Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Bueno aquí les vengo con otra historia, para los que leen "Only One" no se desesperen que la seguiré escribiendo, es sólo que necesitaba escribir esta historia que la tenia rondando por mi cabeza hace mucho tiempo, espero que les guste y me dejen miles de reviews…son importantes para mí conocer su opinión me sirve, bien ahora los dejo con este capítulo espero que lo disfruten y nos vemos en el próximo "Pidiendo permiso a Hogwarts" ¿Qué dirán el resto de los hermanos Weasleys?, ¿podrá segur en Hogwarts?...

Cariños Naty.

Lean y disfruten.

Capítulo 1 "Diciendo la verdad"

Estoy embarazada pensé.

¿Qué iba a hacer?, estoy embarazada volví a decirme. Simplemente no lo podía creer, lo negué pero miré la prueba en mi mano ahí estaba todo.

Y sólo tengo 17 años recién estoy por empezar mi séptimo año, mi vida en general está recién empezando, no puedo estar embarazada, no quiero estar embarazada una lágrima silenciosa corría por mi mejilla no le hice el menor caso y llevé mi mano a mi vientre. Me sentí extraña, era raro sentir algo así, una vida se estaba forjando dentro de mí y tenía tres meses de vida ¡tres meses de vida!, aún no se me notaba nada pero pronto mi vientre empezaría a crecer, ¿qué le voy a decir a mis padres?, y lo peor de todo ¿qué le diré a Harry?

En ese instante Hermione entró a mi pieza, la verdad era que compartíamos el cuarto, al menos por estas vacaciones hasta que decidiera qué iba a hacer con su vida, la pobre no tenía idea, y aunque generalmente yo escuchaba todas sus dudas y la ayudaba a intentar decidir hoy no tenía ganas sólo la miré un segundo y seguí acostada.

Estaba plenamente consciente de que mi cara estaba húmeda de tanto llorar y de que Hermione se daría cuenta enseguida de que algo me estaba sucediendo y atiné a darme vuelta para que no me viera la cara aunque creo que eso fue peor, podría decirle que se fuera y que me dejara sola que era lo que realmente necesitaba, estar sola y pensar, pero no era lo más adecuado. Cerré los ojos como intentando borrar todo de mi mente y mientras hacía eso sentí como el lado de mi cama se hundía, ¡genial!, ahora Hermione me empezara a preguntar cosas y yo no quiero decirle la verdad y si le miento lo sabrá enseguida. Por favor ándate, decía en mi mente, por favor ándate al menos hasta la cena quiero estar sola, por favor ándate dije por última vez como si la fuerza de mis palabras fuera deshacer todas las cosas que me estaban sucediendo.

Sin embargo, Hermione lo único que hizo fue acariciar mi cabello tiernamente sacando esos mechones húmedos de mi rostro y yo temblaba.

- ¿Ginny? – preguntó suavemente Hermione – Ginny, sé que no quieres decirme que te está sucediendo, pero déjame recordarte el hecho de que somos amigas y siempre puedes contar conmigo en las buenas y en la malas – me dijo mientras acariciaba mi pelo nuevamente y se iba de la habitación.

- Herm…ione – hablé en un susurro haciendo que mi amiga se diera vuelta y me mirara consternada – Hermione – volví a decir un poco más fuerte, si en alguien tenía que confiar ¿por qué no Hermione?, era mi mejor amiga y mi confidente – Quédate, tengo y necesito hablar contigo – ella me miró y se sentó en la cama de enfrente y ¿yo?, también me senté.

- Ginny, hoy no eres tú.

- No Hermione, hoy no soy yo – y dudé, apretaba mis manos con fuerza si tan difícil era decirle esto a Hermione, peor sería decírselo a mis padres o a Harry, pero no importaba yo era valiente y las cosas se hablan claras y de frente y dando un suspiro finalmente hablé – Estoy embarazada – las palabras salieron solas de mi boca era un ser que me poseyó el que las dijo, no yo. Estaba confundida cerré los ojos con fuerza no quería ver la cara que me pondría mi mejor amiga y aun así los abrí. Descubrí que me miraba comprensivamente se había sentado a mi lado y colocado su brazo sobre mis hombros acercando mi cuerpo al suyo como intentando darme fortaleza yo puse mi cabeza sobre sus hombros y lloré, al principio era suave y calmado luego comenzó a ser más fuerte y cada vez el aire se me acaba más rápido me ahogaba en llantos y Hermione sólo me abrazaba intentando apaciguar mi llanto cuando vio que no tenía más lágrimas se paró y salió mas al instante regresó con un vaso con agua y me lo entregó volviendo a sentarse a mi lado. Me lo bebí completamente mientras sentía como mi ahogo cesaba y ya me sentía más calmada.

- Hice un hechizo insonoro, así que no te preocupes nadie escuchó tu llanto.

- Gracias – atiné a decir.

- Ahora me quieres explicar cómo sucedió.

- ¡Hermione! – dije mientras sonreía, mi primera sonrisa desde que tuve la sospecha de que estaba embarazada.

- Lo siento – también sonrió – no es que quiera saber los detalles, sólo me preguntaba el porque no te cuidaste, además tú sabes bien que yo también mantengo relaciones con tu hermano así que verás no necesito saber como se hace un bebé conozco unas maneras muy entretenida de hacer uno

- Ya Hermione – volví a sonreír ante el último comentario – no sé como sucedió todo no era la primera vez que lo hacemos, pero es la primera vez que cuando lo hacemos logramos crear una vida. Y bueno tú sabes tan bien como yo que soy muy irregular y no me preocupe, aparte cuando estoy con Harry nunca pienso nada sólo sentimos es demasiado irresistible, pasional, fuerte, es amor y ya sabes el resto, sólo paso.

- Pero Ginny, debías no sé.

- ¿Y qué saco con reprocharme ahora por todo lo sucedido?

- La verdad, es que nada. No vale la pena botar lágrimas por la leche ya derramada, ahora cuéntame cómo te enteraste.

- Fui a una clínica muggle a penas noté que ya llevaba más de cinco meses de retraso, pensé mi período nunca tarda más de dos o tres meses en llegarme y sólo fue ahí cuando caí en cuenta que podría estar embarazada y por lo mismo decidí ir a una clínica muggle para que nadie me dijera nada, fue entonces cuando el sanador o médico me atendió. Verás, estuve leyendo unos libros que dejaste por eso supe donde ir.

- ¿Y Harry? – preguntó Hermione muy calmada.

- Harry me acompaño y me dejó en la puerta de San Mungo creyendo que iba a hacer algo rutinario, pero no fue nada rutinario vi a mi hijo y me enteré de que tiene tres meses de vida, ¿puedes creerlo?

- ¡Tres meses! – gritó Hermione

- Sí, tres meses y me mostró a esa criaturita que se está formando dentro de mí a penas se ve, es algo muy pequeño pero me sentí extraña. Tengo una vida dentro de mí – dije mientras me acariciaba mi vientre.

- ¿Y qué dijo Harry cuando se enteró?

- Eres la primera – respondí titubeando

- Pero si el padre es el que se tiene que enterar primero – reprochó - ¿no te fue a buscar?

- No le dije que me devolvía sola, no sé si te diste cuenta pero la situación no es de lo más común y yo hace tan sólo unas horas que me enteré y sigo sin saber como enfrentar la situación.

- Debes decirle a tus padres y a Harry también, no sé si puedas volver a Hogwarts pero al menos las personas que te quieren y se preocupan por ti deben saber la verdad.

- Tienes razón Hermione, pero simplemente no quiero que lo sepan ahora. Al menos no hoy, además antes de hablar con mis papás debo hablar con Harry, que pasa si le digo hoy día la verdad y todos se enojan. No yo no puedo, no sé como enfrentar esta situación, ni siquiera sé como ser mamá – respondí finalmente mientras me acostaba hacia atrás junto con Hermione.

- Nadie nace aprendiendo Ginny, ser mamá no te lo enseñan en una escuela, ser mamá es sólo ser tú confiar en tus instintos y darle todo el amor que se tiene.

- ¿Tú crees?, ¿crees que puedo ser mamá?

- Sí, vas a ser tan buena mamá como yo voy a ser de buena tía. No puedo creerlo esa criaturita va a ser el pequeño más mimado de todo el mundo, te imaginas como tus hermanos y tus padres lo van a consentir. Voy a ser tía estoy demasiado contenta a pesar de las circunstancias – y fue ahí cuando Hermione me miró muy seriamente – Ginny yo sé que ese hijo no vino en el mejor momento, pero siempre tienes que pensar que un hijo es el mejor regalo del mundo sea cual sea la circunstancia que rodea su nacimiento, vamos amiga vas a ser mamá que más quieres – terminó diciéndome Hermione mientras me abrazaba fuertemente.

- De verdad, muchas gracias. Es verdad este niño es un regalo y el mejor regalo del mundo, un regalo del amor que tengo con Harry, y yo tengo mucho amor que dar y como tengo tanto amor puedo ser una buena madre. No lo había pensado así, eres la mejor.

- Lo sé y es por eso que somos amigas.

- Hermione en verdad te quiero demasiado – respondí abrazándola.

- Yo también amiga y es por ello que me encanta la idea de que vayas a ser mamá. Aunque ahora tenemos que pensar en cómo se lo dirás a Harry y a tus papás y en que vas a hacer con el colegio, porque antes de que termines el año ese vientre ya te habrá crecido.

- Creo que primero hablaré con Harry y después…no sé, además él es el papá así que debe saber entes que nadie o al menos antes que mis papás.

- Bien eso es una buena idea, pero te advierto que queda exactamente una semana para entrar a clases y debes hablar con MacGonagall por tu estado.

- Lo sé, si tengo más que claro que debo ir al colegio y terminar con mi educación, pero lamentablemente son ellos los que deciden que hacer conmigo, pero para ello antes que nada debo hablar con todos en caso de que necesite apoyo para volver a ingresar.

- Sí, tienes razón. Por eso debes empezar lo más pronto posible

- Y lo primero que haré será lavarme la cara y borrar los rastros de llanto, ¡Voy a ser mamá! – grité – Y luego escribirle una carta a Harry para decirle que quiero hablar con él urgentemente.

- Bueno si es por eso tengo un hechizo muy simple que te va a borrar todas esas marcas.

- El poder de utilizar magia fuera de Hogwarts

- Así es – respondió Hermione mientras se levantaba y sacaba su varita haciendo un ligero movimiento logró borrar todo rastro de llanto de mi cabello y de mi rostro – listo ahora estás preparada para escribir esa carta.

- Gracias Hermione – dije levantándome para abrazarla – no creo que hubiera sido fácil tomar esta noticia sin tu ayuda. Hasta que no hablé contigo no me veía capaz de afrontar nada de esto que me estaba sucediendo, pero cuando te escuche decirme de que un hijo era siempre un regalo me hiciste notar lo bueno y capaz de ser mamá que puedo hacer yo, además de lo consentido que va a ser este pequeño. En todo caso ahora sólo espero que mis hermanos no maten al futuro papá - respondí riendo aunque Hermione me miró entren sonriendo y media seria.

- No te preocupes yo detendré al neardental de tu hermano si es que se le ocurre tocarle un pelo a Harry. No tiene ningún derecho a hacer nada si él hace lo mismo.

- Nuevamente gracias Hermione. Y ahora me pondré manos a la obra con esa carta…

2 horas más tarde…

Hermione volvía a entrar a mi cuarto, bueno a nuestro cuarto para los efectos, solamente para descubrir alrededor de 50 pergaminos arrugados sobre mi cama.

- Pero mujer ¿qué te sucede?

- Nada es que no sé como escribirle la carta a Harry no sé que… - pero mi voz quedó cortada por el sonido o yo me quedé pasmada al escuchar la voz de Harry en el piso de abajo junto a la de mi hermano. No podía creerlo justo hoy tenían que volver temprano, y dado esta situación ya no necesitaba la carta y por lo mismo empecé a tiritar y a imaginarme una serie de cosas que podrían suceder si Harry se enteraba de mi embarazo, caminaba por la pieza como loca mientras Hermione mi miraba consternada. Estaba temblando y sólo lo peor se me venía a la mente. Todo el discurso que había preparado frente al espejo no me servía de nada y para embarrarla más las ganas de llorar nuevamente demandaban salir, en conclusión yo simplemente estaba en estado de shock.

Hasta que Hermione me habló sacándome de todas esas preguntas que en mi cabeza me hacía.

- Creo que ahora que llegó debes llamarlo y hablar con él.

- No…sé…si pueda. Dime tú que pasa si está enojado conmigo o peor se enoja y quiere que terminemos y yo le salgo con esto y decide no terminar con migo por pena o por mi hijo y así hago de su vida un infierno o si esta semana se le acabó el amor por mí y por consecuente quiere que terminemos y sólo para darle un hogar a nuestro hijo no lo hace y todo resulta mal, no Hermione yo no puedo decirle esto no quiero que Harry esté conmigo por pena o por esta criatura, no simplemente no. Tengo miedo – hablé tan rápido que hasta creo que ni yo misma me entendí, además de la falta de aire. Entonces Hermione se acercó hasta mí me sujeto por los hombros y me miro fijamente yo ya estaba preparada para que me dijera que tenía razón y que Harry me quería cortar y de no ser por escuchar su voz no se me habían pasado ninguna de esas preguntas por mi cabeza

- Ginny escúchame, Harry… - pero en ese momento en que Hermione me iba a decir la peor verdad de todas, la verdad que no quería escuchar, la verdad de que Harry no me quería ni a mí ni a mi hijo, este entró por la pieza muy sonriente y una luz de esperanza se cruzó por mi mente Harry no entraría a la pieza sonriente si quisiera cortar conmigo a no ser que estuviera interpretando un papel frente Hermione ¿podría ser? Y si era así ¿qué iba a hacer le diría la verdad?

- ¿Qué sucede conmigo? – dijo sonriendo Harry mientras se acercaba hasta mi lado y me besaba levemente en los labios, bien pensé si me está besando al menos eso significa que no quiere cortar conmigo ¿o, no?, y tan sólo después de besarme me abrazó fuertemente como si quisiera retener mi presencia en este mundo y yo lo abrace con igual fuerza, total era lo que más amaba en el mundo y si me iba a cortar porque no tenerlo un poco más ¡hay no, que insegura de todo! – Mmm… te eche de menos angelito y dime ¿cómo ha estado la muchacha más linda del mundo hoy?

- Harry… - bueno después de todo no me iba a cortar, si en verdad yo estuve segura todo este tiempo de sus sentimientos, y Hermione en ese momento me miró muy escéptica en cuanto a como Harry reaccionaría yo le sonreí haciendo que mi amiga me respondiera con una sonrisa cómplice.

- Ya haber y que están tramando ustedes dos – dijo Harry mientras nos miraba a ambas y sobre todo a nuestras curiosas sonrisas.

- Ya, la verdad es que los voy a dejar solos porque tienen mucho de que hablar, además me voy a buscar al bruto de mi novio para ver si aprende a saludar como cualquier persona civilizada.

- Y a Hermione ¿qué le sucede?, ¿por qué dijo que teníamos que hablar?

- Nada amor, es sólo que en verdad tenemos que hablar de algo muy importante – y me senté en la cama en seguida Harry también se sentó en la cama y me comenzó a acariciar mi brazo con sensuales movimientos que iban despertando todos mis sentidos.

- Haber amor, de qué tenemos que hablar…de lo mucho que te amo – y besó mi hombro con delicadeza – de lo mucho que me cuesta estar sin ti – esta vez besaba mi cuello despacio como deteniéndose a captar mi perfume – de lo mucho que adoro todo lo que tú significas – y ahora ya se concentraba en besar el lóbulo de mi oreja y cuando ya iba hacia mis labios me separé y me senté en la cama de enfrente

- Harry si sigues así no podré hablar contigo y realmente necesito decirte algo muy importante, así que más te vale que prestes atención a lo que te voy a decir – mmm… creo que soné bastante convincente, al menos lo suficiente como para que Harry me escuche.

- Ya angelito dime lo tannnn importante que me tiene que decir soy todos oídos

- Harry…tú y yo vamos a tener un hijo – listo finalmente le había dicho al papá de esta criatura que tenderíamos un hijo para ver como, pero ¡que diablos!...

- ¡¿QUE?! – gritó Harry mientras se desmayaba

- ¿Harry? – golpeé su mejilla acostándome al lado suyo y volví a acariciarlo, pero seguía sin inmutarse y cuando yo ya iba a empezar a sacudirlo fuertemente el hombre que más amo en el mundo abrió sus hermosos ojos.

- ¿Es… verdad lo que dijiste? – preguntó tragando saliva.

- ¡POR SUPESTO QUE SÍ! – grité, pero no sirvió de mucho porque nuevamente mi novio se volvió a desmayar y yo como estúpida lo volví a intentar despertar y otra vez despertó aunque algo mareado y me miró confundido.

- ¿Ginny…en verdad…vamos a tener…un…hijo? – preguntó mi novio como todavía dudando de lo que yo le estaba diciendo.

- Hombre, que eres duro de entender, mira lee mis labios – y ahora yo pronuncié lentamente todo y modulando de manera muy exagerada – Yo estoy embarazada, tú y yo vamos a tener un hijo.

- Es sólo que yo… - decía Harry mientras tomaba su pelo entre sus manos y miraba el suelo – Yo – volvió a decir pero esta vez levantó su mirada y la posó en mis ojos yo respondí mirándolo mientras asentía con mi cabeza, entonces de un momento a otro Harry se levantó y me tomo en sus brazos y comenzó a girar conmigo por toda la habitación; esta…estaba contento yo no lo podía creer después del desmayo lo único que esperaba era que me gritara, pero no, estaba contento y girando conmigo por los aires, finalmente se lo había dicho me sentía demasiado contenta y comencé a reír, pero Harry dejo de girar conmigo por los aires – lo siento angelito, supongo que por tu embarazo no puedes andar girando por los aires, es que déjame decirte algo hoy me acabas de hacer el hombre más feliz del universo tú con ese pequeño – dijo apuntando hacia mi estomago – son lo más valioso que tengo ahora. A ver dime, ¿cuándo te enteraste?

- Esta mañana cuando fui al sanador

- ¿Cuándo te dejé en San Mungo?

- Sí, pero no.

- ¿Cómo?

- O sea, después de que me dejaste en San Mungo me fui a una clínica muggle. Es que no quería que nadie se enterará de mi estado por ello preferí mantenerlo en la máxima discreción posible y siendo hija del ministro de magia que fuera a San Mungo por un embarazo no iba a pasar desapercibido.

- Mmm, tienes razón angelito, ¿y de cuánto estás?

- De tres meses

- ¡Tres meses!, mi hijo ya tiene tres meses de vida. ¡Increíble, simplemente increíble!

- Sí, es increíble. Yo pude verlo es muy pequeño, pero se siente y eso es lo mejor del mundo.

- ¿Puedo…puedo tocar?

- Por supuesto – contesté levantándome la polera sólo un poco, a la hora que me vino el pudor frente a Harry. En fin, Harry se acercó más hacia mí y tocó mi vientre que aún estaba plano.

- Es hermoso, pero para serte franco no siento mucho, aunque la sola idea de que ahí dentro esté creciendo una vida me emociona y me hace amarte más todavía.

- ¿No te importa que seamos muy pequeños?

- Por supuesto que no. Tú eres lo más importante que tengo, tú y nadie más.

- ¡Oh, Harry! – respondía abrazándolo es que me acababa de emocionar hasta las lágrimas con lo que me dijo, y yo denante la muy tonta dudaba de sus sentimientos hacia mí, no podría haber sido más tonta.

- Pero, angelito no llores – dijo Harry mientras con sus manos tomaba mi rostro y sacaba esas lágrimas – No llores amor, si sabes que te amo, no llores. Nunca dudes de mi amor por ti.

- Sí Harry, siento haber dudado de ti. No lloraré más.

- Me parece. Una pregunta más ¿se lo dijiste a tus padres?

- No, quería que tú lo supieras antes.

- ¿Soy el primero?

- No, Hermione fue la primera

- Ah – dijo con desilusión - ¿cómo se lo tomó?

- Muy bien, de hecho si no hubiera sido por ella no creo que me hubiera animado a decirte la verdad y no sólo eso también me enseñó a que no tenía que tener miedo por este bebé sino todo lo contrario y además de que tenía que estar agradecida por este maravilloso regalo.

- Creo que debemos darle las gracias.

- Sí pero antes quiero hablar con mis padres para poder ir a Hogwarts a analizar mi situación. Y hablar con Ron es tu mejor amigo, tiene que enterarse antes.

- Tienes razón, aunque supongo que MacGonagall te dejará seguir, porqué habría de ponerte algún impedimento.

- Yo espero que no me ponga ninguno porque es en marzo cuando este pequeño nacerá.

- En marzo…faltan sólo seis meses ¡qué emoción! Ahora, después de la cena le diremos a tus padres y mañana tu madre organizó una cena en honor a Ron y a mí por haber sido aceptados en la Academia de Aurors así que ahí se lo comunicaremos a tus hermanos ¿te parece?

- Ya, pero primero a Ron recuérdalo

- Bien, pero primero déjame aprender a hacerme invisible para que no me mate por haberme atrevido a tocar a su hermanita.

- Harry no seas menso es tu mejor amigo no te va a matar – respondí a mi novio como intentando tomármelo a la ligera pero a sabiendas de que cuando Ron se entrara querría golpear a Harry.

- Si en verdad así tiene que ser. Si tengo que morir a manos de mí mejor amigo en vez de haber muerto a manos de Voldemort que así sea ese será mi destino

- Ya rey del drama, mejor llamo a Ron ¡R… - iba a gritar el nombre de mi hermano cuando una cabellera castaña se asomó por la puerta seguida de otra pelirroja.

- Y bien, ¿cómo se lo tomó?

- Mejor de lo que o esperaba y tienes razón me ama.

- Ves te lo dije – dijo mi amiga abrazándome fuertemente.

- ¿Cómo se tomó que?, te lo digo hermano las chicas son rarísimas.

- ¡Oye!, cuidado con lo que dices que está tu novia y hermana acá. Bueno no importa, menos mal que viniste Ginny y yo te tenemos que dar una muy buena noticia.

- ¿Qué noticia?, si ya sé que son novios, ¿qué me quieren contar?

- Ron – dije yo – primero que nada tienes que promete que no te enojarás y nos vas a dar todo tu apoyo, y no vas a golpear a Harry.

- ¿Por qué iba a golpear a Harry yo?

- Guarda silencio – dijo Hermione – es importante lo que tienen que decirte.

- Está bien, como si yo viviera enojándome e interrumpiendo todo – respondió mi hermano refunfuñando.

- Bien porque lo que tenemos que decirte es muy importante – y cuando dije esto Harry me tomó mi mano para darme la fuerza que necesitaba – Ron…yo estoy embarazada. Harry y yo seremos papás – en verdad debo decir que siempre me imaginé la reacción de mi hermano cuando se enterara.

- ¡TE VOY A MATAR DESGRACIADO!, ¡MALDITO PERVERTIDO COMO SE TE OCURRE HACERLE ESO A MI HERMANITA! ¡SE SUPONE QUE TIENES QUE ESPERAR HASTA EL MATRIMONIO, MALDITO PERVERTIDO! – en parte esas fueron las palabras más suaves que mi hermano le alcanzó a gritar a mi novio antes de lanzarse sobre su cuello y ahorcarlo, mientras Hermione y yo lo intentábamos separar porque el pobre de Harry ya se estaba poniendo morado de la asfixia y cuando finalmente conseguimos separarlos, mi querido hermano se puso a gritar otras estupideces - ¡NO TE PREOCUPES HERMANITA, YO VENGARÉ TU HONRA!, ¡ESTE DEGRACIADO NO DEBERÍA HABERTE QUITADO TU TESORO CARNAL!

- ¡RONALD WEASLEY! – gritó Hermione – No vengas acá con esas estupideces del tesoro carnal, de que debes vengar su honra o esperar hasta el matrimonio; porque si hubiera sido así tú hubieras esperado hasta nuestro matrimonio y muy bien sabemos los dos que con suerte esperaste a que lleváramos dos meses de noviazgo.

- Tienes razón Hermione – respondió mi colorado hermano, incluso hasta las orejas.

- Ahora bien, lo más importante es que tu hermana y tu mejor amigo van a ser papás y nosotros debemos ayudarlos para cuando hablen con tus padres y después con tus hermanos. Y ahora escúchame bien Ron, no se te ocurra tocarle ni un pelo a Harry si sabes lo que te conviene.

- Sí mi amor. El es mi mejor amigo y ella mi hermanita, es verdad que todavía quiero matar a Harry pero tienes razón al decir que tenemos que darle nuestro apoyo. Lo haré.

- Anímate amor – dijo Hermione acercándose a Ron y abrazándolo – Vas a ser tío, un fantástico tío.

- ¿Lo crees amor?

- Sí

- Por supuesto que sí y por ello los haremos padrinos de nuestro hijo ¿cierto angelito? – respondió Harry dándome un breve beso en los labios.

- ¡Hey tú!, más te vale que no te azucares. Cuidadito con andar haciendo esas cosas con mi hermanita.

- Ron – grité yo – Si ya hizo el amor conmigo, créeme tiene derecho a besarme en los labios.

- Bueno sí – admitió a regañadientes

- ¿Nos ayudarás? - preguntó Harry.

- Sí

- Y ¿me perdonas?

- Tengo que pensarlo.

- Ron – dijo Hermione.

- Claro que te perdono, pero aun tenemos una conversación pendiente entre nosotros y fuera de la presencia de las chicas.

- Está bien amigo y gracias – y abrazó a Ron como dos buenos amigos que se quieren mucho.

- ¡Qué tierno!, y recuerda que prometiste ayudarnos con papá y mamá y con el resto de neardentales que tengo por hermanos.

- Sí, si no lo he olvidado.

- Gracias hermanito, te quiero.

- Yo también hermanita – respondió Ron revolviéndome mi cabello – Oye, ¿y de cuánto meses estás?

- De tres.

- ¡Ginnyyyyyyyy! – gritó Ron, pero no alcancé a escuchar el resto porque tomé de la mano a Harry y salí corriendo con él en dirección al patio.

Después de la cena…

La mesa ya estaba vacía y sólo quedaban mis padres que estaban conversando de algo relacionado con el ministerio Ron y Hermione habían subido, pero se supone que bajarían enseguida para darnos el apoyo que necesitábamos, finalmente después de un rato de conversa por parte de los cuatro me animé a decirle a mis padres la verdad y Harry tomó mi mano por debajo de la mesa nuevamente para darme fuerza, pero esta vez hizo algo completamente distinto se acercó hasta mi oído para decirme que ahora le tocaba a él decir la verdad, sólo con mis ojos fui capaz de agradecerle el gesto porque las palabras no me quisieron salir. Y el momento más esperado sucedió; Harry se paró y yo junto con él, había llegado el momento de la verdad.

- Señor y señora Weasley, Ginny y yo tenemos que decirle algo muy importante – apretó con más fuerza mi mano.

- ¿Qué sucede hijo? – peguntó papá.

- Ginny y yo vamos a tener un hijo.

- ¿Cómo es eso de que van a tener un hijo?, ¿Ginny está esperando un hijo o van a tener un hijo en algún futuro? – preguntó mi madre con un leve tono de histeria.

- No, mamá – dije yo era mi turno de intervenir – Yo…estoy embarazada.

- ¡¿CÓMO?! – se escuchó un grito hasta Chile.

- Muy simple, como se tienen todos los bebés – respondí yo haciéndome la graciosa aunque el momento no pegaba mucho.

- Ginevra Molly Weasley, no te hagas la graciosa conmigo. Sé como vienen los niños al mundo por algo tuve siete, ahora lo que me preguntó es cómo mi hija de diecisiete años está embarazada.

- Pero hija – dijo papá – Están muy jóvenes para tener hijos.

- Bueno creo que no hay vuelta atrás– interrumpió Harry – esta criatura, mi hijo tiene tres meses de vida y no me importa nada del mundo. El hecho de que seamos pequeños es completamente irrelevante, yo amo a su hija y amaré de igual manera al niño que está creciendo dentro de Ginny.

- No esperaba menos de ti Harry – le respondió mi papá a Harry mientras le palmeaba la espalda – Si no hay otra cosa que hacer tienen mi completa bendición – ahora besó mi frente – Mi pequeña va a ser mamá, no puedo creerlo – y dicho esto se sentó y se quedo perdido en sus pensamientos, hasta que su esposa habló y lo sacó de su ensoñación.

- Pero Arthur, como dejarás esto así como así.

- Molly cariño se sensata ¿qué vas hacer, además de acostumbrarte a la idea de que nuestra hija va a ser mama? Puedes creerlo seremos abuelos.

- Pero cariño.

- Vamos Molly dales tu bendición, es lo mejor. Además tendrás un nuevo nieto que consentir.

- ¿Por qué un nuevo nieto? – pregunté yo, aunque mi pregunta fue ignorada olímpicamente.

- Oh, tienes razón cariño. Seremos abuelos ¡que mejor!, vengan para acá para darle mis felicitaciones – dijo mi madre mientras nos abrazaba a Harry y a mí al mismo tiempo.

- Gracias mamá me alegro de que apruebes a mi hijo.

- Por supuesto que apruebo a tu hijo, lo que no apruebo son las circunstancias y la edad a la que tendrás ese hijo, pero no importa. Bueno en todo caso ya es tarde será mejor que ustedes dos se vayan a acostar y dejen de andar haciendo esas cosas ¿me escucharon?, ya mañana hablaremos del resto. Tres meses, puedes creerlo.

- Sí – respondimos Harry yo al unísono para perdernos escaleras arriba, mientras mis padres seguían abajo. Y al final todo fue mucho más fácil de lo que yo creía, este pequeño va a ser muy pero muy querido pensaba yo mientras me acariciaba el vientre en ese minuto en mitad de las escaleras Harry me miró tomo mi cara entre sus manos y me besó tierna y apasionadamente, su beso fue dulce, sexy y arrebatador, todo lo que yo más amaba de Harry.

En el living…

- Vamos a ser abuelos.

- Sí terroncito, seremos abuelos.

- No me imaginaba que me harías cambiar de opinión tan rápido.

- Quieres que te diga la verdad – dijo Arthur

- ¿Qué verdad?

- No aprobaba para nada a ese hijo, hasta cuando no vi como Harry miraba a Ginny. Sus ojos llegaron a brillar de emoción con sólo hablar de su hijo, nuestro nieto y de su novia, nuestra hija. Sólo en ese momento me di cuenta de que su amor era sincero y de que va a hacer todo lo posible por la felicidad de nuestra hija y del niño que está en camino.

- ¡Oh, cariño! Tienes toda la razón Harry ama a nuestra hija y eso es lo importante. Me alegro tanto de haber aprobado todo esto.

- Recuerda la edad nunca importa un hijo siempre es un regalo – respondió Arthur mientras abrazaba a su esposa.

- Sí cariño, un hijo siempre es un regalo.

En la habitación de Ginny…

- Veo que Hermione fue a ocupar mi lugar a la habitación de Ron.

- ¿Qué duermes con mi hermano? – respondí riendo.

- Muy graciosa angelito, pero sabes que no. Con la única que duermo es contigo.

- Me parece, y a ti que te parecerá que durmamos juntos esta noche, pero te advierto que será sólo dormir porque me siento muy cansada.

- Es una buena idea, así podré comprobar cuanto logras resistirte.

- Harry – dije yo sonriendo mientras él ya me besaba y se iba acostando conmigo en la cama a "dormir".