Suicidio

Mi sangre hervía, como shu se atrevía a hacerme esto. Apreté la caga contra mi pecho, queriendo que la tierra me tragara completa. Shu porque becas de ese modo a yuma?. Shu estoy aquí, voltea y mirarme. Llegue muy tarde verdad. Me aparte del marco de la puerta, y comencé a caminar sin rumbo fijo a donde solo estuvieran mis pensamientos y yo.

Termine en la mansión, todos me miraban atónitos, la lluvia me había alcanzado en el camino, pero no me quise molestar en quitarme de su camino. Pase de largo, ignorando las preguntas de yui. Solo una de tantas me llego, y resonó un buen rato en mi cabeza.

-fue por shu-san-

Fue un susurro pero yo lo oí tan fuerte que me dolieron los oídos, e hizo vibrar mi cuerpo con brusquedad. No quise detener mi andar hasta que estuve en la privacidad de mi cuarto. El silencio reino después del sonido seco de la puerta serrando. Las gotas resbalaban de mi cuerpo mezclándose con las de mi rostro. Me quite todo rastro de ropa mojada, y me deje caer a mi cama desnuda. Siendo abrazada por la calidez de las abanas.

Cuando desperté el día ya estaba postrado, me bañe, y busque mi mejor cara de ignorancia y frivolidad, solo tenía que seguir con mi vida, olvidar lo de ayer y ya. Fui recibida por la soledad de la estancia y me deje caer en un sillón. En qué momento de mi vida sonido del reglo se avía vuelto tan reconfortante. Lástima que mi reconfortó no duro más de 3 minutos, antes de que los alaridos del alguien me despertaran de mi trance.

Todo el bullicio venia de arriba, y sin más que hacer fue a revisar, aunque no fuera mi obligación. Todo el ruido salía de su cuarto, el cuarto de shu. Dude, y mucho, mis manos comenzaban a sudar, mi respiración se volvía inestable, y mi corazón latía sin control. Me arriesgaría a ver que había atrás de la puerta… Pues sí. Y cuanto me arrepiento de haberlo.

Como un par de conejos, en la cama se encontraban ellos en pleno acto carnal, se devoraban con tanta pasión, que me rompía el alma. No cerré la puerta, solo comencé a caminar, retirándome de hay con cuidado de no hacer ruido.

Lo demás de ese día ni me importo, solo me mantuve encerrada, esperando el momento adecuado para acabar con el sufrimiento, los anti-depresivos no asían su efecto, aun segia sufriendo, estebas la medicina no me ayudaría...¿verdad? Llego la hora teníamos que partí al instituto. Yui llamo a mi puerta preguntándome si iría, yo sol negué, pero con voz fría pedí un favor:

-Prestarme la daga que subaru te dio-

Ella dudo, y bacilo, en sus ojos se notaba esa inseguridad suya, pero cedió y me la enntrego, solo pidiendo en palabras clementes:

-No comentas una locura, él no lo vale-

Te equivocas yui, el si lo vale, pero yo no llegaría a tales extremos. Todos se fueron, dejándome hundida en mi oscuridad. Tome otra caja completa de antia-depresivos, y deje a mi cuerpo caer en la cama.

-deja a tu cabeza pensar de forma fría, no seas estúpida, calcula las cosas niña-

Mis palabras de ánimo sonaba de todo menos de ánimo, pero tenían razón tenía que calcular las cosas. Pero no quería, sabía que nada aquí saldría bien, solo era cuestión de tiempo, ellos se amaban de des años. Qué horror!. Soñé muy alto, y a hora me cortaban las alas.

Me vestí, una camisa de botones de blanco, y la falda del colegio, me puse zapatos, pero no medias, y deje mi cabello revolotear alborotado por mi cabeza.

Camine, lento y despacio, esperando que por el camino mis ideas reflexionaran a fondo, y pudiera dar un giro drástico a mi decisión. Porque no hacen efectos los anti-depresivos. Al llegar la miradas no se hicieron esperar, era raro ver a la señorita perfección de esta manera. Que aprovecharan a burlarse este día.

Mi andar paro en la terraza aspirando el aire, que delataba que pronto caería la lluvia. El polvo comenzaba a ser parado por la brisa y yo solo me dejaba guiar por impulsos de tristeza. Por favor porque los anti-depresivos no asían su efecto.

Nada, la tristeza seguía hay creciendo en mi desdicha, soy una cobarde, no puedo manejar un sentimiento tan pequeño y normal, y simplemente huyo del como una niña asustada. Cuanto deseo sentir sus brazos al rededor mío. Me quite mis zapatos, y los deje tirados sin cuidado, respire hondo, una, dos, tres veces respire buscando las fuerzas racionales para no hacer esta tontería, pero mi cuerpo no reaccionaba, y el sentimiento no se alejaba.

Trepe la baya que separaba el borde de la cima, mis manos se aferraban con fuerza a la valla, mientras mis pies pisaba el borde, esto era un sueño, quizás, pues sentía todo tan irreal. Mi cabello se movía con la brisa suave de esa noche muy pronto tormentosa. Solté mis manos de la valla, y peje mi espalda buscando a mantener el equilibrio.

Voces, tantas voces me gritaban desesperadas que bajara. Mire a bajo, todos mi hermanos estaban ahí, mirando divertidos mi espectáculo, ellos no sabía lo que yo tenía en mi manos. Yui me miraba sollozante, y me partía el alma dejarla sola. Pero me sentía sola y triste, que cobarde soy, no?.

-quien diría este destino cruel que me enveneno-

Susurre, ya no tendría el gusto de leer por las tardes, ver las rosas por las mañanas, preparar comida, y verlo. La tención aumento y a hora eran los profesores quienes gritaban histéricos que me bajara de ahí. De mi falda saque la pequeña cosita que liberaría mi alma en pena. Coloque el filo en mi pecho, justo en el corazón.

Volví a mirar a mis hermanos, a hora si me miraban horrorizados, ya lo saben verdad, esto no es un juego. Y shu donde estaba, donde estaba shu. Se había ido verdad, pensó que esto era un juego y se fue con yuma. Verdad!

No importa, ya nada importa.

Yui, no pierdas la esperanza, y perdonadme por dejarte sola con ellos, subaru, sigue tu sueño algún día liberaras a tu madre, ayato eres el mejor enserio deja de vivir en odio, kanato cuida bien de teddy y sigue asiendo vestidos eres un gran costurero, laito deja de utilizar a las mujeres, shu...shu solo dime que me quieres aunque sea una mentira.

El filo frío de la daga se sentía tan secar.

-solo será un instante de dolor, luego todo estará bien-

Me quise consolar, yo misma, patético, uno, dos, tres.

No sentí nada, fue un movimiento rápido, entro y destrozo todo, lo próximo fue mi caída perdí mi fuerza y caí. El frío del viento me cortaba, y luego todo negro. No sentí la caída, no sentí el impacto.

No sé qué ha pasado después, tampoco sé dónde estoy, me siento sola, como si no supiera quien soy, pero todo cobra sentido, al ver mi cuerpo sin vida en el piso, y los gritos desconsolado de la gente. Así termino mi vida, soy patética.

Padre tengo un dato interesante para ti, cuando los vampiros sienten amor, cualquier cambio sentimental los vuelve suicidas. Yo tu hija soy la prueba de eso.

23 de octubre, academia Royto reporta el suicidio de la estudiante sakamaki reiji en las instalaciones escolares, 18 años de edad, hermana de sakamaki shu, sakamaki laito, sakamaki kanato, sakamaki ayato, sakamaki subaru. Hija de sakamki tougo y la difunta Beatrix sakamaki.