Capitulo 1: ¿Qué estaba pasando?

Hao estaba en Izumo, al terminar el torneo de Shamanes había conversado con su abuela y actualmente se alojaba en el templo Asakura hace dos años, pero no estaba solo ahí, también estaban Peyote, Nichrom y el trío de la flor, se alojaban en un campamento cerca del templo, en el templo se estaban alojando los abuelos Asakura; Tamao la cuál continuaba con su entrenamiento y por último Yoh con su futura esposa Anna.

El chico de largos y chocolates cabellos se encontraba meditando en la cascada, era la única manera de poder recobrar partes de su primera vida, la cuál no recordaba por completo aún.

Una niña de cabellos chocolates largos con ondas se encontraba corriendo descalza por un prado, su edad no debería ser más que diez años, la chica estaba con un vestido de seda de color turquesa, este tenía bordados de un color más claro. La chica se agacho tomo una flor y la mostró a la mujer que estaba a su lado, la niña tenía unos preciosos ojos rojos, la mujer debía ser su madre ya que tenía los mismos rojos y preciosos ojos, la niña le sonrió a el chico de una manera alegre, parecían una familia, una completa familia, una preciosa familia.

Hao abrió bruscamente sus chocolates ojos, ¿Lo que había visto era un recuerdo del pasado?. El chico se levanto, se seco su húmedo cuerpo con una toalla que estaba en un costado y se vistió completamente, le había dado un poco de frío, mejor se ponía una chaqueta, la haría a buscar a su habitación.

La chica de rozados cabellos barría la entrada del templo, como lo debía hacer, pero estaba aprovechando de practicar con la posesión de objetos con Conchi, Ponchi por su parte estaba sellado en la tablilla, luego de mucho y duro esfuerzo había logrado dominar a ese par de espíritus traviesos.

Anna por su parte se encontraba con Kino, viendo la televisión una telenovela amor por accidente se titulaba, en la mesa de centro había un tiesto con un montón de enormes galletas.

Yoh estaba trotando su última vuelta para calentar, luego tendría que practicar con su abuelo por su pierna de rechazo para la defensa, siempre había tenido problemas con esa pierna y ahora los problemas habían disminuido con la constante practica.

Hao se dirigió a su habitación, busco afanosamente su chaqueta y luego se la puso sobre su camisa a cuadros, lo tenía bastante nervioso las imágenes que había visto, no sólo por que la mujer que había visto se parecía increíblemente a Jeanne y por lo hermosa que la había encontrado, más que nada la niña pequeña, la cual tenía los mismos ojos de Jeanne, pero ese cabello era tan igual al suyo.

Un segundo después en todo el templo se sintió una presencia espiritual grande, y aunque todos pudieron haberse dado cuenta, el único que se dio cuenta fue Hao, al parecer la presencia no quería que todos los presentes se dieran cuanta de que estaba ahí.

En la entrada del templo, Tamao se había retirado hace un rato y cuando Hao había llegado y justo en ese instante en la entrada se identifico un gran carruaje de color blanco, al segundo después el carruaje se transformó en una pequeña ventisca de donde apareció Jeanne, la chica llevaba un vestido blanco de seda con unos bordados en la parte superior.

POV Hao

Realmente la última vez que la había visto era sólo una niña, no obstante ahora ya debía tener unos diecisiete años, estaba preciosa, el cabello lo tiene más largo, se le han formado algunas ondas en las puntas, su cuerpo esta mucho más desarrollado y eso lo puedo notar a través del vestido. Sus ojos son iguales a los de la niña, debo estar alucinando, es demasiado perfecta para alguien tan patético como yo.

POV Jeanne

Esta mucho más guapo, eso no lo puedo negar, ese aire de maldad me atrae muchísimo, pero yo se que detrás de esa mirada fría hay un corazón bondadoso y cariñoso, pero por favor que voy a ser yo, debo ser una patética niña la cual quiere jugar un rato a ser mala, esa camisa lo favorece muchísimo y estoy segura y hasta lo puedo dar por sentado que el lo sabe, es tan perfectamente maligno, pero no yo soy demasiado poca cosa para el.

POV Normal

El chico de chocolates cabellos no sabía que decir, estaba anonadado por la belleza de la chica, pero si no decía algo seguiría admirando su belleza por horas.

- Jeanne – Fue lo único que atino a decir Hao, el shaman más malo del mundo.

- Hao, contigo quería hablar – Dijo la chica, saliendo de su transe, ahora que lo recordaba había venido con un propósito específico y no para admirar a Hao, o cuanto lo había mejorado los más de dos años que no lo veía.

- ¿Conmigo? – Preguntó el chico de chocolates cabellos

- Si, pero no creo que sea correcto aquí en la entrada del templo, ¿No crees? – Dijo la chica de plateados cabellos.

- Ehh…si creo que si, tienes razón – Dijo el chico de chocolates cabellos

Hao la condujo a la parte trasera del templo, en medio del bosque perteneciente del templo Asakura y los dos se sentaron tranquilamente en una banca, bastantes cerca uno del otro.

La pareja estaba nerviosa, no sabia lo que estaba pasando, los dos habían tenido la misma visión, estaban conectados a través de las mentes y sus auras se unían al ritmo del viento y los movimientos de los árboles.

Cualquiera que los viera nunca pensaría que los dos en algún instante se odiaban a muerte, hace menos de tres años. De hecho todos sus pensamientos eran totalmente contrarios, en ese momento sobraban las palabras.

Hao miraba insistentemente las pupilas rojas de Jeanne y al mismo tiempo se acercaba más y más. Un choque electrizante existía entre las pupilas de los dos presentes.

¿Qué estaba pasando?