"Los pasajes de Candy"
Orfanato , Marzo de 1893
-Y bien señores ya se decidieron por alguno de los niños?
-si - .contestaron los señores Brown al voltear a ver al bebe recién nacido que yacía dormido en una cuna junto a la ventana.
-disculpe hermana pero ¿quién es esta pequeñita?-Preguntaba la joven mujer acercándose a la cuna
-oh ella… la dejaron hace menos de un mes, las personas suelen ser crueles… –respondió la hermana aclarándose la garganta para volver a hablar - la encontramos en una noche de tormenta , la niña lloraba y lloraba y ardía en fiebre ,recuerdo que esa misma noche el doctor Martin , un doctor que vive cerca de aquí ,nos visitaba e incluso nos había dicho que la criatura ni siquiera pasaría la noche, justo cuando creímos que ya nada se podía hacer esta pequeña bebe nos sorprendió reponiéndose -finalizo la mujer poniendo sus ojos en blanco , como si ahí terminara la historia ; la historia de aquel bebe indefenso que aun a sus primeros momentos en el mundo ya tenía algo que decirse de ella , una de tantas cosas que formarían parte de su vida.
-quisiéramos adoptarla - dijo el señor Brown repentinamente al mismo tiempo que miraba a su esposa con una mirada llena de dicha
La pareja se acerco a la niña y la señora Brown tomo al bebe en sus brazos mirándola y arrullándola como el tesoro más preciado.
-Querido, es tan bella mira que angelito
-si querida y mira que es coincidencia , tiene tus ojos , pareciera que realmente eres su madre.
-lo seré y tu su padre
-disculpe hermana ¿tiene nombre esta bebe?-pregunto de pronto ella,
La hermana se puso pensativa la verdad es que no tenia ninguno , el poco tiempo que tenía en ese lugar la habían llamado justo como la muñeca que llevaba adentro de la canasta aquel día de nieve- la llamamos candy ,como la muñeca-contesto tomando el objeto para mostrárselos, era una muñeca de trapo muy bien hecha cada detalle estaba preciosamente bordado por algunas manos agraciadas, el único recuerdo de sus orígenes inciertos.
-entonces también la llamaremos candy, aunque candice suena más propio- respondió el señor Brown con orgullo tomando al bebe en sus brazos, despojándolo de los de su ahora nueva madre.
Aquella tarde la pareja salió contenta de aquel humilde orfanato llevándose a la pequeña en brazos después de tanto papeleo, no tenían duda alguna que "candy" sería una Brown.
Subieron al carruaje ,las sonrisas de la pareja que se miraba mutuamente mientras la bebe dormía , aquel futuro que prometía alegrías de las que Pauna se había visto privada debido a su fragilidad ,Pauna andley era una mujer débil , aunque muy hermosa , tenia aquel aire delicado que porta una dama , muchos hombres habían estado interesados en ella pero sus ojos siempre habían estado puestos en aquel hombre que ahora tenía a su lado, demasiado bella para existir pero demasiado frágil para vivir , el señor Brown miro a su esposa que ahora se encontraba contemplando a su "hija", una vez pronto llegaron a su "hogar" , ya abierta la verja de la bella mansión bajaron del carruaje con la pequeña entre brazos.
-Anthony estará tan contento de tener una nueva hermana
-lo estará mi bella Pauna, lo estará.
Los Brown eran una pareja muy amorosa. su amor les había concedido al pequeño Anthony mas sin embargo por problemas de salud Pauna ya no pudo darle más hijos a su amado esposo el señor Brown y fue así que decidieron adoptar a un bebe para darle un hermano a su pequeño Anthony ; al principio la idea no fue muy bien aceptada por parte de la familia de la bella Pauna ,puesto que la tía abuela se había rehusado ya que decía que no era lo mismo y que no sería de su misma sangre pero termino por aceptar ya que sabía que su sobrina no podía tener más hijos y seria aun más triste que Anthony creciera sin un hermano o hermana, solo ella sabía que no había amor como ese.
Anthony le ganaba por dos años a Candy y realmente no importaba si no era su hermana , desde que ella había llegado ,el pequeño Anthony había jurado cuidarla siempre , aunque eso no siempre podría ser.
Pasaron un par de años y candy tenía cinco y Anthony siete
Era día de gracias y tendrían que viajar a Lakewood puesto que la tía abuela Elroy había regresado de un largo viaje con su pequeño sobrino Albert.
Un apuesto jovencito de unos doce años muy parecido a Anthony ;pues como no iba serlo si él era hermano de Pauna , pero la tía abuela había decidido ser su tutora al fallecer sus padres , ella se encargo de la fortuna Andley ya que Pauna era apenas una joven recién casada y ella estaba muy sola . no era cuestión de decisiones , era lo más lógico que ahora ella se debía hacer cargo, siendo su tía la mas allegada a él y la hermana de su padre, al mismo tiempo que la responsabilidad como matriarca caía sobre aquella seria aunque muy elegante mujer que jamás se había casado.
-Pauna, señor Brown, bienvenidos ¿pero cómo han estado?
-perfectamente y ¿usted tía como se encuentra?
-pues bien hija solo que tu hermano es un rebelde sin causa.
-oh tía es solo un chico, es la edad
-oh Pauna tu siempre tan comprensiva ¿pero donde esta mi querido Anthony? , hace tanto que no lo veo
El niño bajo del carruaje en un brinco, mientras las damas lo miraban
-oh pero si ha crecido tanto! , mi pequeño Anthony ven con tu tía Elroy- dijo la mujer con una melosa voz que ni ella misma se creía
En ese instante candy salió del carruaje y así del mismo modo intento saltar como su hermano.
-¡pero Pauna esta niña actúa como un chico!-hablo Elroy escandalizada.
La niña le sonrió a la anciana, aquella sonrisa angelical, ningún andley tenía esa sonrisa , tan dulce y al mismo tiempo devastadora.
La mujer se acerco y la miro de cerca no dejaba de impresionarse podría jurar que era hija de su sobrina
-crecen muy rápido –comento Elroy sin dejar de mirar a la chiquilla de ojos verdes.
-si tía
-hace tanto que no los veía. La última vez que los vi. Fue hace más de dos años y Anthony y candice eran apenas unos bebes.
-querido podrías cuidar a los niños?-pregunto Pauna con una voz dulzona al señor Brown, la tía Elroy siempre quería hablar en privado después de una bienvenida
-claro querida
Pauna y Elroy caminaron hacia la biblioteca para poder conversar en privado y Elroy no dudo en hacer el primer comentario.
-si me dijeras que es tu hija lo creería- dijo Elroy caminando hacia el vitral-me gustaría que su adopción quedara en secreto, tu sabes cómo puede ser la gente y esconder secretos es lo mejor que se podría hacer en esta situación ¿ella lo sabe?
-así es
-muy bien –Elroy miro como la perilla intentaba ser abierta, su voz lenta y determinante resonaba por toda la habitación, como un maestro que le da clases a su estudiante-y por qué no se quedan una temporada aquí en Lakewood , tu esposo se tendrá que ir pronto y..
En ese instante entro Albert corriendo a abrazar a su hermana
-Pauna te extrañe tanto!!!!
-y yo a ti diablillo-respondió ella también a la calurosa bienvenida que le daba su hermano, los andley se caracterizaban por ser fríos pero cuando eran Albert y Pauna eso no existía.
Elroy hecho una mirada alerta a Pauna, en ese instante la joven mujer deshizo el abrazo , el también tenía que saber , en ese momento el joven Albert miro a las dos mujeres ponerse serias.
Los niños corrían en el bello jardín de rosas que había cultivado Pauna durante su adolescencia ,claro que era importante remarcar que no todo lo había hecho ella , los sirvientes la habían ayudado con algunas descabelladas ideas para el lugar ,era tan bonito y pacifico ,ahí se quedaría plasmada su frágil juventud durante el tiempo que este existiera , los pasos silenciosos de Albert fue lo primero que el pequeño pudo notar.
-tío!-el pequeño Anthony corrió a sus brazos con una enorme sonrisa en su rostro ,justo en ese instante ,Albert no pudo evitar oír las risas de una pequeña niña que se escondía detrás de un árbol.
-¿Quién ríe?- el apuesto chico miro a su sobrino con una expresión interrogatoria y algo alegre
-candy, mi hermana, ¡candy sal de ahí, el tío Albert esta aquí!-grito el niño al mismo tiempo que una pequeña de cabellos ensortijados salía de su escondite tímidamente ,al verla Albert sintió tanta dulzura ,lo primero que hizo fue acercarse a la niña mientras besaba su mano como un caballero hace con una dama, candy enrojeció inmediato a sus cinco años , aquel gallardo joven parecía salido de los cuentos de hadas que su madre solía contarles a ella y a su hermano por las noches.
-yo soy Albert tu tío-hablo el muchacho presentándose exagerando el saludo como si fuera una reverencia a la realeza.
-tienes los ojos más brillantes que he visto-respondió la niña un poco embobada y el muchacho sonrió.
Tres años después
-Anthony, Anthony dale mas fuerte-decía la niña de risos al mismo tiempo en que reía
Los niños jugaban en el gran jardín de la mansión andley , en aquel tiempo se habían logrado adaptar fácilmente, claro estaba que cualquiera se adaptaba en un lugar como Lakewood , que en sus últimos años había sido llenado de risas y felicidad, todo parecía perfecto en aquel maravilloso lugar donde siempre reinaba la paz.
-Pauna esos niños son unos diablitos-decía la mujer de edad madura desde el saloncito de té donde se podía mirar a los niños.
-usted cree tía-respondió ella con una sonrisa en los labios
-si
-tía sentimos dar tantas molestias-dijo ella mirando a Elroy
-pero que dices querida si yo estoy encantada de que estén aquí, hace mucho que Lakewood había dejado de ser un lugar tan feliz como lo es ahora.
-yo ya no puedo candy que te empuje Albert.-se quejo el chiquillo mostrando las manos rojas
Los chicos se habían vuelto muy unidos Albert los cuidaba como si fuera su hermano mayor.
-oh Anthony eres un debilucho!-respondió candy sonriendo y mostrándole la lengua juguetonamente
-no te preocupes pequeña yo lo haré-dijo Albert parándose-tú dices que tanto candy
-si Albert
-cof, cof, cof
-¿Pauna estas bien querida?
-si tía estoy bien
-te vez muy pálida linda , lo mejor será que te revise el doctor
-no tía enserio me siento bien es solo una simple tos
-eso espero Pauna
-si tía no se preocupe, chicos entren ya!!
-ahora vamos –respondieron los chicos al unisonó
La familia andley siempre estaba puntual a la hora de la cena, ni un solo defecto debía haber en sus ropas, la mesa siempre solía estar bien puesta y las oraciones nunca faltaban antes de probar bocado.
-Muy bien como todos ya estamos reunidos quería informarles
, que Albert se va mañana al extranjero en compañía de George
-pero tía yo no quiero ir –respondió el chico molesto
-pues lo harás querido
-tía es solo un chico dele más tiempo -intercedió Pauna al ver la expresión disgustada de su hermano
-que le dé más tiempo pero si eso es imposible pronto será la cabeza de la familia y necesita estar preparado después del internado ira a Oxford como todos los Andley.
Los niños no decían nada solo se quedaban mirando la discusión
Hasta que Albert termino acatando las ordenes de su tía y una expresión amarga en su cara era todo lo que se podía observar.
Abril de 1901 estación de trenes Chicago
-Albert te voy a extrañar-dijo la mujer abrazándolo fuertemente
-yo también Pauna
-cuídate mucho por favor
-tú también
-adiós tío- se acerco Anthony dándole un fuerte abrazo
-adiós Anthony
-tía abuela cuídese mucho-decía el chico mirándola serenamente
-tú también Albert
-¿Dónde está la pequeña princesa?
Candy se escondía entre las faldas de Pauna tenía los ojos hinchados de tanto llorar cuando Albert se acerco y la abrazo tiernamente la niña sentía que no podía detener el llanto así que cerró los ojos, pero esto no evito que una lagrima se desbordara por su mejilla.
-no llores candy nos volveremos a ver recuerda que eres mucho más linda cuando sonríes que cuando lloras.
La niña solo esbozo una sonrisa y le dio un beso en la mejilla
-cuida muy bien de Albert George -decía la tía abuela
- lo haré señora no se preocupe
Y así el tren partió.
Ojos brillantes - suspiro la pequeña candy en silencio, mientras iban de vuelta a Lakewood
-querida te pasa algo- le dijo Pauna un tanto curiosa
-no es nada, solo me preguntaba cuando veremos de nuevo al tío Albert
Pauna miro a la pequeña candy y le sonrió maternamente-las personas vuelven cuando menos te lo esperas, solo si cierras tus ojos.
-entonces cerrare mis ojos muy seguido-respondió la niña con una sonrisa infantil.
Cap. 2
-Anthony, candy mañana vendrán los Leegan-les aviso Pauna para después marcharse
Fue entonces cuando el chico puso cara de horror pues no los soportaba los había visto unas cuantas veces para su mala suerte puesto que él era mayor que candy y neil leegan iba al mismo colegio que el.
-¿Quiénes son los leegan Anthony?
-son nuestros primos pero si te hacen algo yo me las cobrare
-tan malos son?-dijo ella sorprendida
-Pauna te vez un poco cansada-decía la tía abuela
-oh no es nada tía, es solo que no he dormido bien últimamente
-eso está muy mal cual..
-mira tía ya llegaron-dijo Pauna interrumpiendo a la anciana
-o si
-tía como esta -decía la arrogante Sara mientras entraba por las puertas de roble de la elegante mansión
-bien hija y ustedes?
-extrañándola tía ya nos tenían muy abandonados- respondió la irritante mujer
-buenos días tía abuela- decía el señor leegan besándole la mano
-o buenos días señor leegan
-hola tía –Elisa haciéndole una reverencia, tan pronto como su hermano llego también hizo lo mismo
-Elisa, neil
-Pauna no te había notado pero que delgada estas te vez cansada-decía la señora leegan con un poco de malicia
-como esta Sara-respondió Pauna desviando su conversación
-bien muy bien , tu sabes que es extenuante regresar de Europa pero estamos perfectos
Los niños aparecieron saludando a la tía Sara, quien solo fingía afecto
-y esta niña es?
-es mi hija candice
-no recuerdo haberte visto embarazada ni siquiera me entere
-es que hace tanto que no nos vemos
-si supongo que tienes razón se parece tanto a ti tiene tus ojos
Elisa leegan miro de reojo a su "prima" y no hizo más que soltar un bufido para después mirar a Anthony a él le sonrió
-tenias razón Anthony no son muy agradables-dijo la niña a su hermano en un susurro
-te lo dije candy
Ese día Sara no dejo de hablar de puras cosas banales pero esa siempre era la conversación de los leegan.
-tengo jaqueca si me disculpan me retiro
-adelante Pauna
-oh que mal , bueno ya será otro día en que platiquemos mas –hablo Sara con voz chillona
-Dorothy acompaña a Pauna
-si señora Elroy
Cuando Dorothy la empezó a ayudar a desvestirse comenzó a ver un montón de moretones en su espalda y en las piernas de Pauna, por un momento se quedo estática ¿Por qué la señora Pauna no había dicho nada?
Por alguna razón que no había querido revelar, Pauna ya se sentía cansada desde tiempo atrás pero no había querido preocupar a la tía Elroy a su esposo ni a sus hijos, pero ni siquiera ella sabia porque tenía esas marcas.
-señora tiene muchos moretones. comenzó a hablar la mucama con voz temblorosa
-estoy muy cansada Dorothy-respondió Pauna evadiendo como de costumbre los comentarios que no le gustaba oír-déjame dormir y acuesta a los niños por favor
-si señora
Al siguiente día la señora Brown se encontraba cuidando de las rosas en el enorme jardín en compañía de sus dos pequeños.
-Anthony ve por más semillas por favor
-si madre
-candy mi niña ayúdame con aquellas rosas
La mujer abrazo a candy como una verdadera madre a su hija.
Pauna quería a sus dos hijos por igual los amaba tanto más con el paso del tiempo su salud se deterioraba mas y ella se esforzaba mas en ocultarlo y entre mas se esforzaba su salud mas se afectaba. Cuando de repente se desmayo
-¡Anthony ¡¡Anthony!¡ mama se desmayo corre!
&&&&
-¿Qué me paso '?
-usted se sintió mal señora Brown
En la habitación estaba la tía abuela y el doctor, los niños no estaban presentes por mayor discreción
señora Elroy podría hablar con usted unos momentos
si doctor salgamos
señora Elroy ,no sé cómo decirle pero su sobrina está muy enferma
pero que me está diciendo ¿Qué tiene Pauna?
La señora Brown al parecer tiene leucemia sus síntomas son ya muy evidentes y se ve ya muy afectada.
- ella siempre ha sido tan frágil, ¿puede hacer algo para que ella se cure verdad?
Me temo que no señora
¿quiere decir que va a morir?
El tiempo paso y Pauna cada vez estaba peor; para la familia andley todo había sido un sucedo demasiado trágico , como era posible que una mujer tan joven tuviera que decirle adiós a la vida, nadie se entero de el estado de Pauna ,ni siquiera los leegan , solo la gente que amaba estaría ahí ese había sido el último deseo de Pauna.
El señor Brown se dirigió a Lakewood tan pronto como se había enterado , había dejado el mar para estar con su adorada esposa ,mientras Albert y George también regresaban presuroso esperando .
-querido eres tu ¡
-si Pauna soy yo –dijo el hombre mirándola con tristeza mientras se quitaba su sombrero y se dirigía a la cama donde estaba postrada su esposa-Pauna no te vayas por favor-el señor Brown abrazo a su esposa ocultando su rostro entre los rizos despeinados de ella, la fragancia de jazmines inundaba sus sentidos con la certeza de que tal vez jamás volvería a percibirla , su cabello, su perfume, sus manos y más que nada , a aquella delicada mujer que siempre lo había hecho feliz.
Momentos después se retiro y entraron los niños con la tía abuela cada uno tomando una mano de la anciana, miradas llorosas en los rostros infantiles la tristeza se podía respirar en aquella habitación ,como el humo de un cigarrillo, un niño no debería sufrir por cosas así, pero nadie podía decirle al destino como actuar.
-chicos, tía abuela-decía Pauna lentamente-tía cuide a mis niños por favor
-lo are, pero ahora descansa querida-hablo la anciana acomodándole un cabello a su sobrina
Los niños lloraban desconsolados había pasado un año muy terrible y de mucho pesar para la pobre Pauna.
no lloren Anthony ,mi Anthony cuida a tu hermana y a tu padre-Pauna tomo la pequeña mano de Anthony entre las suyas, miro hacia el otro extremo de la habitación y ahí estaba su pequeña niña llorando, a la mujer se le rompió el corazón, aun recordaba a aquel bebe indefenso aquella feliz tarde de marzo.
candy ,mi dulce candy no llores pequeña ,acércate-la niña se acerco y miro a su a madre-que desconsiderada soy ahora no los podre cuidar, perdóname candy , perdóname Anthony, perdónenme niños- la mujer cayó en un lastimoso llanto mientras Elroy sacaba a los niños de la habitación ,aquellas dolorosas palabras que Pauna había pronunciado, esas lagrimas que mostraban a una persona que aun no se quería marchar, cuando las dijo y miro directamente a los ojos de su sobrina , en ese momento sus ojos verdes se tornaron indescifrables, en algo que ni la misma Elroy podía comprender.
Albert entro a la habitación de Pauna quien seguía llorando ,el chico rubio se acerco al lecho y le tomo las manos , estaban heladas ,su cara pálida y su cabello sin brillo era lo que había quedado de la hermosa Pauna andley.
Albert apretó la mandíbula y la miro comprensivo , jamás se había sentido tan mal como ese día ,verla en ese estado había sido en verdad devastador ,pero alguien tenía que ser fuerte.
-Albert, mi pequeño hermano, te quiero tanto-ella tomo la mejilla de el acariciándola suavemente, aquella caricia que tal vez sería la última en brindarle a su hermano.
-y yo a ti Pauna-respondió abrazándola cálidamente a aquella frágil mujer, pronto una lagrima solitaria corrió por la mejilla del muchacho ,con una mano la limpio rápidamente y ella lo volvió a mirar a los ojos, Albert la miro con una máscara de fortaleza de la cual carecía en aquel momento.
-Albert, jamás los veré crecer- dijo ella sollozando con la voz quebrada, mientras él la tomaba en sus brazos para calmarla ¿Qué podía decirle? En aquel momento cualquier palabra parecería tonta para tratar de consolar a su hermana.
-prométeme que cuidaras de ellos también..
-no tienes que pedirlo -respondió el mirándola de nuevo , volvió a abrazarla mientras ella reposaba en su hombro , con una mano acaricio el cabello de su hermana quien en ese momento estaba tranquila, las lagrimas de Pauna que para en ese momento habían cesado; la habitación cayó en un silencio sepulcral , en un silencio triste y vacio con la nostalgia que se aspira en cada palabra dicha. En ese instante su hermana cayó en un sueño profundo en aquel sueño que es para siempre.
-Pauna, Pauna-dijo el rubio sin recibir alguna respuesta
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Varios años después ****
-Dorothy llego mi carta
-si candy aquí tienes-la chica miro la carta con gran ilusión.
Querida candy
Princesa se que se que pronto cumplirás quince años no se si pueda estar ahí, hace Tanto que no los veo a ti y Anthony, Oxford es magnífico, ¿Cómo está la tía abuela? George me ha contado que pronto los mandara a un colegio en Londres espero verte antes de eso, a ti y Anthony, sé que no ven mucho a Tu padre a raíz de lo de mi hermana y su trabajo , pero sabes que yo siempre estaré aquí para ti te quiero mucho pequeña.
Con cariño
Albert
-oh Albert pronto vendrás yo lo se
Candy guardo la carta en su pequeño baúl mientras cogía una hoja y un sobra para comenzar a escribir animosamente.
Querido Albert
He recibido tu carta y me pone muy feliz que podre volver a verte muy pronto , tengo tantas cosas que decirte……
sabes acerca de lo de Londres se que la tía abuela nos quiere mandar pero sinceramente yo no quiero ir, ese país está muy lejos de Lakewood, el único lugar al que puedo llamar hogar, veo a Anthony y se ve tan sereno me hace recordarte a ti, en aquellos tiempos de infancia, siempre con un libro y una sonrisa amable.
A veces me pregunto qué hubiera pasado si nuestra madre no hubiera muerto. la tía abuela es muy severa y siento como que es un poco más blanda con Anthony tal vez sea mi imaginación o tal vez por lo que nosotros ya sabemos, pero yo la quiero, a pesar de lo que ha pasado ella se ha portado bien conmigo, dice que no debo hablar con los sirvientes porque si no jamás llegare a ser una dama como lo era mi madre , pero ellos son personas y son muy buenos conmigo , en especial Dorothy , ella siempre me ayuda cuando tengo problemas, cuando vienen los leegan de visita Anthony y yo vamos a montar y justo en una de esas veces nos hemos adoptado un cuatí el pobrecito estaba lastimado y hemos decidido que se quedara con nosotros , su nombre es klin solo que la tía abuela no lo sabe ,ahora también es tu secreto.
Albert deseo tanto verte visítanos pronto te estaré esperando ansiosa.
Atentamente
Candice Brown Andley
P.D. Perdón que firme tan formal es solo que suena interesante.
- candy nunca cambiaras pequeña-hablo para el mismo con una sonrisa de medio lado
Pasaron días y Albert llego para el cumpleaños de su sobrina que sería el ultimo día que estarían ahí puesto que la tía abuela había decidido que Anthony y candy se marcharan a Inglaterra a la mañana siguiente.
La casa era un remolino entre tantos preparativos para la fiesta que se daría esa noche en honor a los chicos Brown , pero justo ese día un rubio muy apuesto llego de nuevo a Lakewood , Albert cruzo la verja en el carruaje andley ,mientras candy salía para recibirlo, como todos los años solía ser ella quien fuera la primera en darle la bienvenida después de un largo periodo en Oxford , ella corría y le sonreía como solo ella sabía hacerlo, pero esta vez esa bienvenida conllevaba muchas cosas tal vez una larga espera a raíz de su próxima partida a Londres, el pronto terminaría la universidad, mientras ella estaba a punto de entrar a un internado.
Los chicos se abrazaron dichosos de verse después de tanto tiempo ,incluso candy se hecho a sus brazos, después que el abrazo se rompió ella trataba de verse lo más normal posible mientras él la miraba coqueto, algo muy usual en el rubio para jugar con ella
-pero mírate ya eres todo una señorita apuesto que en Londres tendrás muchos pretendientes ,le diré a Anthony que los ahuyente -decía el juguetonamente
-oh Albert!-chillo la chica al mismo tiempo que se sonrojaba mientras el reía por la reacción de su pequeña candy.
-¡que es todo ese escándalo!-hablo Elroy acercándose a donde estaban los chicos
-¡William!-hablo Elroy feliz de ver a su sobrino por fin de vuelta
-tía abuela-saludo el abrazándola efusivamente mientras la anciana hacia lo mismo-oh William qué bueno que has vuelto!
Anthony también se unió a las caras sonrientes que había en la entrada principal mientras saludaba al tío Albert con alegría
-Supongo que estas cansado le diré a un sirviente que suba tus maletas
-no es necesario tía abuela yo le ayudo- dijo candy sonriente
-¡que modales candice ¡no son dignos de una señorita
-tía déjela –decía Anthony defendiendo a su hermana
-está bien, que haga lo que quiera
Candy se encogió de hombros mirando a los chicos después intento tomar dos maletas demasiado pesadas para su pequeño cuerpo, Albert la miro con reprobación le quito las maletas y le dio una pequeña mientras el tomaba las que la chica había tratado de llevar con ella, candy lo miro y él le sonrió y así juntos subieron por las escaleras sin necesidad de ningún sirviente.
La velada se desenvolvía entre risas y cotilleos con la más selecta sociedad de chicago , en el precioso salón de baile de la hermosa mansión de Lakewood uno de los salones más bonitos y famosos por su elegante y viva decoración, las mujeres llevaban hermosos vestidos largos , mientras los caballeros asistían enfundados en frac y su tan inseparable sombrero, el sonido de la orquesta se colaba por los jardines de Lakewood donde se encontraba precisamente Albert y candy sentados en unas banquillas
-Albert?
- si candy?
-tú me quieres?
-si
-que tanto?
- mucho pequeña-respondió el abrazándola para quedar callados contemplando la luna
-Albert yo no te veo como un tío-dijo ella después de una rato acurrucada sobre su pecho.
-¿entonces como me ves?-pregunto el restándole importancia al comentario de la chica
-Albert yo te amo
-si yo también te quiero candy-respondió el serenamente
- no es que tu no me has entendido ¡yo te amo Albert! , incluso he contado los días esperando a que tu vuelvas y…
-shh-el chico puso un dedo sobre sus labios y le sonrió- yo también he contado los días pero tranquila pequeña ahora estoy aquí
Sin más que decir candy se le abalanzo y le planto un beso en la boca al rubio, él le correspondió por unos cuantos segundos, para después alejarla con incredulidad en su rostro.
-no candy, eres solo una niña, eres mi pequeña candy
-pero Albert ya soy más grande tal vez si me dejaras demostrarte….
- ¡por dios candy no! candy olvídate de eso-respondió el mirándola con enojo
La chica comenzó a llorar avergonzada mientras la falda de su vestido flotaba con el viento que comenzaba a ponerse fuerte
-candy no llores perdóname
- no Albert perdóname tu a mi ¿Qué me he creído?
Candy se fue corriendo escondiendo su rostro entre sus manos y regresando de nuevo a la mansión, dejando al rubio sentado en la banquilla
-¿candy qué pasa? la tía abuela ha estado preguntando por ti-dijo Anthony mirando a su hermana que estaba muy rara
- no es nada Anthony
-ya es tarde lo mejor es que duermas la fiesta está por terminar y mañana nos vamos
-tienes razón
-has visto al tío Albert no lo he visto en toda la noche
-creo que no lo he visto –respondió mirando hacia el vitral junto ala escalera
La despedida fue del todo menos una despedida, solo saludo a su tía abuela y le dio un frió adiós a Albert, mientras Anthony miraba a todos sonriente
-adiós pequeña-le dijo él en un tono demasiado bajo
-adiós-respondió la chica sin mirarlo
