Disclaimer: Los personajes de Bleach son enteramente propiedad de Tite Kubo. Yo soy tan sólo una fanática loca que intenta emparejar por todos los medios a Ichigo y Rukia para su satisfacción.

Notas de la autora: Creo que tenía demasiada paja para escribir algo más grande. O quizás mi inspiración no dio para más. Son libres de no dejarme un solo review, esta vez no me siento merecedora de uno.

Feliz cumpleaños, Naranjito-kun (L). Sé real y aparécete en mi vida.


Para todo lo demás, existe MasterCard

Su cumpleaños no era una cosa que esperara con mucha emoción. En realidad, le daba igual. Aunque, si se ponía a pensar un poco, le parecía bizarro que las personas felicitaran a otras por tener un año menos de vida. Acaso, ¿debería ir a felicitar a los enfermos terminales de la clínica? A ellos tampoco les quedaba mucho tiempo… já. Quizás se ganaría una buena patada en el culo. En fin, doble moral.

Aunque ese año era distinto.

Le daba curiosidad lo que Rukia podría hacer.

—Gracias por existir, Ichigo —le soltó de repente, mientras se encontraban a solas en la cocina.

¿Qué? ¿Eso era todo?

Negó con la cabeza para sí mismo.

—Tacaña.

Y comprendió que esa jodida mujer era su más grande regalo.

No necesitaba más.