novio

-Eso es estupendo, me encanta la noticia de que ustedes se enamoren – decía encantada abrazaba a su hermano y a su mejor amiga

-Bueno athenea tengo que decirle a nuestro padre que regresaste al olimpo – le decía Perseo alejandose

Perseo se va. Athenea y Librea caminaban hacia el palacio, mientras platicaban del amor de Librea y su hermano Perseo.

-¿Quién pudiera creerlo? Mi hermano se enamoró de una mujer, pero no es cualquier mujer, mi mejor amiga – decía la joven emocionada

-Yo tampoco no pude creerlo, pero así sucede athenea – comentaba librea muy enamorada

-Todavía recuerdo cuando éramos niños, mi hermano siempre te molestaba y ahora ya sé porque lo hacía – le comento alzando las cejas

-Espero que nuestro amor dure mucho tiempo – decía la joven muy pensativa

Ambas ven a Zeus acercándose a ellas, Athenea corre hacia Zeus que en caso era su padre y lo abraza.

-¡Padre! – abrazaba athenea a su padre

-Hija – decía devolviéndole el abrazo

-Padre, no sabes que maravillas tiene el mundo que creaste – comentaba la diosa de lo emocionada

-Lo se hija, bueno como regresaste al olimpo, celebraremos tu llegada – decía su padre agarrando sus manos

-Me agrada la idea padre – contestaba su hijo Perseo

-Bueno que no se diga más. Perseo invita a la gente de olimpo, diles que nuestra princesa ha vuelto a casa – decía Zeus alejándose de sus hijos.

Zeus se va y Perseo voltea hacia su hermana

-Bueno hermanita la esperamos en su fiesta – decía su hermano formalmente

-Estaré ahí hermano – contestaba athenea burlándose de la forma en que su hermano actuaba

Pasaron horas y la celebración comenzó, varias personas se encontraban platicando y otras bailando. Se detiene la música y todos ponen atención a su gobernante lo que va a decir.

-Gracias a todos por venir a la celebración del regreso de mi hija – decía agradeciendo a su gente

En ese instante sale la diosa con un vestido blanco, su cabello violeta suelto, había tipo armadura dorada en su cintura. Todos aplauden por la princesa que ha regresado al olimpo, la gente pone atención por lo que dirá la princesa.

-¡Gente de olimpo! Les agradezco que hayan venido a mi celebración, no saben que maravillas vi cuando estaba abajo. Ahí la gente baila y canta, nos adoran y yo espero que siempre siga así, adorándonos que sepan quienes somos y como somos. Así que no celebren por mí, celebren por la gente que nos adora, porque siempre seguirán amándonos, ¡gente de olimpo celebren…por los humanos! – mencionaba la diosa alzando una copa

-¡Viva la princesa Athenea! – gritaba una persona de olimpo

Todos empezaron a celebrar por los humanos, pero todo es detenido por una sombra obscura

-¿Por los hu-ma-nos? De verdad – decía la sombra obscura formando en un hombre

-Orochi – mencionaba Zeus

-Zeus, vaya creo que no te has olvidado de mi – decía Orochi en un tono cínico

-orochi, ¿Qué haces aquí? – decía Athenea preocupada

-Vaya, vaya, vaya, vaya. Has regresado Athenea – decía en un tono malévolo

-Si he vuelto, aquí me tienes Orochi – se hacía valiente la diosa

-Escúchame bien Athenea, si yo no te tengo conmigo, nadie absolutamente nadie podrá tenerte – relevaba Orochi realizando llamas al todo olimpo

Toda la gente del olimpo empezó a correr de Orochi, Zeus mandaba guardias para detener a Orochi, pero él era más fuerte, su objetivo es Athenea. Zeus habla a su hijo y él llega lo más rápido que pudo.

-Orochi es demasiado fuerte, no lo detendremos por mucho. Perseo saca de aquí a tu hermana, él se detendrá si Athenea está muerta – decía Zeus en un tono muy serio

-Padre….no matare a mi hermana – se negaba el príncipe

-No queda alternativa, además les hice un conjuro en donde ustedes tienen una reencarnación –le decía a su hijo entregándole una daga

-No te preocupes padre, salvare a mi hermana – era lo último que decía Perseo

Perseo se lleva a su hermana a las orillas del olimpo, Athenea ve a su alrededor y se preocupa de lo que hará su hermano

-Perseo ¿Por qué me llevaste aquí? – se preguntaba su hermana algo confusa

-Nuestro padre, quiere que estés a salvo – le comentaba Perseo en un tono triste

-¿Qué este a salvo? No dejare que Orochi destruya mi hogar, nuestro hogar – decía la diosa derramando unas lagrimas

- Athenea promete una cosa ¿sí? –le preguntaba su hermano agarrándolo de los brazos

-….Si….. – le temblaba la voz

-Cuando reencarnes, tu mataras a Orochi – le decía con el dolor de su corazón

-¿Reencarne? ¿de que hablas Perseo? – se preguntaba la diosa

En ese instante Perseo le encaja la daga en el estómago de su hermana, haciendo que hiciera un gesto de dolor. Perseo saca la daga y Athenea con sus ojos llorosos, miraba sus manos manchadas de sangre. Ella cae al suelo y mira a Perseo

-Te quiero mucho hermana – se agacha y besa la frente de su hermana

Athenea da su último respiro y muere con los ojos abiertos y uno de ellos deja caer su última lágrima.

Siglos después….es un hermoso día en Southtown, una joven muy hermosa de cabello violeta mira el cielo azul y ve a su amigo salir y corre hacia el

-Kyo….Kyo espérame – gritaba corriendo la joven

-Athena, buenos días – saludaba el muchacho poniendo una mano detrás de su cabeza

-¿estás listo para irnos? – comentaba la chica agarrando el brazo de su amigo

-Sí, estoy listo – acento kyo

Ambos chicos caminan hacia su escuela, ya que era temprano pues iban muy tranquilos

-¿Kyo, ya estás listo para el torneo? – comentaba la pelivioleta muy emocionada

-Sí, ya estoy para el torneo y ¿tu Athena?- preguntaba con una media sonrisa

-Yo sí, estoy lista para concursar y sabes te echare porras kyo – le decía athena abrazando a su mejor amigo.

-Está bien – contesto feliz Kyo

Continuara…..