Hey chicos que tal. Aquí E-HERO KnightMare con una nueva historia, esta vez de Naruto.
Les aseguro que haré todo lo posible para seguir escribiendo esta historia y mis demás trabajos, en especial aquellas que llevan meses sin una actualización.
Como sea, no los aburro con eso. Los dejo con el capítulo que espero lo disfruten.
Descargo de pertenencia: Naruto y todo lo relacionado con la franquicia no me pertenece. A mí solo me pertenecen las ideas locas que puedan surgir, así como los OC's que surjan en la historia.
Capítulo 1: El inicio de una nueva leyenda
(Aldea de Konoha)
Nos encontramos en la aldea oculta de Konoha, hogar de ninjas de fuerza legendaria, lugar de origen de shinobis reconocidos a lo largo y ancho de las naciones elementales y donde actualmente viven dos pequeños que son piezas claves para el futuro del mundo, solo que ninguno de ellos lo sabe.
En la actualidad la aldea se encuentra aun recuperándose de la tragedia que ocurrió hace cinco años cuando el 10 de octubre el temido Kyuubi no Kitsune fue liberado de la persona que en ese entonces era su Jinchuriki (conocido también como sacrificio humano) y provoco destrozos a lo largo y ancho de la zona, dejando destrucción y muerte a su paso.
En esa trágica noche muchas vidas fueron perdidas, pero fue gracias a las rápidas acciones de Minato Namikaze, el Yondaime Hokage, que se logró detener a la bestia que estaba sin control. El rubio tuvo que hacer un gran sacrificio para detener a la bestia… esa misma noche su esposa, Kushina Uzumaki la Habanera Sangrienta, había dado a luz a los gemelos de la pareja: Naruto Namikaze-Uzumaki y Natsuko Namikaze-Uzumaki.
A sabiendas de que la única forma de detener al Zorro de Nueve Colas era a través de un sellado, Minato se decidió a detener la destrucción causada por la bestia, pero también sabía que su esposa no tendría posibilidades de sobrevivir al proceso en el estado en el que se encontraba por lo que no tenía más opción que sellar al zorro dentro de uno de sus hijos.
Y fue así que el hombre tomo una decisión en esa fatídica noche que cambiaría el rumbo de las naciones elementales… para siempre…
(Cambio de escena – Oficina del Hokage)
Minato Namikaze, el Destello Amarillo de Konoha, se encontraba trabajando en sus labores que su puesto de líder de la aldea le traían. El rubio de 29 años de edad estaba muy estresado por todo el maldito papeleo que tenía, pero su malestar llegaba porque ese día era el aniversario del ataque del Kyuubi a la aldea, pero más importante aún era el cumpleaños de sus pequeños retoños, Naruto y Natsuko.
"Uff! Ese sería el último" decía el Hokage mientras acomodaba unos últimos documentos en su escritorio "Aun no puedo creer que los Inuzuka sigan insistiendo con lo de desterrar a los gatos… locos" susurraba para sí mismo Minato luego de haber desechado la 38va petición del clan Inuzuka de sacar a todo gato de la aldea, en especial cierto gato demonio de nombre Tora…
"Ahora puedo ir a casa para sacar a mi familia a cenar" decía con una gran sonrisa el hombre mientras se despedía de su secretaria y salía "¿A dónde podemos ir a comer?" pensaba con duda el Namikaze mientras caminaba a paso tranquilo por la aldea.
"¿A quién quiero engañar? Es obvio que Kushi-chan va a obligarnos a ir a Ichiraku, y por obligarnos me refiero a que me va a obligar a mi" A Minato le salió una enorme gota de sudor mientras caminaba por las calles y algunos aldeanos lo veían, pero retrocedían cuando lo vieron hablar solo "Da miedo que Naruto y Natsuko hayan heredado el gusto por el ramen de su madre" decía Minato mientras un escalofrío recorría su espalda.
Luego se detuvo en seco cuando se percató que estaba hablando solo y que todos lo veían como a un bicho raro por lo que tratando de salvar la poca dignidad que le quedaba le dedico una sonrisa nerviosa a los aldeanos y desapareció usando su Hiraishin.
(Cambio de escena – Residencia Namikaze-Uzumaki)
Apareciendo frente a su hogar el rubio se palmeaba la cara mientras se lamentaba por sus acciones…
'Debí haber parecido un completo bufón!' pensaba con pesar Minato mientras una cascada de lágrimas recorría de manera cómica su rostro 'Por lo menos salí temprano y no cuando el festival estuviera lleno' recordaba el hombre ya que había trabajado a marchar forzadas para poder pasar este día en compañía de su familia.
Mientras Minato entraba a su hogar, dentro del mismo se encontraba Kushina quien estaba preparando ramen para comer, sabiendo que su esposo llegaría en cualquier momento.
"Cariño, ya llegué" anunciaba de manera animada Minato mientras entraba en la cocina y veía a su esposa preparar la comida '¡¿Otra vez ramen?!' pensaba de manera cómica al ver lo que preparaba la pelirroja y veía cuatro tazones tamaño extra-Gamabunta en la mesa.
"Mina-kun! Bienvenido" decía la pelirroja con una sonrisa.
"Les prometí que llegaría temprano" respondía Minato.
"Nunca lo dude" le abrazaba Kushina mientras le daba un beso a su hombre.
"¿Y los niños?" preguntaba al no haber visto a los dos pequeños.
"Están en el patio trasero, entrenando" contestaba Kushina mientras se acercaba al ramen para asegurarse que no le pasara nada mientras se cocinaba.
"Jeje, esos dos en verdad que son muy diligentes para entrenar" decía Minato con una pequeña sonrisa en su rostro.
"Si… ¿Quién diría que avanzarían mucho para tener apenas cinco años?" preguntaba Kushina mientras ambos padres recordaban todo lo que había pasado hasta ese día.
(Flashback – Noche del ataque del Kyuubi)
En una habitación blindada bajo tierra se encontraba una moribunda Kushina estaba recostada mientras sostenía a sus dos hijos recién nacidos. A su derecha se encontraba una pequeña de cabello rojo, justo como el de ella y a su izquierda se encontraba un pequeño de cabello rubio como el de Minato.
Con la madre se encontraba también Hiruzen Sarutobi, quien fuera el tercer Hokage, y Danzo Shimura, líder de la división "Raíz" de los ANBU. Ambos hombres de la tercera edad estuvieron a cargo de la seguridad al momento del parto mientras un ninja medico se dedicaba a ayudar a Kushina.
"Aquí estamos" anuncio un hombre de larga cabellera blanca mientras llegaba acompañado de una mujer rubia de pechos grandes. Los Sannin Jiraiya y Tsunade habían llegado.
"Tsunade, rápido! Atiende a Kushina" ordenaba Hiruzen mientras la mencionada asentía.
"Hai, sensei" la rubia entonces procedió a tratar a Kushina, salvándola de su muerte segura.
"Tsu-Tsunade" hablaba con claro cansancio en su voz la pelirroja "Mis be-bebes" decía Kushina mientras señalaba a los pequeños que estaban recostados sobre una sábana, totalmente tranquilos a pesar de la destrucción que había alrededor.
"Tranquila Kushina, ambos están bien" le decía Tsunade mientras la mencionada se calmaba "Guarda tus energías"
Mientras Kushina era atendida por la mejor kunoichi médico de la aldea, Jiraiya hablaba con Hiruzen y Danzo.
"Sensei ¿En dónde está Minato?" preguntaba el sabio invocador de los sapos.
"Está tratando de contener al Kyuubi mientras hablamos" respondía el anciano.
"Lo mejor será que vayas a ayudarlo" decía Danzo.
"Pero ¿Qué hay de Kushina y los bebes?" preguntaba el peliblanco.
"No te preocupes, nosotros los protegeremos" decía el hombre de la cicatriz a lo que Jiraiya asentía y se disponía a marcharse cuando un destello amarillo ilumino el lugar donde estaban.
El destello era el propio Minato quien apareció cansado mientras veía a los que estaban presentes y su mirada se posó en Kushina y sus hijos y fue ahí cuando una sonrisa se presentó en su rostro.
"Son… hermosos" decía mientras unas pequeñas lágrimas salían por sus ojos.
"Minato! ¡¿Qué paso con el Kyuubi?!" preguntó exaltado Hiruzen al ver a su sucesor.
Rápidamente Minato recordó lo que estaba ocurriendo.
"Demonios lo olvidaba!" decía Minato mientras se giraba hacia su antecesor y le daba una mirada afilada "Hiruzen-sama, Danzo-sama, Jiraiya-sensei" llamo el rubio haciendo que los tres hombres se pusieran serios ya que el tono de Minato era totalmente profesional.
"Sé cómo detener al Kyuubi" revelaba Minato sorprendiendo a los que estaban presentes.
"¡¿?!" Los presentes estaban sin palabras al escuchar las palabras del Namikaze.
"Pero… es algo muy arriesgado" decía Minato.
"Sea lo que sea hazlo ya! No tenemos tiempo que perder!" decía de manera frenética Hiruzen.
Minato solo asintió y se giró hacia sus hijos tomando al primero que pudo alcanzar que resulto ser la pequeña Natsuko, lo cual sorprendió a Tsunade y a una debilitada Kushina.
"Mina-kun… ¿Qué… estas… haciendo?" decía de manera entrecortada Kushina por el cansancio.
"La única forma de detener al zorro es sellarlo de nuevo" declaraba haciendo que Hiruzen, Danzo y Jiraiya se dieran cuenta del plan de Minato y aunque no les gustará sabían que era la solución más viable. Tsunade, por su parte, no se quedó con los brazos cruzados.
"Minato! No puedes hacerle eso a tu hija!" le recrimino la rubia de grandes pechos al actual Hokage.
"Lo sé Tsunade, lo sé! Pero es que no hay otra manera!" gritaba Minato perdiendo la cordura.
"Mina-kun… detente… por favor…" decía Kushina con el cansancio bien marcado en su forma de hablar "Séllalo… en mi… de nuevo…"
"No!" gritaba Minato "No sobrevivirías Kushina!" lo decía con gran dolor.
"Pero…"
"No. Incluso si yo no sobrevivo… quiero que los gemelos tengan a su madre para cuidarlos" Minato decía con una expresión de serenidad.
"Mina-kun" suspiraba Kushina casi cayendo en la inconsciencia.
"No te preocupes Minato" Jiraiya le ponía la mano en el hombro al rubio "Si algo llega a pasar… nosotros cuidaremos a los pequeños" el Sannin trataba de ahogar un sollozo al darse una idea de lo que quería hacer su alumno.
"Gracias Jiraiya-sensei" decía Minato "Lo mejor será que me vaya, deje a Gamabunta y los demás conteniendo al zorro y no creo que puedan aguantar más"
Los demás asentían a sus palabras, hasta Tsunade, aunque ella lo hiciera de manera no muy convencida. Kushina ya estaba inconsciente
"Nos vemos" decía el hombre rubio no tan convencido al momento de desaparecer en un destello amarillo.
(Cambio de escena – zona del enfrentamiento)
En una Konoha totalmente devastada se encontraba un sapo gigante de color rojo que estaba conteniendo a un zorro también de gran tamaño, mientras que varios shinobis trataban de contener a la criatura de nueve colas con jutsus de tierra sin éxito alguno.
"Demonios!... en donde… rayos… esta Minato!" decía el gran sapo mientras su pipa estaba destrozada y su ropa estaba desgarrada "No creo… poder aguantar… MÁS!" gritaba mientras forcejeaba con el zorro.
De repente un destello amarillo apareció sobre la cabeza del sapo y en él se pudo observar al mencionado quien traía un pequeño bulto enredado en una sábana blanca.
"Minato!" exclamaba el sapo.
"Gamabunta, aguanta! Terminare esto!" decía Minato mientras sacaba su distintivo kunai de tres picos y lo lanzaba hacía el horizonte y lanzaba un sello escrito hacia el zorro en el cual se podía apreciar un filo hilo azul…
"Hiraishin!" rugía Minato al momento que el pedazo de papel tocaba el pelaje del zorro y se iluminaba en un gran destello de luz amarilla que hizo que todos los sobrevivientes se cubrieran los ojos.
Al momento de que abrieron los ojos se dieron cuenta que tanto Minato y Gamabunta, así como el Zorro de Nueve Colas habían desaparecido.
(Zona alejada de la aldea)
Volviendo a aparecer alejados de la aldea, el zorro cayo atolondrado por el cambio de entorno tan repentino, así como el uso de la técnica más famosa del Namikaze y sobre la criatura cayo Gamabunta.
"Mantenlo ahí por unos segundos Gamabunta!" ordenaba Minato mientras trazaba un sello con una velocidad impresionante.
"Lo que sea que vayas a hacer, más te vale hacerlo rápido muchacho!" Gamabunta decía mientras contenía al zorro que estaba debajo, aunque con poco éxito.
"Ya está!" exclamaba Minato mientras saltaba para alejarse de Gamabunta y se ponía en una claro del bosque "Gamabunta!" gritaba Minato y el sapo supo que ya era hora.
"Suerte mocoso"
*POOF!*
En ese momento Gamabunta desapareció en una gran nube de polvo que distrajo al zorro lo suficiente para que Minato pusiera en marcha su plan.
"Shiki Fuujin!" Al momento de gritar el nombre de la técnica el ambiente se puso pesado y una figura espectral aparecía detrás de Minato.
La figura tenía una cara demoniaca con un tantō entre sus dientes, además de mostrar que su piel era de un tono purpura. Llevaba puesto vestiduras blancas que dejaban descubierto la parte frontal de su cuerpo. Tenía dos cuernos que sobresalían y ayudaban en su apariencia tétrica.
"Humano" se escuchaba la voz de la entidad "¿Para qué se me ha invocado?"
"Shinigami-sama… necesito su ayuda para sellar al Kyuubi" decía intimidado el rubio mientras que la entidad divina veía a la bestia con cola y veía a Minato de nuevo.
"Acepto, pero algo de valor se me debe dar como paga" decía el Shinigami.
"Te ofrezco mi vida" contestaba con decisión Minato.
"Acepto ¿En dónde va a ser sellada la criatura?"
"En mi hija" decía Minato mientras señalaba a su pequeña hija pelirroja quien en ese justo momento abrió sus ojos mostrando unos orbes de color violeta como los de Kushina.
El Shinigami vio a la pequeña y en ese instante algo llamo la atención de la entidad.
'¿Podrá ser?' pensaba el Shinigami quien veía a la pequeña 'Tal vez…'
"Así será" y acto seguido el Shinigami extendió su mano traspasando a Minato y tomando al Kyuubi.
"ROOOARGH!
Rugía la bestia con cola al momento de que su consciencia era sometida y todo su ser era comprimido mientras el Shinigami lo redirigía hacia la pequeña pelirroja.
En un par de instantes la criatura que había causado tanta destrucción había sido contenida al fin y un sello aparecía en el estómago de la pequeña.
Ahora todo regresaba a la normalidad cuando el Shinigami se giró hacía Minato quien estaba sosteniendo a su hija.
"Humano llego la hora de pagar" anunciaba el Shinigami y hacía que Minato se girara a verlo mientras una sonrisa llegaba a su rostro.
"Entiendo"
Justo cuando la mano del Shinigami se acercaba para reclamar el alma del rubio…
"Minato!"
Un grito interrumpió el accionar de la deidad y este, junto a Minato, se giraron para ver qué pasaba cuando se encontraron con la aparición de una Kushina que estaba despierta y que traía al pequeño rubio entre sus brazos, Hiruzen y Tsunade.
Al momento de poner su vista en el pequeño entre brazos de Kushina el Shinigami se sorprendió, aunque no lo mostraba en su expresión.
'Mmm… al parecer si son…' eran los pensamientos misteriosos del Shinigami quien se mantuvo en silencio al ver la llegada de más humanos.
"Mina-kun… lo lograste!" decía Kushina quien llegaba, pero rápidamente se detuvo en seco al ver la entidad que estaba junto a su esposo, lo cual provoco que tanto ella como sus acompañantes sintieran como el miedo se apoderaba de ellos.
"¿Quién… es?" preguntaba Tsunade consumida por el miedo.
"Shi-Shinigami-sama!" decía sorprendido Hiruzen.
"¡¿Shinigami?!" cuestionaba Kushina "¡¿Usaste el Shiki Fuujin?!" le reclamaba Kushina a su esposo.
"Kushi-chan…" decía temeroso Minato "Es… que… no había… otra forma"
"Pero Minato! Nuestros hijos…" decía Kushina mientras las lágrimas empezaban a recorrer su rostro.
El Shinigami, mientras tanto, se mantenía al margen de lo que ocurría entre la pareja de casados, analizando…
Cuando tomo una decisión…
"Humano" su voz llamo la atención de todos los presentes "No quiero que tomes esto como un acto de misericordia de mi parte…" esto lleno de intriga a todos que se voltearon a ver a la deidad.
"He decidido perdonarte la vida, pero es porque tú tienes una misión sumamente importante" decía de manera misteriosa el Shinigami "Solo espero que estén preparados para lo que viene…"
Y con ello el Shinigami se retiró dejando sorprendidos a los presentes.
Decidiendo que tomarían lo dicho por Shinigami como una bendición, decidieron regresar para descansar y empezar a planear la restauración de la aldea.
Kushina abrazo a Minato con mucho amor mientras el regresaba el gesto y en brazos de ambos se encontraban los gemelos, quienes durante todo el tiempo se mantuvieron dormidos, ignorantes de lo que paso esa noche.
(Fin del Flashback)
De regreso con los padres, estos salieron de sus pensamientos cuando dos pequeños entraron a la cocina corriendo.
"Kaa-san"
"Tou-san"
Dos pequeños niños entraron corriendo mientras se dirigían hacia sus padres. El primero era un pequeño niño rubio que parecía ser una copia casi exacta de Minato, incluida la forma del cabello, pero con excepción de la estructura facial que era similar a la de Kushina, sus ojos eran azules como los de su padre. Vestía una playera blanca con el símbolo de un espiral rojo en la espalda, unos pequeños pantalones estilo ANBU acondicionados para su estatura y unas sandalias ninja. Este pequeño era Naruto Namikaze-Uzumaki, de cinco años.
La segunda pequeña era una viva imagen de Kushina. Desde la cara hasta el color y la forma del cabello, era exactamente igual a la pelirroja mayor. Los ojos eran del mismo color que los de Kushina. Vestía con una playera negra que también tenía un espiral rojo en la espalda y unos pantalones estilo ANBU, igual que el niño rubio, y unas sandalias ninjas. Pero lo que más resaltaba en la pequeña eran las curiosas marcas de bigote que tenía en el rostro, más precisamente en las mejillas. Tres en cada lado. Esta pequeña era Natsuko Namikaze-Uzumaki, también de cinco años.
"Oh, pero miren que tenemos aquí" decía Kushina mientras veía a los pequeños llegar.
"Kaa-san ¿Qué vamos a comer hoy?" preguntaba la pequeña pelirroja.
"Su favorito, chicos" decía Kushina con una gran sonrisa ya que también era su favorito.
"YUUUPI! RAMEN!" gritaron emocionados los pequeños y al pobre Minato le salía una gran gota de sudor al verlos 'Si… ramen… yupi…' pensaba algo desanimado el rubio mayor.
(20 minutos después)
La familia de cuatro se encontraba en la mesa comiendo el platillo preparado por Kushina mientras tenían una charla amena.
"Y bien pequeños ¿Cómo va el entrenamiento?" preguntaba Minato a lo que Kushina solo sonreía de manera orgullosa por lo que iba a escuchar su esposo.
"Dominamos el ejercicio de caminar sobre el agua tou-san" contestaba orgullosa la pequeña Natsuko.
"Yo aprendí por completo los movimientos de Kenjutsu de kaa-chan y nee-chan ya sabe usar el jutsu medico!" anunciaba Naruto con orgullo haciendo que su padre se sorprendiera por la habilidad que mostraban los dos pequeños y que era solo por decisión de Kushina y él que los pequeños no estuvieran en la academia ya que ambos eran más que prodigios, pero ambos padres querían que los pequeños disfrutaran de su infancia.
"Eso es asombroso! Estoy orgulloso de ambos" decía Minato con una gran sonrisa mientras veía a Kushina y esta le dio una sonrisa suave y una pequeña señal con la cabeza "A partir de mañana aumentaremos un poco el entrenamiento" declaraba Minato.
"Mañana revisaremos que naturaleza elemental tienen ambos y les diremos en que nuevos campos se van a concentrar" decía Kushina "Y luego partiremos de ahí poco a poco"
"De verdad!" decía Naruto con una sonrisa.
"Gracias kaa-san, tou-san!" decía feliz Natsuko
(Unas horas después)
El festival había pasado y ahora nos encontramos en la residencia de la familia Namikaze-Uzumaki.
Luego de salir y disfrutar todo lo que ofrecía la festividad del 10 de octubre, Minato y Kushina decidieron regresar a su hogar con los pequeños en sus brazos quienes estaban totalmente cansados por haberse divertido junto a los demás chicos de su edad.
Ahora cada uno se encontraba arropando al gemelo que habían cargado respectivamente. Minato estaba arropando a Naruto y Kushina a Natsuko. Dándoles un beso de buenas noches a cada uno, ambos padres salieron de las habitaciones de los pequeños y ahora se encontraban en la sala.
"Bien, entonces mañana aumentaremos la dificultad en el entrenamiento de Naruto y Natsuko" decía Kushina.
"¿Estás segura Kushi-chan? Digo, quiero que ambos puedan disfrutar su infancia…" decía Minato quien empezaba a dudar sobre el entrenamiento de sus hijos.
"No te preocupes Mina-kun" decía Kushina de manera serena "Esos dos son grandes prodigios, no importa que les lancemos, estoy segura que lo dominaran" una sonrisa zorruna apareció en el rostro de Kushina.
"Y quien sabe, tal vez ellos logren lo que tú no y completen el Rasengan" mencionaba Kushina en tono de broma e hizo que Minato se deprimiera de manera cómica mientras dibujaba circulitos en el suelo murmurando cosas sobre pelirrojas bromistas e hijos con mayor proyección que los demás.
Kushina solo se lamentó de lo infantil que podía llegar a ser su esposo…
"Pero tienes razón Kushi-chan, los dos hacen ver lo difícil como algo fácil"
"¿Entonces como quedamos?" preguntaba Kushina.
"Si. Entrenaremos a Natsuko-chan en el dominio del chakra del Kyuubi y a Naruto en el Fuuinjutsu, además de las habilidades propias de cada uno más sus naturalezas elementales" decía Minato.
"Sin olvidar que Ero-sennin y Tsunade-baa-chan dijeron que dejarían a Naruto-kun y Natsuko-chan firmar sus contratos de invocaciones" decía con una sonrisa Kushina.
"Jejeje, nuestros hijos serán grandes ninjas" sonreía Minato.
"Y contando que los dos son inseparables, estoy segura que serán un dúo formidable" Kushina daba una gran sonrisa.
Y así, ambos se marcharon a dormir, esperando la llegada del siguiente día para seguir con la formación de los dos gemelos. Dos pequeños que serían de vital importancia para el futuro de las naciones elementales. Dos pequeños cuyos destinos van más allá de lo estipulado por las profecías…
Y así comenzaba el camino de los gemelos Naruto Namikaze-Uzumaki y Natsuko Namikaze-Uzumaki.
Listo! Primer capítulo de este nuevo fic.
Espero que sea de su agrado chicos.
Este fic no será el típico "Naruto abandonado por sus padres en favor de su hermano/hermana/hermanos". No, esa idea la usare para un tercer fic de Naruto que estoy terminando de planear.
Como siempre, si tienen alguna duda, sugerencia o simplemente quieren hablar pues pueden dejar un review o enviarme un PM que yo con gusto los atiendo.
Los leo después!
