Este es un One-Shot que se ocurrió hace tiempo pero tenía el teclado roto, por eso tarde en subirlo, espero que les guste.

Era un día común en Magnolia, aunque faltaba alguien muy especial de cierto gremio y nadie prácticamente notaba esa desaparición, solo un cierto peli-rosado con ojos verdes jade.

-Oe Mira, ¿has visto a Lucy? –le preguntó el joven que se llamaba Natsu, Natsu Dragneel precisamente.

-Pues no Natsu, aunque escuché que está enferma –contestó una albina de ojos azules llamada Mirajane Strauss.

-Maldita sea –pensó Natsu y salió del gremio corriendo hacia la casa de Lucy.

Cuando llegó vio que la ventana está abierta, asique entró y ahí estaba ella, tumbada en su cama con la frente roja, con una sábana hasta la cintura y un pijama de corazones rojos de manga corta dejando ver todos sus brazos que estaban sobre la sabana.

La chica que se encontraba allí era Lucy Heartfilia, una chica rubia con ojos color chocolate y personalidad animada y tranquila.

-Hola Natsu –saludó Lucy abriendo los ojos lentamente.

-Hola Lucy –dijo Natsu entrando en la habitación.

-¿Te sientes bien? –preguntó Natsu acercándose a la cama de Lucy.

-Más o menos, tenía fiebre, pero creo que está bajando rápidamente, ¿y tú, estás bien? –preguntó esta vez Lucy sonriendo.

-Sí, gracias a ti, pero tú pagaste las consecuencias, no entiendo porque te pusiste delante mía cuando tiraron ese disparo de hielo –Natsu se sentó en el borde de la cama de Lucy y por instinto empezó a acariciarle el pelo suavemente.

-Tú siempre me estás protegiendo y me tocaba a mi esa vez, te lo merecías –explicó Lucy bostezando porque se acababa de despertar.

-Pero ese disparo fue muy peligroso, menos mal que solo te resfriaste, cuando Mira me dijo que estabas enferma me esperé lo peor porque yo no quiero que te pase nada malo por mi culpa, ya que tú eres algo más que una compañera para mí, cuando te pasa algo malo me dan ganas de matar al que logró que pasara eso, me encanta entrar a tu casa, especialmente a tu cama y poder abrazarte porque tu olor es único y es como una droga para mí, tu olor me ciega y tú también. Perdón Lucy, estás enferma y vengo a molestarte con cosas que ni yo entiendo y… -Natsu no pudo terminar porque Lucy se sentó a su nado y le dio un beso en la frente mientras que Natsu sentía su cara arder.

-Natsu, nunca me molesta tu presencia, la adoro, sin ti no podría vivir, nadie podría, y yo siento lo mismo que tú, te veo como algo más que a un compañero y eso se llama amor, por eso estoy confesando que te amo, quizás… -esta vez Lucy no pudo terminar pero porque Natsu le dio un beso en los labios, haciendo que Lucy se sonrojara aún más de lo que estaba ya por la fiebre.

-Yo también te amo Lucy –susurró Natsu al separarse juntando sus frentes.

-Y yo Natsu, pero ahora tendría que descansar –dijo Lucy volviéndose a acostar y a Natsu le cayó una gotita estilo anime por la cabeza -. Natsu, pásame eso por favor.

-No te hace falta eso para entrar en calor –le susurró al oído abriendo la cama y acostándose a su lado.

-¿Qué haces Natsu?

-Darte calor –susurró él abrazándola por detrás.

-Te amo, por eso no te saco de mi casa –susurró Lucy antes de cerrar los ojos.

-Yo también te amo –le dijo él antes de que Lucy se durmiera.

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