DISCLAIMER: Nada me pertenece. Solo soy una ocupa.

Vampire Diaries es de L. J. Smith, Kevin Williamson, Julie Plec, Outerbanks Entertainment, Alloy Entertainment y todos los demás dueños de los que desconozco su nombre.

La historia es de TheLockness, a quien agradezco por permitirme traducirla.


Because we all have secrets

CAPÍTULO UNO

Yo creo que en la vida la mayoría de las cosas son agridulces. La gente parece olvidar que pueden amar y odiar exactamente lo mismo con demasiada facilidad. Ese es un problema siempre fundamental en mi vida; amo y odio casi todo lo que entra en contacto conmigo. Siempre hago el papel de abogado del Diablo en todo escenario porque dejar de lado los aspectos negativos es algo que jamás hago.

Me topé con una luz roja y bajé mis pies al caliente asfalto de la carretera, equilibrando mi motocicleta, y tomándome un tiempo para echar una mirada al pueblo. Los lentes oscuros de mi casco bloqueaban la luz del sol mientras observaba a la gente circulando en fila por la acera, caminando enérgicamente dentro y fuera de las pintorescas tiendas, y merodeando escandalosamente con sus amigos.

Dios, está tan caluroso fuera. ¿Por qué estoy usando poliéster de nuevo?

Su cabello es espantoso. Espero que Luke no piense que soy como ella. No me parezco en nada a mis amigas.

¿A que hora se suponía que debía estar en casa?

Mierda Caroline está tan jodidamente sexy hoy. Las cosas que le haría a esa chica.

Por supuesto, pensé. Me inmiscuyo demasiado tiempo en los pensamientos de la gente y pesco algo picante e inapropiado. El 80% de los pensamientos de las personas están llenos de algo sexual. O quizás solo me muevo alrededor de la gente equivocada.

La sola idea me trajo una sonrisa socarrona a la cara.

El semáforo se puso en verde y yo aceleré el motor de mi motocicleta estrepitosamente, provocando que todo el mundo se volteara a ver de donde provenía tanto alboroto. Aceleré considerablemente, deslizándome a través de las calles doblando el límite de velocidad y presentándoles a los residentes de Mystic Falls a su nuevo habitante.


Levanté la vieja Polaroid y luego mire a la casa frente a mí. La casa en la foto lucía más, bueno... más limpia por decir algo. Supongo que el musgo y el moho que crecían en los paneles de madera habían cambiado el color de blanco, a un tono casi verdoso y el césped había sido en algún punto cuidado. De hecho, estoy segura de que la casa entera había sido cuidada alguna vez, pero ahora mismo parecía como si nadie hubiera vivido en ella por más de un siglo.

Salté de mi motocicleta y me dirigí por el sendero de hierba muerta hacia la puerta principal. El porche de madera crujía con cada paso que daba a medida que me acercaba más y más. Me encogí de hombros—al menos sabría cuando alguien decidiera hacerme una visita. Busqué profundamente en el bolsillo trasero de mis jeans y saqué una sola llave. La incrusté en la cerradura, le di vuelta y empujé la puerta.

Excepto que no se abrió. Puse mis manos sobre la puerta y empujé de nuevo, pero una vez más la puerta no de movió. Suspiré y me quité el flequillo de la cara. Agarré el picaporte y retorciéndolo, embestí la puerta con el hombro con toda la fuerza que tenía. La puerta se abrió y yo la seguí, cayendo dentro de la habitación y golpeando contra el suelo.

Ya adoraba esta casa.

Me levanté y miré alrededor. Mohosos y viejos muebles estaban colocados alrededor descuidadamente, sin ningún patrón de organización o coordinación de colores. Había un enorme sofá de tres cuerpos en el centro de la estancia, situado sobre una raída alfombra roja. Había también un solitario sillón azul en la esquina y una vacía estantería de roble, que, dependiendo el tiempo que me quedara aquí, sería ocupada por una creciente cantidad de libros.

Miré hacia la puerta y únicamente vi un candado, oxidado. Para ser honesta, me proveería de la misma seguridad que quince candados Master. Esos candados son solo para aquellos que necesitan tener la certeza de que están a salvo y seguros en sus hogares y que ningún criminal o persona maliciosa puede entrar siempre y cuando esos candados funcionen correctamente.

Lo que ellos no saben es que todo lo que tienen que hacer es no invitarlos a entrar.


Una hora más tarde, después de vaciar mi enorme bolso lleno de adornos personales que llevaba de casa en casa, hice mi camino de regreso al pueblo para buscar más muebles para la casa. Tenía cerca de un centenar de dólares, suficiente para comprar un par de cosas viejas que todavía funcionaran. Conduje por el pueblo y encontré una pintoresca tienda de muebles usados ubicada entre un restaurante llamado Mystic Grill y una farmacia.

Aparqué frente al Grill. Alcé mis manos, ubicándolas en el borde del casco para quitármelo, pero se detuvieron cuando una sola palabra de un pensamiento cercano revoloteó en mi mente.

Vampiro.

El latido de mi corazón se aceleró y sentí como las palmas de las manos se me humedecían un poco. No es como si no hubiera escuchado la palabra antes. La he estado escuchando en los pensamientos de otros durante toda mi vida; estoy obligada a ver a través de las mierdas más raras del mundo. Al principio no lo creí- la gente piensa en criaturas mitológicas, dioses griegos y esas mierdas de locos todo el tiempo-.

Pero nada es como leer la mente de un vampiro. La primera vez que lo hice se trataba de un neófito, un recién nacido. Su mente estaba vacía excepto por pensamientos sobre el deseo de sangre, rasgar cuellos, succionar ese dulce líquido de toda vena presente en el cuerpo humano. Era un poco Gorey por decir lo menos.

No siempre se puede creer en lo que la gente dice, mucho menos en lo que piensan. Me he encontrado con los más enfermos y raros pensamientos y después de haberme topado con un vampiro, no se que es verdadero y que es falso. Es difícil distinguir que es realmente la realidad cuando esta está llena de fábulas.

Rastreé el pensamiento viniendo de una delgada chica ligeramente bronceada de cabello castaño brillante. De pié junto a la puerta, ella estaba rodeada por otro chico, presumiblemente su novio por la adoración con la que la miraba (que por cierto hizo que mi estómago se revolviera, pero intenté ignorar el romanticismo adolescente tanto como me fue posible), quien igualaba su atractivo con su esponjoso cabello marrón y esos oscuros y ovalados ojos. Estaban solos, hablando muy cerca uno del otro, murmurando en voz baja, sin embargo, sus pensamientos eran más fuertes que los de cualquier otra persona en la sala. Era una mezcla de pánico, tensión en aumento y exasperación

Me quedé inmóvil en mi motocicleta, esperando que ellos no notaran que estaba haciendo tiempo y escuchando en sus mentes lo que estaban conversando.

Stefan, por favor, solo espero que me dejes ayudarte. Eres tan débil sin sangre humana.

No puedo tomar un sorbo. Un único sorbo de esa delicada sang...No. Dios no. No, no, no.

Apuesto a que Damon está detrás de los asesinatos. ¿Por qué no puede dejar de atacar gente de una vez?

Si tan solo Elena comprendiera el dolor que tengo que pasar bebiendo sangre animal. No se parece en nada a la humana...

Bueno, al menos había un vampiro dócil en este pueblo. Y está con la chica humana, que lindos. Es como si Crepúsculo hubiera vomitado sobre Mystic Falls y se hubiera remodelado para Elena y Stefan.

Pero había un vampiro más aquí. Damon- quién parecía no seguir los pasos de su hermano Stefan y bebía sangre humana. Yo no mato vampiros. No soy la jodida Buffy, cazavampiros, no es algo que disfrute haciendo o alguna vez haya querido hacer. Pero si planeo vivir en este pueblo por un tiempo, preferiría que mi cuello no fuera el aperitivo de ningún vampiro. Quiero crecer y ser una mamá genial con niños aún más geniales.

¿Eso significa que voy a encontrar a Damon? ¿Que voy a malgastar mi tiempo cazando a este peligroso vampiro? Si claro. Solo digo que- si este tipo un día decide atraparme en un callejón, le clavaré una estaca en el corazón antes de que se de cuenta. Lo que significa que necesito una estaca. Lo pondré en mi lista de cosas por hacer.

Salté de mi motocicleta, quitándome el casco y lo puse en la parte trasera de la moto. En este pueblo todos lucían demasiado simpáticos como para robar cascos, así que dejarlo abandonado no me preocupaba. Rápidamente caminé por delante de la pareja, sin mirarlos ni una vez, pasé el Grill, y entré en la tienda de muebles usados.

Estaba completamente vacía cuando entré. Era pequeña pero lo suficientemente espaciosa. El único cajero, un dulce abuelito, se ubicaba detrás de la caja registradora y me sonrió al verme entrar.

"Hola, señorita", dijo amablemente. "¿Como está en esta hermosa tarde?"

"Muy bien", dije mientras me acercaba a los muebles apelotonados contra la pared y los evaluaba cuidadosamente, "¿Y usted señor?"

"Oh, excelente" dijo gustoso. "Sabe, he vivido aquí por cuarenta años y no creo haberla visto con anterioridad. ¿Está visitando a algún familiar?"

Cogí un pequeño reloj antiguo de bronce y luego lo dejé donde estaba al ver cuanto costaba. "En realidad, no" dije volviéndome hacia el anciano. "Me acabo de mudar al pueblo"

"Bueno, bienvenida señorita", dijo y me extendió su mano temblorosa. La tomé y nos dimos un apretón. "Yo soy Oliver Thorn pero todos me llaman Olly. Espero que Mystic Falls la trate tan bien como a mí"

"Avari, pero nadie puede pronunciarlo correctamente, así que me llaman Ava" dije felizmente. Me gusta la gente mayor- Ellos son tan agradables.

Oí una carcajada en el extremo opuesto de la habitación. No recordaba que hubiera nadie cuando entré, giré la cabeza hacia el lugar de donde provenía el sonido y casi me caigo de espaldas.

Un hombre, obviamente muy bien formado, increíblemente hermoso de cabello negro y con unos penetrantes ojos azules, salió de la sombra creada por un gran armario. Se cruzó de brazos, su chaqueta de cuero negro crujió al tensarse, y se recostó contra en armario mirándome provocativamente.

Aparte de su apariencia (que debo agregar era difícil de ignorar), había algo completamente extraño y desconcertante en este tipo. Y cuando yo encuentro algo extraño mi curiosidad crece. Levanté una ceja ante su conducta, luego enfoqué mis ojos, dispuesta a sumergirme en cuales fueran los pensamientos que flotaban en su cabeza.

Sin embargo, no había nada. Estaba en blanco. Antes de que siquiera pudiera averiguar que diablos sucedía, él estaba hablando.

"Ava", dijo lentamente. "Que nombre tan raro. Muy extraño de hecho".

"Ah Señor Salvatore" dijo Olly, mirando sorprendido, al tiempo que este tipo se acercaba. "No lo vi allí detrás"

"Solo estaba buscando algunas cosas para la casa" dijo el tipo. Con los ojos entrecerrados se puso a mi izquierda y le dedicó a Olly una mirada de absoluta concentración, desenfreno, nitidez, una mirada que yo había visto solo en contadas ocasiones anteriormente. "De hecho, ¿Te importaría ir al cuarto trasero a buscar ese cuadro que te encargué hace una semana, Olly? Eso sería genial".

Olly inmediatamente se levantó y desapareció en la trastienda. Pero yo sabía lo que sucedería. Los trances son cien por ciento efectivos en todos los humanos excepto en mi.

Miró hacia abajo y me sonrió con picardía. Yo, por el otro lado, no caería en su juego. Por supuesto que el era más que atractivo, sexy, bien parecido- ok, ok captaron la idea, pero no caería en esa trampa.

"Soy Damon Salvatore", dijo presentándose.

Quise abofetearme a mi misma. Por supueeeesto

Me giré sobre mis talones y rehice mi camino hacia la salida de la tienda. Abrí la puerta y salí a la acera, permitiendo que la fresca brisa revolviera mi cabello negro y punzara en mis ojos color musgo.

"Sabes, eso ha sido algo grosero" dijo Damon a mi lado un segundo después.

"Creo que es bastante aceptable teniendo en cuenta las circunstancias" dije bruscamente.

"¿Las circunstancias?" preguntó, astutamente todavía con un poco de confusión.

El hecho de que no puedo leerte la mente como a todos los demás. El hecho de que pienso que eres una exquisita combinación de Brad Pitt, Johnny Depp y Orlando Bloom, todos juntos y vueltos un solo hombre. El hecho de que existe una gran posibilidad de que puedas matarme en una fracción de segundo, porque eres un Vampiro sediento de sangre con un cuerpo de infarto. Esas circunstancias.

Pero preferí ignorarlo. Decir en voz alta lo que pensaba no sería saludable o beneficioso. Gracias a Dios nadie puede leerme la mente.

Mientras caminábamos pasamos frente a la pareja que seguía en la puerta del Grill, al notar la presencia de Damon y mía nos siguieron pisándonos los talones.

"Damon" dijo el chico que, creo, se llamaba Stefan. Tomó a Damon por la chaqueta para alejarlo de mí pero este lo apartó de un empujón. "¿Qué estás haciendo?" Stefan me miró como si yo fuera una presa a punto de ser devorada.

La chica, Elena solo se quedó allí mirando de uno a otro, entre los dos hombres. Me subí a mi motocicleta y saqué el casco de la parte trasera de la moto donde estaba sujeto.

"Solo estoy presentándome con la chica nueva, hermanito" dijo Damon simulando dulzura. "Ava, este es Stefan mi poco-atractivo hermano pequeño, y ella es su adorable novia Elena".

Quise gritar. ¿Hermanos vampiros? Soy la mejor escogiendo ciudades para vivir.

"¿Te gustaría entrar al Grill con nosotros? Una comida grat..."- empezó Damon.

"Escuchen" dije interrumpiéndolo y usando un tono que provocó que los tres me miraran extrañados, "Tú" señalé a Damon, "Y tú" señalé a Stefan, "No vuelvan a hablarme jamás".

Damon dejó de lado su actitud maliciosa. Me miró curiosamente, intrigado por mi comportamiento y porque no había sucumbido ante su endiabladamente buena apariencia o su sexy y devastador tono de voz. De hecho estaba haciendo exactamente lo contrario de lo que él pretendía, lo que le pareció más que raro, antinatural.

"Mira, lo siento por lo que sea que él haya hecho..."- Stefan comenzó pero yo, una vez más, interrumpí.

"No me interesa chico vampiro" dije refiriéndome a ambos.

Se tambalearon, ambos con sus bocas completamente abiertas en shock.

"¡Buenas noches!" dije simulando alegría, mientras arrancaba mi motocicleta y salía disparada hacia la calle.