Dulce Recuerdo

¡Atención! Este fic va para RubyLRed, un chico genial que me pidió un commoner para su premio por haber ganado el tecer lugar del reto "Bajo el encanto de Jigglypuff" del foro DexHolders del Prof. Oak. Te pido un millón de disculpas por la tardanza, las clases y luego la familia no me dieron mucho tiempo para escribir ú-ù

Sin nada más que añadir, te dejo con tu premio; ojalá te guste. Pero sino, ya sabes que eres libre de golpearme :D

Disclaimer: Agradezcan que Pokémon no me pertenece~

Shipping: CommonerShipping (Diamond & Platinum)

Nota: ¿Desde cuándo escribo cosas tan fluffys? ._.


Dios, no sabía cómo se había llegado a enrollar en aquella situación. Se hallaba muy nerviosa, demasiado a su parecer, ella no era así; pensaba internamente Platina.

Cada vez que podía o recordaba tiraba de su falda, para alisarla pareciera, pero si seguía tirando más, la tela se rajaría a causa de los irregulares tirones en los cuales Platina no medía la fuerza que aplicaba. Se arreglaba su gorro, una y otra vez, siempre sintiendo que estaba mal puesto. Recogía y cambiaba la ubicación de sus mechones, detrás del hombro, sobre el hombro, frente al hombro. No, siempre sentía que algo estaba mal con su cabello. Tiraba de sus medias, para cerciorarse que ninguna estuviera más arriba que la otra, que ambas estuvieran simétricas. ¡Ufff!, que pronto llegara Diamond, que a este paso se volvería loca con ella misma.

No era su culpa, realmente no podía evitarlo. Si pudiera, ya habría acabado con aquel raro comportamiento. Estaba consciente de lo que hacía y de cómo posiblemente se veía frente a ojos ajenos. Pero es que aquel recuerdo estaba siempre presente en sus pensamientos, grabado con fuego, haciéndola enrojecer.

Pero no era como si no le gustase aquello, a decir verdad, solo la confundía porque era una nueva sensación, nuevos sentimientos. Era como probar un nuevo caramelo, uno realmente delicioso y adictivo. Su caramelo era aquel recuerdo, que le revolvía el estómago con un suave y agradable burbujear. Juguetón le diría Platina. Porque sin notarlo la hacía sonreír levemente y rodeaba a su pecho de un cálido abrazo. Se perdía en sus pensamientos, perdía a noción del tiempo y el espacio donde se hallaba, transportándose a un mundo nuevo y virgen, puramente habitado por Platina y sus muy dulces recuerdos.

Otra vez experimentaba aquello, ya no sabía dónde se encontraba. Se sentía en las nubes, en un estado de embriaguez. El amable burbujeo renacía, amigable, como el deslice de una gota de lluvia en el frágil pétalo de una flor o como la caricia de una madre. Calor, un tenue calor vuelve a envolver su pecho, revoloteando por todos lados. Ah, ¿qué hacía allí? Platina juraba que casi podía ver colores nuevos, todos con fragancias tan deliciosas.

Algo tibio mece la mano de Platina, haciendo que esta salte de sorpresa internamente. Su mente vuelve de golpe al mundo real, se siente un poco aturdida y desconcertada. Y ¡oh! Quien se encontraba a su lado obsequiándole una dulce sonrisa era Diamond, su gran amigo a quien esperaba mientras sentía sumergirse en éxtasis por los recuerdos que él mismo le dio a Platina.

—Disculpe la demora señorita—

—No hay problema Dia—

Y Diamond toma la mano de Platina, volviendo a sonreír mientras asentía. Platina le devuelve la sonrisa y ambos se marchan a lo que sería una cita.

«¡Señorita! Usted me gusta y… ¡quisiera pedirle que el domingo me acompañe a una cita!» Recordó por milésima vez Platina en el día, aquel bello recuerdo que la embriagaba.


Algo anda mal conmigo, ¿qué carajo? Esto me parece muy dulce para mi estilo xD

~Me estoy volviendo loca~