Deber de familia.

Hola a todos, este oneshot està dedicado a Kisame Hoshigaki, es mi primer NaruHana y GaaraHina (oficialmente) y espero que les guste.

Deber de familia.

Capítulo uno.

Cargó al pequeño bebé en sus brazos. Aunque no era hijo suyo, desde ese momento se juró que lo querría y cuidaría como si lo fuera, así como Hinata lo hubiera hecho.

Naruto se acercó y, apoyando su cabeza en el hombro de su esposa, contempló a su hijo, quien dormía plácidamente.

-¿Crees que Hinata se recupere?

-Ella es fuerte, lo superará.

O eso esperaba Hanabi. Los sucesos acontecidos unos meses atrás aún escaldaban en sus almas, pero todo se debía al destino que tenían determinado.

FlashBack

La había mandado llamar. Aunque Hanabi estaba acostumbrada a las imprevistas peticiones de su padre, ese día tenía un presentimiento, y uno no muy agradable.

Entró al cuarto señalado saludando con cortesía, pero sus palabras no fueron respondidas. Al observar rápidamente, solo su padre y Hinata se hallaban ahí.

-¿Sucede algo malo?

Su padre se veía más molesto que de costumbre, y observaba constantemente a su primogénita; en cambio, Hinata mantenía su mirada clavada en el piso, y a juzgar por lo irregular de su respiración, se hallaba llorando. Típico, pensó Hanabi.

-Hinata, te prometo que no te obligaré a deshacerte de él, tenlo por seguro -Hiashi tomó del mentón a su hija y la obligó a verle a la cara- Por última vez¿quién es el padre?

-E-eso n-no i-importa -contestó la joven mujer tras una incómoda pausa, pero esa respuesta no alegró nada a su padre.

Y aunque parecía obvio, lo que siguió sorprendió por completo a Hanabi.

Su padre soltó a Hinata y se alejó rumbo a la puerta que daba al jardín, esta, por su parte, se reclinó hasta que su frente tocó el suelo, como si estuviese suplicando, pero ni una palabra salió de su boca.

-Lárgate ahora mismo de esta casa, y no te quiero ni a tí ni a tu... bastardo mendigando cerca¿entendiste?

-Sí, señor.

Hanabi sintió su garganta secarse. Vio como su hermana se levantaba rápidamente del suelo dispuesta a marcharse, pero al acercársele, no evito abrazarla y romper a llorar como si estuviese exprimiendo cada gota de agua contenida en su ser.

-Perdóname, p-por f-favor, perdóname...

-¿A donde vas a ir? -Hanabi estaba por completo aturdida ante lo revelador de la situación.

-A donde vaya, no es asunto de la familia -Sentenció Hiashi, y Hinata, dándole una última mirada a su familia, limpió sus lágrimas y se retiró de ahí. Ni siquiera se molestó en recoger sus cosas.

-¿Para qué me mandó llamar, padre?

Hiashi no respondió inmediatamente. Por cerca de un cuarto de hora se mantuvo observando la puerta por donde se marchó su hija mayor, aún molesto tanto con ella, con el maldito que la embarazó y a quien ella protegía con su silencio, y consigo mismo, por no preveer una acción así de Hinata.

-¿Papá?

Aunque nunca se había molestado en conocer a su hermana, Hanabi sentía una preocupación real por ella. Su padre le había comentado los detalles con la prueba de embarazo que Hinata no ocultó bien, por consiguiente, la había desterrado de la familia, considerándolo suficiente escarmiento para ella.

Salió con la excusa de entrenar a solas y comenzó a buscarla con desesperación. Ella también quería una explicación, y si era necesario torturarla psicológicamente para lograrlo, seguro que lo haría.

-¡Byakugan!

Visualizó a Hinata en una de las áreas de entrenamiento que en ese momento se hallaban desiertas. Se acercó cautelosamente debido a la costumbre, y observó que el tronco del árbol en que se apoyaba mostraba manchas de sangre, sangre proveniente de las manos de su hermana, quien se movió al darse cuenta de la presencia de Hanabi, pero no dijo nada.

-¿Por qué ocultaste que estás embarazada?

Hinata no respondió, y por ende, Hanabi comenzó a desesperarse.

-Hinata¿por qué no dices nada? -Hanabi comenzó a zarandear a su hermana mayor, y observándola fijamente, se percató de su respiración irregular, la nada normal temperatura de su cuerpo y su mirada perdida- ¿Hinata¡Hinata, reacciona!

Al convencerse de que su hermana no reaccionaría, se las arregló para llevarla al hospital, donde, por ser Hyuuga, se le atendió de inmediato.

-Por favor -pidió Hanabi a los medicnin- no le mencionen ni una palabra a mi padre, se los suplico.

La doctora que atendió a Hinata buscó con la mirada a algún familiar de esta, y Hanabi, procurando no ser vista por cualquier conocido, pidió con absoluto detalle el informe de salud de su hermana.

-Tiene aproximadamente tres semanas de gestación, sufrió un desmayo pero nada fuera de lo común. Lo qu si recomiendo es que descase lo suficiente y se alimente de manera balanceada...

-¿Ya puede salir?

-Me temo que no. Le aplicamos un calmante y permanecerá dormida hasta entrada la tarde, lo mejor será que se comunique con sus familiares.

Esa opción era sencillamente imposible. Si a Hiashi se le informaba algo, sencillamente la mandaría al diablo y seguiría con su vida como si jamás hubiese existido Hinata, y no se diga de los otros miembros de la rama principal. Seguramente, si Hiashi les comentaba su decisión, brindarían por Hanabi y la "sabia" decisión del aún líder del clan.

Cuando, tras escuchar las indicaciones de la doctora, a Hanabi se le permitió entrar a la habitación de su hermana, se dedicó a observarla y notó como sus labios se movían y pronunciaba un nombre en particular.

-Naruto...

El escuchar el nombre de su prometido (y conocido amor platónico de su hermana) le causó un estremecimiento. Hanabi se acercó para escuhar mejor lo que sea que estuviese susurrando Hinata, y se llevó una terrible sorpresa al juntar todas las sílabas y palabras cortas que pronunciaba.

Naruto se había acostado con Hinata.

"-Perdóname, p-por f-favor, perdóname..."

Todo tuvo sentido en ese momento.

Desde hace más de un mes, Naruto había formado una especie de noviazgo con Hanabi, mismo que había sido aprobado y sugerido por Hiashi. Cuando se comunicó al resto de la familia, Hinata se retiró a su cuarto a ahogarse en su propia autocompasión y no dejó de llorar en más de una semana.

Pero, que ella y Naruto hubiesen mantenido relaciones...

Hanabi cerró sus puños con fuerza hasta que le comenzaron a doler, y sintió sus ojos arder como nunca en su vida. En ese preciso momento en el que todo tenía sentido el cuidado y preocupación que sentía por su hermana se volvió un odio tan profundo que sintió el deseo de matarla ahí mismo.

Sin embargo, salió. Debía encontrar a Naruto y pedirle una muy buena explicación antes que todo.

-Que Hinata se las arregle sola.

FlashBack End.

Continuará...