AVISO: Este fic participa en el Reto #8: "Segunda Generación al azar" del foro Hogwarts a través de los años.

DISCLAIMER: Todo lo reconocible pertenece a J.K. Rowling, el resto es mío.


INVENCIBLE

Cuando Cedric se acercó al Cáliz de Fuego para meter el papelito con su nombre, no dudó ni un segundo sobre sus capacidades. Había tenido una buena infancia, unos padres que lo querían, tenía muchos amigos en Hogwarts y pertenecía a una buena casa.

Las pruebas trascurrieron sin incidentes. Gracias a su ingenio, consiguió triunfar en las dos primeras. Hasta ayudó a Potter con la segunda prueba, diciéndole dónde debía escuchar el canto de la sirena. No le importó. Él creía en la competencia justa, y eso significaba que todos debían tener las mismas oportunidades.

Sí, Cedric Diggory se sentía invencible. Tenía el destino a favor.

Hasta que llegaron a aquel cementerio. Antes de que aquel hombre levantara la varita, Cedric ya sabía que aquello no terminaría bien.

Lo último que vio no fue el rayo verde que lo mató. La última imagen que cruzó su mente fue la de su padre deseándole buena suerte.